jueves, 31 de julio de 2025

San Alfonso María de Ligorio (1696-1787). Festividad del 1 de agosto.

Nació san Alfonso en Marianella, arrabal de Nápoles, el 1696 y murió en Nocera degli Pagano el 1 de agosto de 1787. Cuando estaba aún en la cuna, un viejo misionero, san Francisco de Jerónimo, le cogió en sus brazos y le profetizó su futuro: “este niño será obispo, vivirá cerca de cien años y hará grandes cosas”.
Larga y fecunda vida la de este retoño de noble napolitanos que fue abogado brillante, sacerdote, fundador, misionero, músico, poeta, obispo, un poco arquitecto, gran predicador, penitente, y todo ello en el siglo de Voltaire; fue también el teólogo de la Virgen, y en medio de los equívocos de la Iglesia jansenizada, el campeón de la misericordia de Dios y de los merecimientos universales de la muerte de Cristo.
Murió nonagenario después de una gran tarea dedicada a reparar, a rehacer y reconstruir todo lo que la Ilustración y el jansenismo estaban socavando; un santo tenaz y resistente que acude a cerrar todas las brechas que abre en la casa un tiempo descristianizado y sin Dios.
En el año 1762 fue consagrado obispo. El Santo se había resistido, pero al fin no tuvo más remedio que ceder. Cuando le comunicaron la primera noticia, había respondido: “no cambiaré la Congregación del Santísimo Redentor por todos los reinos del Gran Tueco”. Tuvo que cambiarla por el palacio episcopal de Santa Agreda, una pequeña ciudad, entre Capua y Benevento. La característica de su gobierno episcopal fue la conciencia en el cumplimiento de sus obligaciones pastorales y su espíritu de caridad.
Los últimos años de su vida fue muy afligido con escrúpulos de alma, con enfermedades corporales y con manifiestas calumnias y persecuciones.
El Papa Pío VI lo separó de su Congregación  y al recibir la noticia dijo estas palabras: “Hace seis meses que hago esta sola oración: Señor, lo que Vos queréis lo quiero yo también”.
Nueve años después de su muerte, el mismo papa Pío VI le dio el título de Venerable. Fue beatificado el 1816 por Gregorio XVI. En el año 1871 lo declaró Doctor universal de la Iglesia Pío IX.

    Publicado en Cuenca. 1 de agosto de 2020 y el 1 de agosto de 2025.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano y fastos del cristianismo, según el P. Croiset. Madrid. 1846.
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.


Efemérides conquenses del 1 de agosto, muerte de D. Pedro de Castro obispo de Cuenca

 El uno de agosto de 1561 muere don Pedro de Castro en Pareja. Hijo de D. Dionisio Alencastro y de la Condesa de Lemos; descendiente directo de los reyes de Portugal por su padre, y siendo su madre prima hermana de la esposa del emperador Carlos V,

Retrato de don Pedro de Castro

Su tío, el duque de Braganza, le separó de la corrupción de los palacios y le encomendó a los monjes Bernardos para que se cultivara en humanidades y filosofía, paso más tarde a la universidad de Alcalá de Henares a cursar la sagrada teología, en la que recibió el grado de licenciado, desempañando la cátedra de matemáticas, obtuvo la de Teología, titulada de Santo Tomás, en cuyo magisterio permaneció catorce años.

Por mandato de Carlos I acompañó como capellán mayor al príncipe Felipe II cuando pasó a Flandes y después en Alemania. Fue nombrado Obispo de Salamanca, desempañando su destino con la mayor exactitud.

Después de sus viajes, de regreso fue don Pedro promovido a obispo de Cuenca en el año 1554 y determinando Felipe II contraer matrimonio con su parienta María, reina de Inglaterra, hija de Enrique II y de Catalina de Aragón, también lo eligió para que le acompañara al obispo de Cuenca. Vino a su obispado y, tan humilde como sabio, tenía en su casa letrados y hombres doctos con quienes trataba los negocios. No probándole bien el clima de Cuenca residía el mayor tiempo en su villa de Pareja. Dos años vino por semana santa a hacer órdenes y a consagrar aras y óleos, y amas de sus costumbres limosnas a pobres y religiosas, dio libertad a todos los presos por deudas, pagando a los acreedores catorce mil ducados y rasgando los procesos. Saliendo en 1561 a santa visita en el mes de julio una fiebre le hizo regresa a Pareja, donde murió el 1 de agosto, a la edad de 55 años. Fue depositado su cadáver en la iglesia de Pareja, cerca del altar mayor, sobre las gradas, al lado del Evangelio, y en 1588 lo trasladó a Monforte de Lemos su sobrino Fr. Juan de Castro, arzobispo que fue de Taranto y electo de Córdoba.

Publicado en Cuenca, 1 de agosto de 2021. Actualizado el 1 de agosto de 2025.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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Fuente documental:

-Noticias de todos los Ilmos. Señores Obispo diócesis de Cuenca. Trifón Muñoz y Oliva.1860.

miércoles, 30 de julio de 2025

hoy 31 de julio celebramos la festividad de San Ignacio de Loyola.


Inmenso personaje de la historia humana, uno de los hacedores del mundo moderno, radical como un soldado, que es lo que era, viviendo su ideal con un ímpetu irresistible que le valió grandes odios, símbolo de una Iglesia luchadora que no se resigna a la pasividad y que pelea por la gloria de Dios. Un militar siempre de servicio.

La vida de San Ignacio se puede dividir en tres períodos que reflejan la grandeza de alma. En los treinta primeros años (1491 a 1521) fue cortesano y pecador, soldado valiente y desgarrador. Desde 1521 hasta 1540 se hace penitente, estudiante, peregrino del ideal de la mayor gloria de Dios. En 1540 hasta su muerte, que ocurre en el año 1556, llega a la posesión de su ideal e Ignacio es capitán de la Compañía de Jesús, legislador y vencedor en muchas batallas.
San Ignacio de Loyola

El menor de doce hermanos, “era recio y valiente, muy animoso para emprender cosas grandes, de noble ánimo y liberal y tal ingenioso y prudente en las cosas del mundo”.
Se cuenta que un día iba solo por la acera y frente a él venía una hila de gente que no le cede el paso, sino que le empuja contra la pared. Ignacio saca su espada y arremete contra todos dispuesto a morir por defender su honor.
En otra ocasión, sitiada Pamplona por los franceses, Ignacio está allí como capitán. El peligro es grande. No hay sacerdote y él pide perdón a Dios y confiesa sus pecados a un compañero, así  es su fe de cristiano. El comandante herrera y otros capitanes quieren rendirse, sólo Ignacio se interpone. Sólo al caer herido por una bala de cañón, Pamplona se rindió a los franceses.

En la larga convalecencia en Loyola cae providencialmente en sus manos la vida de Cristo y de los Santos. Su alma empieza a abrirse a un nuevo mundo de grandeza.
El ideal de la mayor gloria de Dios va tomando forma y los primeros compañeros de Alcalá y Salamanca le fallan y en París encuentra los que han de ser capitales de la Compañía de Jesús, que él ha de dirigir como general.

El primero que se le juntó para nunca dejarlo fue Fabro, sigue Javier, luego Laínez, Salmerón Rodríguez, Bobadilla. El 15 de agosto de1534 hacen sus primeros votos en Montmartre y nace la Compañía de Jesús, que es confirmada por el Papa Paulo III en 1540.
Bajo el gobierno de San Ignacio desde 1540 hasta 1556, en que muere en Roma, la Compañía de Jesús se consolida y multiplica; pele las primeras y más gloriosas batallas de Dios. La última de las religiones y el primero en las misiones, Javier, lleva la fe hasta el centro de Japón; otros se derraman por las islas de Oceanía, nunca visitadas por el celo apostólico; otros llegan al Indostán, Brasil y Etiopía. Fabro santifica con los ejercicios de San Ignacio a lo más grande de las cortes del emperador, del rey de Portugal y del príncipe Don Felipe. Laínez y Salmeron asombran con su talento y sabiduría a la más augusta asamblea del orbe, se abren colegios y universidades en toda Europa y en Roma el Colegio Romano y Germánico para la formación de apóstoles. Al morir el 31 de julio de 1556 dejaba un millar de hijos, que con el tiempo se habían de multiplicar hasta los 34.000 jesuitas que hoy están esparcidos por todo el mundo bajo las órdenes directas del Papa, animados de su propio celo y grandeza de alma.

Estuvo 15 años al frente de la Compañía de Jesús. Murió el 31 de julio de 1556 y su cuerpo fue inicialmente sepultado en la iglesia de Santa María de la Strada, fue trasladado a la iglesia de Gesú, sede de la Compañía. El papa Gregorio XV lo canonizó el 12 de marzo de 1622.

Cuenca, 31 de julio de 2019. Actualizado el 31 de julio de 2025.
José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

martes, 29 de julio de 2025

Efemérides conquenses del 30 de julio. Visita del rey Fernando VII.

     El 30 de julio de 1816 vino a Cuenca el rey Fernando VII, estuvo en esta ciudad cuatro días, visitando el cuerpo incorrupto de San Julián.

La ciudad de Cuenca se agasajó cumplidamente en estos días que estuvo de visita, tanto a él como a su séquito.

Fernando VII

Si consultamos las Actas Capitulares de la Catedral podemos observar: “Nos Don Ramón de Salcedo, por la gracia de Dios, y de la Santa Sede Apostólica, Obispo de Cuenca, Caballero Gran Cruz de la Real y distinguida Orden Española de Carlos Tercero, del Consejo de S.M.&. se firma el Acta de apertura de la Arca o Urna en que se custodia el Sagrado Cuerpo del Señor San Julián”.

“Certificamos y atestamos, que con el plausible motivo de haberse dignado el Rey Nuestro Señor Don Fernando séptimo, y su Augusto tío el Serenísimo Señor Don Antonio Pasqual, Infante de España, Dios les guarde, venir desde los Reales Baños de la Villa de Sacedón a esta Capital de treinta de julio del presente año, en la mañana del día siguiente treinta y uno, concurrieron S.M. y A.R. a dicha nuestra Santa Iglesia y después de haberse celebrado por nos Misa Pontifical, cantamos solemnemente un Te Deum manifiesto al Santísimo Sacramento y después una Salve a la Santísima Virgen María, pasamos al lado del Evangelio, en donde se tenía ya prevenida sobre una mesa alta la Urna o Arca del señor San Julián, la abrimos públicamente con las tres llaves…. Vieron y adoraron el Sagrado Cuerpo con edificante devoción S.M. y A.R. después los Excmos. Señores Don Pedro Ceballos, Ministro de Estado, el Duque de Alagon, Capitán de Reales Guardias de Corps, Marqués de Belgida, Caballerizo mayor, el Gentil hombre y demás de la Real Comitiva; el Cabildo de nuestra Santa Iglesia; y el Caballero Corregidor y Ayuntamiento de esta M-N- y L. Ciudad de Cuenca, y permitimos que aquel día y los tres siguientes, lo viesen y adorasen todos los fieles que vinieron a la Capital de veinte y más leguas, por mañana y tarde, después de las horas canónicas del Coro, colocada la Urna cerca de la verja de la Capilla Mayor en la decencia y decoro de luces que corresponde, estando siempre de vela algunos individuos de nuestra Santa Iglesia, por los cuales se satisfizo a la devoción de los fieles, tacando sus rosarios, medallas, cintas y medias de seda al Sagrado Cuerpo…”

Cuenca, 30 de julio de 2021. Actualizado el 30 de julio de 2025.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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Fuente documental:

-Noticias del culto tributado a San Julián. Don Rogelio Sanchiz Catalán. Cuenca. 1909

San Abdón y san Senén. Festividad del 30 de julio.

Las Actas de estos dos Santos mártires de la persecución de Decio (249-251) tienen interpolaciones y circunstancias comunes a otros mártires. Nos pintan a los dos Santos valientes y caritativos en tiempo de persecución. Visitan las cárceles, las casas particulares, exhortando, aliviando y socorriendo con limosnas.
Delante de Decio y de su prefecto confiesan firmemente la fe cristiana. Son azotados con látigos que tienen los extremos incrustaciones metálicas y de huesos; son expuestos en público anfiteatro a los osos y leones, que los respetan como si fuesen mansos corderos. Al fin perecen al filo de la espada. Sus cadáveres fueron expuestos al público tres días enteros, delante de la estatua del Sol, cerca del anfiteatro Flavio. Esto es lo que dicen sus Actas. Con ellos y los monumentos antiguos podemos reconstruir la historia.
Todos los Martirologios convienen que padecieron en tiempo del emperador Decio; por tanto, a mediados del siglo III. También es cierto que eran dos personajes nobles, naturales de Persia. Habían venido a Roma, bien como prisioneros o rehenes de guerra en tiempo de Gordiano o Filipo, predecesores de Decio. También pudieron haberse establecido en Roma como comerciantes orientales. Su  martirio es también innegable, como su sepultura en el cementerio de Ponciano, junto a la Vía de Porto.
Un fresco, probablemente del siglo VIII, tal vez contemporáneo de la redacción de sus Actas, nos presenta a los dos Santos en el baptisterio del cementerio de Ponciano, con sus vestidos orientales: gorro frigio, larga capa con capuchón, que se abre sobre una túnica de piel. Está escrito el nombre de los dos Santos. También, y a su lado, se ve al mártir san Vicente y a otro desconocido llamado Milix. Esta pintura representa la coronación de los cuatro mártires por Cristo, como Rey que pone las insignias del valor militar a sus mejores soldados.
Roma profesó siempre gran devoción a estos Santos. Como las Actas cuentan que sus cuerpos fueron expuestos delante de la estatua del Sol. En la Edad Media se levantó allí, frente al Coliseo, una iglesia en honra suya, que perduraba todavía en tiempo de San Pío V.
Antiguamente en el Gregoriano tenían hasta Prefecio propio, muy devoto. San Abdón y San Senén, se dice, son del número de los Santos, escogidos por Dios desde toda la eternidad para mostrar al mundo la luz de la verdad. Llenos del Espíritu Santo vencieron  en la fragilidad de su carne el terror de la muerte. Dios los colocó en el prado de la Iglesia y han florecido en ella como rosas y lirios, que en el martirio por la fe se cubrieron de la púrpura de la sangre de Cristo, y al recibir el premio de su victoria, vistieron la blancura de los bienaventurados.

    Publicado en Cuenca. 30 de julio de 2020 y el 30 de julio de 2025.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.



lunes, 28 de julio de 2025

Santa Marta (siglo I) Festividad del 29 de julio.

Marta de Betania, hermana de María y de Lázaro, está en todo: limpiar y ordenar la casa, guisar, servir, vigilando que nada falte, modelo de ama de casa hacendosa y concienzuda. Recibe al Señor, y se multiplica para procurarle la mejor hospitalidad.
Pero cuando su hermana sólo está pendiente de las palabras del Maestro y ella se queja porque no la ayuda, se le da una contestación en la que hay un dulce reproche: Marta, Marta, mucho te afanas. María ha elegido la mejor parte. Pasar a la historia así después de tantos esfuerzos, podemos pensar que no se merecía ese trato, podemos pensar tantas cosas...
Marta pudiera pensar que  su hermana pierde el tiempo en vez de hacer algo útil y que todo el trabajo recae sobre ella, y Cristo le aclara cuál es su orden, que es revolucionario o, por así decirlo, surrealista: lo útil tiene que ir al final de todo, está muy bien pero que se posponga a lo único importante, que es ser para Dios.
Marta y tras ella todos nosotros encajamos la lección, que es como un tropiezo que rectifica el camino. Haciendo mucho llegamos a olvidar todo lo que no sea hacer, excusándonos de lo que tiene prioridad absoluta, “porque sólo hay una cosa necesaria”, y esto es lo que desde un punto de vista útil parece lo más superfluo.
La afanosa Marta –patrona de amas de casas, cocineras, hosteleros, etc.- nos resulta humana, tan llena de simpatía, que la imaginación popular no se ha conformado con el Evangelio, situando a las dos hermanas en Provenza, donde santa Marta doma una terrible tarasca que asolaba el país. Así perdura su solicitud, sirviendo incesante, sacrificadamente, para que todo esté en orden, el hogar, nuestras vidas y el alma.

    Publicado en Cuenca. 29 de julio de 2020 y 28 de julio de 2025.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.



domingo, 27 de julio de 2025

Santos Nazario y Celso, Víctor I e Inocencio I. Festividad del 28 de julio.

La Iglesia Romana conmemora hoy cuatro santo con un mismo Oficio y Misa, aunque pertenecen a épocas distintas.
Los cuerpos de los mártires Nazario y Celso fueron hallados en el año 396 por san Ambrosio, en un jardín de las afueras de Milán. Encontró primero el cuerpo de San Nazario, perfectamente conservado, con la cabeza separada del tronco y con la sangre rubicunda y fresca, como si acabara de ser decapitado.
Santos Nazario y Celso
El cuerpo de san Nazario fue trasladado a la basílica de los Apóstoles, donde Dios lo honró en seguida con la instantánea liberación de un endemoniado. El mismo san Ambrosio compuso un himno en honra del Santo mártir.
El cuerpo de san Celso parece que quedó en el mismo jardín donde fue descubierto y desde luego  fue transportado a la basílica de los Apóstoles. Más tarde se levantó una iglesia en su honor y luego en el siglo XI un monasterio. El culto de los dos Santos mártires milaneses se propagó por toda Italia, gracias a la autoridad y devoción de san Ambrosio.
Con relación a san Víctor I fue decimotercer Papa después de San Pedro y es célebre en la historia de los tres primeros siglos cristianos por sus cartas a todas las Iglesias, ordenando Sínodos y reuniones para determinar la fecha de la celebración pascual. Aun los obispo más lejanos del Asia Menor obedecieron sus órdenes y enviaron a Roma su parecer y voto.
San Víctor había nacido en África y poseyó para aquellos tiempos una gran cultura, que reflejó en su gobierno general y en varios volúmenes, de que nos habla san Jerónimo. Es considerado como el escritor latino más antiguo. Fue sepultado en el Vaticano, cerca de san Pedro, y el Martirologio le atribuye la gloria del martirio, aunque nada dice el Libro Pontifical.
San Inocencio I Papa.
Por último san Inocente I, gobernó la Iglesia a principio del siglo V. Intervino enérgicamente en la defensa del perseguido Crisóstomo y trabajó generosamente a favor de Roma, con ocasión de la invasión de Alarico. Comisionado por el Senado romano, salió de la Ciudad Eterna en dirección a Rávena. No triunfó en su misión, pues las tropas bárbaras entraron en Roma, mientras él trabajaba por la paz.
Orosio compara a san Inocente con el justo Lot, a quien Dios sacó de Sodoma y Gomorra para librarlo de los horrores del fuego y de la destrucción. Roma, efectivamente, ardió en castigo de sus pecados, como otra Sodoma, mientras el Papa trabajaba fuera por la paz entre el emperador Honorio y Alarico.
Murió san Inocencio el 12 de marzo del año 417 y fue sepultado en el cementerio de Ponciano.

    Publicado en Cuenca. 28 de julio de 2020 y 28 de julio de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.


Efemérides conquenses del 28 de julio. Muerte de don Alvar García de Albornoz.

     En la capilla de los Caballeros de la Catedral conquense se hayan situados bajo unos bellos arcos conopiales, en el lado del Evangelio dos monumentales sepulturas cuyas urnas pueden contemplarse sendas estaturas yacentes, ambas de alabastro y bellamente trabajada ya en el siglo XVI. Los personajes en ellas representados son el padre y el hermano del Cardenal Gil. Estos son, D. García Álvarez de Albornos y el que hoy hacemos referencia D. Álvarez García de Albornoz, vestidos ambos con sus respectivas armaduras de caballero.


Don Alvar García de Albornoz murió el 28 de julio de 1374, fue alférez y copero mayor de Enrique II, de Trastámara, hermano del cardenal don Gil, personaje de extraordinaria valía e influencia en la Corte de Alfonso XI, después de Pedro I, el Cruel, para el que fue a Francia a pedir la mano de la virtuosa, bella y desdichada doña Blanca y después perseguido por el monarca, por reprobar su mala conducta, siendo después exaltado y de gran influencia, al subir al trono, tras la tragedia de Montil, don Enrique de  Trastámara.


En su epitafio dice así: “Aquí yace don Alvar García, Álvarez de Albornoz, que Dios perdone, Mayordomo que fue del Rey don Enrique y fue buen caballero, honrado, nunca ovo mengua en su servicio y dio de sy muchas buenas fazañas y fino a XXVIII de julio era de MIL CCCC E XII ANNOS”.

Publicado en Cuenca, 28 de julio de 2021. Actualidado en 28 de julio de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

 

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Fuente:

-Catedral de Cuenca. Jesús Bermejo Díez. Caja de Ahorros Provincial de Cuenca.1977

sábado, 26 de julio de 2025

La sangre de San Pantaleón


La ciencia no encuentra explicación ante el hecho de licuarse la sangre.

Capitel de las ruinas de iglesia de San Pantaleón en Cuenca
Hoy, día 27 de julio se celebra la festividad de San Pantaleón, nació en Nicomedia, hoy en día se conoce como Turquía, vivió en el siglo III de nuestra Era. Estudió filosofía y después se dedicó a la medicina como su padre. Fue médico del emperador Galerio Maximiano. Fue perseguido por Diocleciano en el año 303. Tras ser torturado de varias maneras, por no querer renegar de su fe, murió. Dice la tradición que su martirio fue realizado bajo una higuera seca que floreció al recibir sus raíces la sangre de Pantaleón al ser decapitado.


La iconografía lo representa con una pequeña cruz y un escapulario y también, al pie de un olivo o higuera seca.

Iconografía de San Pantaleón
Se conserva dos reliquia del Santo en todo el mundo, consistente en una ampolla de cristal con cierta cantidad de sangre. Una de ellas está en Ravello (Italia) y otra ampolla en España, en el Real Monasterio de la Encarnación de Madrid. Cada año la ampolla es expuesta al público y cada 27 de julio se licua. La ciencia actual no ha sabido explicar el hecho.

El proceso de licuación es muy lento, la sangre va poco a poco cambiando de color, inicia por el mes de mayo, en el mes de junio ya se puede ver cierta licuación, lo que hace aumentar el volumen del contenido de la ampolla, terminando de licuarse el 27 de julio, el día de su martirio.

El año pasado recibió entre 7.000 y 10.000 visitas el monasterio para apreciar el hecho y este año se espera una afluencia similar.

Nuestra ciudad dedicó una iglesia a San Pantaleón, sus ruinas se pueden visitar en la calle de San Pedro, se conserva el arco ojival de la portada que se apoya sobre capiteles con decoración vegetal y con algo de iconografía, concretamente se aprecia un caballero lanceando a un dragón que guarda cierta relación con la simbología de los templarios.
Arco de las ruinas de la iglesia de San Pantaleón
Cuenca, en la calle de San Pedro


Cuenca, 27 de julio de 2017 y el 27 de julio dde 2025.
José María Rodríguez González, profesor e investigador histórico 

San Pantaleón. Patrono de los médicos. Festividad del 27 de julio.

En el Misal se conmemora hoy el martirio de san Pantaleón, Patrono de los médicos, juntamente con san Lucas.
Fue decapitado hacia el año 305, y según los datos más seguros fue hijo de Eustórgio que era gentil y su madre Eubúla era cristiana. Muerta la madre muy pronto, su padre le hizo estudiar medicina. Su conversión al cristianismo se explica por el trato con un sacerdote llamado Hermolao, el cual le persuadió que el autor de la vida y de la salud era Jesucristo. Pantaleón quiso probar la verdad del Evangelio, invocando el nombre de Jesús ante un niño que había muerto picado por una víbora. El niño resucitó y Pantaleón recibió el bautismo. La curación de otro joven ciego hizo que también su padre Estorquio abrazara la fe.
San Pantaleón. Médico y mártir.
Quiero trascribir el milagro de la resurrección del niño tal como es descrito en su biografía, ésta dice así: “Cuéntase que paseándose un día a tiempo que iba revolviendo en su pensamiento la mudanza que trataba de hacer, encontró en el camino a un niño muerto por la mordedura de una víbora, y junto al cadáver la víbora que le había mordido. Animada su confianza con aquellos como crepúsculos de la fe de Jesucristo, le ocurrió de repente hacer la experiencia de si era tan grande su poder como le había ponderado el Presbiterio cristiano. Acercándose al niño, y en tono determinado y resulto, le dijo: Levántate, tú muerto; así te lo mando en nombre de Jesucristo; y ti, animal ponzoñoso y maligno, muere al instante. En el mismo punto murió la víbora, y resucitó el niño; y asombrado Pantaleón del milagro, corrió al santo catequista, refirióle lo que le acababa de suceder, y le pidió el bautismo”.
El otro milagro que menciono de dar la vista a un cielo es relatado de esta manera: “Vino un ciego en busca de Pantaleón y se quejó de que otros médicos por curarle un mal que padecía en los ojos, a fuerza de remedios le habían dejado sin vista. Ofreciéndole a Pantaleón que al instante la recobraría y le pondría bueno, como le diese palabra de abrazar la religión cristina. Sorprendió tanto al ciego como al padre la proposición; pero el milagro los convirtió a ambos. Apenas hizo oración el Santo, invocando el nombre de Jesucristo sobre el enfermo, cuando quedó sano, y los dos, padre e hijo recibieron el bautismo.
Pero la gran reputación que había adquirido Pantaleón con sus milagros curas, cabreó e hizo crecer la envidia de los médicos. A breve tiempo descubrieron que era cristiano, y al punto le denunciaron al emperador Maximiano, que se hallaba a la sazón en Nicomedia. Sorprendido extrañamente el Príncipe al ver que mantenía en su misma corte a un enemigo de sus dioses, quiso informarse de la verdad por sí mismo; y para que Pantaleón no la negase, o para tener con que vencerle si la pretendía oscurecer, examinó por su persona al ciego que había curado el Santo, y metía mucho ruido en la ciudad. El nuevo cristiano refirió sencillamente cuanto había pasado, y que el médico Pantaleón le había restituido la vista sin otro medicamento que invocar el nombre de Jesucristo. Intentó persuadirle el Emperador, que aquel beneficio se lo debía a los dioses del Imperio. ¡Ah señor! (le replicó el ciego) ¿Cómo quiere V. Majestad que me restituyesen la vista unos dioses que no ven? Irritó tanto al Maximiano esta animosa respuesta, que mandó cortasen al punto la cabeza.
Y sin dudarlo ya que era cristiano Pantaleón, le mandó llamar, y en tono airado. Habiendo sido informado de la conversión de Pantaleón por el presbítero Hermoláo, lo llamó para que apostataran ambos, como no fue así los mando decapitar un 27 de julio del año 305 y con ellos tuvieron parte en la misma gloria los santos Hermipo y Hermócrates compañeros del santo presbítero Hermoláo.
 Su culto se hizo popular en todo el Oriente ya en el siglo IV. Y de allí pasó muy pronto a Roma, donde se edificaron varias iglesias en honra suya.
Hay reliquias del Santo en varias ciudades de Francia, Alemania e Italia. En Revello, cerca de Almalfi, se guarda una ampolla con sangre del mártir, que se licua el día de su fiesta. Se refiere que el cardenal Domingo Bartolini, prefecto de la Congregación de Ritos en tiempos de León XIII fue a Revello con desconfianza, pero la realidad le confirmó en la creencia universal.

    Publicado en Cuenca, 27 de julio de 2020 y el 27 de julio de 2025.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.


viernes, 25 de julio de 2025

San Joaquín y santa Ana. Festividad del 26 de julio.

   De los padres de la Virgen no nos han dejado nada los escritos del N.T. Lo poco que conocemos sobre ellos lo debemos a varios libros apócrifos, como el Protoevangelio de Santiago, el Seudomateo y el Evangelio de María, que dan siempre un número de verdad e historia, aunque en muchas cosas sean legendarias.        
 
  El padre de santa Ana se llamaba Mathan y era natural de Belén; su esposo era galileo y se llamaba Joaquín. La Iglesia ha recibido y consagrado el nombre de Ana y Joaquín, y es también muy universal y antigua la tradición sobre la esterilidad de ambos esposos y su ancianidad, cuando Dios los bendijo con el nacimiento de la Virgen María.
   El culto de Santa Ana y de San Joaquín es muy antiguo entre los orientales sobre todo, como nos lo revelan San Gregorio y Niza y San Epifanio, los himnos griegos y las homilías de los Santos Padres, que alaban extraordinariamente a la bienaventurada madre de la Virgen.
Justiniano hizo construir en Constantinopla una iglesia en honra de Santa Ana en el año 550. El 636, fecha de la toma de Jerusalén por los musulmanes, existía ya una basílica en honra de la madre de         María, hoy espléndidamente restaurada, junto a la probática piscina, y donde la tradición localiza el lugar del nacimiento de la Madre de Dios.
   Los sirios veneran a Santa Ana con el nombre de Dina el 25 de julio. Pero generalmente los orientales tienden a poner la fiesta de los padres de María cerca de la Navidad o de su Asunción a los cielos.
    En Occidente su culto no llega más allá del siglo VIII. En un nicho de la basílica de Santa María Antigua, en el foro romano, hay una pintura del siglo VIII que representa tres madres con sus hijos: Santa Ana con la Virgen, Santa Isabel con San Juan y María con el Niño Jesús. La fiesta litúrgica de Santa Ana empieza a aparecer bien avanzada la Edad Media. Entra definitivamente en el Misal Romano en 1584, bajo Gregorio XIII.
   El nombre de Ana en hebrero es Jannah o Juana y significa gracia. Joaquín, vale tanto como Yavé, prepara o fortalece. Ambos nombres denotan por tanto, su misión divina: preparar en Israel la realización de las promesas mesiánicas, siendo los inmediatos progenitores de la Madre del Salvador.

   Cuenca. 26 de julio de 2020 y el 26 de julio de 2025.
José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.


El santo de los abuelos. Festividad de Santa Ana y San Joaquín. El día 26 de julio se celebra en España el día de los abuelos.

De los padres de la Virgen no nos ha dejado nada los escritores del Nuevo Testamento. Lo poco que conocemos sobre ellos lo debemos a varios libros apócrifos, como el Protoevangelio de Santiago, el Seudomateo y el Evangelio de María, que dan siempre un número de verdad e historia, aunque en muchas cosas sean legendarios.

Santa Ana, a quien los Santos Padres apellidan  el consuelo de los hijos de Dios que suspiraban por la venida del Mesías, nació en Belén de la tribu de Judá, a dos leguas de Jerusalén, llamada comúnmente  en el evangelio, Ciudad de David, por haber nacido en ella este monarca. Tuvo por padre a Mathan, sacerdote de Belén, de la tribu de Leví y de la familia de Aaron, que entre los judíos era la familia sacerdotal. Su madre se llamó María, de la tribu de Judá, ambos muy recomendables por su nacimiento, por su notoria bondad y por su ejemplar virtud. Tuvo tres hijas. La primera llamada María como su madre, casó con Cleofás. La segunda hija fue Sobé, madre de Isabel. y la tercera hija fue Ana, la que hoy celebramos, que casó con Joaquín, que vivía en la ciudad de Nazaret y era de la casa real de David, con cuyo enlace se unió la familia sacerdotal con la real, circunstancia indispensable para que la madre del Mesías pudiese nacer de este matrimonio.  
Santa Ana. Obra de Ventura Rodríguez.
Altar Mayor. Catedral de Cuenca.
El culto de Santa Ana y de San Joaquín es muy antiguo entre los orientales sobre todo, como nos lo revelan San Gregorio y San Epifanio, los himnos griegos y las homilías de los Santos Padres, que alaban extraordinariamente a la bienaventurada madre de la Virgen.

Justiniano hizo construir en Constantinopla una iglesia en honra de Santa Ana en año 550. El 636, fecha de la toma de Jerusalén por los musulmanes, existía ya una basílica en honra de la madre de María, hoy espléndidamente restaurada, junto a la probática piscina, y donde la tradición localiza el lugar del nacimiento de María.
Consta de tres naves espléndidas que terminan en ábside. En el altar mayor hay una estatua preciosa de Santa Ana enseñando la Sagrada Escritura a la Virgen, recuerdo que ha inspirado a tantos artistas como a nuestro inmortal Murillo.

Los sirios veneran a Santa Ana con el nombre de Dina, el 25 de julio. Pero generalmente los orientales tienden a poner la fiesta de los padres de María cerca de la Natividad o de su Asunción a los cielos.
San Joaquín. Obra de Ventura Rodríguez.
Altar Mayor. Catedral de Cuenca.
En Occidente su culto no llega más allá del siglo VIII. En un nicho de la basílica de Santa María de la Antigua, en el foro romano, hay una pintura del siglo VIII que representa tres madres con sus hijos: Santa Ana con la Virgen, Santa Isabel con San Juan y María con el Niño Jesús. La fiesta litúrgica de Santa Ana empieza a aparecer bien avanzada la Edad Media. Entra definitivamente en el Misal Romano en el año 1584, bajo el papado de Gregorio XIII.

El nombre de Ana en hebreo es Hannah o Juana y significa gracia. Joaquín significa: “vale tanto como Yahvé”, prepara o fortalece. Ambos nombres denotan, por tanto, su misión divina: preparación de las promesas mesiánicas, siendo los inmediatos progenitores de la Madre del Salvador.

Poco conocemos de la vida exterior de estos dos esposos. Nos basta con saber que fueron los padres de “la llena de gracia, la bendita sobre todas las mujeres, la Madre de Jesús”. Sabemos que en el seno de Ana germinó la plenitud de la gracia; que en sus entrañas se realizó el misterio de la Inmaculada Concepción.
El anciano matrimonio había suplicado, por mucho tiempo al Señor, una bendición y al fin se les concedió. Todos los anhelos, todos los suspiros apasionados de los antiguos patriarcas se habían condensado en ellos, y en ellos se condensó también la realización de todas las promesas de Dios al hacerlos padres de María. Ellos fueron el tallo de donde brotó la flor que había de cuajar en el fruto bendito, que es Jesús, el Salvador. Esto es lo que sabemos de Santa Ana y San Joaquín. Basta y sobra para nuestra devoción y gratitud. Grandes tuvieron que ser aquellos corazones y muy santos, cuando Dios los escogió para padres de la Virgen Inmaculada, Madre de Dios.

Publicado en Cuenca, 26 de julio de 2019. Actualizado el 26 de julio de 2025.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

La abuela Santa Ana. Historia de su festividad.

 El 26 de julio se celebra su festividad.

Los abuelos son esas personas entrañables que dan todo por sus nietos, aquellos que hemos tenido la suerte de disfrutarlos sabemos muy bien lo fácil que nos han hecho nuestra existencia durante los años que hemos podido tenerlos y disfrutarlos.
Altar de Santa Ana
Catedral de Cuenca
    Hoy hablamos de la abuela de Jesús de Nazaret, la madre de María. Son muchos los lugares en donde la vemos representada en la Catedral conquense, como es el Altar Mayor y en varias capillas de la Girola está representada por pasajes de su vida. Existe un retablo, junto a la capilla del Obispo,  dedicada a Santa Ana. El retablo procede de la ermita de Santa Ana, trasladado aquí en el siglo XVIII al hundirse la ermita. Esta tiene su origen en la epidemia de peste bubónica que asoló Cuenca en el año 1285. Los habitantes de Cuenca acudieron a su mediación para que los afectados sanaran. El actual retablo y la pintura en lienzo sobre tabla, está fechada por el año 1400 y es de estilo gótico.

    Si reconstruimos el árbol genealógico podemos observar que Matán y Emerenciana fueron los padres de Ana, nombre conocido en hebreo y árabe como Hannah, eran descendientes del rey David y de Leví. Matán, padre de Ana, era natural de Belén y se dedicaba al pastoreo de ovejas. Ana nació de su segundo matrimonio, pues Joaquín casó en primeras nuncias con Estha que murió tras haber dado a luz a Santiago y Matán se casó de segundas nuncias con Emerenciana que fue la madre de Ana, ambos pasaron más de veinte años sin descendencia.

    Del culto a Santa Ana se tiene conocimiento hasta el siglo IV ya que Justiniano I construyó una iglesia dedicada a la advocación de Santa Ana en Constantinopla sobre el año 710. En Occidente no llegó hasta finales del siglo XIII. La primera representación de la imagen de Santa Ana se halló en la Iglesia de Santa María en Roma, es una pintura del siglo VIII con una gran influencia bizantina. Su celebración data de 1378 que Urbano VI la introdujo en Inglaterra y a partir de entonces se extendió por todo Occidente pasando a la Iglesia Universal sobre el año 1584.

    Todo lo que se conoce sobre Santa Ana procede del Protoevangelio de Santiago, estos evangelios apócrifos se conocen gracias al descubrimiento de varios manuscritos en la biblioteca gnóstica de Nag-Hammadi, en el Alto Egipto, actualmente es posible conocer algo más de estos evangelios gracias a este hallazgo que tuvo lugar en el año de 1945 y que por los azares de la vida llegaron a mis manos una copia de las muchas que se publicaron en varios idiomas.

    Les voy a trascribir los capítulos IV y V del Protoevangelio de Santiago que habla sobre la figura de Santa Ana:
    IV (1.) “Y he aquí que un ángel del Señor apareció ante ella y le dijo: “Ana, Ana, el Señor ha escuchado y atendido tu súplica. Concebirás y darás a luz y se hablará de tu descendencia en toda la tierra”. Y Ana dijo “(Tan cierto como) el Señor mi Dios está vivo, si traigo un hijo al mundo, sea varón o sea hembra, lo llevaré como ofrenda al Señor, mi Dios, y permanecerá a su servicio todos los días de su vida”.

(2.) Y he aquí que llegaron a ella dos mensajeros y le dijeron: “Joaquín, tu marido, viene a ti con sus rebaños. Porque un ángel del Señor ha descendido hasta él, diciéndole: “Joaquín, Joaquín, el Señor Dios ha escuchado tu plegaria. Vete de aquí, porque tu mujer, Ana, concebirá en su seno”.
(3.) Y Joaquín partió y llamó a sus pastores, diciéndoles: “Traed aquí tres corderos sin mácula y serán para el Señor, mi Dios; y doce terneros cevados, y serán para los sacerdotes y para el Consejo de Ancianos; y cien cabritos, y serán para todo el pueblo”.

(4.) Y he aquí que Joaquín llegó con sus rebaños, y Ana, que le esperaba a la puerta de su casa, le vio venir y corriendo hacia él, le echó los brazos al cuello, diciéndole: “Ahora sé que el Señor, mi Dios, me ha colmado de bendiciones, porque era viuda y ya no lo soy, estaba sin hijos y voy a concebir uno en mi seño”. Y Joaquín descansó aquel día en su casa.

V (1.) Al día siguiente presentó sus ofrendas, diciendo para sí mismo: “Si el Señor mi Dios me es propicio, me concederá que vea la Lámina (de oro) del (Sumo) Sacerdote. Y una vez que hubo presentado sus ofrendas, fijó su mirada en la lámina (de oro) del (Sumo) Sacerdote, cuando éste ascendía al altar, y no notó mancha alguna en sí mismo. Y Joaquín dijo: “Ahora sé que el Señor me es propicio y que me ha perdonado todos mis pecados”. Y descendió justamente al templo del Señor y regresó a su hogar.

(2.) Y los meses de Ana se cumplieron, y al noveno dio a luz. Y ella preguntó a la comadrona: “¿Qué he parido?”. Y la comadrona respondió: “una niña”. Y Ana repuso: “Mi alma se ha glorificado en este día”. Y acostó a la niña en su lado. Y, transcurridos los días legales, Ana se lavó, dio el pecho a la niña y le dio el nombre de María.

    Así es como relata los hechos el  Protoevangelio de Santiago. Como estudioso de la iconografía diré que Ana puede reconocerse por la larga túnica, generalmente de color rojo y un manto que le cubre la cabeza, a menudo sostiene un libro. Otra manera de representarla es en compañía de una niña pequeña que representa  a María quien sostiene, a veces al Niño Jesús en brazos, esta representación asemeja a la Santísima Trinidad. Otros temas de representación iconográfica es el encuentro de la Puerta de Oro de Jerusalén que se abrazan San Joaquín y Santa Ana, así mismo la anunciación del ángel por separado a San Joaquín  a Santa Ana, el nacimiento de la Virgen, el Matrimonio de la Virgen son parte del ritual artístico que poseemos en diferentes capillas de nuestra catedral como el retablo de la capilla del Pozo, en la capilla del Socorro y en la capilla de la Asunción vuelven a repetirse las escenas.
Santa Ana es la patrona de las mujeres trabajadoras, de los mineros que comparan a Cristo con el oro y con la plata de María.

Felicidades a las Ana en su festividad.

Publicado en Cuenca, 26 de julio de 2017 y 26 de julio de 2026.


Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

Voto y juramento de guardar a perpetuidad en honor a Santa Ana. festividad del 26 de julio

 Renovación del Voto a Santa Ana el día 26 a las 10:30h en la Catedral de Cuenca.

En la Historia de la humanidad, raro es el siglo que no hemos sufrido una peste, una plaga o  una pandemia y se ha recurrido a distintos procedimientos para salir de ella.

La que hoy nos viene al caso, fue la peste bubónica. Esta peste es una infección grave transmitida por las pulgas. Cerca de la mitad de la población murió cuando arrasó Europa a mediados del siglo XIII. Esta peste también fue conocida como Muerte Negra. Su propagación fue a través de las rutas comerciales. Los mercaderes y viajeros fueron los que la propagaron al llevar consigo ratas infectadas. Fueron sus pulgas las culpables de esta infección, acrecentada por la falta de higiene en las ciudades. 

Los habitantes de Cuenca que vivían en 1285, viendo menguar su población por esta causa, no dudaron en pedir la intersección de Santa Ana y tras el Voto formulado por el Ayuntamiento, de guardar su fiesta a perpetuidad, desapareció la peste en la ciudad.

Desde entonces todos los años cada  26 de julio, fiesta de Santa Ana, representantes del Ayuntamiento y del barrio de Santa Ana, celebran una Misa de acción de gracias en el retablo de Santa Ana en la Catedral.

Texto en lapredela del artar de Santa Ana en la Catedral de Cuenca.

En la parte de abajo del retablo, llamada predela, se halla una inscripción en latín. Es casi toda la historia del retablo, dice más o menos así en castellano:

 En el año quinto del Pontífice de Martín IV (1285) Pontífice Máximo, las autoridades y el pueblo de la ciudad de la estrella atacado por la peste bubónica y contagiado por un aire pestilencial, después de haber implorado el auxilio divino, acordaron construir un altar, trabajado con dorada taracea y decorado en azul y en minio, en honor de la Beatísima ANA, madre de la Madre de Dios, en el que estuviera pictóricamente representada su admirable y devota imagen, cuya fiesta hicieron voto y juramento de guardar a perpetuidad, y al punto, por la intervención de la Santa, volvió la salud a la ciudad. -Y para que no se entibie la devoción de los conquenses, lo que por la carga de los años estaba destruido, e indecoroso por su estado y desaliño, se renueva ahora y se restituye a su antiguo esplendor en el primer año del Pontificado de Adriano VI (Fue Papa de 1521 a 1523), cuando aún se hallaba en España este Pontífice con su Curia Romana. -Más como la estructura de su altar hubiera vuelto a deslucirse con el paso de los tiempos, D. Juan de Ayora, Canónigo de la Iglesia de Cuenca, por razón de su devoción, lo mandó embellecer a sus expensas. Año del Señor de 1652”.

Cuadro del retablo de Santa Ana.

Para terminar consignar que este retablo donde hoy seguimos celebrando los Votos estuvo  ubicado en la ermita de santa Ana, ermita que estaba situada a extramuros de la ciudad, cerca de lo que hoy llamamos el barrio de  Casablanca. A raíz de la Guerra de Sucesión la ermita quedó destruida siendo trasladado a la Catedral.

Este retablo fue ocupando distintos lugares en el interior de la Catedral hasta que en el último tercio del siglo XVIII, sobre el año 1755, ocupó el lugar actual, cerca de la capilla del Obispo y donde se sigue guardando con loable fidelidad el cumplimiento de lo prometido a santa Ana. Cada 26 de julio, con la asistencia de representantes del Ayuntamiento y vecinos del barrio de Casablanca y demás parroquianos, se renueva el Voto, entregándose a los asistentes, al terminar el acto, panecillos de caridad en agradecimiento a su asistencia y a la fidelidad a la promesa realizada en el siglo XIII por los conquenses.

¡Qué Santa Ana nos siga protegiendo!

Cuenca, 25 de julio de 2025.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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Fuentes documentales:

-La catedral de Cuenca. Jesús Bermejo Díez. Barcelona. 1977

-Año Cristiano o ejercicios devotos para todos los días del año. Escrito en francés por el Padre Juan Croisset de la compañía de Jesús. Traducido al castellano por el Padre José Francisco de Isla de la misma compañía. Logroño. 1851.

-Legado de embrujo y leyenda, 2021. José María Rodríguez González.

jueves, 24 de julio de 2025

¡Santiago, y cierra España! - festividad de Santiago 25 de julio.


Santiago Apóstol, Patrón de España

    Santiago de Zebedeo conocido tradicionalmente como Santiago el Mayor para distinguirlo de Santiago el Menor, hijo de Alfeo. Fue uno de los doce apóstoles. Se cree que nació en Betsaida (Galilea). Fue hijo de Zebedeo y Salomé y hermano de Juan el Apóstol. Murió a manos de Herodes Agripina en Jerusalén, entre los años 41 y 44 de nuestra era. Es el Patrón de España.
    La festividad del 25 de julio coincide con el descubrimiento de la tumba del Apóstol y la identificación de sus restos en Galicia, construyéndose la Catedral de Santiago en el lugar del hallazgo. Desde un primer momento se asumió que la evangelización de España corrió a su cargo, como lo atestigua la aparición de la Virgen en Zaragoza al Apóstol.
Imagen de Santiago en su capilla en la Catedral de Cuenca

    El Papa Calixto II instituyó y proclamó en el año 1122, que desde ese año en adelante se tuviera la consideración y el privilegio de Año Santo Jacobeo todos los años que el día 25 de julio, la festividad litúrgica de Santiago, coincidiera en domingo.
    A raíz del descubrimiento la antigua “Vía del Finisterre”, ruta seguida tradicionalmente por muchos de los pueblos celtas hacia el pretendido fin del mundo, se convirtió en el “Camino de Santiago o Ruta Jacobea”, llegando a ser el tercer núcleo de peregrinación medieval, después de Jerusalén y Roma.
    Hay un lema que pertenece a la tradición cultural que une a Santiago con las tropas Españolas, según la tradición ¡Santiago, y cierra España! se habría usado como voces de guerra por primera vez en la batalla de Las Navas de Tolosa, posteriormente fue utilizado en cada ocasión que las tropas cristianas se enfrentaban contra las musulmanas.
    La Catedral de Cuenca tiene dedicada una de sus capillas a Santiago, es una de las primeras que se formaron, allá por el siglo XIV. Su fundación va unida al Obispo Álvaro Martínez.
    En el centro del retablo está presidido por una escultura del Apóstol Santiago sobre caballo blanco y un guerrero moro postrado a sus pies sobre el ángulo inferior derecho. El fondo sobre el que se proyectan las figuras principales está formado por un amplio conjunto bucólico en bajorrelieve policromado, con motivos campestres, como si fuera un campo de batalla, se advierte una casa, como representando en la lejanía la ciudad.
    Esta representación corresponde a Santiago Matamoros, nombre que se da a la  imagen histórica de Santiago a Caballo, combatiendo milagrosamente con el bando cristiano, junto a Ramiro I contra los sarracenos de Abdel-Rahman II, durante la batalla de Clavijo, el 23 de mayo del 844.
    En la capilla, junto a la pared dos sepulturas, la del Obispo Álvaro Martínez, vestido de ornamentos pontificios, que es el fundador de dicha capilla y el de un caballero de la Orden de Santiago, sujetando el pomo de la espada que descansa sobre su cuerpo.

Publicado en Cuenca, 22 de julio de 2018. Actualizado en 24 de julio de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

miércoles, 23 de julio de 2025

Santa Cristina. Festividad de 24 de julio.

En el Misal Romano se conmemora hoy la festividad de santa Cristina, virgen y mártir. Hay dos santas del mismo nombre que identifican algunos autores. Hay una santa Cristina, virgen y mártir, que los orientales veneran extraordinariamente y llaman como santa Bárbara, la gran mártir. Fue natural de Tiro y se encuentra en todos los calendarios griegos, maronitas, armenios y coptos. La fiesta de hoy mira más bien a esta Santa oriental, que parece murió asaetada por Cristo, según hablan los libros litúrgicos bizantinos.
Santa Cristina de Bolsena.
La historia de santa Cristina tiene una localización bien determinada, el villorrio de Bolsena, junto al lago de este nombre al norte del Lacio, en cuyos alrededores hubo un pueblo de la edad del bronce, una ciudad etrusca y una primitiva necrópolis cristiana. De tal espesor de pasado surge esta mártir.
Era hija de una autoridad local y “desde niña se aficionó a la fe de Cristo, y por la devoción de su santo nombre se llamó Cristina contra la voluntad de su padre”. Estaba en el polo opuesto de los hijos de santa Sinforosa: aquí los padres no exhortan a morir por lo que se cree, sino que se convierten en verdugos
El de la santa “procuró con todas sus fuerzas y mañas apartar a su hija de aquella creencia que él tenía por locura, más no pudo hacer mella en aquel pecho sagrado y fuerte, antes la doncella, tomando los ídolos de oro y plata que su padre tenía, los quebró e hizo pedazos, y los repartió a los pobres”.
El muy bárbaro la hace azotar y rasga sus carnes con garfios de hierro, luego se enciende una hoguera… es mejor omitir las crueles torturas que siguen, interrumpidas por manifestaciones milagrosas, hasta que se la ata a un madero y es asaetada. Cristina, la de Bolsena, nos deja su nombre admirable y un perfume extraño de antiguos y cándidos prodigios.

Publicado en Cuenca, 24 de julio de 2020 y el 24 de julio de 2025.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.


martes, 22 de julio de 2025

San Apolinar, festividad del 23 de julio.

Primer Obispo de Rávena (Italia)

La devoción a este Santo en toda la Edad Media fue extraordinaria en el norte de Italia  y en la ciudad de Roma. Se hizo discípulo del Señor y compañero de San Pedro en su viaje a Italia. De él recibió la consagración episcopal y la sede de Rávena. Las maravillas que obra se multiplican, como corresponde a uno que ha visto y tratado con el Señor. Apenas llega a Rávena devuelve la vista a un joven ciego. Luego es la mujer de un tribuno la agraciada en una enfermedad larga y desesperada. Un patricio de la pequeña aldea de Classe, suburbio de Rávena, había perdido el habla y es repentinamente curado y librado también del demonio.


Las maravillas fueron seguidas de innumerables conversiones. Todo el conjunto exasperó a los gentiles y pronto se enteró Nerón. Un delegado suyo en >Rávena mandó prender al Santo obispo. Le exhortó a que ofreciera incienso a los ídolos; como se negara, lo mandó azotar cruelmente. Después, sobre las heridas, hizo echar agua hirviendo, golpear con piedra la boca y los dientes y que lo abandonasen en la cárcel para que muriera de hambre. Un ángel del Señor lo confortó y le diño de comer delante de sus propios centinelas.
Cuando Mesalino, el pretor de Rávena, vió que no podía acabar con la vida del invicto mártir, mandó preparar un nave y la envió a Gracia. La nave se partió en dos mitades al golpe de una furiosa tempestad. Murieron todos menos San Apolinar, tres eclesiásticos que lo acompañaban y tres soldados que le pidieron el bautismo.

Arribaron a la provincia de Misia, donde predicaron el Evangelio con poco fruto. Los milagros seguían por todas partes al Santo. Uno de los principales del país curó de su lepra. Las riberas del Danubio y Grecia oyeron su voz y vieron también sus maravillas, hasta que fue nuevamente azotado y embardo para Italia por los servidores de los ídolos.
Entró solemnemente en su diócesis de Rávena y continuó predicando y obrando milagros hasta que un día, durante la Misa fue sorprendido por los paganos y cruelmente arrastrado. Quisieron obligarle a incensar una estatua de Apolo, que cayó al suelo y se hizo polvo en solo levantar el Santo sus manos y sus ojos al cielo. Esto le valió el ser llevado al juez de la ciudad para que lo sentenciase a muerte. Tauro, que así se llamaba el juez, le ofreció ponerlo en libertad  su curaba a un hijo ciego que tenía. El Santo lo curó inmediatamente en nombre de Jesucristo.

Tauro agradecido, lo puso en libertad y le ofreció una finca suya, a poca distancia de la ciudad, para que viviera en ella oculto y continuara su labor apostólica. Así siguió el Santo por cuatro años.
Los paganos lo acusaron ante Vespasiano, quien con este motivo publicó un decreto mandando desterrar a todos los que halasen contra los templos y los ídolos paganos. Siguió la persecución contra Apolinar hasta que un día, al salir de la ciudad, fue atacado por los gentiles, que le golpearon y dejaron en el suelo como muerto. Fue recogido por los cristianos y con sus atenciones pudo vivir aún siete días. Murió el 23 de julio del año 79. Según la frase de San Pedro Damiano, murió como hostia viva de Cristo sufriendo un martirio de veintinueve años seguidos. Esto es lo que nos cuentan los documentos más antiguos.
Basílica de San Apolinar en Classe.
El primer obispo de Rávena fue San Apolinar. Fue enterrado en Classe, cerca de Rávena. En torno al sepulcro del Santo se formó en seguida un cementerio cristiano y un pequeño oratorio. Un banquero llamado Juliano, levantó más tarde una espléndida basílica que fue consagrada en el año 549.

Cuenca, 23 de julio de 2019 y el 23 de julio de 2025.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.