lunes, 29 de septiembre de 2025

San Jerónimo, doctor de la Iglesia (342-420). Festividad del 30 de septiembre.

 Hoy finalizamos el mes con la figura de san Jerónimo. Este santo es una de las más brillantes lumbreras de la Iglesia, fue natural de Stridon, ciudad de Iliria, en los confines de la Dalmacia y de la Panonia. Nació en el año 332, y su padre Eusebio, celoso cristiano, y hombre de conveniencias, dio a su hijo una educación cristiana.

San Jerónimo de Salcillo. Murcia.

Conociendo en el niño un fondo de capacidad poco regular en otros de su edad, su padre lo envió a Roma bajo la disciplina de Donato, célebre gramático, con quien hizo asombrosos progresos en las letras humanas. Poco después se instruyó en las bellas letras y ciencias profanas en un grado superior al que se podía esperar de un estudiante. Fue uno de los más elocuentes oradores y hombres sabios de su siglo.

Uno de sus ideales más ardientes fue el afán de formar una gran biblioteca y otras de sus ocupaciones favoritas era la de visitar las tumbas de los mártires. Los domingos en compañía de sus amigos se internaba en los laberintos oscuros de las catacumbas, contemplaba las capillas y se esforzaba por descifrar los epitafios de las mártires.

Hacia el final de su carrera recibió el bautismo, que según se afirma, era corriente, el que se dilatara el bautismo hasta edades muy avanzadas. San Jerónimo podría tener 20 años cuando fue bautizado.

Por el año 373-374 pensó en peregrinar  a Tierra Santa, pero una larga enfermedad le obligó a permanecer largo tiempo en Antioquía, donde escuchó las conferencias apologéticas del obispo Apolinar de Laodicea y profundizó en el estudio de la lengua griega. En Antioquía perdió uno de sus amigos más íntimos; su segundo ojo o la mitas de su alma lo llama el Santo.

Hastiado del mundo y deseoso de quietud se retiró al desierto  de Cálcida, la Tebaida de Siria, con el propósito de hacer vida eremítica. Allí empezó sus estudios del hebreo, en los que le ayudó un judío bautizado.

En el año 385 san Jerónimo abandona definitivamente Roma y por segunda vez emprende el camino de Jerusalén. Paula y Eutoquio le siguen y desde Antioquía se dirigen a visitar los Santos Lugares. Después de un recorrido por las colonias monásticas del desierto de Nitria, se establece definitivamente en Belén en el año 386.

El rico patrimonio de Paula sirve para levantar tres monasterios de mujeres y uno de hombres, bajo la alta dirección de san Jerónimo.

La paz en Belén no fue absoluta. Todas las controversias dogmáticas de su tiempo tienen honda repercusión, pues Jerónimo es el oráculo de Oriente y Occidente. Los correos van y vienen y el Doctor de Belén tiene tiempo para todo. Un grupo de pelagianos incendia su monasterio en el año 414 y pone en grave peligro su vida. También se sienten allí las voces y los golpes de las lanzas de los hunos, de los montañeses de Isauria, de los piratas sarracenos, que obligan a huir a los monjes. Jerónimo conservó hasta los últimos momentos clara su inteligencia y vigorosa y firme la espada de su pluma. Falleció el 30 de septiembre de 420.

En la Edad Media era el patrón de las Escuelas Superiores y Facultades teológicas.

Publicado en Cuenca, 30 de septiembre de 2020 y el 30 de septiembre de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:

-Año Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.

-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.

-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.

domingo, 28 de septiembre de 2025

San Miguel Arcángel, Príncipe de la Milicia Celestial. 29 de septiembre.


El día 29 de septiembre celebramos la festividad de San Miguel Arcángel. El calendario nos recuerda la festividad como “Los Santos Arcángeles”.

La fiesta se centra en tres arcángeles principalmente: San Miguel, San Gabriel y San Rafael. Son los nombres con los que la Sagrada Escritura los presenta como príncipes de la corte celestial. Cada uno de ellos se les designó un compromiso. A Miguel la defensa de los intereses Divinos ante la rebelión de los ángeles caídos; Gabriel fue enviado por Dios en misiones como el anunciar a la Virgen María el misterio de la Encarnación y su maternidad divina; Rafael acompañó a Tobías en su camino y curó a Sara de la posesión diabólica que tenía.
San Miguel Arcángel. Catedral de Cuenca
Estamos viviendo una nueva época en la que está resurgiendo la admiración a los ángeles. En los mercados medievales, se venden angelitos de plata, de cuarzo y de otros metales. Hay que tener cuidado con estas cosas, se puede caer en la tentación de dar a los ángeles atributos que no les corresponden, convirtiéndolos en amuletos que pueden hacernos caer en una idolatría.

No hay duda que los ángeles son importantes en la Iglesia y en la vida de los católicos, pero recordemos que son criaturas de Dios, no podemos igualarlo a Él, no adorarlos.
Para recordarlos la Iglesia ha puesto esta festividad, pues a través de ellos podremos alcanzar muchas de las gracias que son necesarias para nuestra salvación, recordemos que Dios nos designó un ángel custodio para ayudarnos en el caminar de cada día.
Tengamos en cuenta que debido a su naturaleza espiritual, no podemos ver a los ángeles ni nuestros sentidos captarlos, pero en algunas ocasiones, mediante la intervención de Dios se han podido ver y oír. Aquellas personas que han tenido esa suerte su reacción ha sido de asombro y de respeto, la Biblia nos relata las experiencias de los profetas Daniel y Zacarías que tuvieron esas vivencias con los ángeles.

La representación artística de los ángeles en el cristianismo data del siglo IV, representándolos con forma humana y un siglo después fueron pintados y esculpidos con alas, para simbolizar la prontitud en llevar a los hombres el Mensaje y la Voluntad Divina. 
La Catedral de Cuenca posee una gran cantidad de ángeles, tanto en escultura como en pintura, desde el siglo XII hasta el siglo XVIII, las obras que alberga dan una idea del proceso evolutivo del arte a través de estas imágenes angelicales.

Las apariciones de ángeles, que más se popularizó fue, la del arcángel San Miguel en la gruta del Monte Gargamo. Fueron cuatro las apariciones, la primera el 8 de mayo  del año 490; la segunda, el 19 de septiembre de 492; la tercera el 29 de septiembre de año 493 y la cuarta el 22 de septiembre de 1655 por motivo de la peste que se produjo en el Reino de Nápoles.
Faggia es una provincia de la región de Apulia en Italia, en 1655 la peste negra llegó afectar a los habitantes del Monte Gargamo, el peligro de contaminación era grande para Manfredonia y el Monte San Angelo. El Obispo, Mons. Giovanni Alfonso Puccinelli vio que los medios humanos para luchar contra la peste eran ineficaces por lo que fue en peregrinación con el clero y la gente del pueblo a la Sagrada Gruta. Después de horas en oración, de lágrimas y súplicas, al amanecer del 22 de septiembre, el obispo vio aparecer al Arcángel San Miguel en un esplendor y le dijo: “Sepa oh pastor de estas ovejas, que he obtenido de la Santísima Trinidad la gracia de que cualquiera que utilice con verdadera devoción las piedras de mi gruta, alejará de su casa, de la ciudad y de cualquier lugar la peste, contad a todos esta gracia Divina. Vosotros bendeciréis las piedras, esculpiendo sobre ellas la señal de la Cruz con mi nombre”.

Así hizo el Obispo y la peste desapareció del pueblo de Monte San Angelo y por ello y para recordar tal hecho sus gentes levantaron un obelisco sobre la antigua plaza de la ciudad, que todavía existe, con la inscripción: “Al Príncipe de los Ángeles, vencedor de la peste, patrón y tutelar monumento de eterna gratitud, Alfonso Puccinelli”. 
Más cercano a nuestro tiempo tenemos otra aparición de San Miguel, en el año 1750. A la monja carmelitana, Antonia Astónaco, de Portugal, le reveló que deseaba ser invocado mediante la recitación de nueve salutaciones. Esta invocación recibió el nombre de Coronilla de San Miguel Arcángel o Rosario de los Ángeles.
Coronilla de San Miguel
La devoción se propagó a lo largo de otros países. El Papa Pio IX concedió indulgencias a quienes rezaran la coronilla. La coronilla consiste en recitando un padrenuestro y tres avemarías por cada salutación, hasta nueve veces. Para llevar las cuentas existe una especie de rosario, pero con las cuentas necesarias para su rezo.

 El 13 de octubre de 1884 el Papa León XIII experimentó, durante la celebración de la  misa, una visión en la cual vio a Satanás y a sus demonios desafiando a Dios, diciendo que podía destruir a la Iglesia si quisiera. Vio entonces aparecer a San Miguel lanzando a Satanás y sus legiones al abismo del infierno. Después llamando a su secretario, le entregó un pergamino donde estaba escrita una oración que debería ser recitada después de cada misa, hecho que se ha venido haciendo hasta la celebración del Concilio Vaticano II.
La oración es esta:
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y las acechanzas del diablo. Que Dios manifieste sobre él su poder, esa es nuestra humilde súplica; y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, con la fuerza que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén”.

Feliz fiesta de “Los Santos Arcángeles” y felicidades a los que llegan el nombre de Miguel, Gabriel y Rafael.

Publicado en Cuenca, 29 de septiembre de 2017 y el 29 de septiembre de 2025.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

sábado, 27 de septiembre de 2025

San Wenceslao (907-929). Festividad del 28 de septiembre.

Su padre, Urastilao, era cristiano, pero tuvo el desacierto de casarse con una mujer pagana, Drahomira, que sembró la discordia y las lágrimas en la corte y en su familia. De aquel matrimonio nacieron dos hijos: Wenceslao, el primogénito, y Boleslao, el segundo.

El duque Urastilap murió muy pronto y los hijos quedaron indefensos en manos de su madre. Afortunadamente intervino la suegra, santa Ludmila, que se encargó de la educación del mayor. A su sombra bienhechora creció Wenceslao.

San Wenceslao I

Muerto su padre, el duque, todos los derechos estaban por parte de san Wenceslao pero su propia madre ambiciosa y celosa quería que gobernara su segundo hijo, más dócil y que congeniaba con sus ideas paganas. Para ello hizo matar a la abuela santa Ludmila y se propuso acabar también con Wenceslao

La devoción más arraigada en Wenceslao fue a la Sagrada Eucaristía. Era costumbre en su tiempo todavía que nadie asistiera a la celebración de la Santa Misa sin llevar la ofrenda de pan y vino. San Wenceslao puso tal empeño en la preparación de su ofrenda, que él mismo, durante el verano, se dirigía de noche al campo con un escudero, para recoger el trigo o las uvas, que él mismo cargaba sobre sus hombros, las llevaba a palacio, molía el trigo, amasaba la haría, exprimía las uvas y elaboraba el pan y el vino con sus propias manos temblorosas de fe y amor. Era tal la envidia que sentía por los sacerdotes que podían consagrarlas que llegó a pensar el cambiar su corona ducal por la tonsura clerical, nada más que para poder estar más cerca de Jesús en el altar.

En pleno invierno se le veía caminar de iglesia en iglesia para visitar a Jesús en los Sagrarios más abandonados y es célebre la anécdota  que se cuenta de una noche de nieve. Iba delante de su escudero, sin sentir la fuerza del viento helado, ni el frío de la nieve que pisaba. Su escudero murmuraba por dentro la inoportunidad de aquellas horas para visitas. Dios le concedió al duque penetrar en el corazón de su escudero y se contentó con decirle que pisara sobre las huellas que él dejaba en el camino. El criado no volvió a sentir más frío en la noche.

Desde el principio de su reinado, el enemigo de Wenceslao había sido su madre, como anteriormente afirmé; ella que le había dado el ser no dejó nunca de maquinar contra su vida. Se formó una fuerte conjuración contra él, dirigida por su hermano Boleslao. “Ven a celebrar conmigo la fiesta de san Cosme y san Damián y luego celebraremos en santa compañía la de san Miguel”, le dijo en septiembre de 936 su hermano Boleslao. El santo aceptó la invitación. Se celebró el banquete en el que se le debía quitar la vida. Le avisaron del peligro, pero él no hizo caso. En un brindis dijo: “Amigos míos, pasado mañana, San Miguel Arcángel; bebamos en su honor esta copa de vino a fin de que se digne elevar nuestras almas el festín de la gloria”. Abrazó después a amigos y enemigos y se fue a acostar.

Al día siguiente no había aún salido el sol y el Santo iba camino de la iglesia, en busca de la verdadera luz. En el cancel se encontró con su hermano Boleslao; lo abrazó por el rato tan delicioso que le había hecho pasar la noche anterior: ¡Ayer era ayer; hoy es otro el servicio que quiero hacerte”. Y le clavó su daga en la cabeza. Wenceslao pudo defenderse y vengar la herida; más prefirió morir y perdonar. Fue cosido a puñaladas en el umbral de la iglesia. Tenía 28 años y estaba preparado para la corona del martirio.

Publicado en Cuenca, 28 de septiembre de 2020 y el 28 de aeptiembre de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:

-Año Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.

-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.

-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.

 

 

viernes, 26 de septiembre de 2025

San Vicente de Paúl (1580-1660). Festividad del 27 de septiembre.

 Es el gran santo de la caridad de la Francia de Luis XIII, Monsieur Vicent, el más popular y simpático de los hombres de su tiempo.

Popular y simpático porque a simple vista su acción parece más amplia y humanitaria: mientras los demás discuten y riñen con jansenistas, protestantes y libertinos incrédulos, él tiende una mano a los necesitados, a los pobres, a los galeotes, a los más desamparados de Francia.

San Vicente de Paúl.

La fama moderna de Monsieur Vicent se debe, por ejemplo, a dos circunstancias ajenas a él: la célebre sociedad caritativa de seglares que lleva su nombre, fundada por Ozanam en el siglo XIX, y una película de los años cuarenta en la que el santo aparece en su forma más laica imaginable, entregado a los demás, pero casi sin que se mencione a Dios.

Para san Vicente la caridad se asentaba necesariamente en la verdad –la Iglesia y la doctrina de Jesucristo-, y abarcaba una doble acción, primero espiritual y luego material. Socorrer a los necesitados, pero evangelizándolos, ser compasivo con todos pero hablándoles de Dios.

Esta caridad interesada, la única concebible para el santo con su orden de prioridades –primero lo espiritual, luego todo lo demás-, informa los dos fundaciones de san Vicente y llena toda su labor de afanes de salvación que no son más que las bienaventuranzas puestas en práctica.

San Vicente será siempre un campesino gascón rústico y desmañado que se consume en la tarea de asistir al prójimo en el alma y en el cuerpo, dando pan y vida eterna con una sonrisa inmortal por la que aún le recordamos.

Publicado en Cuenca, 27 de septiembre de 2020 y el 27 de septiembre de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:

-Año Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.

-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.

-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.

 

 

jueves, 25 de septiembre de 2025

San Cosme y san Damián. Festividad del 26 de septiembre.

    Eran hermanos y probablemente gemelos, de profesión médicos y de alta raigambre y convicción cristiana. Los griegos los llaman anárgiros, que quiere decir, sin dinero o sin plata, porque en el ejercicio de su profesión eran sumamente desprendidos y caritativos con los pobres y necesitados.

Santos Cosme y Damián.

En las Actas que se conservan de su martirio se entrelaza lo auténtico con lo legendario y oratorio. Si no todo lo que hay en ellas es admirable, se conservan trozos que los críticos más exigentes tienen por representación exacta del proceso preconsular y oficial. El juez que los interrogó en Egea de Cilicia es un personaje histórico bien conocido, que se llama Lisias.

Así atestiguaron delante del tribunal:

    -Decidme vuestros nombres, vuestra condición, religión y vuestra patria.

    -Somos de la ciudad de Arabia.

    -¿Y cómo os llamáis?

    -Yo me llamo Cosme y el nombre de mi hermano es Damián, descendientes de ilustre familia, profesamos la medicina

    -¿Y vuestra religión?

    - La cristiana.

    -Bueno, renunciad a vuestro Dios y sacrificar a los dioses que fabricaron el Universo.

    -Tus dioses son vanos y puros simulacros, ni siguiera se les pueden llamar hombres, sino demonios.

    -Atadlos de pies y manos y dadles tormentos hasta que sacrifiquen.

Mientras los verdugos destrozaban las carnes de los dos hermanos con azotes y nervios de buey, los mártires sonreían y decían al juez:

-"Presidente ya puedes atormentarnos con más diligencia, pues te advertimos que no siquiera sentimos el dolor".

La espada acabó con aquellas preciosas vidas y les abrió a puerta del Paraíso.

 Los cristianos de Oriente les profesaron muy honda y sentida devoción desde el principio. Se levantaron iglesias y santuarios en su honor, se acudía a ellos en todas enfermedades y Dios obraba por su intercesión curaciones y milagros continuos. En el siglo IV los vemos honrados en Constantinopla con cuatro basílicas dedicadas a su memoria. En Roma el Papa Símaco (498-514) les erigió un oratorio en el monte Esquilino, y Félix IV (526-530) les dedicó dos basílicas, entre otras el templum sacrae Urbis de la Vía Sacra, que fue la iglesia principal de los dos hermanos médicos. La inscripción que recuerda a dedicación de esta basílica del Foro se conserva todavía y es el mejor elogio de los Santos Cosme y Damián, que entraron incluso en el Canon Romano por la gran devoción que les profesaba el pueblo.

Decía así: “A los mártires médicos, esperanza para el pueblo de salvación cierta. El Foro con el honor sagrado de los Santos”.

 

Publicado en Cuenca, 26 de septiembre de 2020 y 26 de septiembrede 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:

-Año Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.

-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.

-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.

 

miércoles, 24 de septiembre de 2025

San Lope, obispo. Festividad del 25 de septiembre.

Cada día el santoral nos sorprende con infinidad de personas que han muerto por Cristo, defendiendo sus creencias. Hoy hablaré de san Lope y luego os trascribiré el Martirologio del día, según el Año Cristiano del padre Croiset, publicado en el año 1846.

San Lope, fue uno de los principales ornamentos de la Iglesia de Francia, nació en Toul, en el siglo V. Cuando llegó a la edad de contraer matrimonio se desposó con Pimeniala, hermana del grande san Hilario de Arlés. El segundo año de su matrimonio se separaron de común acuerdo ambos, para hacer una vida más perfecta.

Nada se sabe de Pimeniola después de su separación; en cuanto a san Lope se retiró al célebre monasterio de Lering, bajo la conducta de san Honorato. Allí permaneció un año ocupado en la penitencia. Después hizo un viaje a Macon para vender algunas heredades, que distribuyó a los pobres. Acaeciendo la muerte del obispo de Troyes, y sus diputados le aclamaron por obispo, y a pesar suyo fue consagrado por los obispos de la provincia de Sens. Su nueva dignidad en nada disminuyó la vida penitente que había tenido.

No llevaba más vestido que un silicio, con solo una túnica; se acostaba sobre unas tablas desnudas, y alternaba el sueño y la oración por las noches, una hora para orar y otra para dormir. Muchas veces estaba sin comer tres días, y después de un ayuno tan riguroso no tomaba más alimento que un poco de pan de cebada.

El famoso Atila, rey de los Hunos, después de haber asolado Francia, Iliria y Grecia, pasó finalmente el Rhim con cuarenta mil hombre, que se extendieron hasta los ríos del Sena y Loira, robando y asolando el país. Con esta noticia el santo exhortó al pueblo y les pidió que hicieran penitencia, ayuno y oración. Por su parte se cubrió de un saco, y postrado en tierra suplicando al Cielo. En esta postura permaneció hasta que tuvo noticias de que se acercaba el enemigo; entonces se vistió de pontifical, y en procesión con el clero se presentó ante Atila, al que hicieron tanta impresión las palabras del Santo, que hizo alto en las llanuras de Chalos, donde fue derrotado por los romanos y francos.

Este Santo prelado, después de gobernar cincuenta y dos años su diócesis, falleció en el año 478.

MARTIROLOGIO DEL DÍA 25 DE SEPTIEMBRE.

En el castillo de Emaus el tránsito de san Cleofas, discípulo de Cristo, el cual dice que fue muerto por los judíos por confesar a Jesucristo, y sepultado con gloriosa memoria en la misma casa donde le había dispuesto la cena. En Roma san Herculano, saldado mártir, que se convirtió a Jesucristo viendo los milagros obrados en la pasión de san Alejandro obispo, y después de padecer muchos tormentos fue degollado en tiempo del emperador Antonino. En Amiens, en Francia, san Fermín obispo, el cual en la persecución de Diocreciano, por sentencia del presidente Ricciovaro, después de padecer varios tormentos, siendo degollado alcanzó la corona de mártir. En Damasco los santos mártires Pablo y Tata su mujer, y Sabiniano, Máximo, Rufo y Eugenio sus hijos, los cuales acusados de que eran cristianos, atormentados con azotes y con otros tormentos entregaron sus almas al Señor. En el Asía la pasión de los santos Bardomiano, Eucardo y otros veinte seis mártires. En el mismo día san Anatolón obispo, que siendo discípulo del Apóstol san Bernabé, le sucedió en el obispado de Milán. En Lyón san Lupo, que de anacoreta pasó a  ser obispo. En Blois san Solennio obispo de Chartres, esclarecido en milagros. En el mismo día san Principio obispo de Soisons, hermano de san Remijio obispo. En Anagni las santas vírgenes Aurelia y Neomisia.

Publicado en Cuenca, 25 de septiembre de 2020  y 25 de septiembre de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:

-Año Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.

-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.

-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.

 

 

 

martes, 23 de septiembre de 2025

La fiesta de Ntra. Sra. de la Merced. Día 24 de septiembre.

     España ha sido en todo tiempo objeto de las miradas y atenciones maternales de María Santísima. A principio del siglo XIII, la mayor parte de la península estaba ocupada por los hijos de la media luna y el pueblo cristiano gemía y se lamentaba. La Virgen María oyó sus gemidos y contempló sus lágrimas y apuros. No fue indiferente a las miserias de tantos como morían en las mazmorras, sin luz y sin esperanza de redención.

La noche del uno al dos de agosto se apareció la celestial Señora a san Pedro Nolasco y le mandó que fundara una Orden, cuyo fin primero fuera la redención de los cautivos. El nuevo Instituto debía llevar el nombre de “Santa María de la Misericordia o Merced de los Cautivos”. El 10 de agosto se hizo la fundación, con gran solemnidad, en la catedral de Barcelona, en presencia del rey de Aragón y de lo más noble y lucido de aquella corte. San Pedro Nolasco recibió el escapulario blanco para tener más fácil entrar entre los moros y el escudo mismo de la corona de Aragón, con las cuatro barras encarnadas en campo de oro, sobre las cuales se añadió la Cruz blanca, antigua insignia de la catedral de Barcelona.

Aparición de la Virgen a san Pedro Nolasco.

Aquel día empezó la advocación de la Virgen de las Mercedes, que con el tiempo se había de hacer universal. El culto a la Virgen fue creciendo en la primera iglesia que tuvieron los Mercedarios, que fue la del antiguo hospital de Santa Eulalia, adherido al real palacio de Barcelona. San Pedro Nolasco procuró mejor sitio para el convento y capilla de la Virgen. En el año 1249 se empezó la edificación de una gran iglesia, cuyo patrono principal fue el rey D. Jaime. En el 1259 ya se había erigido el altar de la Virgen de la Merced, que fue también la titular de la iglesia como consta en la bula de 1262.

La imagen de la Virgen de la Merced, patrona de Barcelona, es muy antigua y verdadera obra de arte. La sagrada imagen ha recibido, a través de los siglos las visitas de todos los Santos de la Orden Mercedaria, y además las de san Francisco de Asís, santo Domingo de Guzmán, san Ignacio de Loyola, san Francisco de Borja, san Raimundo de Peñafort, santa Isabel de Portugal y san José Oriol.

Para perpetuar la aparición de la Virgen de la Merced y su caridad con los cautivos el papa Paulo V instituyó la fiesta de Ntra. Sra. de la Merced, dentro de la Orden, por Ella fundada. Inocencio X extendió el privilegio a todos los reinos de España. Por fin, Inocencio XII le dio un carácter universal y fijó su fiesta el día de hoy, 24 de septiembre.

Publicado en Cuenca, 24 de septiembre de 2020 y el 24 de septiembre de 2025.

Por: José María Rodríguez González.  Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:

-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.

-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.

       -Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961