lunes, 7 de octubre de 2024

Santa Brígida de Suecia (1302-1375). Patrona de Europa y san Sergio. Festividad del 8 de octubre.

    Entre los santo que hoy celebra la Iglesia tenemos a San Sergio. El nombre de este santo se celebra hoy y en diez fechas más durante el año (31 enero; 7 y 24 febrero; 13 mayo; 28 junio; 12 agosto; 8 y 25 septiembre; 7 octubre y 25 diciembre), así que felicito a mi sobrino, que así se llama y paso a describiros un poco de la santa que hoy quiero tratar. Santa Brígida.

San Sergio.

San Brígida, nació en Suecia en el año 1302 y murió en Roma en 1373. Su padre fue Birge, gobernador y juez provincial de Uppland, hombre muy cristiano y emparentado con los reyes de Suecia. Su madre Sigrida descendía también de reyes. Su madre murió muy pronto y la niña quedó confiada a su tía, gran educadora, que supo modelar el carácter y voluntad de la sobrina.

Santa Brígida. Siglo XV

Corría el año de 1316 cuando fue desposada, teniendo 13 años fue casada, con el príncipe de Nericia, Wulfon, que a su vez no contaba más de 18 años. Era también un cristiano consciente y piadoso y convino con su joven esposa en guardar castidad perfecta el primer año de matrimonio.

Los esposos se dieron a una vida de piedad y caridad. Fundaron un hospital y eran ellos los que cuidaban de los enfermos. En el año 1341 emprendieron los dos una peregrinación a Santiago de Compostela, que duró hasta 1343. A su regreso enfermó en Arras el príncipe y murió en el convento de Alvastra en 1344. Desde el día en que cerró los ojos de su esposo Brígida sólo pensó en consagrarse totalmente a Dios. Hizo equitativamente la repartición de bienes entre sus hijos, se vistió un hábito y un velo que cubría su cabeza fue toda vestimenta que aceptó. Una estera le servía de cama.

Su meditación predilecta era la Pasión y Muerte del Salvador, que se le apareció y habló repetidas veces con Él. El libro de sus revelaciones, escrito por orden de sus confesores, es el mejor testimonio de las altísimas comunicaciones de que fue objeto. La santa las escribió en su lengua materna y Matías, canónigo de LinKonping, las tradujo al latín.

Murió en el año 1375 y fue enterrada en la iglesia de San Lorenzo in Panisperna. Al año siguiente, su hija Santa Catalina trasladó los restos a Suecia y empezó los primeros trabajos por la canonización, que tuvo lugar bajo el pontificado de Bonifacio IX, en el año 1391.

En la basílica de la Santa, en Roma se conserva en la actualidad el crucifijo con el que hablaba la Santa.

Santa Brígida con el Crucifijo con el que hablaba.

He de destacar que el señor le concedió a Santa Brígida cuatro hijos y cuatro hijas. Estos fueron: Carlos y Berjerio murieron en Palestina, en la guerra contra los infieles; Benito y Guzmán se fueron al Cielo en la infancia. Sus hijas Margarita y Cecilia fueron en la corte dos modelos de virtud; fue venerada como una de las más santas religiosas de su tiempo, y la menor de todas fue la ilustre Santa Catalina de Suecia, que anteriormente hable de ella. La santidad de sus hijos fue fruto de la educación y ejemplo de la virtuosa madre.

Es menester decir que santa Brígida consideró siempre el cuidado de su familia como la primera de todas sus obligaciones, y los instruía por sí misma con sus virtudes y ejemplos.

Publicado en Cuenca, 8 de octubre de 2020 y 8 de octubre de 2024.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:

-Año Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.

-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.

-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.

 

Octubre y el arma más valiosa del creyente, el santo Rosario.

     Esta tarde me he puesto a repasar las festividades religiosas que alberga el mes de octubre y he quedado sorprendido al comprobar que a lo largo de sus días celebramos a Ntra. Sra. del Rosario el día 7; el día 12, Ntra. Sra. del Pilar y el día 13, Ntra. Sra. de Fátima. No contento con todo esto el último domingo de octubre celebraremos la festividad de Cristo Rey.

El Papa Gregorio XIII, allá por el siglo XVI, fue quien señaló el primer domingo de octubre para la fiesta del Santísimo Rosario y aprobó el oficio correspondiente. En nuestra época está fijado el día 7 de octubre, aniversario de la victoria de Lepanto.


Repasando los anales de la historia no me equivocaría si dijera que España enseñó a rezar a la Cristiandad. ¿No lo creen Uds.? Intentaré explicar mi afirmación: El Obispo de Córdoba, Osorio, redactó el Credo de Nicea o contribuyó más que nadie a su redacción. Compuso la Salve un santo gallego, san Pedro de Mezonzo. Formuló el Rosario un santo castellano, santo Domingo de Guzmán. Creó los Ejercicios Espirituales un santo vascongado, san Ignacio de Loyola… ¿Sigo…? Pues diré que el Rosario es la oración de las almas sencillas de nuestra fe, es el himno enamorado que el pueblo canta a la Virgen María, nuestra Madre.

El nombre primigenio del Santo Rosario fue “Salterio de María”. La palabra Rosario, designa un lugar plantado de rosas. Tal vez fue recogida de la costumbre que había de que las vírgenes el día de sus desposorios con Cristo, llevaran una corona de rosas, pues la rosa que florece entre espinas es el símbolo de la virginidad, cuyo perfume guarda la pureza de cuerpo y alma.

La poesía cristiana ha sabido tomar magníficamente por tema esta graciosa comparación. “Como entre espinas agudas-canta Sedulio- brotó la rosa deliciosa, inofensiva, eclipsando con su hermosura a la del arbusto que le da vida; así del tallo de Eva ha brotado María, y la Virgen de la nueva Alianza ha expiado la prevaricación de la virgen de la antigua. Como el espino produce rosas, así la Judea produjo a María”.

Si nos ponemos a repasar, no hace muchos años ¿No era la práctica clásica de la devoción española? Pero hoy la impiedad moderna ha logrado arrancar del seno de las familias la bendita costumbre de rezar el rosario. Contadas serán hoy día las familias de nuestras ciudades que conserven esta añeja costumbre española. El móvil, las redes sociales y las nuevas tecnologías… han ido desplazando poco a poco, hasta dejarla casi en completo olvido.

Pues diré que no pocos pontífices concedieron al Rosario innumerable indulgencias basadas en logros y victorias conseguidas por el rezo del rosario: Clemente XI hizo obligatoria esta fiesta del Santo Rosario, en memoria de la victoria de Peterwardein. León XIII, por numerosas Letras Apostólicas, impulsó la propagación de esta devoción, sobre todo durante el mes de octubre, segundo mes del año consagrado a la Santísima Virgen. Elevó la fiesta del Rosario al rito doble de segunda clase. Y también por un deseo y orden los fieles añadieron a las letanías la invocación: “Regina Sacratissimi Rosárii, ora pro nobis: Reina del Santísimo Rosario, ruega por nosotros”.

No dejemos de rezarlo y nuestra vida será más agradable.

Cuenca, 7 de octubre de 2022 y el 6 de octubre de 2024.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

 

domingo, 6 de octubre de 2024

La Virgen del Rosario. Festividad del 7 de octubre.

    El otoño nos trae una fiesta de santidad instrumental que habla de un objeto llamado santo con nombre de plantel de rosas.

Este, podría llamar instrumento, puede ser de madera, metales nobles, de hueso o nácar, o simplemente de plástico, y se conoció bajo formas diferentes desde muy antiguo, aunque no adopta las características por el que lo conocemos hoy, hasta el siglo XVI, cuando su rezo se vincula a la victoria cristiana de Lepanto.

Esta corona a la Virgen, repetitiva y humilde como una cantilena infantil, es un Evangelio en miniatura que está al alcance de todas las inteligencias y de las memorias más torpes, así como de las situaciones espirituales más desangeladas y frías, y quizá porque conoce el paño es la devoción que María recomendó en Lourdes y Fátima, a manera de gran arma para la paz de nuestro tiempo.

Virgen del Rosario. Iglesia de San Nicolás de Cuenca.

La Virgen de Murillo, Ntra. Sra. de Pompeya, la Inmaculada de Lourdes, la de Fátima, todas ellas se muestran siempre con un Rosario en la mano o en el brazo. La Iglesia consagra un día en su liturgia a esta consoladora y poética advocación.

El primero que instituyó la fiesta del Santísimo Rosario fue Gregorio XIII, en el año 1573, a los dos de haber instituido San Pío V la fiesta de Ntra. Sra. de la Victoria, por la que alcanzaron las armas cristianas en el golfo de Lepanto contra la media luna.

Según el decreto de Gregorio XIII, la fiesta del Rosario solamente se podía celebrar en las iglesias en que hubiese un altar dedicado a la Virgen Santísima bajo la advocación del Rosario. Clemente XI quitó esta condición y la extendió sin más a toda la Iglesia. Luego León XIII, el Papa devotísimo del Rosario, la elevó de rito y enriqueció con grandes indulgencias.

Virgen de Fátima.

El decir para finalizar, que grato es el Rosario a la Virgen, lo manifestó claramente en las dos apariciones de nuestro tiempo. En Lourdes se aparece la Virgen con el Rosario en el brazo y santa Bernardita espera la aparición rezando fervorosamente el Rosario. Mientras rezaba el Avemaría, la Virgen callaba; más cuando llegaba al Gloria Patri, la misma celestial Señora la acompañaba haciendo una suave inclinación de cabeza. A los niños de Fátima se les apareció en el año 1917, también con el Rosario; les recomendaba su práctica diaria y constante, y el día 13 de octubre se da a Sí misma el nombre de “Nuestra Señora del Santo Rosario”.

Publicado en Cuenca, 7 de octubre de 2020 y 7 de octubre de 2024.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:

-Año Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.

-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.

-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.

 

sábado, 5 de octubre de 2024

San Bruno (1032-1101). Festividad del 6 de octubre. (Fundador de la Orden de la Cartuja)

   San Bruno de Hartenfaust nació en Colonia en el año 1032. Estudió en la escuela de San Cuniberto y a los catorce años dejó su patria y se trasladó a Reims para cursar humanidades. En Tours estudió la filosofía; volvió a Reims para la teología y regresó a Colonia para acabar la carrera. Aquí se ordenó sacerdote y fue nombrado canónigo de la catedral. En el año 1057 le llamó el arzobispo de Reims y le confió la cancillería de todos los centros docentes de su obispado.

San Bruno

Bruno empezó a descollar como uno de los hombres más notables del siglo XI. Sus contemporáneos le llaman luz de la Iglesia, ornamento de su siglo, la flor del clero, la gloria de Alemania y Francia.

La leyenda ha encuadrado la conversión de san Bruno en un episodio trágico y espeluznante, que la crítica moderna se niega a reconocer como histórico. Creo que merece la pena contarlo, dice así: Se hallaba en París a la muerte de uno de los doctores de aquella célebre universidad, que murió con todos los Sacramentos y con fama de varón piadoso y cristiano. Sus funerales de cuerpo presente fueron solemnísimos, y en ellos se cantó, como era de ritual, el oficio de difuntos. Al llegar a la lección cuarta que empieza con las palabras Responde mihi, el cadáver levantó la cabeza y con voz doliente exclamó: “por justo juicio de Dios soy acusado”.

El terror hizo que los Oficios se aplazaran para el día siguiente. Empezó nuevamente el Oficio, y al llevar a las palabras “responde mihi”, el difunto volvió a contestar: “Por justo juicio de Dios soy juzgado”. Por segunda vez dejaron los funerales para otro día; empezó el Oficio y, al llegar a las palabras fatídicas, se oyó al cadáver que respondía: “no tengo necesidad de oraciones, pues por justo juicio de Dios soy condenado al fuego eterno”.

Sea auténtica o no la historia, el hecho es que Bruno desengañado totalmente de la vanidad de este mundo, renuncio a su cátedra, a su canonjía y a cuanto le ataba a la tierra, y en el año 1084 se retiró a Grenoble con seis de sus compañeros.

Cuando llegó a la ciudad, su obispo Hugo, tuvo un sueño en el que le pareció ver siete estrellas (el actual escudo de la Orden de los Cartujos), que caían a sus pies, se levantaban y desaparecían en el desierto montañoso, para establecerse en un lugar salvaje llamado Chartreuse. Era la Providencia que preparaba el ánimo del obispo Hugo para facilitar a san Bruno y sus compañeros la fundación de la Orden de los Cartujos.

El obispo, cuando vio a sus pies a los siete varones, reconoció en seguida en ellos a las siete estrellas del sueño, les dio tierras, les ayudó en la erección de las ermitas y los bendijo en sus propósitos de soledad y silencio. Así empezó  al gloriosa Orden de la Cartuja.

Con esto creo que es bastante lo que relato de su vida, aunque hay muchas más cosas, pero no queriendo resultar pesado, terminaré diciendo que murió a los 49 años de edad, en el monasterio della Torre, en Calabria, el 6 de octubre de 1101. Su cuerpo fue enterrado en el cementerio de Ntra. Sra. della Torre y fue encontrado incorrupto el año 1515. El papa León X concedió el rezo de un Oficio en honor suyo, lo que fue considerado como beatificación, y el papa Gregorio XV mandó poner su oficio en el Breviario romano, y Clemente X mandó que se celebrase con rito doble.

Publicado en Cuenca, 6 de octubre de 2020 y el 6 de octubre de 2024.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:

-Año Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.

-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.

-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.

 

 

viernes, 4 de octubre de 2024

Efemérides conquenses del 5 de octubre. Toma de posesión del Obispo D. Juan Fernández Vadillo.

 Toma de posesión el Obispo Nº XLIII de la diócesis de Cuenca, don Juan Fernández Vadillo.

Nació este prelado en la villa de Alaejos, perteneciente a la abadía de Medina del Campo, en la diócesis de Salamanca. En esta Universidad siguió sus estudios desde su niñez.


Hizo oposiciones a una colegiata de Santa Cruz de Valladolid y la obtuvo el 20 de septiembre de 1545, y nombrado rector del establecimiento más bien por sus dotes de gobierno que por su vasta ciencia, recibió la borla blanca con grande aplauso.

Muerto el obispo D. Gómez Zapata, el rey Felipe II proveyó la mitra conquense en Fray Miguel de Alaejos, prior de San Lorenzo del Escorial. Fueron varias las veces que le rogaron que la aceptara, hasta tres veces  Felipe II pero era tal la humildad de este hombre que Fray Miguel se limitó a proponer a su pariente el electoral de Palencia, cuya sabiduría, piedad y grandes dotes de gobierno conocía, y su Majestad hizo de él la elección.

Traídas las bulas, tomó posesión por el doctor D. Juan Fernández Vadillo, su provisor el doctor D. Juan Carrionero el 12 de septiembre de 1587 y dio la posesión de la mitra a D. Fernández de Escobar, arcediano de Alarcón y canónigo de esta santa iglesia. En ella entró con solemne recepción del cabildo el prelado Vadillo, el sábado, día 5 de octubre del mismo año y recibió el juramento en las puertas principales de la misma, D. Francisco Suarez de Cañamares, abad de Santiago y canónigo.

Vivió en el obispado siete años y veintitrés días con gran virtud y edificación. Dio muchas limosnas pública y más todavía secretas en Alejaos, en Cuenca y en todo el obispado.

Cuenca, 5 de octubre de 2021 y 5 de octubre de 2024.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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Fuentes documentales:

-Episcopologio de Cuenca. Trifon Muñoz y Soliva. 1860.

 

San Plácido y san Mauro (siglo VI). Festividad del 5 de octubre.

        Hasta hace poco tiempo celebraban por separado la festividad pero el Martirologio Romano unió las fechas en el día de hoy, pues la festividad de Mauro se celebraba el 15 de enero mientras que la de Plácido se hacía en el día de hoy, 5 de octubre.

San Plácido.

San Plácido, discípulo de san Benito, era hijo del patricio Tértulo, quien lo llevó a San Benito, en el Subiaco, y lo consagró a Dios, como se manda en la Regla benedictina. No poseemos de él más datos que los que nos ha conservado la pluma de san Gregorio. De su culto tenemos una tradición segura desde el siglo X, sobre todo en la gran familia benedictina. Su nombre va regularmente unido al de san Benito y san Mauro en las letanías de los Santos, como lirio en las perfumadas primicias de la primavera benedictina.

Se cuenta de Plácido que fue a sacar agua del lago neroniano, cayó en el lago y, estando para ahogarse, lo vio en espíritu si maestro san Benito. Al punto dio orden a san Mauro de que fuese a auxiliar al joven Plácido. Mauro entró en el agua  y anduvo por ella como sobre tierra firme; hasta que dejó en la orilla a su compañero sano y salvo no se dio cuenta del milagro.

A raíz de lo sucedido surgió una disputa entre san Benito y san Mauro, aquel decía que el milagro era fruto de la obediencia ciega de Mauro; éste de la santidad de su maestro que lo había mandado. Al fin intervino san Plácido y dijo que había visto el manto de san Benito sobre las aguas, como una alfombra suave y segura sobre la cual caminaban los dos discípulos.

Nada más sabemos de su vida, sino que san Benito lo quería entrañablemente y en el año 529 le acompañó en la fundación de Monte Casino.

Publicado en Cuenca, 5 de octubre de 2020 y el 5 de octubre de 2024.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:

-Año Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.

-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.

-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.

 

jueves, 3 de octubre de 2024

San Francisco de Asís (1181-1226). Festividad del 4 de octubre.

 Nació en Asís en el año 1181 y le dieron el nombre de Juan en el bautismo, pero una circunstancia casual, el hecho de que su padre se encontrara en Francia al tiempo de su nacimiento, determinó que fuera siempre designado con el nombre de Francisco, el Francés.

Hasta los 25 años vivió como uno de tantos jóvenes, alegre, divertido y amigo de fiestas, tan derrochador y pródigo, que entre sus parientes se decía: más parece un príncipe que el hijo de Prietro Bernardone.

Para defender a su patria contra Perusa tomó las armas a los veinte años y fue hecho prisionero. En el año 1202 se alisto otra vez en el ejército de Inocencio III. Un sueño lo desvió de la batalla. Oyó que le llamaban por su nombre, le daban una palmada en el hombro y lo conducían a un hermoso palacio, en el cual habitaba una bellísima desposada.

Alentado con el sueño salió para Apulia y en Espoleto oyó una voz que le decía: “Francisco, ¿a quién es mejor servir, al amo o al criado? Respondió que al amo. “¿Por qué, conviertes en amo al criado?”, replicó la voz.

Su alma se abrió a la luz y respondió, como Pablo: “¿Qué quieres que haga?” “Vuelve al lugar de tu nacimientos y allí se te dirá lo que debes hacer”.

De Espoleto volvió enteramente cambiado a Asís. Todos se lo notaron; no era el joven divertido de antes. Peregrinó a Roma. Vuelto a Asís, un día yendo a caballo se encontró en el camino un leproso que le extendía la mano, se bajó del caballo, le dio una limosna, le besó la mano y lo abrazó. Así quedaba roto el lazo con el pasado.

Empezó por cuidar de los leprosos; frecuentaba sus chozas y les llevaba limosnas y besaba siempre sus manos. Los chicos se reían de él, le arrojaban piedras y lodo, y su propio padre, avergonzado e iracundo, lo desheredó y maldijo. Francisco por toda respuesta, contestaba: “De hoy en adelante quiero decir: Padre nuestro que estás en los cielos”.

Por ese tiempo, un caballero con cáncer en la boca, que venía de visitar el sepulcro de San Pedro, besó las huellas de San Francisco. El Santo, avergonzado, le besó y lo sanó instantáneamente.

En el campo de Asís había una ermita de la Virgen, llamada Porciúncula. Fue el lugar predilecto de Francisco y de sus compañeros, pues en la primavera del año 1209 no estaba ya solo; se le habían unido algunos valientes que pedían también limosna, trabajan el campo, predicaban, visitaban y consolaban los enfermos.

En 1224, en el retiro de Monte Albernia, llegó a la máxima unión con Cristo con la impresión de las llagas, y desde allí lo sacaron como reliquia viva. Se acercaba su muerte y quiso que lo llevasen a Asís.

En la agonía, los frailes debían colocarlo en el suelo. Hasta el fin estuvo yacente sin hábito en la desnuda tierra, mientras le leían, por expreso deseo suyo, la Pasión, según San Juan. Hecha la lectura, quiso lo colocasen sobre una tela de saco y lo rociasen con ceniza, preanunciando su entierro, porque, siempre cortés, quería dispensar buena acogida a la hermana muerte, con todas sus pompas austeras.

Rodeado de sus frailes, en dolorosa y reverente expectación murió el 4 de octubre de 1226. Uno de los frailes, santo varón, en aquel mismo momento vio un brillante globo de fuego, llevado por una nubecilla, ascendiendo como si atravesase muchas aguas, en dirección al cielo. A los dos años, el 16 de julio de 1228, el Padrecillo de Asís era canonizado por Gregorio IX.

Publicado en Cuenca, 4 de octubre de 2020 y el 4 de octubre de 2024.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:

-Año Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.

-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.

-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.

 

 

 

 

miércoles, 2 de octubre de 2024

San Francisco de Borja (1510-15729). Festividad del día 3 de octubre.

    Personaje de la estirpe de los Borgias italianos. Bisnieto del papa Alejandro VI. Contrajo matrimonio a los 19 años con Leonor de Castro y tuvo ocho hijos, admirado por todos, virrey de Cataluña, rico en títulos, dignidades y buena fama, un hombre que no podía pedir más en el ámbito humano.


    Todo cambiaria en su vida cuando recibe la misión de conducir los restos mortales de la Emperatriz Isabel a la sepultura que había sido preparada en Granada.
Reconocimiento del cuerpo de la Emperatriz Isabel.

En el momento del reconocimiento del cuerpo de la difunta, vio que la cara de Isabel estaba en proceso de descomposición, en ese momento comprendió la caducidad de la vida terrenal. Este hecho provocó en Francisco una de las frases más célebres en los anales de la santidad de éste hombre: “No serviré nunca más a un señor que pueda morir”, y años después, al enviudar, ingresó en la Compañía de Jesús con gran escándalo, hasta el punto de que se ocultó la noticia durante un tiempo, porque según san Ignacio “el mundo no tiene orejas para oír tal estampida”.

En el año 1566 es nombrado Tercer Superior General de la Orden. Fue quien dio un fuerte impulso a la Compañía tras Ignacio y Laínez, contribuyendo de tal manera al crecimiento de la Orden que se le ha llamado su segundo fundador. Fundó varios colegios: 8 en Francia, 11 en España, 3 en Alemania.

Murió el 30 de septiembre de 1572, a media noche. De él diría el P. Verjus: “San Ignacio de Loyola proyectó el edificio y echó los cimientos; el P.Laínez construyó los muros; San Francisco de Borja techó el edificio y arreglo el interior y, de esta suerte, concluyó la gran obra que Dios había revelado a San Ignacio”.

Publicado en Cuenca, 3 de octubre de 2020 y 3 de octubre de 2024.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:

-Año Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.

-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.

-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.

 

 

martes, 1 de octubre de 2024

Los Santos Ángeles Custodios. Festividad del 2 de octubre.

“Dios te enviará a sus ángeles para que te guarde en todos tus caminos” (Sal. 91, 11)

El 2 de octubre celebramos una fiesta muy especial. Esta fiesta nos trae a la memoria una de las verdades más consoladoras para el alma cristiana, que peregrina por el desierto de la vida.

Esta fiesta es celebrada desde hace muchos siglos por la Iglesia de Toledo, y después se extendió esta devoción a los reinos de Francia, Alemania y Países Bajos. La institución de esta fiesta es tan antigua como la Iglesia misma. Cuando Jesucristo enseñó a los fieles que cada uno tenía un ángel destinado a su custodia personal.

La teología católica, apoyada en las enseñanzas de la Sagrada Escritura y de los Santos Padres de la Iglesia, nos enseña que entre Dios y los hombres existen los espíritus puros, que llamamos ángeles, del papel especial que Dios les ha confiado como mensajeros o enviados suyos a los hombres.

Como criaturas espirituales, los ángeles tienen un poderoso entendimiento, superior al humano, una voluntad libre y un poder y fuerza muy superior al nuestro, por mucho que nos gloriemos de los progresos de la ciencia. Como espíritus puros, son inmortales, invisibles y carecen de partes y sentidos corporales.

En el sínodo de Nicea se habla de los seres invisibles, en oposición a los visibles. El IV Concilio de Letrán (1215), al hablar de las criaturas salidas directamente de la mano de Dios, distingue espíritus y cuerpos, ángeles y materia corporal o terrestre.

Los ángeles se dividen en buenos y malos, no por su naturaleza, que salió buena y perfecta de mas manos del Creador, sino por razón del uso bueno o malo que hicieron de su libertad en el tiempo de la prueba. Un gran número de ellos, capitaneados por Lucifer, arrastrados por su soberbia espiritual que los llevó hasta desear ser como Dios y a negarle el honor debido, cayó del cielo y fue a parar al abismo del fuego. Son los demonios. Frente a ellos se levantó el bando de los buenos, con San Miguel a la cabeza, al grito “¿Quién como Dios?” son los que llamamos simplemente ángeles, los cuales, en mérito a su buen comportamiento de criaturas sometidas al Creador, entraron en el alcázar de Dios para gozarle y servirle por siempre.

La vida del cristiano, según san Pablo, es una lucha constante contra enemigos invisibles, superiores a todo poder de la carne y de la sangre. Es una lucha constante entre dos fuerzas opuestas que nos disputan nuestra voluntad y amor. Satanás que nos empuja hacia el mal y el Ángel de la Guarda que nos invita hacia el bien.

La primitiva fiesta de los Santos Ángeles fue el 29 de septiembre. El Oficio y la Misa de San Miguel se compusieron para honor en él a todos los celestiales guardianes de nuestra alma. En el 1608 decretó el Papa Paulo V que la fiesta de los Ángeles Custodios se separase de la de San Miguel y se celebrase el primer día, después del 29 de septiembre. Clemente X estableció definitivamente la festividad al día 2 de octubre. En España por tradición inmemorial se celebra el 1 de marzo la fiesta del Santo Ángel de la Guarda. La primera Iglesia de que se tiene noticias que la celebrara fue la de Toledo, como he dicho anteriormente.

San Bernardo resume en tres palabras nuestra conducta al par del Ángel de la Guarda: respeto, gratitud y confianza. El respeto a los ángeles inspira en San Pedro la orden que da a las mujeres que se cubran en el templo. San Juan, en su Apocalipsis, dirige sus cartas a los ángeles de las siete Iglesias, puesto por Dios al frente de aquellos jóvenes cristiandades.

Desde que nacemos hasta que morimos nuestra vida es una trama de innumerables beneficios recibidos por nuestro Ángel. Nuestro corazón ha de ser agradecido a estos espíritus invisibles que dejan el cielo gustoso para hacernos compañía en nuestra peregrinación.

Confianza, es la voz del Ángel. No temas, le decía a Tobías. Todo le salió bien y mucho mejor de lo que había pensado. El cristiano que se pone incondicionalmente bajo la custodia de su Ángel no tiene que tener nada. Él lo acompañará hasta las puertas del cielo, hasta la victoria eterna, donde no hay temor y todo es paz y seguridad definitiva.

Cuenca, 2 de octubre de 2019 y el 2 de octubre de 2024.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.