lunes, 18 de marzo de 2024

San José su presencia en la Cateral de Cuenca

Buscando el silencio en el interior de la Catedral, hallarás la figura de San José en los lugares perdidos.

    El día 19 de marzo celebramos la festividad de San José, una persona indispensable en nuestras creencias cristianas. Su misión fue esencial e irrepetible al tener bajo su protección a Jesús y María, pilares básicos de nuestro dogma.
    Las fuentes de información, sobre San José, las encontramos en los primeros capítulos de los evangelios de San Mateo y de San Lucas. El primero llama a San José hijo de Jacob (Mt. 1,16) y según San Lucas su padre era Helí (Lc. 3,23). Posiblemente naciera en Belén, la ciudad de David y vivió en Nazaret. Según San Mateo, San José era Tekton, que significa carpintero (Mt. 13, 55).
    Buscando el silencio en el interior de la Catedral, hallarás la figura de San José en los lugares perdidos, apartados, en los retablos, en compañía, como un actor secundario que depende del actor principal en la película de la vida. Sólo es el titular de un retablo y como el único de estilo rococó que posee el Templo. Fundado en 1740 por el beneficiado José Cano Abril. Lo preside una figura policromada de San José. Un retablo distinto del resto de la catedral, donde impelan los espejos, seis a cada lado, con artísticos marcos de molduras uniformes que dan contorno al retablo y otros once más pequeños, que se distribuyen entre las pilastras frontales y el arco de la hornacina en que se nos muestra San José. Estos espejos nos invitan a mirarnos a nosotros mismos como un reflejo, como una invitación a que la imagen reflejada del observador sea el imitador de las virtudes del Santo que lo preside.
Retablo de San José. Catedral de Cuenca
    Lo más interesante de este retablo es el medallón que se exhibe en la parte superior central, un grupo policromado y tallado sobre la madera, que representa a la Sagrada Familia en el taller de Nazaret, sobre ellos un angelillo porta una corona de laurel, observando la escena.
Medallón del retablo de San José en la Catedral de Cuenca
    En el Coro, obra del siglo XVIII, en el lado del Arcipreste (lado derecho) la primera figura que encontraremos será la de Sn José. La traza fue contratada en 1753, a Fray Vicente Sevila y las tallas, de madera de nogal, son obra del escultor Manuel Gassó.
    La silla central es la del Obispo, la imagen que contemplamos, tallada en bajorrelieve sobre su respaldo, es la del Salvador, que sostiene en su mano izquierda la bola del mundo rematada en una pequeña cruz, después a uno y otro lado de la silla episcopal, van sucediéndose las diferentes sitiales de Dignidades, Canónigos y Beneficiados, llevando siempre en el respaldo el correspondiente Santo titular del propio sitial. Comenzando por la derecha nos encontramos con la figura de San José, Esposo de la Virgen María. La talla tiene un cierto encanto, el Niño Jesús en brazos de San José intenta con su mano izquierda llegar a tocar la barba de su padre adoptivo con una muestra de cariño y cercanía hacia él.
San José. Talla del Coro de la Catedral de Cuenca
    Otra de las imágenes que posee mucho candor es el medallón de la Sagrada Familia ubicada en el trascoro de la catedral, donde San José se muestra juguetón con el Niño Jesús, ofreciéndole el dedo índice de su mano derecha llevando una paloma y el Niño Jesús, en brazos de María, extendiendo su mano izquierda con intención de llegar a cogerla.
Sagrada Familia. Trascoro de la Catedral de Cuenca
    Todas estas escenas nos dan una idea de la ternura de un hombre con el Niño que tiene en custodia y en ellas se ve la implicación que tuvo durante toda su vida.
    Él es el modelo de todos los educadores por lo que a él deberían recurrir todos los que tienen un papel educativo en la Iglesia y en la sociedad. El Papa Pío IX lo declaró Patrón de la Iglesia Universal, en el año 1847 y el Papa Juan XXIII, lo incorporó al Canon Romano, para que sea venerado por todos los cristianos en el momento que Cristo se hace presente en el altar.
                Feliz día del Padre.
Publicado en Cuenca, 19 de marzo de 2019. Actualización el 19 de marzo de 2024.
Por: ©José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.


San José (siglo I) Festividad del día 19 de marzo.

   La historia de san José es corta y sencilla; la de todo buen padre de familia que se desvive por su esposa y por su hijo. San José pertenecía a la tribu de Judá y a la casa de David. Aunque tenía sangre de reyes, había venido a menos, no sabemos cómo, y se había establecido en Nazaret, burgo escondido y pobre de Galilea.
San José
   En Nazaret debió de conocer San José a María, joven de su tribu, modesta como él, espiritual y recogida. El Espíritu Santo unió aquellos dos corazones y se amaron con el amor más puro que cabe entre un hombre y una mujer.

San José no era tan viejo como lo representan los artistas y nos describen algunos autores antiguos inspirados en el relato de los Apócrifos. Si la Virgen tenía quince años cuando se desposó, san José andaría en torno a los veinte o treinta a lo sumo. En los sarcófagos y en los monumentos de los cuatro primeros siglos la figura constante de san José es la de un joven imberbe. Los planes de Dios sobre él eran que fuese el sostén material de la Sagrada Familia, el amparo de la honra de la Virgen, y esto exigía un hombre en plena edad y fuerza, y no un viejo. La castidad no es fruto precisamente de la edad, sino de la virtud y de la gracia, que no se muestra muchas veces más fuerte en los jóvenes que en los ancianos.

Los evangelios son muy parcos al hablar de él. Su culto muy tardío, no se generalizó hasta la Contrarreforma, y en él influyen tres santos muy devotos de san José, santa Teresa de Jesús, san Ignacio de Loyola y san Francisco de Sales; en los tiempos modernos ha adquirido una difusión extraordinaria en todo el orbe católico, aunque quizá la primera corresponda a Canadá, donde en Montreal se dedicó a este santo una grandiosa basílica.
San José coronado por Jesús, su Hijo.
   San José es patrón de la Iglesia universal, de los padres, de los sacerdotes, de los seminaristas, de los trabajadores y de numerosas comunidades religiosas.

Publicado en Cuenca, 19 de marzo de 2020. Actualización el 19 de marzo de 2024.
I
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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Fuentes:
        -Año Cristiano y fasto del cristianismo según el P. Croisset. Madrid. 1846.
        -Año Cristiano o ejercicios devotos. P. Juan Croisset traducido por el P. José Francisco de Isla. Logroño. 1851.
        -Año Cristiano. Juan Leal. S.J. Madrid 1961.
      -La Casa de los Santos. Ediciones Rialp. Madrid. Carlos Pujol. 1989


domingo, 17 de marzo de 2024

San Cirilo de Jerusalén, obispo y doctor y san Salvador da Horta (1520-1567). Festividad del 18 de marzo.

   Como ayer, hoy el santoral cristiano nos recuerda a dos figuras de Santos. San Salvador me gusta porque siendo lego en un convento los ángeles cocinaron por él la mejor cena que se había comido en el convento, a lo largo del artículo os lo cuento.

Comienzo por San Cirilo de Jerusalén, la fiesta de este gran pontífice y Doctor de la Iglesia fue instituida por León XIII en el año 1882 y está en relación con la magna empresa de atraer las  iglesias de Oriente a la unidad Católica.
San Cirilo de Jerusalén.

Pasaré de contaros su vida y centrarme en la obra providencial de san Cirilo, que se le ha dado nombre en la historia de la literatura cristiana antigua, son sus veinticuatro catequesis, verdaderos discursos que pronunció al principio de su pontificado, por los años 348 a 350, en la basílica del Santo Sepulcro.

Las catequesis más importantes son las cinco últimas donde se explican los sacramentos. Se llaman catequesis mistagógicas porque son una iniciación a los misterios cristianos.

Tiene especial interés la doctrina de san Cirilo sobre la Sagrada Eucaristía y la manera como se describe la comunión en su tiempo. “En la figura del pan se te da el Cuerpo y en la del vino la Sangre para que tú, recibiendo el Cuerpo y la Sangre de Cristo, te hagas un cuerpo y una sangre con él; a fin de que seamos cristíferos, al comunicársenos a nuestros miembros su Cuerpo y su Sangre”. “El pan y el vino no es pan, aunque como tal nos sabe, sino Cuerpo de Cristo; ni el vino es vino, por más que así lo juzgue el gusto, sino, la Sangre de Cristo”.

Como curiosidad diré que por San Cirilo sabemos cómo comulgaban los fieles en Jerusalén en el siglo IV. “Haced de vuestra mano izquierda como un trono en que se apoye la mano derecha, que ha de recibir al Rey. Santificad vuestros ojos con el contacto del Cuerpo divino y comulgad. No perdáis la menor partícula.

Su muerte acaeció, el 18 de marzo del año 386.

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La historia de San Salvador de Horta (1520-1567) es como una estampa de las Florecillas franciscanas, sencilla, tierna y prodigiosa, empieza en un pueblo catalán donde nace de padres de muy modesta condición, probablemente sardos, y al quedar huérfano se trasladó a los alrededores de Barcelona; allí fue payés hasta que ingresó como lego en el convento franciscano de Jesús, extramuros de la ciudad.

Hortelano, cocinero, portero, limosnero, sacristán, hiciera lo que hiciese fray Salvador era siempre un vivo ejemplo de piedad y humildad, de alegría y santa despreocupación que a veces perturbaba a sus superiores, como en el famoso milagro de los ángeles que guisaron por él  la mejor de las cenas mientras estaba abstraído rezando.
San Salvador da Horta. 

No tardó en ir de convento en convento, entre ellos el de Horta de san Juan, en Tarragona, de donde tomó el nombre, porque era engorroso en todas las comunidades haciendo enormes y estupendos milagros como: curaciones múltiples con sólo la señal de la cruz, profecías, prodigios de toda índole, y donde él estaba no había orden ni paz por la afluencia de multitudes.

Se le prohibió que hiciese milagros, pero en vano, no por desobediencia, sino porque aquel chorro portentoso era involuntario e incontenible, se amotinaron los fieles cuando no se le dejaba aparecer en público fue procesado por la Inquisición, que declaró purísimos sus actos y su doctrina, y el propio Felipe II quiso conocerle y le llamó a Madrid. “¿qué ganaréis con ver a un pobre cocinero del padre san Francisco?”, le dijo al gran rey en catalán, la única lengua que hablaba.

En uno de sus traslados murió en la tierra de sus padres, en Cágliari, y el recuerdo de aquel frailecito de los milagros alegres e irrestañables, ha llegado hasta nosotros como un conmovedor testimonio de la unión con Dios que juega con las leyes de la naturaleza.

Por último contaré un milagro suyo a distancia que me impresionó en la lectura de su vida:

En los días que siguieron a la salida de san Salvador un pobre paralítico se hacía llevar con gran dificultad desde Castilla, cuando llegó a Fuentes, villa de Aragón le llegaron las noticias de que el fraile de los milagros había salido de Horta. Desconsolado, mandó que lo llevasen a la iglesia del pueblo e hizo la siguiente oración: “¡=h santo hombre, fray Salvador!, donde quiera que os halléis en este momento, tened piedad de mí y rogad a la Santísima Virgen que me cure. Tras la oración le entró un gran sueño y tras despertar comprobó que había sido curado. Los milagros continuaron en su sepulcro y cuando abrieron su sepultura por motivo del proceso de beatificación hallaron su cuerpo incorrupto. Fue beatificado por el Papa Clemente XI el 29 de enero de 1711 y Benedicto XIII, el 15 de julio del año 1724, concedió que se celebrase su oficio con rito de doble el día 18 de marzo.

Valió la pena saber de él en el día que celebramos la festividad de san Salvador da Horta.

Publicado en Cuenca, 18 de marzo de 2020. Actualizado 18 de marzo de 2024.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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Fuentes:

1* -Graal, etimológicamente grial se pronuncia graal en francés antiguo, galaico-portugués y en inglés medio “grazal” en los textos provencales y “greasal” en catalán. Parece ser una adaptación latina gradalis que implica la idea de un plato, escudilla o bandeja con viandas que es llevado a la mesa en diferentes momentos (gradus) de una comida.

-Año Cristiano y fasto del cristianismo según el P. Croisset. Madrid. 1846.

-Año Cristiano o ejercicios devotos. P. Juan Croisset traducido por el P.José Francisco de Isla. Logroño. 1851.

-Año Cristiano. Juan Leal. S.J. Madrid 1961.

-La Casa de los Santos. Ediciones Rialp. Madrid. Carlos Pujol. 1989

-San Salvador de Horta, en El Santo de cada día, tomo II. Zaragoza, Editorial Luis Vives, 1964.






sábado, 16 de marzo de 2024

San José de Arimatea (siglo I) y san Patricio (385-461). 17 de marzo.

   Hoy son dos los santos que resalta el santoral cristiano, san Patricio (misionero católico conocido como el santo Patrón de Irlanda) y san José de Arimatea. Me voy a inclinar por contaros la vida de José de Arimatea por la importancia que tiene en nuestras creencias cristianas y porque es nombrado por los cuatro evangelistas, cierto es que la mención que hacen es muy breve y todos coinciden en señalar su intervención en el mismo episodio, el único por el cual, este notable hombre de Jerusalén, miembro del Sanedrín, y rico, según san Mateo e ilustre, según san Marcos, aparece de un modo fugaz en la historia de Cristo pero en un momento tan importante que es memorial recordarlo.
San José de Arimatea.
  Todo comienza cuando José pide permiso a Pilatos para sepultar a Jesús, y una vez concedido, con la ayuda de Nicodemo desclava el cuerpo de la cruz y lo lleva a un nuevo sepulcro excavado en la roca (por eso la tradición cristiana le hace patrón de embalsamadores y sepultureros). Es cuando se nos dice de él.

¿Quién fue este piadoso personaje? “Persona buena y honrada, así lo describe san Lucas; “que aguardaba el reino de Dios”, o sea:”que era también discípulo de Jesús”, según nos cuenta san Mateo; pero “clandestino, por miedo a las autoridades judías”, así nos lo describe san Juan. Un discípulo vergonzante que ahora, “armándose de valor”, precisa san Marcos, reclama el cuerpo del Maestro.

Jesús acababa de morir ignominiosamente, Pedro ha renegado de Él por tres veces, los apóstoles, acobardados y vencidos por el desaliento, se esconden o se dispersan, y en la prueba el único que da la cara, el único que se arma de valor, es un discípulo secreto que hasta ahora no se atrevía a declarar su condición.
San José de Arimatea y Nicodemus con Cristo en los brazos

José de Arimatea inspira un gran respeto, y la leyenda (que le hace recoger en el Gólgota, con el santo Graal (1*), la sangre de Cristo) subraya esa dignidad del que sale de la sombra en el peor momento con una valentía que no tuvieron los más fieles. Él, quizá mal visto por los apóstoles, que podían reprocharle que no se comprometiera, tiene el incontenible arrojo de los tímidos, la impensada serenidad de los nerviosos, la brusca decisión de los titubeantes, y  por eso se le venera, por haber hecho valientemente misericordia con el Señor.

Publicado en Cuenca, 17 de marzo de 2020 y el 17 de marzo de 2034,

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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Fuentes:

1* -Graal, etimológicamente grial se pronuncia graal en francés antiguo, galaico-portugués y en inglés medio “grazal” en los textos provencales y “greasal” en catalán. Parece ser una adaptación latina gradalis que implica la idea de un plato, escudilla o bandeja con viandas que es llevado a la mesa en diferentes momentos (gradus) de una comida.

-Año Cristiano y fasto del cristianismo según el P. Croisset. Madrid. 1846.

-Año Cristiano o ejercicios devotos. P. Juan Croisset traducido por el P.José Francisco de Isla. Logroño. 1851.

-Año Cristiano. Juan Leal. S.J. Madrid 1961.

-La Casa de los Santos. Ediciones Rialp. Madrid. Carlos Pujol. 1989


Efemérides conquenses del día 17 de marzo. El padre Hortelano y su convento de las madres Clarisas

  Hoy recordamos que un 17 de marzo de 1722 moría el padre Hortelano de la Fuente, fundador del convento de monjas Clarisas de Jesús Nazareno de Sisante. El padre Hortelano nació en Sisante (Cuenca) el 29 de mayo de 1656 sus padres le pusieron el nombre de Cristóbal Jesús Hortelano y de la Fuente. Después de haber estudiado en Alcalá de Henares y Cuenca, fue ordenado subdiácono y diácono ejerciendo el ministerio sacerdotal en Alcalá de Henares y Cuenca. Regresando a su pueblo con la intención de fundar el Convento de las Nazarenas. En un principio fue un beaterio que creó el padre Hortelano el 6 de enero de 1695, con licencia del obispo de la diócesis, en el cual recogió a siete mujeres mayores de edad, a excepción de una de ellas que tenía 15 años, con el fin de que hiciesen vida en común conventual.

El convento de las Nazarenas realmente data del siglo XVIII, tardaron en construirlo seis años, comenzaron las obras el 14 de octubre y el 18 de mayo de 1708 fue su inauguración.

El padre Hortelano tras una vida santa, llena de sacrificios y trabajos falleció en olor de santidad el 17 de marzo de 1722. Su cuerpo incorrupto fue profanado en la Guerra Civil Española y yace en la iglesia del convento que él mismo fundó.

Publicado en Cuenca, 17 de marzo de 2020 y el 17 de marzo de 2024,

Port: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

viernes, 15 de marzo de 2024

San Abraham, sacerdote. Festividad del 16 de marzo.

   Cuando oímos hablar de Abraham enseguida se nos va la mente al primer patriarca del judaísmo que su historia es contada en todos los textos sagrados de las religiones abrahámicas como son el judaísmo, el cristianismo y el islam. Pero hemos de pensar que los nombres, a través de los tiempos, son caprichosamente distribuidos y ello nos lleva a veces a confusiones.
San Abraham.

En esta ocasión San Abraham nació en las cercanías de Edesa en la Mesopotamia del norte, (según nos cuenta san Efrén) de padres muy ricos. El primer episodio que conocemos es extraño y escandaloso: en su noche de bodas abandonó a la novia y huyó lejos, hasta la región del Helesponto, lo que hoy llamamos estrecho de los Dardanelos, para convertirse en penitente ermitaño.

Allí vivió en una gruta diez años en la más completa soledad, sin más que un manto y un cilicio para vestirse, una estera para dormir, un vaso para beber un poco de agua y hierbas crudas del campo por todo alimento.

El obispo de Lampsaco (ahora la ciudad turca de Lapseki) le suplicó que accediera a evangelizar a un pueblo de aquellos contornos cuya barbarie era proverbial y que se distinguía por su tenacidad en el paganismo. El  eremita, muy a pesar suyo, acabó aceptando tal misión, y después de ser ordenado sacerdote, se dirigió hacia allí.
San Abraham, predicación.

Lo primero que hizo fue levantar una suntuosa iglesia, para que el verdadero Dios tuviese una casa digna en el pueblo, y luego destruyó los ídolos a los que tan apegados estaban los indígenas; éstos como era previsible, montaron en cólera, le dieron una soberana paliza y le echaron. Al día siguiente volvió para predicar, y se repitió la misma escena, con palos e injurias hasta darle por muerto.

Así una y otra vez San Abraham insistía siempre lleno de mansedumbre y caridad, recibiendo los malos tratos con una sonrisa, hasta que al cabo de tres años su ejemplo inaudito conmovió a los idólatras, que pidieron hacerse cristianos. El les instruyó en la fe, bautizó a un millar de personas y en seguida huyó a su gruta para seguir viviendo hasta su muerte en la bendita soledad de Dios, acaeciendo en el año 367.

Publicado en Cuenca, 16 de marzo de 2020 y el 16 de marzo de 2024.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

jueves, 14 de marzo de 2024

San Longino, mártir. Festividad del 15 de marzo.

   El centurión que traspasó con una lanza el costado de Jesucristo. Al ver el oscurecimiento del sol y el terremoto, glorificó a Dios diciendo: “Verdaderamente, este era el hijo de Dios” (Mt. 27, 54). Se dice que se estaba quedando ciego y al dar la lanzada, una gota del Salvador cayó sobre sus ojos y lo dejó sano al instante por esta razón, supone que después de convertirse renunció a la milicia y se retiró a Cesárea de Capadocia, donde hizo vida monástica. La leyenda teje en torno a él una complicada historia, se cree que recogió sangre del Redentor en un vaso, que llamaremos Graal (1*), posteriormente sufrió martirio.
San Longino.
y cuenta la tradición que muy pronto cayó en manos de los perseguidores, que lo llevaron a juicio y el gobernador ordenó que se le quebrantaran a golpes todos los dientes y que le cortaran la lengua, pero aún así siguió hablando proclamando lo que le había sucedido, posteriormente fue decapitado.

Nos gusta su estampa sencilla y natural, de simple soldado que cumplió órdenes, crucificar, cerciorarse de la muerte de los reos, que no era un perseguidor como Saulo, sino alguien que estaba allí por razón de su oficio, indiferente a todo lo que no fuera su deber.

El deber le hizo coincidir con Jesucristo, que le esperaba en la cruz, asistió a los prodigios que rodearon su muerte, y un requisito técnico para comprobar ésta iba a provocar en él el gran cambio. Ante el Hijo de Dios otros se lavan las manos o gritan ¡Crucifícale!, él testigo accidental, o mejor, profesional, sabe ver lo que está viendo.
San Longino. Obra de Bernini. 1628.
Basílica de San Pedro en Roma.

La lanza de Longino, conservada en Constantinopla, fue un regalo del sultán Bayaceto al Papa Inocencio VIII, y la reliquia se conserva en san Pedro sobre la hornacina para la cual Bernini esculpió su mármol –brazos en cruz, la lanza en la diestra, el casco y la espada sus pies- como un atleta glorioso que contempla deslumbrado la luz de la altura con un gesto de énfasis en el que pone toda su vida.

Publicado en Cuenca, 15 de marzo de 2020. Actualizado el 15 de marzo de 2024.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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1* -Graal, etimológicamente grial se pronuncia graal en francés antiguo, galaico-portugués y en inglés medio “grazal” en los textos provencales y “greasal” en catalán. Parece ser una adaptación latina gradalis que implica la idea de un plato, escudilla o bandeja con viandas que es llevado a la mesa en diferentes momentos (gradus) de una comida.

FUENTES CONSULTADAS:

-Año Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.

-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.

-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.