lunes, 31 de agosto de 2015

El hierro hecho arte.

Vista la aceptación social que ha tenido la Exposición “EL HIERRO HECHO ARTE. El arte grutesco en la rejería del siglo XVI en la Catedral de Cuenca”. Se ha acordado el prorrogar la exposición un mes más,  para coincidir con la apertura de los colegios e institutos, dando así la posibilidad de que sea visitada por los alumnos en las primeras semanas de inicio del curso escolar.


Pudiéndose visitar la exposición durante todo el mes de septiembre en horario de mañana  de 10:00 a 14:00 horas y por la tarde de 16:00 a 18:00 horas de lunes a viernes. Los domingos de 10:00 a 17:00 horas.

El nacimiento a la vida


San Ramón Nonato, mercenario, redentor de cautivos.

 Santo Patrón de los partos, matronas, niños, embarazadas y personas acusadas falsamente.

Un santo poco conocido es San Ramón Nonato, representado como tantos otros, en las paredes de nuestra querida Catedral conquense. Su festividad es celebrada por la iglesia, el 31 de agosto y con él aprendí a descubrir los misterios de la vida, allá por los años sesenta donde todo lo relacionado con la procreación humana era un tabú difícil de roer. Os relato la historia tal como me sucedió, tendría por aquellos tiempos unos ocho o nueve años.
San Ramón Nonato. Trascoro de la
Catedral de Cuenca 


Esa mañana de domingo del mes de agosto paseábamos por la Plaza aprovechando las sombras que ofrecían los árboles que en línea recta se distribuían a lo largo de la Plaza en paralelo con la barandilla que da a la calle del Pilar (Pilares), las sombras nos libraban de la calima del estío veraniego, cuando María, la hija de la dueña de la tahona, embarazada se aproximaba a nosotros. Le preguntó mi abuelo ¿Cuánto te queda? ¡Ya he salido de cuentas, Sabino! ¿Vienes de rezarle a Ramón Nonato? Sí, es posible que dé a luz para su festividad.

Estábamos en la década de los sesenta y los niños no sabíamos nada sobre el tema de traer un bebe al mundo. Todo era nuevo para mí, la información sobre la sexualidad era un tabú difícil de roer y la inocencia de esos años se reflejaba en mí cuando le pregunté a mi abuelo qué era dar a luz y como se podía haber metido el niño en la tripa de esa mujer. Mira Josemari esos temas son más para que te los expliquen tus padres antes que yo, de momento vamos a la Catedral que te voy a hablar de San Ramón Nonato. Pregunté a mi abuelo ¿Nonato es el apellido del Santo? No, aguarda que ahora te explico estas cosas.

Nada más entrar en la Catedral nos dimos de bruces con el santo, está situado en  la nave Sur en el trascoro. Me hizo traer un reclinatorio con asiento y sentándose me comenzó a relatar su historia. Habla la tradición que su nacimiento fue el 2 de febrero de año 1200, en Portelluna población del municipio de Cardona, perteneciente a la provincia de Barcelona. Su madre embarazada de él, iba todos los días a rezar a una ermita que estaba a las afuera del pueblo dedicada a San Nicolás de Bari, allí frente a la Virgen con el Niño le pedía por el niño que llevaba en su seno. Replicando yo, en la tripa. Un día regresando de la ermita cayó al suelo muerta. Ese día el Vizconde de Carmona, D. Ramón Folh que había salido de caza, regresaba a su castillo, al verla tendida en el suelo, se bajó de su caballo y observo que estaba sin vida, y poniendo su oído sobre el vientre de la mujer sintió el latido del corazón del niño y cogiendo su daga le abrió el vientre extrayendo de su interior al niño. A los pocos días fue bautizado poniéndole el nombre de Ramón, que era el nombre del Vizconde, en agradecimiento a su intervención, quien lo tomó como ahijado. Josemarí, a los no nacidos por el método tradicional, siendo extraídos del vientre materno, se les llama NONATOS, no nacidos. ¿Cuál es el método tradicional, abuelo? Eso se lo preguntas a tu madre, que ya sois cinco en casa, no dándome más explicaciones.

Su festividad es el 31 de agosto, por eso dice María que posiblemente coincida su parto con su festividad. El Papa Gregorio IX lo nombró cardenal en el año 1239, pero no llegó a ocupar el cargo porque murió en el camino hacia Roma, el 31 de agosto del año 1240. Se le han atribuido muchos milagros, antes y después de su muerte.

Es anecdótico como se designó el lugar de su enterramiento, porque dos pueblos disputaban el tener sus restos, así que poniendo su cuerpo al lomo de una burra y tapándole los ojos le dejaron ir, acordando que donde se parara la mula allí sería el lugar elegido por el santo para ser enterrado, tras una larga marcha la burra llegó a la ermita de San Nicolás, donde su madre iba a orar por su nacimiento. Fue canonizado por el papa Alejandro VII en 1657.

Es el Santo Patrón de los partos, matronas, niños, embarazadas y personas acusadas falsamente.

San Ramón Nonato, fue fraile de la Orden de los Mercenarios, donde ingresa a la edad de 20 años. La Orden se dedicaba al rescate de cautivos, de manera que el fraile quedaba en el lugar de reo. En 1236 es llevado a Argelia, donde había gran cantidad de cautivos, quedando como rehén, esperando a ser rescatado cuando sus hermanos reunieran el dinero necesario para su liberación. En este periodo se dedica a consolar a los prisioneros, les hablaba de ese Dios que nunca nos olvida, llegando a convertir a prisiones y guardianes. Eso hizo encolerizar a los mandos, quienes le ponen un candado en los labios para acallar su predicación; únicamente le era retirado para alimentarlo. No bastó eso para que él siguiera con su evangelización.

Cuenca, 31 de mayo de 2015


José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico

domingo, 23 de agosto de 2015

LOS JUANES DE LA CATEDRAL


29 de agosto decapitación de San Juan Bautista.

Son muchas las horas contemplando la espléndida riqueza que posee nuestro Magno Templo y poco a poco van emergiendo cosas nuevas que han permanecido ocultas a los ojos de los visitantes, no por que estén escondidas sino por que no son apreciadas o pasan inadvertidas y más que otra cosa, por desconocimiento. 

San Juan Bautista es un personaje histórico importante para la religión Católica. Según los Evangelios bautizó a Jesús en el río Jordán (Lc. 3, 21-22 - Mc. 1, 9-11) y lo reconoció como el Mesías (Jn. 1, 25-34 – Mt. 3, 13-17).

Decapitación de San Juan Bautista. Anónimo Siglo XVI.
Catedral de Cuenca
La decapitación se ha usado desde la antigüedad como forma de ejecución. En un principio era la forma preferida de ejecución para personas nobles, al provocar menor sufrimiento en el reo. Roma la empleaba para los condenados que poseían la ciudadanía romana.
La festividad de la degollación de San Juan Bautista empezó a celebrarse en las ciudades de occidente antes que en la misma Roma, como lo menciona el Hieronymianum (1*), los dos sacramentarios Gelasianos y el "Liber Comicus" de Toledo, en el siglo VII.

La desaparición de Juan supuso el principio de la vida apostólica de Jesús. Con el arresto de Juan, por Herodes da comienzo la vida pública de Jesús, como está tallado en las arquerías del siglo XV en la Catedral de Cuenca. Juan fue encarcelado y decapitado por orden de Herodes en la fortaleza de Maqueronte. El dato lo encontramos en los Evangelios de San Marcos (Mc. 6, 16-29) y San Mateo (Mt 14, 3-12) y lo menciona Flavio Josefo (2*).

La Iglesia Católica celebra su festividad el 24 de junio, seis meses antes de la Navidad. Pero hoy lo traigo a estas páginas porque el 29 de agosto se conmemora su decapitación.

Iconografía del Rey Herodes
Catedral de Cuenca
La iconografía del siglo XV de la Catedral de Cuenca expresa en sus iconos este hecho histórico de la decapitación de San Juan Bautista; sus personajes fluyen entre las tallas en piedra del primer arco apuntado del lado Norte de la Girola.

Iconografía de Salomé
Catedral de Cuenca
Hoy es desconocido por mucha gente el por qué fue decapitado San Juan Bautista. Resumiendo diré que fue Herodes quien mandó detenerlo por que decía: “La Ley no le permite al rey Herodes tener a Herodias, la mujer de su hermano, como esposa” (Mt. 14,4). Herodes no se atrevía a matarlo. Aprovechó Herodías, la fiesta que dió por su onomástica Herodes y ver el interés que despertó, su hija Salomé, después de bailar para él y sus invitados. Herodes le freció dar cuanto le pidiera Salomé, hecho que aprovechó Herodías para incitar a su hija a pedir la cabeza del Bautista, diciéndole: “Quiero que ahora mismo me des, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista (Mc. 6, 25).

La iconografía cristiana durante la Edad Media intenta hacer accesible, a los iletrados, todo tipo de mensajes religiosos empleándose los atributos y símbolos de los santos que se fundamentan en la hagiografía, martirologios y leyendas piadosas para hacer comprender y entender los conocimientos que trasmitían los libros sagrados.

San Juanito. Capilla del Pilar
Catedral de Cuenca
Se le representa con un vestido hecho de pelos de camello, con un cinturón de cuero  a sus lomos (Mt. 3,4) y un manto rojo en recuerdo de su martirio. Si tomamos como base la palabra del Evangelio de San
Niño Jesús. Capilla del Pilar
Catedral de Cuenca
Lucas: “El niño crecía y su espíritu se fortalecía: vivió en el desierto hasta el día de su manifestación a Israel” (Lc. 1,80). Se puede representar al Bautista en edad infantil, como niño (Murillo, San Juanito y el Cordero 1670) La iconografía de “San Juanito” fue una creación del Renacimiento, surgida como consecuencia de la relajación de las formas y contenidos religiosos que acompañaron al Humanismo, pretendiendo dotar de más humanismo la figura de Jesucristo, dando un pape el más activo al entorno afectivo en los que creció. De este hecho podemos disfrutar en la capilla de la Virgen del Pilar de nuestra Catedral donde están las imágenes de San Juan y Jesús de niño. Estas dos tallas son de Nicola Fumo del siglo XVI-XVII, este escultor es italiano y fue considerado uno de los más destacados estatuarios napolitanos en madera de esa época, son de gran valor artístico. 

Otra representación de San Juan Bautista, tallada en bajorrelieve, lo encontramos en los sillares del
Talla de San Juan Bautista
Sillería del Coro
Catedral de Cuenca
coro realizado durante el obispado de  D. José Flórez Osorio (1738 a 1759) bajo la dirección del arquitecto, Fray Vicente de Sevilla, de la Orden de Ermitaños de San Francisco de Paula o Mínimos y Maestro Mayor de obras de esta Catedral. A sus órdenes trabajo el tallista Manuel Gasó al que le debemos gran parte de la obra del coro y  de la cajonería de la Sacristía Mayor.

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(1*) El Martirologio Hieronymianum es un catálogo de santos de los tiempos antiguos, apareció en la primera mitad del siglo VI. Fue llamado martirologio jeronimiano para revestirlo del peso de la autoridad de San Jerónimo.

(2*) Tito Flavio Josefo, (Roma, año 101) fue un historiador judío fariseo, descendiente de la familia de sacerdotes, hombre de acción, estadista y diplomático, siendo uno de los caudillos de la rebelión de los judíos contra los romanos. Escribió obras como “La guerra de los judíos, Antigüedades judías y Contra Apión”. Su obra fue preservada por los romanos y los cristianos.


José María Rodríguez González.  Profesor e investigador histórico.

Cuenca, 29 de agosto de 2015

viernes, 21 de agosto de 2015

San Julián Patrón querido y venerado en todos los tiempos


El primer examen del estado de sus exequias

Mis felicitaciones a Lucas Aledón por su pregón lleno de anécdotas y chascarrillos que lo hacen y distinguen por su forma de hacer. Un conquense querido por sus conciudadanos.

No puedo dejar pasar esta oportunidad para ofrecer algo más sobre nuestro gran Patrón San Julián.
Por suerte o casualidad cayó en mis manos un libro de la vida y milagros de San Julián escrito en 1692 y quiero refrescaros algunas cosillas que son interesantes y que se expresan en este libro. Creo que cuanto más nos aproximemos a la vida del Santo Patrón San Julián, más certero es su contenido y digno de ser creído al ser más real y menos figurativo o alegórico.
Cuerpo de San Julián. Inspección del año 1518

El cuerpo de San Julián estaba depositado en el altar de Santa Águeda, hoy desaparecido de la Catedral.

La piadosa devoción que los fieles le profesaban había deslustrado el altar de Santa Águeda. Aunque la sepultura donde reposaba el cuerpo del Santo era de piedra de sillería y estando elevado sobre el altar, con hierros y otros instrumentos lo habían dañado, con el afán de llevarse una reliquia a casa. Aunque delante estuviera protegido con rejas de madera actuando como defensa, llegaron  a hacer un agujero llegando se a ver la caja de madera en que estaba el Cuerpo del Santo, y empezaban ya a cortar astillas de ella. El agujero crecía más cuanto mayor era el número de milagros con que sanaban los dolientes de todo género de enfermedades; ya bebiendo en agua el polvo de la piedra de la sepultura, ya poniéndose al cuello parte de la madera astillada de las rejas y de la caja interior. Sus prodigios se extendieron por todo el reino. A unos enfermos de Toledo se les envió tierra del altar y sanaron.

Visto el éxito que estaba teniendo el Cabildo determinó cambiar de ubicación el cuerpo de San Julián y más cuando se corrió por la ciudad el bulo o llamémoslo, unos rumores, de que la Ciudad de Burgos, patria de San Julián, intentaba robar sus reliquias y viendo que el pueblo conquense quería certificar que su Patrón seguía con ellos en la Catedral pidieron ver sus restos. 

El primer registro y examen se hizo el 17 de enero de 1518, se encomendó a dos Prebendados que fueron D. Gómez Carrillo, Canónigo y Tesorero, y al Doctor Eustaquio Muñoz, Canónigo; los cuales invitaron al Licenciado Pedro de los Ríos y a D. Juan Yáñez, Inquisidor Apostólico y a otras personalidades eclesiásticas, para que se hallasen presentes, con escribano y testigos, haciéndose el domingo en la noche del día diecisiete de enero de 1518.
San Julián y Lesmes

Como la piedra que cubría la sepultura era muy grande, se llamaron canteros y oficiales que con los instrumentos adecuados levantaran un palmo la losa y se pudo ver y se vio que estaba el Cuerpo del Santo con “entereza cabal de sus vestidos y miembros”. Al instante salió del sepulcro un aire tan vehemente, “que pudo matar una candela” y con una fragancia suavísima, tan del Cielo, que ninguno acertaba a darle nombre, porque se le comparaba con fragancias terrenales. Unos la comparaban con el olor del ámbar, otros al árbol del Paraíso y otros a especies y confecciones aromáticas. Gozosos con el hallazgo se mando volver a cubrirle, determinando fabricar una caja de sabina en donde ponerlo.   

Estas y otras historias dan veracidad a los hechos ocurridos y hacen de nuestro Santo Patrón un personaje muy especial dentro de la historia verídica de Cuenca.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

Cuenca, 21 de agosto de 2015


miércoles, 12 de agosto de 2015

La fidelidad de los animales. Festividad de San Roque. fiesta del 16 de agosto

La devoción a San Roque en Cuenca

La fidelidad de los animales. El perro de San Roque

Este lunes, día 16 del mes en curso, se celebra la festividad de San Roque. Los devotos sacan su imagen en procesión por las calles del casco antiguo de Cuenca desde las diez de la mañana.

Recuerdo en mis años de niñez una pequeña anécdota  que me ocurrió por estas fechas, os la relato:

La mañana estival del 16 de agosto avanzaba subiendo a la Catedral con mi abuelo a Misa dominical. Decía mi abuelo que te quede claro, Cuenca tiene nueve meses de invierno y tres de infierno.

Culminábamos la calle de Alfonso VIII cuando un perro se nos acercó buscando nuestra comprensión. Como niño le hice una caricia, al llevar pantalón corto el animal me chupó la pierna en plan de agradecimiento. Eso dió pié para que me hablase mi abuelo de San Roque. Ese día recorrimos las capillas de la Catedral buscando al Santo. Tras la Misa en la capilla de la Virgen del Sagrario, nos sentamos frente a la capilla del Pozo o de San Roque, me hizo describírsela. El Santo tenía el sallo roto enseñando la pierna.
Perro de San Roque. Cuenca
¡Mira bien la pierna del Santo! Increpó mi abuelo. Contestándole, ¡parece que lleva una llaga!, claro porque es el Santo protector ante la peste y toda clase de epidemias, su intervención ha sido solicitada por los habitantes de muchos pueblos. De las pestes que se han padecido en esta ciudad como son las de 1196, 1492, 1508, 1509, 1652, la de la época de la Guerra de la Independencia y las dos invasiones del cólera morbo asiática, sólo se pidió su intervención en los años 1508 y 1509 en que se padeció la peste (1*). En las Actas del Concejo de 1588 se refleja la celebración de la festividad en agradecimiento a San Roque por librar de la peste a Cuenca, Albaladejito, Cólliga y Chillarón de donde es tu abuela Florencia.

¿Quién era San Roque? Mira Josemari, ¿te has dado cuenta que un perro acompaña al Santo? Pues claro, como el que nos ha acompañado a nosotros hasta la puerta de la Catedral. Según  Martirià Brugada, el gran historiador de la vida de los santos, San Roque pudo nacer por el año 1.300 en la ciudad francesa de Montpellier. Tras la muerte de sus padres vendió todos los bienes heredados repartiéndolos entre los pobres, haciendo realidad lo que dice San Mateo: “Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, luego ven y sígueme” (Mt. 19, 21), e inicio su peregrinación hacia Roma.
San Roque. Capilla del Pozo
Catedral de Cuenca (Fue robado el perro)

Teniendo conocimientos de medicina, al llegar a la ciudad de Acquapendente entró a trabajar en el hospital, logrando curaciones inexplicables entre los infectados de peste. Tras este periodo siguió su peregrinación hacia Roma. Viendo que había quedado afectado por la peste en la ciudad de Piacenza, situada en la llanura de Padana, en la orilla derecha del río Po, se retiró al bosque para no infectar a los vecinos. Recibiendo cada día la visita de un perro con un panecillo en la boca.

El amo del perro se llamaba Gottardo Pallastrelli, hombre acomodado. Viendo la acción de su mascota, cuenta la historia que el perro cogía del banasto de pan una pieza día tras día. Visto lo sucedido quiso averiguar que hacía el perro con el panecillo. Lo siguió hasta el bosque donde encontró al Santo moribundo,  llevándolo a su casa donde lo alimentó y curó las llagas de su pierna. Cuenta la historia que fue realmente el perro quien lo curó, después de lamerle las heridas de su pierna varias veces en el mismo bosque y que Gottardo lo alimentó hasta que se repuso, acompañando a San Roque hasta la misma Roma.

Con posterioridad volvió a su pueblo natal de Montpellier y a orillas del lago Maggiore unos soldados lo arrestaron acusándolo de espía, muriendo en prisión en el año 1379, a la edad de 32 años.
San Roque. Talla de la
Capilla de los Muñoz.
Catedral de Cuenca
Desde Venecia se extendió su culto al pedir su intercesión ante la peste del año 1477, fundándose la cofradía “Confratermità o Scuole di San Rocco” dedicada al hospedaje de enfermos de peste, ellos fueron quienes se encargaron de difundir su devoción,fundando capillas dedicadas a San Roque por toda Italia.

Desde finales del siglo XIV se convirtió en uno de los santos más populares. El Papa Gregorio XIII lo declaró Santo en el siglo XVI.

Hay una historia sobre el perro del Santo en la zona de Cataluña. Cuenta el “Costumari Catalá” que hace siglos, en la ciudad de Barcelona, el día después de la onomástica de San Roque se llevaban velas a las iglesias que disponían de  un altar en su honor, pero con la diferencia que esos cirios serán puestos en honor al perro. Era tan grande la devoción al perro de San Roque que ese día se permitía la entrada de ellos al templo, esta acción era basada en la aparición del perro por las calles ahuyentando a los canes que poseían la rabia para que no mordieran a ninguno de sus habitantes.

En Cuenca la tradición se ha ido manteniendo y se procesiona al Santo en su onomástica. Desde los años sesenta la imagen de San Roque se venera en la Iglesia de San Felipe Neri donde se rinde culto, anteriormente la procesión se organizaba desde la ermita de San Antonio “El Largo”, después se pasó a San Miguel  y en 1947,  la Congregación de San Roque se instala en la iglesia de San Nicolás, hasta su paso definitivo a San Felipe donde hoy en día se venera. 
Procesión de San Roque de 2015

Cuando salimos de la Catedral el perro se nos acercó de nuevo y cogiendo una lata que estaba en el suelo le di de beber agua que cogimos de la fuente de la Plaza. Mira Josemari, habría que explicar a la gente que abandona a sus perro por la calle la historia del perro de San Roque y hacerles ver que están haciendo una salvajada con estos animales dóciles que derraman todo su cariño en sus amos, quienes los abandonan sin ningún miramiento después de haber dado toda su amistad y su lealtad hacia ellos.


______________________
(1*) Crónica de la Provincia de Cuenca. Pedro Pruneda. 1869

Publicado en Cuenca, 15 de agosto de 2015
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico

FOTOS DE LA PROCESIÓN DE SAN ROQUE 2015:






domingo, 2 de agosto de 2015

El Moscas. El río olvidado de Cuenca

Un canónigo, un cangrejo, un niño y un río

Recuerdos de mi infancia navegan por mi mente, meses de estío en los que al despuntar el alba nos apresurábamos con las lamparillas a minar el río Moscas con la esperanza de hacer una buena nasa de cangrejos.

El río Moscas nace en el pueblo de Fuentes (Cuenca), tiene una longitud de unos 18 km y baña los términos de Las Zomas, Mohorte y La Melgosa, desembocando en el paraje del Terminillo de Cuenca capital. Antiguamente servía como lavadero de lana cuando Cuenca era uno de los principales centros textiles del país.

Cangrejo autóctono de los ríos de Cuenca
Parte de esta vega perteneció a mi familia hacia la mitad del siglo XX, desprendiéndose de ella a la muerte de mi abuelo, José María Rodríguez (El Baquerito). En mis años de niñez aún íbamos al amanecer con las lamparillas a pescar cangrejos.

La vega del río Moscas fue considerada un lugar agradable para el esparcimiento y la pesca del cangrejo. Aquí recibió su inspiración para escribir su epopeya “La Mosquera” el Canónigo de la Catedral de Cuenca, D. José de Villaviciosa, arcediano de Moya, inquisidor de Cuenca y primer Señor de Reíllo.

Como si estuviera ocurriendo ahora veo a D. José de Villaviciosa sentado a la puerta del lavadero de lanas de su dilecto amigo Pedro de Rávago, regidor perpetuo de Cuenca a quien dedicó su admirable poema épico burlesco, poesía de la ribera del río Moscas.

He de recordar, que en tiempos del Canónigo Villaviciosa, en el año 1615, el poema se imprimió por primera vez en Cuenca, bajo la dirección de Domingo de la Iglesia.

Según D. Antonio de Sancha, importante editor del siglo XVIII, en el prólogo de la edición de “La Mosquera” realizada en Madrid en el año 1777, nos habla de cómo era D. José de Villaviciosa: alto y grueso, bien proporcionado, de rostro sereno y despejado, de ojos vivos y negros y la nariz mediana y algo redonda.

Al canónigo le gustaba pasear por las frescas y apacibles riberas del Moscas y escuchar el murmullo cadencioso de las ondas del río. Recuerdo que a mí me gustaba tumbarme a la orilla para escuchar el ruido que hacía el agua y casi tocándola con la nariz, intentaba ver como los cangrejos andaban por el fondo del río.

El nombre del poema surgió del mismo río como lo indica en el canto primero que dice:

Y mi segunda patria y sin segunda

diga si su campaña menosprecia,

entre las dulces aguas en que abunda

con leves cursos y corriente recia;

la que sus campos fértiles fecunda;

el salado cristal que tanto precia

del río Moscas, grande en el provecho,

que a Júcar paga el caudaloso pecho.


Los  productos de la huerta del río Moscas gozaban de una merecida fama, calidad y sabor que, en los comienzos del siglo XVII, se atribuían al efecto del agua salada del río con la que se regaba las huertas de la vega Tordera. De ello hace referencia en otra estrofa que dice:

Con lento paso por su vega amena

los espaciosos campos fertiliza,

y su hermosa ribera colma y llena

de mil frutos sabrosos y hortaliza.


Al  moscas tiene Cuenca por remate

y adorno principal de su hermosura,

que con limpios cristales y salados

le da mejor los frutos sazonados.


Era de dominio público que en el mercado, las mujeres se interesaban por adquirir las verduras y hortalizas en los puestos de las hortelanas cuyas huertas estaban afincadas en la Alameda baja de Aguirre y en los márgenes de la reguera de Santa Ana, porque eran más sabrosas, cualidad que atribuían a que se regaban con el agua salobre del río Moscas.

Con esta intermisión histórico-poética he querido traer al recuerdo el río olvidado de Cuenca, porque en nuestra ciudad son tres los ríos que la riegan: Júcar, Huécar y Moscas.

Cerrando la disertación y sin querer hacerle competencia a D. José de Villaviciosa, pongo mi granito poético.  El Moscas de mi niñez” que lo escribí en 2012

Recuerdos olvidados del pasado,

que navegan con las aguas claras del río

recuerdo de infancia ocurrido

en tiempo de ocio y estío.


Mirar inquieto esperando,

la llegada del cangrejo de río

a la trampa mortal ignorando

el destino eminente, de ser cocido.


Tardes de campo y juego,

de trucha y cangrejo,

de familia y baños de río,

hacen del lugar recuerdos de niño.


José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico

Cuenca, 3 de agosto de 2015