martes, 13 de diciembre de 2016

Santa Lucía, el más corto de los días

"Por Santa Lucía, acorta la noche y alarga el día"

Así reza en el refranero castellano. Pocas veces se equivoca el refranero, pero esta es una de esas veces y eso se debe al cambio de calendario que se realizó a finales del siglo XVI por el Papa Gregorio XIII, con el cambio decretado en 1582. Después de precisas observaciones astronómicas se paso el solsticio de invierno del 13 de diciembre, el actual 21. El dicho popular sólo hacía referencia a la celebración del Solsticio, cuando el Sol estaba más bajo que en el resto del año, acortándose el día. La tradición sigue en algunos pueblos celebrándolo, encendiendo hogueras y el refranero ha seguido presente en los dichos de los pueblos como: “Por Santa Lucía, achican las noches y agrandan los días”.

Pero si nos atenemos al santoral cristiano, hoy día 13 de diciembre se celebra Santa Lucía. Joven del pueblo de Siracusa (Sicilia - Italia) que vivió en el siglo IV, padeció el martirio durante las persecuciones de Diocleciano. Es venerada en la Iglesia Católica, Ortodoxa y Luterana.

También se celebra hoy la festividad de Santa Otilia, fue abadesa de Hohenbourg (Estrasburgo) y vivió en Alsacia en el siglo VII, ambas santas son patronas de la vista.

Santa Lucía.
Retablo de La Virgen del Alba
Catedral de Cuenca.
Foto: José María Rodríguez
Con respecto a Santa Lucía, según la leyenda diré que se trata de una joven siciliana, quedó huérfana de padre y su madre Eutiquia, dispuso para ella una buena boda con un joven de familia de buena posición; ella habiendo hecho voto de virginidad se negó a su casamiento. Su madre enfermó y Santa Lucía le hizo prometer que si conseguía su curación rompería el compromiso matrimonial. Así que peregrinaron a la tumba de Santa Águeda, célebre mártir de Catania, una vez que sano su madre, ella se vió libre del compromiso de casamiento pero el Joven novio la denunció como cristiana que era y al no querer renegar de su fe, perdió la vida siendo atravesada su garganta con una espada. Su muerte se ubica por el año 304 d.C. Debido a su nombre, que según la Leyenda Áurea significa “Luz”, se la convirtió en patrona de la vista, por ello se le representa en la iconografía con un par de ojos en un plato a partir del siglo XIV. Una talla de Santa Lucía podemos encontrarla en el lado derecho del retablo de “La Virgen del Alba”, de la Catedral de Cuenca.

Santa Otilia es invocada para las enfermedades de la vista, por haber nacido ciega y posteriormente haber recuperado la vista. Santa Otilia era hija del duque alsaciano Adalrico, por desgracia para ella nació ciega y sus padres la entregaron a una criada que la llevó al monasterio de Balma, donde, después de haber sido bautizada empezó a ver. Su vocación nació de los años que vivió en el monasterio por lo que su padre fundó el monasterio de Hohenbourg para ella del que fue abadesa. Allí vivió santamente hasta su muerte en el siglo VIII. Su leyenda dice que murió sin haber podido recibir el Viático, por lo que resucitó, tomó las Sagradas Especies y a continuación volvió a morirse. Es representada vestida de abadesa, con un libro abierto sobre el que reposan dos ojos. Esta santa en un principio se llamaba Odilia, pero a partir del siglo XV, en Baviera se le llamó Otilia, nombre por el que se le conocía en Alsacia, región francesa cuya capital era Estrasburgo.

Cuenca, 13 de diciembre de 2017


José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico

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