viernes, 18 de septiembre de 2015

Don Fernando, el infante conquense




El hijo de Doña Leonor de Plantagenet nacido en Cuenca hace 826 años


Se aproximaba el día de mi cumpleaños y como todos los domingos subí a casa de mi abuelo para acompañarlo a su misa dominical. Hacía un frío invernal ese 18 de noviembre, con nuestra bufanda anudada al cuello partimos para la Catedral.

Capilla Honda


¿Sabes Josemari en que mes estamos? Quedé sorprendido ante la pregunta de mi abuelo, contestando, si Noviembre, ¿sabes que personaje importante nació en este mes aquí en Cuenca? Pues no se me ocurre, ¡que conste que yo nací en este mes! ya Josemarí, pero tu tal vez llegues a ser importante algún día. Unos nacen y otros se hacen un hueco en la historia. Me refiero que en este mes, el domingo 29 de noviembre de 1189 nacía Don Fernando de Castilla, hijo de Alfonso VIII, heredero y sucesor al trono de Castilla. Entonces Cuenca se vestiría de gala por el acontecimiento, si abuelo, ¿me contarás lo que sucedió en ese nacimiento? Sí pero después de misa porque de lo contrario no llegaremos a ella. Vale, contesté muy contento. Subimos las escaleras de la Catedral y enfilando la nave Sur  llegamos a la capilla Honda. A mi abuelo le gustaba sentarse en los sillones de madera. En medio de la capilla una estufa circular de chapa con un tubo largo que acertaba a salir por la ventana derecha conducía el humo al exterior de la estancia. Al lado contrario un cajón de madera que contenía troncos de leña. ¡Josemari, atiza el fuego de la estufa, mete unos leños que esto esta frío! Levantándome presuroso, cogí dos tarugos y unas teas y los metí dentro de la estufa, pronto la chapa cogió un color rojizo y el lugar templó el frío. 
Rey Alfoso VIII y Leonor de Plantagenet

Al terminar la Misa nos quedamos sentados en nuestros asientos y una vez que el público salió nosotros permanecimos allí y comenzó mi abuelo:
Los padres de la reina fueron, la gran Leonor de Aquitania, por derecho propio duquesa de Aquitania y Guyena y condesa de Gascuña y reina consorte de Francia (1137-1152) y reina consorte de Inglaterra (1154-1189) y su padre Enrique II Plantagenet, Rey de Inglaterra, Duque de Normandía y Aquitania y Conde de Anjou. Emplearon a la joven Leonor de Plantagenet como pieza de ajedrez casándola con nuestro joven rey D. Alfonso VIII. Ella tenía 10 años y él 15. La mayoría de edad se tenía a los 14 años. Su matrimonio sirvió para reforzar nuestras fronteras con Francia.
Doña Leonor tuvo a lo largo de su vida diez hijos. Don Fernando  nació en Cuenca, fue el sexto, pues antes nacieron: Berenguela (1179-1246), Sancho (abril 1181 - julio 1181), Sancha (1182 -1184), Urraca (1186-1220), Blanca (1188-1252) y Don Fernando que nació el 29 de noviembre de 1189 y murió en Madrid el 14 de octubre de 1211, heredero de la Corona de Castilla. Y después nacieron: Mafalda de Castilla (1191-1204), Leonor (1190-1244), Constanza de Castilla (1195-1243) y Enrique (1204-1217) que sucedió a su padre, Alfonso VIII, con el nombre de Enrique I.
Familia medieval
El nacimiento de Don Fernando vino a coincidir con la terminación de la guerra que sostenía Castilla con el reino de León, cuyo monarca pidió la paz ese mismo año, siendo una de la cláusulas de capitulación el matrimonio con la infanta Doña Berenguela, hija mayor de Alfonso VIII.
Como la codicia no tiene límite, te diré que Doña Berenguela había sido prometida con capítulos matrimoniales y firmados al hijo de Federico I, Emperador de Alemania, el apuesto Conrado Barbarroja; pero al nacer Don Fernando, que heredaba el trono de su padre se deshizo el acuerdo. De no haber sido varón el nacido, el trono lo hubiera heredado su hermana y Conrado hubiera sido rey consorte.
Es de suponer, abuelo, que la ciudad de Cuenca celebraría el acontecimiento. Mira Josemari, aun cuando nada dicen las crónicas, que hasta ahora se conocen, de la fiesta con que se celebraron tales acontecimientos, es indudable que las hubo. Como te he dicho eran tiempos de continuas batallas y con ello también eran aficionados a la buena y abundante mesa, es de suponer que aprovecharían el acontecimiento para aumentar el condumio de los varios yantares diarios, el almuerzo a la hora tercia, luego la merienda y después la comida del anochecer que tiempos más tarde la llamarían cena. ¿Y que se comía entonces? Pues la carne de caza en abundancia, entre platos de huevos, cuajadas y dulces irían los yantares que con sólo el cuchillo y la cuchara tomarían de las bandejas, que el tenedor es mucho más moderno, aunque la gente bien, cumpliera los preceptos que luego había de ordenar Alfonso X para ser enseñada a los príncipes: “non les deben consentir que tomen el bocado con todos los cinco dedos de la mano, para que non les fagan grandes”.
Partera
¿Sólo lo celebraron comiendo? No, los caballeros se divertirían bohordando o tirando con arco  y ballesta, sirviendo a la vez de distracción pública, mientras los plebeyos tiraban a la barra, lanzaban piedras o jugaban a los bolos y quién sabe si ya conocerían las vaquillas enmaromadas, que siempre fueron los conquenses aficionados a los toros y en el patio del Alcázar los disfrutaran.
¿Don Fernando se crió en Cuenca? Su niñez la pasó en esta misma ciudad como tú y tan conquense como el que más. Don Fernando alimentó las esperanzas de sus padres y de los súbditos con su valentía y buen carácter. Sin embargo, murió en 1211, con tan sólo veintidós años, tras una expedición  contra los musulmanes por Montánchez y Trujillo.
¿Se sabe algo más de Don Fernando? Si, al comienzo del siglo XIII el único enemigo que le quedaba a Alfonso VIII era los almohades. Había sufrido una derrota en Alarcos y es de suponer que tuviera sed de resarcimiento. La lucha contra musulmanes era una fuente de prestigio al estar apoyada por el Papa. Alfonso VIII decide no renovar la tregua con los Almohades en 1210 y prepararse para la confrontación. El infante Don Fernando, hijo de Alfonso VIII, era uno de los mayores partidarios de no renovar la tregua y escribió al Papa Inocencio III en 1210 explicándole sus deseos. El Papa responde ese mismo año exhortando a los obispos hispanos a que propusieran la guerra en sus diócesis y concedieran a los participantes en la lucha los mismos derechos que a los cruzados. Como se ve Don Fernando era un joven valiente que acompañaba a su padre en las batallas que se celebraron durante su existencia. En 1211 a su regreso murió en Madrid de fiebres. 
Las esperanzas que se pusieron en la persona de Don Fernando se fueron al traste, ocasionando un profundo dolor con su pérdida. A su muerte el trovador Guiraut de Calanson señala que Don Fernando era “agradable en toda acción” y “amable” en el aprecio tanto de la dama como del caudillo, como demuestra el planh (1*) de Guiraut de Calanson, las affabilitas (las virtudes) está bien documentada en la poesía trovadoresca de la corte de Alfonso VIII.
Sepulturas de Alfonso VIII y Leonor
Decían de Don Fernando: “Si Dios hubiera placido amar tanto a este mundo, debiera haber sido caudillo e guía, Fernando, el hermoso, el bueno, el agradable en toda acción, el liberal, el franco, el valiente y el amable, con el que parecía que fuesen compensadlos el Joven Rey, Ricardo el famoso y el conde Jaufré, los tres valiente hermanos, a quienes se parecía en cuerpo y facciones, y en magnanimidad y en ser padre de todos los bienes, que ahora es dolor de valentía y de generosidad”.  Como ves el planh (1*) destaca primero  la belleza del infante y luego afirma su parecido físico con sus tres tíos: Guillermo de Inglaterra, el famoso Ricardo Corazón de León y el conde Godofredo de Bretaña, cuya agradable presencia física se suponía.
Después de estas explicaciones salimos de la Catedral enfilando la calle de Alfonso VIII. Ese día aprendí que nuestra ciudad fue lugar de reyes e infantes y que Cuenca fue cuna de un gran hombre que se vio truncada su vida por la enfermedad y con ella el futuro de esta ciudad.
Cuenca, 18 de noviembre de 2014
José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico

 
Fuentes:
-          (1*) Planh: Obra lírica.
-          “Leonor de Plantagenet y la consolidación castellana en el reino de Alfonso VIII”. José Manuel (2012).
-          Poesía juglaresca y juglares. Orígenes de las literaturas románicas. 1942. Madrid. Austral 1991.
-          “Curia y cortes en el reino de Castilla”. Las cortes de Castilla y León en la Edad Media. Vol.1 Valladolid: Cortes de Castilla y León, 1988. 104-51
-          Los trovadores en España. 1861. Barcelona CSIC, 1966
-          La Literatura en la corte de Alfonso VIII de Castilla. Antonio Sánchez Jiménez.

  

3 comentarios:

  1. Como siempre gracias por tus publicaciones. Esta es muy interesante.

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  3. Ya estaba echando de menos las enseñanzas que tuviste de tu abuelo. Gracias Chema como siempre archivo.

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