domingo, 27 de junio de 2021

Hoy, 28 de junio, festividad del Sagrado corazón de Jesús.


La fiesta del Sagrado Corazón de Jesús
    Dos siglos antes de las revelaciones del Sagrado Corazón a Santa Margarita, adoraban ya los fieles de la ciudad de León al Corazón divino, y aun se puede afirmar que la adoraban como al Rey. Prueba de ello la tenemos en el portapaz gótico de plata dorada con la imagen de Nuestra Señora y de su Hijo muerte que descansa en el regazo materno. En el centro de este portapaz que los fieles besaban en la misa, había un Corazón esmaltado de rosicler, con la inscripción Jesucristo.
En un artístico tríptico de la misma época y de la misma ciudad de León, se representa  a Jesús en la adolescencia, teniendo en la mano derecha su Divino Corazón coronado por llamarada de fuego y en el pecho clavada en el lugar del Corazón una flecha, símbolo del amor infinito de Jesús.

    Nuestros santos del siglo XVI vivían todos ellos enamorados del Divino Corazón de Jesús, aunque no lo nombraran explícitamente. Teresa de Jesús era más que nada Teresa del Corazón de Jesús: el lazo fuerte de amor unía sus dos corazones. Juan de la Cruz, que tanto sabía de amores, volcaba sus penas y sus amores en el Divino Corazón de Jesús crucificado. Ignacio de Loyola y sus discípulos no eran sino un haz de ardientes corazones rendidos y cautivados por el Divino Corazón, cuyo reinado propagaban y defendían con celo insuperado. Uno de los discípulos de Ignacio, en venerable Padre Luis de la Puente, fue el grande y providencial maestro de espíritu de la insigne precursora española de santa Margarita María, una humilde virgen, gloria de Valladolid y de España, la venerable Marina de Escobar.

    Permaneció casi toda su vida oculta y enferma en su pobre casa de Valladolid, pero muy favorecida y regalada con frecuentes apariciones del Señor, en las que le muestra el amor sin medida de su Divino Corazón. Describe la santa que en febrero de 1622, estando en mi  recogimiento, vi que el pecho de Jesucristo que estaba en el cielo, bajaba hasta la tierra en escala… me llevaron al pie de ella los ángeles y comencé a subir… hasta llegar a lo angosto de la escala que estaba arrimada al pecho de mi Señor, el cual me entró por aquel estrecho en el secreto de su divino pecho…”.
    Hay una aparición que recuerda, aun en los términos, la principal a Santa Margarita, Dice así: “Estando delante de nuestro Señor, tratando con su Majestad de esta mi miseria y flaqueza, y diciéndole…: Mi Señor, yo veo que mis culpas y maldades son y han sido muchas y muy grandes… ¿Qué haré, Señor y Corazón mío? ¿Qué quieres que haga? Diciendo estas cosas y otras vi que abrió Cristo su sagrado pecho y me mostró su  santísimo Corazón encendido y hecho un fuego de amor. ¡Mira! Este amor tengo para con vosotros. 

    Esta festividad fue aprobada, en primer lugar, en el año 1689, por el obispo Langres para su diócesis, y poco después se celebró en la de Lyón. En 1697, el Papa Inocencio XII extendió la fiesta a todas las iglesias de la Orden de la Visitación, a la que pertenecía la Santa y al año de 1765 se celebró en todas las diócesis de Francia. Finalmente en 1856, el Papa Pío IX mandó celebrarla en toda la Iglesia; león XIII la elevó en 1888 al rito de primera clase y Miserentíssimus del 8 de mayo de 1928.
    
    Siendo Obispo de Cuenca, D. Incendio Rodríguez Díez, el 16 de junio de 1940, la ciudad de Cuneca se consagró al Sagrado Corazón de Jesús y se propuso elevar un monumento en su nombre.

Publicado en Cuenca, 28 de junio de 2019.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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