viernes, 10 de enero de 2020

San Pedro de Orséolo (928-987)

   Nació en Urdine en una de las familias más poderosas de la República de Venecia. A los 20 años fue nombrado comandante de la flota veneciana. Prestó servicios distinguidos como soldado, dirigió campañas exitosas contra los piratas dálmatas. Cuando se acercaba el fin del primer milenio y Venecia va a iniciar su época más gloriosa de poderío y fastuosidad toma la decisión de apartarse del mundo.

En el año 978 resulta asesinado en una revuelta el candidato a Dogo, Pedro IV y según el cardenal Pedro Damián posiblemente Pedro Orséolo tomó parte en la conspiración, pero también es verdad que nunca llegó a demostrarse. Luego fue él quien lo sucedió como Dogo. Durante el periodo que ejerció de Dogo demostró un gran talento para restaurar el orden en Venecia y una gran generosidad. Construyó hospitales y ayudó a viudas, huérfanos y peregrinos. Reconstruyó a sus expensas el palacio del Dogo y la capilla Ducal (hoy Basílica de San Marcos) que habían sido quemadas durante la revuelta.
Basílica de San Marcos en Venecia

El día 1 de septiembre de 978, sin avisar a nadie, sin prevenir siquiera a los suyos, renuncia a todos los honores y a la fortuna, sale de Venecia ocultamente y marcha en peregrinación a un monasterio del Pirineo Resellonés, San Miguel de Cuxá, donde se hace monje benedictino.

No le bastará una decisión tan radical, y al cabo de unos años elige una vida más solitaria, será ermitaño cerca del monasterio que la confirma y siglos después le canoniza la iglesia en el año 1731.

Cuenca, 10 de enero de 2020.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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