miércoles, 14 de junio de 2017

El regusto de hacer novillos


La inconsciencia de los chicos y chicas en los último días de instituto.

Hace unos días me encontré por la conserjería del Instituto a una mujer toda preocupa por su hijo. Había recibido en su móvil el aviso de la falta de su hijo a clase, sin corta ni perezosa se personó en el centro en busca de él, se le notificó su ausencia. Sin pensar más salió en busca del niño al parque de los Moralejos. No sé qué sucedería después, pero es una postura valiente la de esta madre.

Estos días finales de curso cuando se centra la docencia en la terminación de los temas de las materias y recuperaciones, las clases son más relajadas y los chicos se ausentan sin permiso alguno de los Institutos, los profesores pasamos listan hora tras hora y estas faltas llegan de inmediato a los móviles de sus padres. Hoy he sido testigo de la inconsciencia juvenil y desde lo alto de la pasarela que une el Parque de los Moralejos con los Institutos he visto a chicos y chicas por el puente del Sargal en bañador, deslizándose por debajo de ésta con el peligro que ello entraña y bañándose en las aguas del Júcar, poniendo en riesgo su integración física mientras sus padres están creídos que sus hijos están en las clases. ¿Dónde está la policía local en estos casos?

Fotografía realizada con el móvil desde la pasarela que une el
Parque de los Moralejos y los institutos. 11.00 horas del 14-06-2017
Indudablemente son muchos los chicos que a estas edades hacen novillos, esta conducta no se le da la importancia que tiene.  Si no hay una respuesta directa de los padres y autoridades, estas faltas ocasionales se convierten en frecuentes, llegando a ser lo habitual en algunos casos.
El absentismo obedece normalmente a una tónica común, el chico percibe que es mayor y haciendo lo que desea se reafirma en su capacidad de decisión.

En estos días cuando el calor se afirma en las aulas y a veces hay que hacer grandes esfuerzos para que los alumnos atiendan, para ellos se convierte en un aburrimiento el asistir y por ello deciden hacer otro tipo de actividad.

Durante el curso cuando las faltas son elevadas y el absentismo es más frecuente suelen producirse consecuencias graves en el aprendizaje del alumno como:

-          - Descenso del rendimiento académico, convirtiéndose en bajas calificaciones.
-          - Escaso desarrollo de la autonomía y responsabilidad.
-       - Caen en redes nocivas que les llevan al consumo de sustancias nocivas y aparecen en sus vidas las malas compañías.

¿Qué conducta deben de tener los padres ante estas ausencias a clase?
1º Cuando se falta a clase no se debe de quitar importancia y hacer ver el valor de su asistencia.
2º Hacerle comprender que ha hecho mal y aplicar una disciplina positiva porque el chico o la chica necesita apreciar las necesidades de los límites a los que puede llegar.
3º Hablar con ellos, escucharles y ayudarles a pensar para que pueden comprender que deben de cambiar de actitud con relación a la asistencia a las clases.
4º Es importante desarrollar en ellos la responsabilidad de sus actos, por lo que es importante empezar antes de su incorporación al instituto.
5º Explicarles que el ser adulto implica ser responsable de sus actos.
6º Atajar con firmeza desde un principio las faltas, antes de que se conviertan en algo habitual en ellos.
7º Prestar atención a su desarrollo educativo, asistiendo a las reuniones con los tutores y los profesores que les imparten las clases.
8º Acudir a un especialista si estas conductas se acrecientan por cualquier circunstancia.
9º Motivar el esfuerzo realizado aunque no consiga los objetivos trazados.
10º Educar con el ejemplo. Los padres son un espejo donde ellos se reflejan y la conducta hacia ellos y su dedicación continua, evitan muchos quebraderos de cabeza durante el periodo de formación.

Cuenca, 14 de junio de 2017

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.


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