LAS VIDRIERAS DE LA
CATEDRAL DE CUENCA EN SU 20 ANIVERSARIO
El mensaje de los
vitrales
Serena mañana llena de luz, pasan las horas en el interior
catedralicio contemplando el avance de los colores proyectados sobre sus muros de
piedra, polémica social en un principio, que dió paso al alegre cantar de los matices
cálidos al disfrutar del espectáculo colorido que se experimenta a través del
discurrir de las estaciones como lo expresé en la obra “Manto de Luz”. Hoy
quiero traer claridad a los hechos, en el veinte aniversario de esa mañana de
1990, del episcopado de nuestro Obispo Monseñor Guerra Campos (1973-1996) donde
se plasmaron los acuerdos entre la Consejería de Educación y Cultura de
Castilla-La Mancha y el Cabildo para devolver el esplendor lumínico al interior
de la Catedral.El 24 de abril de 1995 se inauguraba las nuevas vidrieras de la
Catedral conquense.
Gustavo Torner. Vídriera de la Nave Real |
No se obró sin sentido para confeccionar tal magna obra. El
Cabildo elaboró un programa de contenido que fue facilitado a los artistas
seleccionados, ofreciéndoles una orientación iconográfica sobre el mensaje que
debía transmitir las vidrieras. No podría ser otro que la Historia de la
Salvación: Creación, Redención y Glorificación.
Se encargó la obra al arquitecto D. Magín Ruiz de Albornoz y
al maestro vidriero Henri Dechanet. Los artistas que intervinieron en la
realización de los bocetos empleando el
lenguaje artístico de la Cuenca abstracta, fueron: Gustavo Torner (20), Gerardo
Rueda (12), Bonifacio Alonso (24)y Henri Dechanet (30).
Terminados los bocetos por los artistas, fueron sometidos al beneplácito del Obispado y
del Cabildo, elaborando un informe sobre la obra la Comisión de Patrimonio
Histórico de Cuenca. Aprobados los trabajos, fue la Cooperativa de vidrieros
“VITREA” los encargados de hacerla realidad bajo la dirección del maestro
vidriero Henri Dechanet. Se encargaron los vidrios, con la gama cromática
elegida, a la fábrica francesa de Saint Just.
Creación |
El programa iconográfico que desarrolla Gustavo Tornes fue la
Creación, aludiendo al Big Bang, a la creación del mundo, a la cadena ADN y las
lenguas de fuego de Pentecostés. En las ventanas de la bóveda, con círculos
amarillos, representa a la gran explosión cósmica del Big Bang. En el lado de
la epístola de la Capilla Mayor, se representa el ADN, simbolizando el árbol de
la vida, plasmando con bolas de diferente tamaño y distinto color los
diferentes átomos, disminuyendo de tamaño a medida que va evolucionando la
materia y se hace más compleja.
ADN |
En otra vidriera se representa la creación del hombre. Entre
las líneas cromáticas y las burbujas de color amarillo aparece un ángulo casi
recto determinando la creación del hombre como único ser racional, tomando una
tonalidad más oscura que el resto del vitral, representando el pecado del hombre
frente a la pureza de la Creación.
En otra de las vidrieras con tonalidades azules y
fragmentadas con una recta que separa ambas tonalidades, de nuevo vuelve a
representar al hombre, su conciencia e inteligencia. En la parte baja tres
semicírculos a distintas alturas simbolizan la redención del hombre y el
encuentro de nuevo con su creador, alcanzando la Gloria Eterna. En la parte
Norte de la nave central, llamado del Evangelio, las tonalidades son algo más
claras que las del Sur, en ellas se reproducen los
colores cromáticos de los atardeceres de Cuenca en las distintas estaciones del
año.
Retorno del alma al Cielo. Perfección de Dios |
En la nave del Alba,Gustavo Torner dispuso de cinco vitrales,
dos de ellos están colocados sobre las lápidas de piedra de los obispos que ocuparon las primeras sillas
episcopales de la diócesis de Cuenca. En ellos con las franjas horizontales que
componen el vitral, con una diferencia cromática considerable, quiso simbolizar
la subida de las almas al cielo.Los otros tres vitrales, junto con el rosetón, con
nerviación ondulada vertical, incorporando burbujas circulares amarillas, con
una mayor concentración según seelevan, simbolizan como la creación torna a su
Creador. representado por el rosetón con formaciones de ocho espacios, con ocho
cruces suspendidas en ocho brazos y en el centro el círculo, símbolo de lo
eterno, de lo absoluto de la perfección de Dios.
Valga con ello mi homenaje al artista conquense, Gustavo
Torner, en su noventa cumpleaños.
Cuenca, 1 marzo de 2015
José María Rodríguez González. Profesor e investigador
histórico
Fuentes documentales:
Histocuenca II “La Catedral de Cuenca”. Obra
Social de Castilla La-Mancha. 2006. Luz de cristal. Lara y Laura Martínez.
“Palabras de cristal: las vidrieras
contemporáneas de la Catedral de Cuenca”. Comunicación y Hombre. Laura y Lara
Martínez, María. 2014, nº10, pp.
121-130.
Historia visual del Arte. Claude Frontisi
(Edit.Larousse)
La historia del Arte.
E.H.Gombrich. (Edit.Debate).
La vidriera española.
(Edit.Nerea)
Fotografía: © José
María Rodríguez González
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