miércoles, 19 de abril de 2017

Un libro puede cambiar tu vida. Día internacional del libro

Libros, caminos y días dan al hombre sabiduría”.


Recuerdo algunos libros con cierto cariño que de alguna manera influyeron en mí, haciéndome despertar el interés por la lectura en mis años jóvenes, el primero fue “La Madre”, de Pearl S. Buck, su contenido constituye un puente entre nuestro mundo y el país asiático en un marco histórico de la década de 1930, y el otro fue el de los “Tres  mosqueteros”, de Alexandre Dumas, libro ambientado en el reinado de Luis XIII de Francia, como todos sabéis narra las aventuras del joven Dartañán en su intento en convertirse en mosquetero del rey, libro que leí de un tirón.

Es alarmante cuando oyes y lees en los medios de comunicación que el 39% de los españoles no leyeron nunca un libro, cifras del año 2015. El Día Internacional del Libro nos conciencia en esta asignatura pendiente que tenemos. Desde el año 1995, promovido por la UNESCO, se viene celebrando el día de la lectura. El 23 de abril de 1996 se inició en varios países y en 2008 la alcanzó la celebración a la mayoría de los países del mundo.

Como investigador no puedo pasar por alto explicar la elección del 23 de abril como el “Día Internacional del Libro”. El rey Alfonso XIII firmó el 6 de febrero de 1926 un Real Decreto por el que se creaba oficialmente la Feria del Libro Español coincidiendo con el nacimiento de Cervantes, pensándose que había nacido el 7 octubre, por lo que se estableció ese día como el más idóneo para dicha celebración.
Como siempre hay alguien que se le ocurre la idea, y este fue el escritor valenciano Vicente Clavel Andrés, quien propuso a la Cámara Oficial del Libro de Barcelona, esta fecha del nacimiento de Cervantes, aprobándose su celebración en marzo de 1925, coincidiendo el primer año con la Exposición del Libro Español de Buenos Aires.

En el año 1930, se instauro la fecha el 23 de abril, enraizando rápidamente por todo el territorio nacional, pero en la zona de Cataluña fue diluyéndose poco a poco al coincidir la festividad con la “Diada de Sant Jordi” (Día de San Jorge), haciéndose tradicionalmente en Cataluña, el intercambio de regalos de una rosa y un libro entre las parejas y personas queridas.

En el año de 1995 la Conferencia General de la UNESCO decide aprobar su celebración el 23 de abril para rendir un homenaje universal a los autores y a los libros al pensar que en esa fecha exacta se daba la coincidencia del fallecimiento de tres grandes personajes de la literatura: Cervantes, Shakespeare  y Garcilaso de la Vega.

El tomar el 23 de abril como fecha exacta del fallecimiento de los tres personajes es un error que se ha venido cometiendo desde el día de su instauración. Si tomamos a Miguel de Cervantes Saavedra, como primer nombrado, no murió un 23 de abril, sino el día 22 de abril. Figuró la fecha del 23 durante muchos años debido a que por aquella época de 1616 era costumbre consignar como fecha de fallecimiento la del entierro, figurando así en el “libro de difuntos”, del archivo parroquial de la Iglesia de San Sebastián de la calle Atocha de Madrid, en el libro 4º folio 270.

Con relación a William Shakespeare, el error parte del calendario juliano. En 1616 regía este calendario en Inglaterra; si tuviéramos que cuadrarlo en nuestro calendario actual, que es el calendario gregoriano, nos encontramos con que Shakespeare habría fallecido once días más tarde, por lo que estaríamos hablando del 3 de mayo.

Si hablamos de Garcilaso de la Vega, son muchos los historiadores, investigadores y expertos que no se ponen de acuerdo con la fecha exacta de su fallecimiento que se toma como el 23 de abril de 1616. Hay inscripciones en la que aparece el 22 de abril y en otras el 23 e incluso el 24 por lo que es difícil el constatar cual de los tres días fue el del fallecimiento, posiblemente pueda ocurrir lo que nos pasa con la muerte de Cervantes que fallece un día y es enterrado en otro.

Esto se puede tomar como anecdótico, lo importante es el tener un día de celebración donde se recuerde la necesidad de leer. En muchísimas ocasiones hemos sido y seguiremos siendo testigos de que un libro ha hecho la fortuna de un hombre o que ha cambiado su vida. Un libro es un amigo que te espera pacientemente, que te descubre mundos sin necesidad de moverte de casa, que te abre puertas al conocimiento infinito.

Terminaré con un proverbio árabe que decía: “Libros, caminos y días dan al hombre sabiduría”.
Feliz día del libro.

Cuenca, 23 de abril de 2017


José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico

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