miércoles, 27 de marzo de 2024

San Esperanza o Spes de Nursia, Abad (517). Festividad del 28 de marzo.

   Este memorable santo empieza por sorprendernos en el nombre, hoy no pondríamos a nuestros hijos en nombre de una alegoría de la virtudes teologales. Conocemos algo de su vida por san Gregorio Magno que lo incluye en su cuarto libro sobre Diálogos.

San Esperanza fue un monje fundador de un monasterio próximo a la ciudad de Nursia, abad del cenobio, hombre piadosísimo y de gran serenidad que sufrió sin una palabra de impaciencia o desconsuelo la desgracia de ser ciego durante cuarenta años.

El Santo cuanto más se veía falto de la corporal luz, tanto más suspiraba por la luz espiritual y divina que jamás le faltaba, porque la buscaba humildemente; y así experimentando la falta de visión en sí mismo, tenía consuelo y alivio del Espíritu Santo en el corazón.

Después de tanto tiempo recobró la vista y Dios le mandó que visitase los monasterios vecinos predicando a los monjes, para que se viese que el Señor, que le había devuelto al luz, le convertía en instrumento para que los demás le recibiesen en los ojos del alma.

A su regreso, tras haber recibido la Eucaristía, murió cantando salmos con la comunidad, y vieron salir el alma de su boca en forma de una paloma blanca que, volando por el oratorio rompió el techo y se perdió en las alturas.

Es de ley decir que San Esperanza es el santo Job cristiano que no pide cuentas a Dios por su desdicha, y que sólo ve en la adversidad una misteriosa prueba de amor que no puede entenderse, pero que es sensible a su experiencia espiritual.

Publicado en Cuenca, 28 de marzo de 2020. Actualizado el 28 de marzo de 2024.

Por José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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