domingo, 27 de mayo de 2018

El Corpus Chisti y los Sagrados Corporales de Daroca


Es una fiesta de carácter religioso y tradicional, celebrada con mucha devoción en toda España. Para su ubicación religiosa se cuentan sesenta días después del Domingo de Resurrección, se debería celebrar el jueves pero hay muchas ciudades y pueblos que la trasladan al fin de semana.

Su origen parte del año de 1246 en la localidad de Lieja, en Bélgica. Fue promovida la festividad por la hermana Juliana de “Mont Comellon”, en el siglo XIII, surge con la idea de celebrar un día en honor al Cuerpo y la Sangre de Cristo, presente en la Eucaristía. Dicha fiesta fue instituida en el año de 1264 por el Papa Urbano IV, mediante la Bula “Tansitur us hoc mundo”.


En todas las localidades de España, el día dedicado a la celebración del Corpus Chisti, sale la tradicional procesión. Una de las más antiguas tradiciones es la de Granada, Sevilla o la de Toledo donde paredes, ventanas y balcones se engalanan con antiguos estandartes y tapices del siglo XVI y XVII, mientras el suelo se cubre de hierbas aromáticas.

El conocimiento del milagro en este día del Corpus Chisti, dedicado a enaltecer la Eucaristía, es de gran interés para todos los católicos españoles, pues en gran parte se debe la instauración de esta fiesta por el Papa Urbano IV, a este milagro que le fue presentado  en el año 1261 por las autoridades darocénses, a quienes acompañaron  Santo Tomas de Aquino y San Buenaventura.

La unión a que hice referencia está en que Daroca  guarda los Sagrados Corporales con las formas teñidas en sangre y pegadas a ellos, y en Carboneras de Guadazaón se encuentra la reliquia de la Santa Hijuela de los Corporales de Daroca.

La siguiente narración del milagro es original del gran maestro de la prosa castellana en la Edad de Oro, Fray Luis de León, que está tomada de su libro “Símbolo de Fe” que como se puede apreciar es una de las más hermosos monumentos que hay en nuestra literatura, en honor a los Sagrados Corporales.

“En el Reino de Valencia, en el año del Señor de 1239, vino una gran muchedumbre de moros sobre un pequeño ejército de solo mil cristianos, que pasaban recogiendo en un castillo. Viendo estos que siendo tan pocos y estando muy lejos de Valencia para ser socorridos, era imposible dejar de ser vencidos de tan grande ejército, si no fuese por su especial milagro y favor de Dios, procurando todos antes de entrar en combate recibir el Santísimo Sacramento porque siendo tan pocos se veían vencidos. Ya estaban los moros sobre ellos por lo que se vieron forzados a dejar la Comunión y acudir a las armas. Mas, nuestro Señor, mirando al aparejo y la buena voluntad de estos fieles capitanes tuvieron de recibirlo y tomando en cuenta la confianza que en ÉL pusieron y al socorro que le pidieron, de tal forma los esforzó a los demás por ellos, que desbarataron en breve espacio a los moros, haciendo gran matanza y huyendo los que quedaron con vida. Entonces, ellos volvieron victoriosamente y agradecidos por el beneficio recibido, quisieron acabar lo comenzado, que era recibir al Santísimo Sacramento. Acudió el sacerdote que decía la Misa a traer los Corporales que con las seis formas había escondido debajo de una piedra, y desdoblándolos sobre el altar halló las formas teñidas de sangre y pegadas en los Corporales como ahora se ven. Y declarado el misterio y descubiertos los Corporales, fue grande la admiración y devoción y las lágrimas que allí se derramaron, dando gloria y gracias a Dios por esta maravilla.
Corporales de Daroca

En estos tiempos los moros, volvieron a rehacerse y cargaron contra la comarca varias veces, más estos pidieron al sacerdote  que se pusiera en un lugar alto tendiendo los Corporales a vista del ejército para animarlo y esto hecho, dieron sobre el enemigo con tan grande ímpetu e hicieron que los moros quedaran reducidos a la nada.

Visto lo visto comenzaron a pensar donde se pondría aquella preciosa reliquia, porque cada uno quería honrar en su tierra. Se pensó en Daroca porque el sacerdote que lo había consagrado era de allí. Mas la otra parte no quedaba satisfecha. Entonces tomaron e acuerdo de tomar una mulita que no hubiera caminado tierra cristiana y puestos los corporales en su lomo, muy bien atados, la dejaron ir por donde quisiera, y el lugar donde parase fuese escogido para aquel precioso depósito. La mula iba delante y detrás los sacerdotes, con los cirios encendidos y tras ellos la gente de guerra con sus capitales; y andando por ese camino, y saliendo de las villas ponían la gente cebada y alfalfa para que parase allí, más nunca la mula por esto se paró en alguno de estos lugares hasta que llegó a Daroca y entró por las puertas de un hospital que estaba fuera de la ciudad. Allí acaeció otra maravilla; porque así como la mula entró en la iglesia, hincadas sus rodillas expiró".

De esta manera quedaron los Corporales en Daroca, y allí acudieron  reyes, príncipes y grandes señores a ver aquella maravilla, y adorar al Señor que en aquellos Corporales está Finalmente en vio embajadores el Papa Pío IV para hacerle relación de lo que pasaba y su Santidad concedió grandes indulgencias a los que visitasen aquella reliquia.

Cuenca, 26 de mayo de 2018

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histório

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