domingo, 3 de agosto de 2025

La Virgen de las Nieves. 5 de agosto.


Según una vieja tradición romana, que se remonta por lo menos al siglo XI, un caballero cristiano, llamado Juan, en tiempo del Papa Liberio (352-366), vivía en Roma en unión pacífica con su mujer, de noble alcurnia, entregado a las obras de celo y caridad. Poseían una gran fortuna y no sabían que destino darle, porque el Señor les había privado de hijos.
Virgen de las Nieves. Catedral de Cuenca.

Los dos tuvieron una inspirada idea. Declarar heredera universal de cuanto poseían a la Santísima Virgen, y así se lo prometieron. Pero no sabían cuál sería la obra más grata a los ojos de la celestial Señora.
La noche del 5 de agosto del año 352 un sueño vino a sacarles de dudas. Vieron que la Virgen les hablaba y les decía que le erigiesen una iglesia en la ciudad de Roma, allí donde a la mañana siguiente viesen la tierra cubierta de blanca y purísima nieve.
Al día siguiente apareció efectivamente una parte de la explanada del monte Esquilino cubierta de nieve. El Papa Liberio había tenido también la misma comunicación divina. No cabía, duda de la voluntad de la Virgen. La revelación simultanea al patricio Juan, a su mujer y al Pontífice, y el milagro de la nieve en una noche de agosto romano, eran prueba concluyente.
Este fue el origen de la gran basílica romana, que hoy conocemos con el nombre de Santa María la Mayor, y de la fiesta que hoy celebramos, Nuestra Señora de las Nieves.
La basílica se llamó en un principio de Liberio o Liberiana, porque se empezó bajo este Papa. Luego recibió el nombre de Santa María ad Praesepe o del Pesebre, cuando se trasportó allí la parte lígnea del pesebre en que fue reclinado el Señor y que hoy se conserva en el oratorio bajo la capilla Sixtina o del Sacramento.

El año 435 el Papa Sixto III amplió la basílica y la decoró con magnificencia regia, por lo que empezó a llamarse basílica de Sexto. El nombre que a prevalecido sobre los demás es el actual de Santa María la Mayor. Así es la diferencia de las otras iglesias, casi innumerables, que hay en Roma, en honra de la Virgen María. La primera y principal es ésta del monte Esquilino.
Frente por frente de la capilla Sixtina o del Sacramento esta la Paulina, en cuyo altar central está una de las imágenes más antiguas y devotas de la Santísima Virgen llamada de San Lucas y que es probablemente obra del siglo IX. En épocas de hambre y peste ha sido sacada muchas veces en procesión. El pueblo romano y el mundo entero le profesan una devoción singular, correspondiendo a ella la celestial Señora con gracia y beneficios extraordinarios.
La crítica moderna no encuentra suficientes pruebas a favor del milagro de la nieve, que la tradición pone en el origen de esta gran basílica romana, sólo comparable con las otras tres mayores de San Pedro, San Pablo y San Juan de Letrán. Sea lo que fuere de la verdad del hecho, nada tan simbólico de la pureza y celestial grandeza de la Virgen como la nieve pura, blanca y compacta en medio de los calores abrasantes de agosto. Lo que es la nieve en el verano, eso es la Virgen en la tierra. Un prodigio de la mano omnipotente del Creador y un consuelo y refrigerio para los desterrados hijos de Eva.

Publicado en Cuenca, 5 de agosto de 2019 y 5 de agosto de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

La peste en Cuenca y La Virgen de las Nieves. 5 de agosto.

Orígenes, advocación y tradición en Cuenca

El retablo de la Virgen de las Nieves de nuestra Catedral está situado al principio de la nave Norte antes de entrar al crucero, es de estilo barroco, realizado en el año 1717 por Francisco Pérez y Fernando Martínez.

Retablo de la Virgen de las Nieves
Catedral de Cuenca
    Muchas cosas he de agradecer a mi abuelo Sabino, y una es el despertar en mí el interés por la Catedral y el descubrirme puntualmente sus secretos. En cierta ocasión me regaló una libreta donde me hacía apuntar las cosas que me decía, comentándome con frecuencia que “es de hijo bien nacido conocer su pasado, su historia y no avergonzarse nunca de su procedencia”. Que estas historia ha salido el libro, reciemtemente publicado con el título: "Legado de embrujo y leyenda", edición agotada, y que en breve editaré una segunda edición, corregida y aumentada, que podrán encontranlo en las librerias Evangelio de Cuenca.
    Era un domingo del mes de agosto con un sol de justicia, ¿Qué mejor sitio donde estar, que en el  interior de la Catedral? Ese domingo me dijo que como era la  festividad de la Virgen de las Nieves (5 de agosto) me contaría su historia. Después de misa nos sentamos en un banco situado enfrente del retablo, habían puesto también reclinatorio por motivo de la festividad.

    Comenzó a relatarme que esta advocación mariana se inicia por el siglo IV, naciendo en Italia y se extendió por España, Portugal y la llevamos a Hispanoamérica. 
Virgen de las Nieves

    Su origen procede de la época del Papa Liberio (año 352-366). Existe una historia de un matrimonio rico de la nobleza patricia de Roma. Este matrimonio no había tenido hijos y viendo que sus vidas se agotaban quisieron invertir su fortuna en practicar la caridad con los necesitados. Devotos que eran de la Virgen María solicitaron su ayuda y una noche tuvieron un sueño o una visión en la que les decía que allí donde se les señalara se construyera un templo en su honor. La mañana del 5 de agosto de año 358 al abrir la ventana de su habitación vieron sorprendidos que el monte Esquilino de Roma estaba nevado, ellos lo interpretaron como un hecho extraordinario y por ello la señal esperada. Puestos en contacto con el Papa Liberio se construyó el templo bajo la advocación de la Virgen de las Nieves. La iglesia desapareció mucho tiempo después de la muerte de este matrimonio. Fue el Papa Sixto III en el año 434 mandó construir en ese mismo lugar lo que hoy conocemos como la Basílica de Santa María la Mayor, basílica que visite en mi viaje a Roma.

Inscripción del retablo de la Virgen de las Nieves
    
Yo muy sorprendido me dirijo a mi abuelo y le dige: -¿abuelo y eso que tiene que ver con este retablo? -bien Josemari-, este es el segundo retablo que se hizo en honor a la Virgen de las Nieves,
 -¿puedes leer la inscripción que aún tiene?, ¿qué dice?
Y comencé a leer lo que se podía porque está bastante deteriorado el texto: “Reinando los reyes Católicos Fernando y Isabel en año 1492 esta ciudad, peste… Santísima Nuestra Señora de las Nieves su remedio… 
-¡caya, caya te lo explico! Este altar se edificó en la catedral con motivo de haberse padecido en Cuenca una peste muy grande y debido a María Santísima, Señora de las Nieves, remedió de inmediato el mal que acosaba a sus habitantes por lo que se juro guardar un día festivo al año, coincidiendo con su festividad, erigiéndose este altar en conmemoración de los hechos.
Inscripción del retablo de la Virgen de las Nieves

    Según se cuenta el lunes 13 de agosto de 1492 se formalizaron las condiciones a que había de sujetarse la obra del altar que se edificaría en la catedral. Se le encargó a Hegas Gutiérrez, residente en Yepes, determinándose que debería de llevar una Virgen con Niño, con un manto de azul fino con ángeles, con el Papa y Cardenales a un lado y los Reyes al otro. La corona de Nuestra Señora sería de 
Imagen de la Virgen de las Nieves
Catedral de Cuenca
 oro y la corona debería ir guarnecida de piedras y perlas de colores. Después de esto no aparece ninguna referencia hasta que en la sesión de 10 de abril y más tarde en la de 22 de agosto de 1716 aparece en actas los acuerdos y condiciones y otorgamiento de la obra para su realización a Juan Francisco de León, Maestro de dorados, vecino de Cuenca, que empezaría por “aparejar dicha obra con sus manos de yeso grueso y yeso mate y conforme arte para que el oro salga con buen lustre” haciendo “toda la talla y moldura de oro limpio bien bruñido y resonado” con “los lisos y campos… de diferentes jaspes bien bruñidos y barnizados”. Además “la imagen de Nuestra Señora se ha de dorar y estofar y cabeza y manos se han de encarnar a pulimento”.
    A pesar de la buena voluntad de los maestros, no se pudo inaugurar el día de la Virgen (5 de agosto) y hubo de retrasarse hasta el 4 de septiembre, celebrándose con luminarias la noche precedente; colocada primeramente la imagen en la Capilla del Sagrario, se hizo procesión con ella, llevándose al altar Mayor.
Escudo de Armas del benefactor del retablo
de la Virgen de las Nieves en la Catedral de Cuenca

    En cumplimiento del ofrecimiento hecho en 1492, se celebra anualmente, ante este altar, una misa el día de Nuestra Señora de las Nieves, con asistencia de una representación del Ayuntamiento. A este respecto y no hace muchos años, se produjo una anécdota:
   Se cuenta que un año en que sin duda por olvido, no acudió la representación municipal a la celebración eclesiástica y hubo de empezar la misa sin su asistencia. Al no ser ocupados los sitios reservados a las autoridades, un vecino allí presente, pasó al sillón de la primera autoridad y aun hizo que por otros “circunstantes” (asistentes) ocuparan los demás asientos en los que permanecieron 
Escudo de la Ciudad de Cuenca en el
retablo de la Virgen de las nieves en
la Catedral de Cuenca
durante la ceremonia; terminada ésta y por algún alto funcionario, les fueron pedidas explicaciones con requerimiento de que manifestaran quiénes eran ellos para invadir el lugar del Ayuntamiento, no encontrando qué responder cuando le contestó alguno de los presentes que toda vez que los representantes del pueblo no cumplían con el “Voto” (petición) de la Ciudad , eran los propios vecinos los que tenían que hacerlo.
   Sorpredido contesté: - Tienes toda la razón abuelo, y ambos de la mano salimos de la Catedral habiendo aprendido la lección del día.

Publicado en Cuenca, 5 agosto de 2014 y 5 de agosto de 2025.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico

FOTOS DEL ACTO RELIGIOSO CELEBRADO EN LA CATEDRAL EL DÍA 5 DE AGOSTO DE 2012, a las 10:30h. CELEBRACIÓN DE LA FESTIVIDAD DE LA VIRGEN DE LAS NIEVES.
Asistentes a la Misa de Acción de Gracias 

Asistentes a la Misa de Acción de Gracias

Homilía de D. Miguel Ángel Albares Albares

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D. Miguel Ángel Albares Albares

San Juan Bautista Vianney (1786-1859). Festividad del 4 de agosto.

En la historia que relata la vida de este Santo se cuenta que en Dardilly, su pueblo natal, cierta noche sus padres albergaron a un pordiosero, Benito José Labre, que pagó con su bendición al niño de tan hospitalarios labriegos; y con ella debió de comunicarle el carisma del desecho humano, de los que parecen no servir para nada. La santidad se contagia y su estilo personal también.
Así fue Juan Bautista no era gran cosa: hijo de pobres, pastor de tres cabras y un asno, desmedrado y frágil de salud, ignorante, romo de inteligencia hasta el punto de que acabó ordenándose por compasión. Y desertor del ejército de Napoleón para remate, ¿Qué podía hacer de un hombre como él?
Mandarle a la parroquia más olvidada y humilde, Ars-en-Dombes, y que fuera lo que Dios quisiera. Dios quiso que con su piedad, su penitencia, su trabajo y su ejemplo la aldea se convirtiese en el centro espiritual de Francia, lugar de peregrinaciones y prodigios, porque los pecadores acudían a él por millares.
Sin embargo, “ese pobre curita que ha armado tanto revuelo” como decía de sí mismo, no era fácil ni halagador, más bien un rigorista de la vieja escuela (“mi tentación es la desesperación”) con métodos muy sencillos: oración constante, dieciocho horas diarias de confesionario, sacrificio, predicación elemental e irresistible, desvelos por todos sus feligreses…
Sin ningún medio humano a su alcance, porque no tema nada, el cura de Ars, cumpliendo al máximo con su deber, atormentado pero lleno de luz sobrenatural, manteniendo grandes refriegas con el demonio (“hace tanto tiempo que nos tratamos que somos casi como camaradas”), hombre de exigencia y de misericordia, se convirtió en un gran santo.
Es el patrón de los párrocos de todo el mundo, lo cual es su mayor título de gloria. Murió el día 4 de agosto de 1859, siendo canonizado por el Papa Pío XI en la fiesta de Pentecostés del año 1925.

     Publicado en Cuenca, 4 de agosto de 2020 y el 4 de agosto de 2025.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.


sábado, 2 de agosto de 2025

San Pedro Julián (1811-1868). Festividad del 3 de agosto.

Este santo de hoy es contemporáneo y amigo del Cura de Arz, de quien tan cerca está en el calendario, fue como él un cura francés que en pleno siglo XIX señala la primacía absoluta de lo espiritual; mientras el mundo se vuelca en el utilitarismo y diviniza la razón, él escandalosamente antepone a todo la presencia invisible de Dios.
Nació en la Mure, en el departamento de Isère, al este de Francia, hijo de un antiguo labrador arruinado, y creció en el ambiente de la Restauración con el afán de reconstruir la conciencia cristiana después de los estragos que habían causado los nuevos paganismos revolucionaros e imperiales.
En su familia no encontró ayuda para su vocación religiosa, pero al fin consiguió estudiar en el seminario de Grenoble y se ordenó en el año 1834. Durante la monarquía de Julio parece un hombre inquieto que no acierta a vivir el ideal que persigue; cura rural en un principio, como san Juan Bautista Vianney, luego marista en Lyon, cree que tal vez su puesto pueda estar entre los misioneros que van a tierras lejanas, pero también se equivoca y no saldrá del país.
En 1856 funda una orden eucarística, el Instituto de los sacerdotes del Santísimo Sacramento, que difunde la práctica de la adoración perpetua. En vez de la actividad exterior convirtiendo infieles, busca el núcleo mismo de la fe en la presencia real de Jesucristo en las especies sacramentales.
Tenía San Pedro Julián una tierna devoción a la Virgen María, y era frecuente que terminara su predicación haciendo alusión a la Virgen como esta: “Honremos a María con el título de Ntra. Sra. del Santísimo Sacramento”, y desde entonces María fue invocada con este título.
Murió el 1 de agosto de 1868 y muy pronto se extendió su devoción. El Papa Juan XXIII lo canonizó en el año 1962.


     Publicado en Cuenca. 3 de agosto de 2020 y 3 de agosto de 2025.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.


viernes, 1 de agosto de 2025

La Virgen de los Ángeles. Festividad del 2 de agosto

    Sólo una breve reseña para recordaros que hoy celebramos la Virgen de los Ángeles. En Cuenca se tiene devoción a la Virgen, entre otros pueblos el de Cañada del Hoyo. 
    Guardo ciertos recuerdos de mi niñez y juventud cuando íbamos en romería a la ermita de Nuestra Señora de los Ángeles en burro por la fuente del Canto y de allí a los Palancares para entre cercados llegar al paraje donde se ubica la Virgen.


    Cuentan los mayores que un pastor, del que desconocen el nombre, llevaba su rebaño a pastar por la zona y una mañana se dio cuenta que una de las ovejas se apartaba del resto e iba a rascar con sus patas el suelo, tumbándose después, en un principio pensó que sería para buscar el frescor de la tierra. Esta acción volvió a repetirla con insistencia, tanto que el pastor la levantó y intentó ver que misterio se escondía debajo de ella. Un primer día de agosto cayó una tormenta impresionante en la zona y cuando llegó al lugar halló que donde habitualmente se  tumbaba la oveja estaba algo cambiado, las lluvias habían arrastrado la tierra dejando al descubierto una oquedad. El pastor removió la tierra y apartando las piedras llegó a hacer un agujero, apareciendo la entrada a una gruta. Dándole algo de miedo entrar en ella dejó trascurrir unas horas, hasta que los rayos del Sol penetraron  en ella y fue entonces cuando se atrevió a pasar. En su interior encontró, en medio de la cueva, sobre unas piedras, colocadas a modo de altar una imagen de la Virgen con un niño en sus brazos, que brillaba como el mismo Sol y a su alrededor unas ángeles luminosos que la adoraban, al verlo estos seres desaparecieron.
    Al conocer la gente del pueblo tal hallazgo trajeron la imagen al pueblo, pero cuál fue su sorpresa que la imagen volvía de nuevo al lugar, sucediendo ésto tantas veces como la llevaron al pueblo. Así que decidieron levantar una ermita e ir anualmente en peregrinación al lugar el 2 de agosto, día en que se encontró la imagen. Romería que en la actualidad se viene realizando.

Feliz día a todas las Ángeles, en especial a mi mujer. Felicidades.

Publicado en Cuenca, 2 de mayo de 2020 y 2 de mayo de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

jueves, 31 de julio de 2025

San Alfonso María de Ligorio (1696-1787). Festividad del 1 de agosto.

Nació san Alfonso en Marianella, arrabal de Nápoles, el 1696 y murió en Nocera degli Pagano el 1 de agosto de 1787. Cuando estaba aún en la cuna, un viejo misionero, san Francisco de Jerónimo, le cogió en sus brazos y le profetizó su futuro: “este niño será obispo, vivirá cerca de cien años y hará grandes cosas”.
Larga y fecunda vida la de este retoño de noble napolitanos que fue abogado brillante, sacerdote, fundador, misionero, músico, poeta, obispo, un poco arquitecto, gran predicador, penitente, y todo ello en el siglo de Voltaire; fue también el teólogo de la Virgen, y en medio de los equívocos de la Iglesia jansenizada, el campeón de la misericordia de Dios y de los merecimientos universales de la muerte de Cristo.
Murió nonagenario después de una gran tarea dedicada a reparar, a rehacer y reconstruir todo lo que la Ilustración y el jansenismo estaban socavando; un santo tenaz y resistente que acude a cerrar todas las brechas que abre en la casa un tiempo descristianizado y sin Dios.
En el año 1762 fue consagrado obispo. El Santo se había resistido, pero al fin no tuvo más remedio que ceder. Cuando le comunicaron la primera noticia, había respondido: “no cambiaré la Congregación del Santísimo Redentor por todos los reinos del Gran Tueco”. Tuvo que cambiarla por el palacio episcopal de Santa Agreda, una pequeña ciudad, entre Capua y Benevento. La característica de su gobierno episcopal fue la conciencia en el cumplimiento de sus obligaciones pastorales y su espíritu de caridad.
Los últimos años de su vida fue muy afligido con escrúpulos de alma, con enfermedades corporales y con manifiestas calumnias y persecuciones.
El Papa Pío VI lo separó de su Congregación  y al recibir la noticia dijo estas palabras: “Hace seis meses que hago esta sola oración: Señor, lo que Vos queréis lo quiero yo también”.
Nueve años después de su muerte, el mismo papa Pío VI le dio el título de Venerable. Fue beatificado el 1816 por Gregorio XVI. En el año 1871 lo declaró Doctor universal de la Iglesia Pío IX.

    Publicado en Cuenca. 1 de agosto de 2020 y el 1 de agosto de 2025.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano y fastos del cristianismo, según el P. Croiset. Madrid. 1846.
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.


Efemérides conquenses del 1 de agosto, muerte de D. Pedro de Castro obispo de Cuenca

 El uno de agosto de 1561 muere don Pedro de Castro en Pareja. Hijo de D. Dionisio Alencastro y de la Condesa de Lemos; descendiente directo de los reyes de Portugal por su padre, y siendo su madre prima hermana de la esposa del emperador Carlos V,

Retrato de don Pedro de Castro

Su tío, el duque de Braganza, le separó de la corrupción de los palacios y le encomendó a los monjes Bernardos para que se cultivara en humanidades y filosofía, paso más tarde a la universidad de Alcalá de Henares a cursar la sagrada teología, en la que recibió el grado de licenciado, desempañando la cátedra de matemáticas, obtuvo la de Teología, titulada de Santo Tomás, en cuyo magisterio permaneció catorce años.

Por mandato de Carlos I acompañó como capellán mayor al príncipe Felipe II cuando pasó a Flandes y después en Alemania. Fue nombrado Obispo de Salamanca, desempañando su destino con la mayor exactitud.

Después de sus viajes, de regreso fue don Pedro promovido a obispo de Cuenca en el año 1554 y determinando Felipe II contraer matrimonio con su parienta María, reina de Inglaterra, hija de Enrique II y de Catalina de Aragón, también lo eligió para que le acompañara al obispo de Cuenca. Vino a su obispado y, tan humilde como sabio, tenía en su casa letrados y hombres doctos con quienes trataba los negocios. No probándole bien el clima de Cuenca residía el mayor tiempo en su villa de Pareja. Dos años vino por semana santa a hacer órdenes y a consagrar aras y óleos, y amas de sus costumbres limosnas a pobres y religiosas, dio libertad a todos los presos por deudas, pagando a los acreedores catorce mil ducados y rasgando los procesos. Saliendo en 1561 a santa visita en el mes de julio una fiebre le hizo regresa a Pareja, donde murió el 1 de agosto, a la edad de 55 años. Fue depositado su cadáver en la iglesia de Pareja, cerca del altar mayor, sobre las gradas, al lado del Evangelio, y en 1588 lo trasladó a Monforte de Lemos su sobrino Fr. Juan de Castro, arzobispo que fue de Taranto y electo de Córdoba.

Publicado en Cuenca, 1 de agosto de 2021. Actualizado el 1 de agosto de 2025.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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Fuente documental:

-Noticias de todos los Ilmos. Señores Obispo diócesis de Cuenca. Trifón Muñoz y Oliva.1860.

miércoles, 30 de julio de 2025

hoy 31 de julio celebramos la festividad de San Ignacio de Loyola.


Inmenso personaje de la historia humana, uno de los hacedores del mundo moderno, radical como un soldado, que es lo que era, viviendo su ideal con un ímpetu irresistible que le valió grandes odios, símbolo de una Iglesia luchadora que no se resigna a la pasividad y que pelea por la gloria de Dios. Un militar siempre de servicio.

La vida de San Ignacio se puede dividir en tres períodos que reflejan la grandeza de alma. En los treinta primeros años (1491 a 1521) fue cortesano y pecador, soldado valiente y desgarrador. Desde 1521 hasta 1540 se hace penitente, estudiante, peregrino del ideal de la mayor gloria de Dios. En 1540 hasta su muerte, que ocurre en el año 1556, llega a la posesión de su ideal e Ignacio es capitán de la Compañía de Jesús, legislador y vencedor en muchas batallas.
San Ignacio de Loyola

El menor de doce hermanos, “era recio y valiente, muy animoso para emprender cosas grandes, de noble ánimo y liberal y tal ingenioso y prudente en las cosas del mundo”.
Se cuenta que un día iba solo por la acera y frente a él venía una hila de gente que no le cede el paso, sino que le empuja contra la pared. Ignacio saca su espada y arremete contra todos dispuesto a morir por defender su honor.
En otra ocasión, sitiada Pamplona por los franceses, Ignacio está allí como capitán. El peligro es grande. No hay sacerdote y él pide perdón a Dios y confiesa sus pecados a un compañero, así  es su fe de cristiano. El comandante herrera y otros capitanes quieren rendirse, sólo Ignacio se interpone. Sólo al caer herido por una bala de cañón, Pamplona se rindió a los franceses.

En la larga convalecencia en Loyola cae providencialmente en sus manos la vida de Cristo y de los Santos. Su alma empieza a abrirse a un nuevo mundo de grandeza.
El ideal de la mayor gloria de Dios va tomando forma y los primeros compañeros de Alcalá y Salamanca le fallan y en París encuentra los que han de ser capitales de la Compañía de Jesús, que él ha de dirigir como general.

El primero que se le juntó para nunca dejarlo fue Fabro, sigue Javier, luego Laínez, Salmerón Rodríguez, Bobadilla. El 15 de agosto de1534 hacen sus primeros votos en Montmartre y nace la Compañía de Jesús, que es confirmada por el Papa Paulo III en 1540.
Bajo el gobierno de San Ignacio desde 1540 hasta 1556, en que muere en Roma, la Compañía de Jesús se consolida y multiplica; pele las primeras y más gloriosas batallas de Dios. La última de las religiones y el primero en las misiones, Javier, lleva la fe hasta el centro de Japón; otros se derraman por las islas de Oceanía, nunca visitadas por el celo apostólico; otros llegan al Indostán, Brasil y Etiopía. Fabro santifica con los ejercicios de San Ignacio a lo más grande de las cortes del emperador, del rey de Portugal y del príncipe Don Felipe. Laínez y Salmeron asombran con su talento y sabiduría a la más augusta asamblea del orbe, se abren colegios y universidades en toda Europa y en Roma el Colegio Romano y Germánico para la formación de apóstoles. Al morir el 31 de julio de 1556 dejaba un millar de hijos, que con el tiempo se habían de multiplicar hasta los 34.000 jesuitas que hoy están esparcidos por todo el mundo bajo las órdenes directas del Papa, animados de su propio celo y grandeza de alma.

Estuvo 15 años al frente de la Compañía de Jesús. Murió el 31 de julio de 1556 y su cuerpo fue inicialmente sepultado en la iglesia de Santa María de la Strada, fue trasladado a la iglesia de Gesú, sede de la Compañía. El papa Gregorio XV lo canonizó el 12 de marzo de 1622.

Cuenca, 31 de julio de 2019. Actualizado el 31 de julio de 2025.
José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

martes, 29 de julio de 2025

Efemérides conquenses del 30 de julio. Visita del rey Fernando VII.

     El 30 de julio de 1816 vino a Cuenca el rey Fernando VII, estuvo en esta ciudad cuatro días, visitando el cuerpo incorrupto de San Julián.

La ciudad de Cuenca se agasajó cumplidamente en estos días que estuvo de visita, tanto a él como a su séquito.

Fernando VII

Si consultamos las Actas Capitulares de la Catedral podemos observar: “Nos Don Ramón de Salcedo, por la gracia de Dios, y de la Santa Sede Apostólica, Obispo de Cuenca, Caballero Gran Cruz de la Real y distinguida Orden Española de Carlos Tercero, del Consejo de S.M.&. se firma el Acta de apertura de la Arca o Urna en que se custodia el Sagrado Cuerpo del Señor San Julián”.

“Certificamos y atestamos, que con el plausible motivo de haberse dignado el Rey Nuestro Señor Don Fernando séptimo, y su Augusto tío el Serenísimo Señor Don Antonio Pasqual, Infante de España, Dios les guarde, venir desde los Reales Baños de la Villa de Sacedón a esta Capital de treinta de julio del presente año, en la mañana del día siguiente treinta y uno, concurrieron S.M. y A.R. a dicha nuestra Santa Iglesia y después de haberse celebrado por nos Misa Pontifical, cantamos solemnemente un Te Deum manifiesto al Santísimo Sacramento y después una Salve a la Santísima Virgen María, pasamos al lado del Evangelio, en donde se tenía ya prevenida sobre una mesa alta la Urna o Arca del señor San Julián, la abrimos públicamente con las tres llaves…. Vieron y adoraron el Sagrado Cuerpo con edificante devoción S.M. y A.R. después los Excmos. Señores Don Pedro Ceballos, Ministro de Estado, el Duque de Alagon, Capitán de Reales Guardias de Corps, Marqués de Belgida, Caballerizo mayor, el Gentil hombre y demás de la Real Comitiva; el Cabildo de nuestra Santa Iglesia; y el Caballero Corregidor y Ayuntamiento de esta M-N- y L. Ciudad de Cuenca, y permitimos que aquel día y los tres siguientes, lo viesen y adorasen todos los fieles que vinieron a la Capital de veinte y más leguas, por mañana y tarde, después de las horas canónicas del Coro, colocada la Urna cerca de la verja de la Capilla Mayor en la decencia y decoro de luces que corresponde, estando siempre de vela algunos individuos de nuestra Santa Iglesia, por los cuales se satisfizo a la devoción de los fieles, tacando sus rosarios, medallas, cintas y medias de seda al Sagrado Cuerpo…”

Cuenca, 30 de julio de 2021. Actualizado el 30 de julio de 2025.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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Fuente documental:

-Noticias del culto tributado a San Julián. Don Rogelio Sanchiz Catalán. Cuenca. 1909

San Abdón y san Senén. Festividad del 30 de julio.

Las Actas de estos dos Santos mártires de la persecución de Decio (249-251) tienen interpolaciones y circunstancias comunes a otros mártires. Nos pintan a los dos Santos valientes y caritativos en tiempo de persecución. Visitan las cárceles, las casas particulares, exhortando, aliviando y socorriendo con limosnas.
Delante de Decio y de su prefecto confiesan firmemente la fe cristiana. Son azotados con látigos que tienen los extremos incrustaciones metálicas y de huesos; son expuestos en público anfiteatro a los osos y leones, que los respetan como si fuesen mansos corderos. Al fin perecen al filo de la espada. Sus cadáveres fueron expuestos al público tres días enteros, delante de la estatua del Sol, cerca del anfiteatro Flavio. Esto es lo que dicen sus Actas. Con ellos y los monumentos antiguos podemos reconstruir la historia.
Todos los Martirologios convienen que padecieron en tiempo del emperador Decio; por tanto, a mediados del siglo III. También es cierto que eran dos personajes nobles, naturales de Persia. Habían venido a Roma, bien como prisioneros o rehenes de guerra en tiempo de Gordiano o Filipo, predecesores de Decio. También pudieron haberse establecido en Roma como comerciantes orientales. Su  martirio es también innegable, como su sepultura en el cementerio de Ponciano, junto a la Vía de Porto.
Un fresco, probablemente del siglo VIII, tal vez contemporáneo de la redacción de sus Actas, nos presenta a los dos Santos en el baptisterio del cementerio de Ponciano, con sus vestidos orientales: gorro frigio, larga capa con capuchón, que se abre sobre una túnica de piel. Está escrito el nombre de los dos Santos. También, y a su lado, se ve al mártir san Vicente y a otro desconocido llamado Milix. Esta pintura representa la coronación de los cuatro mártires por Cristo, como Rey que pone las insignias del valor militar a sus mejores soldados.
Roma profesó siempre gran devoción a estos Santos. Como las Actas cuentan que sus cuerpos fueron expuestos delante de la estatua del Sol. En la Edad Media se levantó allí, frente al Coliseo, una iglesia en honra suya, que perduraba todavía en tiempo de San Pío V.
Antiguamente en el Gregoriano tenían hasta Prefecio propio, muy devoto. San Abdón y San Senén, se dice, son del número de los Santos, escogidos por Dios desde toda la eternidad para mostrar al mundo la luz de la verdad. Llenos del Espíritu Santo vencieron  en la fragilidad de su carne el terror de la muerte. Dios los colocó en el prado de la Iglesia y han florecido en ella como rosas y lirios, que en el martirio por la fe se cubrieron de la púrpura de la sangre de Cristo, y al recibir el premio de su victoria, vistieron la blancura de los bienaventurados.

    Publicado en Cuenca. 30 de julio de 2020 y el 30 de julio de 2025.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.



lunes, 28 de julio de 2025

Santa Marta (siglo I) Festividad del 29 de julio.

Marta de Betania, hermana de María y de Lázaro, está en todo: limpiar y ordenar la casa, guisar, servir, vigilando que nada falte, modelo de ama de casa hacendosa y concienzuda. Recibe al Señor, y se multiplica para procurarle la mejor hospitalidad.
Pero cuando su hermana sólo está pendiente de las palabras del Maestro y ella se queja porque no la ayuda, se le da una contestación en la que hay un dulce reproche: Marta, Marta, mucho te afanas. María ha elegido la mejor parte. Pasar a la historia así después de tantos esfuerzos, podemos pensar que no se merecía ese trato, podemos pensar tantas cosas...
Marta pudiera pensar que  su hermana pierde el tiempo en vez de hacer algo útil y que todo el trabajo recae sobre ella, y Cristo le aclara cuál es su orden, que es revolucionario o, por así decirlo, surrealista: lo útil tiene que ir al final de todo, está muy bien pero que se posponga a lo único importante, que es ser para Dios.
Marta y tras ella todos nosotros encajamos la lección, que es como un tropiezo que rectifica el camino. Haciendo mucho llegamos a olvidar todo lo que no sea hacer, excusándonos de lo que tiene prioridad absoluta, “porque sólo hay una cosa necesaria”, y esto es lo que desde un punto de vista útil parece lo más superfluo.
La afanosa Marta –patrona de amas de casas, cocineras, hosteleros, etc.- nos resulta humana, tan llena de simpatía, que la imaginación popular no se ha conformado con el Evangelio, situando a las dos hermanas en Provenza, donde santa Marta doma una terrible tarasca que asolaba el país. Así perdura su solicitud, sirviendo incesante, sacrificadamente, para que todo esté en orden, el hogar, nuestras vidas y el alma.

    Publicado en Cuenca. 29 de julio de 2020 y 28 de julio de 2025.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.



domingo, 27 de julio de 2025

Santos Nazario y Celso, Víctor I e Inocencio I. Festividad del 28 de julio.

La Iglesia Romana conmemora hoy cuatro santo con un mismo Oficio y Misa, aunque pertenecen a épocas distintas.
Los cuerpos de los mártires Nazario y Celso fueron hallados en el año 396 por san Ambrosio, en un jardín de las afueras de Milán. Encontró primero el cuerpo de San Nazario, perfectamente conservado, con la cabeza separada del tronco y con la sangre rubicunda y fresca, como si acabara de ser decapitado.
Santos Nazario y Celso
El cuerpo de san Nazario fue trasladado a la basílica de los Apóstoles, donde Dios lo honró en seguida con la instantánea liberación de un endemoniado. El mismo san Ambrosio compuso un himno en honra del Santo mártir.
El cuerpo de san Celso parece que quedó en el mismo jardín donde fue descubierto y desde luego  fue transportado a la basílica de los Apóstoles. Más tarde se levantó una iglesia en su honor y luego en el siglo XI un monasterio. El culto de los dos Santos mártires milaneses se propagó por toda Italia, gracias a la autoridad y devoción de san Ambrosio.
Con relación a san Víctor I fue decimotercer Papa después de San Pedro y es célebre en la historia de los tres primeros siglos cristianos por sus cartas a todas las Iglesias, ordenando Sínodos y reuniones para determinar la fecha de la celebración pascual. Aun los obispo más lejanos del Asia Menor obedecieron sus órdenes y enviaron a Roma su parecer y voto.
San Víctor había nacido en África y poseyó para aquellos tiempos una gran cultura, que reflejó en su gobierno general y en varios volúmenes, de que nos habla san Jerónimo. Es considerado como el escritor latino más antiguo. Fue sepultado en el Vaticano, cerca de san Pedro, y el Martirologio le atribuye la gloria del martirio, aunque nada dice el Libro Pontifical.
San Inocencio I Papa.
Por último san Inocente I, gobernó la Iglesia a principio del siglo V. Intervino enérgicamente en la defensa del perseguido Crisóstomo y trabajó generosamente a favor de Roma, con ocasión de la invasión de Alarico. Comisionado por el Senado romano, salió de la Ciudad Eterna en dirección a Rávena. No triunfó en su misión, pues las tropas bárbaras entraron en Roma, mientras él trabajaba por la paz.
Orosio compara a san Inocente con el justo Lot, a quien Dios sacó de Sodoma y Gomorra para librarlo de los horrores del fuego y de la destrucción. Roma, efectivamente, ardió en castigo de sus pecados, como otra Sodoma, mientras el Papa trabajaba fuera por la paz entre el emperador Honorio y Alarico.
Murió san Inocencio el 12 de marzo del año 417 y fue sepultado en el cementerio de Ponciano.

    Publicado en Cuenca. 28 de julio de 2020 y 28 de julio de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.


Efemérides conquenses del 28 de julio. Muerte de don Alvar García de Albornoz.

     En la capilla de los Caballeros de la Catedral conquense se hayan situados bajo unos bellos arcos conopiales, en el lado del Evangelio dos monumentales sepulturas cuyas urnas pueden contemplarse sendas estaturas yacentes, ambas de alabastro y bellamente trabajada ya en el siglo XVI. Los personajes en ellas representados son el padre y el hermano del Cardenal Gil. Estos son, D. García Álvarez de Albornos y el que hoy hacemos referencia D. Álvarez García de Albornoz, vestidos ambos con sus respectivas armaduras de caballero.


Don Alvar García de Albornoz murió el 28 de julio de 1374, fue alférez y copero mayor de Enrique II, de Trastámara, hermano del cardenal don Gil, personaje de extraordinaria valía e influencia en la Corte de Alfonso XI, después de Pedro I, el Cruel, para el que fue a Francia a pedir la mano de la virtuosa, bella y desdichada doña Blanca y después perseguido por el monarca, por reprobar su mala conducta, siendo después exaltado y de gran influencia, al subir al trono, tras la tragedia de Montil, don Enrique de  Trastámara.


En su epitafio dice así: “Aquí yace don Alvar García, Álvarez de Albornoz, que Dios perdone, Mayordomo que fue del Rey don Enrique y fue buen caballero, honrado, nunca ovo mengua en su servicio y dio de sy muchas buenas fazañas y fino a XXVIII de julio era de MIL CCCC E XII ANNOS”.

Publicado en Cuenca, 28 de julio de 2021. Actualidado en 28 de julio de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

 

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Fuente:

-Catedral de Cuenca. Jesús Bermejo Díez. Caja de Ahorros Provincial de Cuenca.1977

sábado, 26 de julio de 2025

La sangre de San Pantaleón


La ciencia no encuentra explicación ante el hecho de licuarse la sangre.

Capitel de las ruinas de iglesia de San Pantaleón en Cuenca
Hoy, día 27 de julio se celebra la festividad de San Pantaleón, nació en Nicomedia, hoy en día se conoce como Turquía, vivió en el siglo III de nuestra Era. Estudió filosofía y después se dedicó a la medicina como su padre. Fue médico del emperador Galerio Maximiano. Fue perseguido por Diocleciano en el año 303. Tras ser torturado de varias maneras, por no querer renegar de su fe, murió. Dice la tradición que su martirio fue realizado bajo una higuera seca que floreció al recibir sus raíces la sangre de Pantaleón al ser decapitado.


La iconografía lo representa con una pequeña cruz y un escapulario y también, al pie de un olivo o higuera seca.

Iconografía de San Pantaleón
Se conserva dos reliquia del Santo en todo el mundo, consistente en una ampolla de cristal con cierta cantidad de sangre. Una de ellas está en Ravello (Italia) y otra ampolla en España, en el Real Monasterio de la Encarnación de Madrid. Cada año la ampolla es expuesta al público y cada 27 de julio se licua. La ciencia actual no ha sabido explicar el hecho.

El proceso de licuación es muy lento, la sangre va poco a poco cambiando de color, inicia por el mes de mayo, en el mes de junio ya se puede ver cierta licuación, lo que hace aumentar el volumen del contenido de la ampolla, terminando de licuarse el 27 de julio, el día de su martirio.

El año pasado recibió entre 7.000 y 10.000 visitas el monasterio para apreciar el hecho y este año se espera una afluencia similar.

Nuestra ciudad dedicó una iglesia a San Pantaleón, sus ruinas se pueden visitar en la calle de San Pedro, se conserva el arco ojival de la portada que se apoya sobre capiteles con decoración vegetal y con algo de iconografía, concretamente se aprecia un caballero lanceando a un dragón que guarda cierta relación con la simbología de los templarios.
Arco de las ruinas de la iglesia de San Pantaleón
Cuenca, en la calle de San Pedro


Cuenca, 27 de julio de 2017 y el 27 de julio dde 2025.
José María Rodríguez González, profesor e investigador histórico 

San Pantaleón. Patrono de los médicos. Festividad del 27 de julio.

En el Misal se conmemora hoy el martirio de san Pantaleón, Patrono de los médicos, juntamente con san Lucas.
Fue decapitado hacia el año 305, y según los datos más seguros fue hijo de Eustórgio que era gentil y su madre Eubúla era cristiana. Muerta la madre muy pronto, su padre le hizo estudiar medicina. Su conversión al cristianismo se explica por el trato con un sacerdote llamado Hermolao, el cual le persuadió que el autor de la vida y de la salud era Jesucristo. Pantaleón quiso probar la verdad del Evangelio, invocando el nombre de Jesús ante un niño que había muerto picado por una víbora. El niño resucitó y Pantaleón recibió el bautismo. La curación de otro joven ciego hizo que también su padre Estorquio abrazara la fe.
San Pantaleón. Médico y mártir.
Quiero trascribir el milagro de la resurrección del niño tal como es descrito en su biografía, ésta dice así: “Cuéntase que paseándose un día a tiempo que iba revolviendo en su pensamiento la mudanza que trataba de hacer, encontró en el camino a un niño muerto por la mordedura de una víbora, y junto al cadáver la víbora que le había mordido. Animada su confianza con aquellos como crepúsculos de la fe de Jesucristo, le ocurrió de repente hacer la experiencia de si era tan grande su poder como le había ponderado el Presbiterio cristiano. Acercándose al niño, y en tono determinado y resulto, le dijo: Levántate, tú muerto; así te lo mando en nombre de Jesucristo; y ti, animal ponzoñoso y maligno, muere al instante. En el mismo punto murió la víbora, y resucitó el niño; y asombrado Pantaleón del milagro, corrió al santo catequista, refirióle lo que le acababa de suceder, y le pidió el bautismo”.
El otro milagro que menciono de dar la vista a un cielo es relatado de esta manera: “Vino un ciego en busca de Pantaleón y se quejó de que otros médicos por curarle un mal que padecía en los ojos, a fuerza de remedios le habían dejado sin vista. Ofreciéndole a Pantaleón que al instante la recobraría y le pondría bueno, como le diese palabra de abrazar la religión cristina. Sorprendió tanto al ciego como al padre la proposición; pero el milagro los convirtió a ambos. Apenas hizo oración el Santo, invocando el nombre de Jesucristo sobre el enfermo, cuando quedó sano, y los dos, padre e hijo recibieron el bautismo.
Pero la gran reputación que había adquirido Pantaleón con sus milagros curas, cabreó e hizo crecer la envidia de los médicos. A breve tiempo descubrieron que era cristiano, y al punto le denunciaron al emperador Maximiano, que se hallaba a la sazón en Nicomedia. Sorprendido extrañamente el Príncipe al ver que mantenía en su misma corte a un enemigo de sus dioses, quiso informarse de la verdad por sí mismo; y para que Pantaleón no la negase, o para tener con que vencerle si la pretendía oscurecer, examinó por su persona al ciego que había curado el Santo, y metía mucho ruido en la ciudad. El nuevo cristiano refirió sencillamente cuanto había pasado, y que el médico Pantaleón le había restituido la vista sin otro medicamento que invocar el nombre de Jesucristo. Intentó persuadirle el Emperador, que aquel beneficio se lo debía a los dioses del Imperio. ¡Ah señor! (le replicó el ciego) ¿Cómo quiere V. Majestad que me restituyesen la vista unos dioses que no ven? Irritó tanto al Maximiano esta animosa respuesta, que mandó cortasen al punto la cabeza.
Y sin dudarlo ya que era cristiano Pantaleón, le mandó llamar, y en tono airado. Habiendo sido informado de la conversión de Pantaleón por el presbítero Hermoláo, lo llamó para que apostataran ambos, como no fue así los mando decapitar un 27 de julio del año 305 y con ellos tuvieron parte en la misma gloria los santos Hermipo y Hermócrates compañeros del santo presbítero Hermoláo.
 Su culto se hizo popular en todo el Oriente ya en el siglo IV. Y de allí pasó muy pronto a Roma, donde se edificaron varias iglesias en honra suya.
Hay reliquias del Santo en varias ciudades de Francia, Alemania e Italia. En Revello, cerca de Almalfi, se guarda una ampolla con sangre del mártir, que se licua el día de su fiesta. Se refiere que el cardenal Domingo Bartolini, prefecto de la Congregación de Ritos en tiempos de León XIII fue a Revello con desconfianza, pero la realidad le confirmó en la creencia universal.

    Publicado en Cuenca, 27 de julio de 2020 y el 27 de julio de 2025.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.


viernes, 25 de julio de 2025

San Joaquín y santa Ana. Festividad del 26 de julio.

   De los padres de la Virgen no nos han dejado nada los escritos del N.T. Lo poco que conocemos sobre ellos lo debemos a varios libros apócrifos, como el Protoevangelio de Santiago, el Seudomateo y el Evangelio de María, que dan siempre un número de verdad e historia, aunque en muchas cosas sean legendarias.        
 
  El padre de santa Ana se llamaba Mathan y era natural de Belén; su esposo era galileo y se llamaba Joaquín. La Iglesia ha recibido y consagrado el nombre de Ana y Joaquín, y es también muy universal y antigua la tradición sobre la esterilidad de ambos esposos y su ancianidad, cuando Dios los bendijo con el nacimiento de la Virgen María.
   El culto de Santa Ana y de San Joaquín es muy antiguo entre los orientales sobre todo, como nos lo revelan San Gregorio y Niza y San Epifanio, los himnos griegos y las homilías de los Santos Padres, que alaban extraordinariamente a la bienaventurada madre de la Virgen.
Justiniano hizo construir en Constantinopla una iglesia en honra de Santa Ana en el año 550. El 636, fecha de la toma de Jerusalén por los musulmanes, existía ya una basílica en honra de la madre de         María, hoy espléndidamente restaurada, junto a la probática piscina, y donde la tradición localiza el lugar del nacimiento de la Madre de Dios.
   Los sirios veneran a Santa Ana con el nombre de Dina el 25 de julio. Pero generalmente los orientales tienden a poner la fiesta de los padres de María cerca de la Navidad o de su Asunción a los cielos.
    En Occidente su culto no llega más allá del siglo VIII. En un nicho de la basílica de Santa María Antigua, en el foro romano, hay una pintura del siglo VIII que representa tres madres con sus hijos: Santa Ana con la Virgen, Santa Isabel con San Juan y María con el Niño Jesús. La fiesta litúrgica de Santa Ana empieza a aparecer bien avanzada la Edad Media. Entra definitivamente en el Misal Romano en 1584, bajo Gregorio XIII.
   El nombre de Ana en hebrero es Jannah o Juana y significa gracia. Joaquín, vale tanto como Yavé, prepara o fortalece. Ambos nombres denotan por tanto, su misión divina: preparar en Israel la realización de las promesas mesiánicas, siendo los inmediatos progenitores de la Madre del Salvador.

   Cuenca. 26 de julio de 2020 y el 26 de julio de 2025.
José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.


El santo de los abuelos. Festividad de Santa Ana y San Joaquín. El día 26 de julio se celebra en España el día de los abuelos.

De los padres de la Virgen no nos ha dejado nada los escritores del Nuevo Testamento. Lo poco que conocemos sobre ellos lo debemos a varios libros apócrifos, como el Protoevangelio de Santiago, el Seudomateo y el Evangelio de María, que dan siempre un número de verdad e historia, aunque en muchas cosas sean legendarios.

Santa Ana, a quien los Santos Padres apellidan  el consuelo de los hijos de Dios que suspiraban por la venida del Mesías, nació en Belén de la tribu de Judá, a dos leguas de Jerusalén, llamada comúnmente  en el evangelio, Ciudad de David, por haber nacido en ella este monarca. Tuvo por padre a Mathan, sacerdote de Belén, de la tribu de Leví y de la familia de Aaron, que entre los judíos era la familia sacerdotal. Su madre se llamó María, de la tribu de Judá, ambos muy recomendables por su nacimiento, por su notoria bondad y por su ejemplar virtud. Tuvo tres hijas. La primera llamada María como su madre, casó con Cleofás. La segunda hija fue Sobé, madre de Isabel. y la tercera hija fue Ana, la que hoy celebramos, que casó con Joaquín, que vivía en la ciudad de Nazaret y era de la casa real de David, con cuyo enlace se unió la familia sacerdotal con la real, circunstancia indispensable para que la madre del Mesías pudiese nacer de este matrimonio.  
Santa Ana. Obra de Ventura Rodríguez.
Altar Mayor. Catedral de Cuenca.
El culto de Santa Ana y de San Joaquín es muy antiguo entre los orientales sobre todo, como nos lo revelan San Gregorio y San Epifanio, los himnos griegos y las homilías de los Santos Padres, que alaban extraordinariamente a la bienaventurada madre de la Virgen.

Justiniano hizo construir en Constantinopla una iglesia en honra de Santa Ana en año 550. El 636, fecha de la toma de Jerusalén por los musulmanes, existía ya una basílica en honra de la madre de María, hoy espléndidamente restaurada, junto a la probática piscina, y donde la tradición localiza el lugar del nacimiento de María.
Consta de tres naves espléndidas que terminan en ábside. En el altar mayor hay una estatua preciosa de Santa Ana enseñando la Sagrada Escritura a la Virgen, recuerdo que ha inspirado a tantos artistas como a nuestro inmortal Murillo.

Los sirios veneran a Santa Ana con el nombre de Dina, el 25 de julio. Pero generalmente los orientales tienden a poner la fiesta de los padres de María cerca de la Natividad o de su Asunción a los cielos.
San Joaquín. Obra de Ventura Rodríguez.
Altar Mayor. Catedral de Cuenca.
En Occidente su culto no llega más allá del siglo VIII. En un nicho de la basílica de Santa María de la Antigua, en el foro romano, hay una pintura del siglo VIII que representa tres madres con sus hijos: Santa Ana con la Virgen, Santa Isabel con San Juan y María con el Niño Jesús. La fiesta litúrgica de Santa Ana empieza a aparecer bien avanzada la Edad Media. Entra definitivamente en el Misal Romano en el año 1584, bajo el papado de Gregorio XIII.

El nombre de Ana en hebreo es Hannah o Juana y significa gracia. Joaquín significa: “vale tanto como Yahvé”, prepara o fortalece. Ambos nombres denotan, por tanto, su misión divina: preparación de las promesas mesiánicas, siendo los inmediatos progenitores de la Madre del Salvador.

Poco conocemos de la vida exterior de estos dos esposos. Nos basta con saber que fueron los padres de “la llena de gracia, la bendita sobre todas las mujeres, la Madre de Jesús”. Sabemos que en el seno de Ana germinó la plenitud de la gracia; que en sus entrañas se realizó el misterio de la Inmaculada Concepción.
El anciano matrimonio había suplicado, por mucho tiempo al Señor, una bendición y al fin se les concedió. Todos los anhelos, todos los suspiros apasionados de los antiguos patriarcas se habían condensado en ellos, y en ellos se condensó también la realización de todas las promesas de Dios al hacerlos padres de María. Ellos fueron el tallo de donde brotó la flor que había de cuajar en el fruto bendito, que es Jesús, el Salvador. Esto es lo que sabemos de Santa Ana y San Joaquín. Basta y sobra para nuestra devoción y gratitud. Grandes tuvieron que ser aquellos corazones y muy santos, cuando Dios los escogió para padres de la Virgen Inmaculada, Madre de Dios.

Publicado en Cuenca, 26 de julio de 2019. Actualizado el 26 de julio de 2025.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.