jueves, 5 de septiembre de 2019

Fiesta de Conmemoración de San Julián. 5 de septiembre.

    Como ya hablé del porqué de la fiesta del 5 de septiembre, ahora quiero traer a estas páginas lo acontecido en la primera fiesta que se llevó a cabo tras el Breve del Papa Julio III del 5 de julio de 1551.

La primera procesión que se hizo con el cuerpo de San Julián, como homenaje de júbilo debutado por el pueblo de Cuenca, se verificó el 1 de febrero de 1518; fue como consecuencia de la manifestación que se hizo de sus restos  mortales, en el año anteriormente indicado.

La fama de los milagros obrados y la maravillosa conservación de los restos el glorioso Obispo, produjeron una alegría y júbilo tan inmensos en el pueblo conquense, que se tradujo en la celebración de culto y festejos extraordinarios para conmemorar maravilloso acontecimiento.

Entre dichos cultos celebró una procesión solemne que recorrió la carrera entonces acordada para el Corpus y a ella asistió todo el Clero del Obispado en las cruces parroquiales y se realizó en medio del mayor entusiasmo, veneración y respeto, sin que afortunadamente hubiera el más pequeño incidente que lamentar el culto del Santo.

Los términos en que está redactado el Breve del Papa Julio III de 5 de Junio de 1551, trasfiriendo la fiesta de San Julián al 5 de septiembre, hizo pensar  se podría suprimir la del 28 de enero, más como quiera que en el ánimo y en los deseos de los conquenses estaba, en vez de disminuir, aumentar el culto del Santo Obispo, de cuyos deseos participaban con igual entusiasmo los Cabildos Catedralicio y municipal, se acordó luego establecer dos fiestas en el año; la del 28 de enero que sería la del Tránsito y la del 5 de septiembre que se denominó de Conmemoración y también de Traslación.

Estos acuerdos aparecen en los libros de actas capitulares de la Catedral, correspondientes a los años de 1552 y 1553. Por no hacer muy extenso este artículo solo pondré los señores que tomaron parte en la votación del Cabildo del viernes, 9 de junio de 1553.

Don Juan de Barreda, Canónigo y Prior.

El licenciado Alonso de Arboleda, Canónigo Doctoral.

Don Hierómino Gavoto, Canónigo.

Don Alonso de Tamayo, Arcipreste.

Don Francisco de Valdés, Abad de la Sey.

Don Pedro González de Cañamares.

Don Juan de Baraxas.

Don Juan Bautista Muñoz.

Don Diego Ramírez Sedeño, Canónigo

Don Juan Fernández de Heredia, Canónigo y Arcediano de Cuenca.

Como cosa curiosa ese día entró en la sesión del Cabildo el Sr. Alonso Álvarez de Ayala vecino y Regidor de esta Ciudad y de parte de la Ciudad a la que representaba, suplicó a los Señores Deán y Cabildo que resolvieran de manera positiva que se celebraran ambas festividades.

Publicado en Cuenca, 5 de septiembre de 2019.

^Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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