miércoles, 4 de septiembre de 2019

San Lorenzo Justiniano, festividad de hoy, 5 de septiembre. Fundador de las "Justinianas" más conocidas como las "Petras".

     Nos gusta lo domingo ir a Misa de doce a las Petras, y el nombre de San Lorenzo Justiniano me es familiar porque todos los domingo lo nombra el sacerdote.

Pero ¿Quién fue Lorenzo Justiniano? Hoy 5 de septiembre celebramos su festividad.

Lorenzo nació en una familia ilustre, los Justiniani, tan conocida en Venecia, Génova, Nápoles y en la Isla de Córcega e incluso en China. Nació en Venecia el día 1 de julio de 1381, siendo sus padres Bernardo Justiniani y Quirina, señora muy noble y virtuosa. Quedó viuda su madre siendo muy joven, y dedicó a criar bien a Lorenzo.

Temiendo su madre que se desviara de la virtud por haber nacido en un siglo lleno de corrupción, se lo hizo saber su madre y este le contestó: No temáis madre, no tengo otra ambición que la de ser cada día mayor siervo de Dios y más devoto que todos mis hermanos.

Tenía todas las cualidades de cuerpo y espíritu para aspirar a una elevada posición social. Pero a los 20 años notaron un cambio radical convirtiéndose en un modelo de todas las virtudes y la admiración de toda Venecia. El mismo nos cuenta el motivo de su transformación: “Era yo entonces como todos. Con ardor apasionado buscaba la paz en las cosas externas sin poder encontrarla. Hasta que un día se me apareció una Señora más brillante que el sol, cuyo nombre yo desconocía: “Oh joven amable, ¿por qué derramas tu corazón en tantas cosas inútiles? Lo que buscas tan desatinadamente te lo prometo yo, si quieres tomarme por esposa”. Le pregunté por su nombre y por su alcurnia y ella me dijo que era la sabiduría de Dios. Le di mi palabra sin vacilación alguna y después de abrazarme, desapareció”.

En 1404 fundó con otros dos aristócratas venecianos, Antonio Correr y Gabriel Condulmer la Congregación de San Giorgio in Alga, de la cual fue designado prior y general en el año 1413 y reelegido en 1421.

El Papa Eugenio IV, como antiguo canónigo de San Jorge conocía muy bien los méritos de Lorenzo, lo nombró obispo de Castello el 12 de mayo de 1433.

Era afabilísimo y recibía a todo el mundo con una inalterable dulzura. Un una ocasión un santo ermitaño que hacía más de 30 años que vivía en la Isla de Corfú con gran opinión de santidad aseguró que Dios estaba tan irritado contra la ciudad de Venecia por su materialismo y pecado de la carne que si la ciudad no había experimentado los terribles efectos de su cólera eran por las oraciones del Santo Patriarca Lorenzo.

El día de Navidad, diciendo la Misa el sobrevino una calentura que lo debilitó y le pidieron que se retirara a una habitación bien acondicionada y él respondió: “Jesucristo murió en una cruz ¿y queréis que un pecador como yo muera en una blanda cama?

Habiendo recibido los santos Sacramentos, y después de haber consolado a sus familiares, diciéndoles que debían celebrar con llanto su espíritu al Señor, el día 8 de enero del año de 1455, a los sesenta y tres de edad falleció.

Por la gran cantidad de gente que venía a visitar su cuerpo, su sepultura estuvo descubierta por espacio de 67 días en la sacristía de la Iglesia patriarcal, sin que al cabo de tan largo tiempo se experimentara la más mínima señal de corrupción. Fue Beatificado por Clemente VIII y el Papa Alejandro VIII lo canonizó en el año de 1690, fijándose su festividad, por orden de la santa sede, el día 5 de septiembre que fue el día del traslado de sus reliquias.

Cuenca, 5 de septiembre de 2019.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.


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