viernes, 24 de noviembre de 2023

Un rincón para Catalina en la Catedral de Cuenca. Festividad del 25 de noviembre.

Es una de las capillas más antiguas de la Catedral

    En la nave del Evangelio y después del retablo barroco de la Virgen de las Nieves y junto al arco de Jamete esta la capilla de Santa Catalina de Alejandría, cuya festividad se celebra el 25 de noviembre.

Santa Catalina en la Catedral de Cuenca.

    Esta capilla es una de las más antiguas de la Catedral. Su construcción es de estilo gótico, fechada en la primera mitad del siglo XV. Su interior nos muestra una sencilla bóveda de crucería, con su clave central y sus cuatro ménsulas sobre las que descansan sus nervios, con una doble portada formadas por arco de medio punto, con dos baquetones góticos a cada lado de la entrada. El quicio de ambas puertas es de madera, sus barrotes, sencillos y redondos y los montantes, semicirculares en ambos casos y presididos por el escudo de armas de la casa del que fuera el primer patrón de la capilla, D. Luis de Guzmán, por cesión del Cabildo en el año de 1598.

    La primera vez que se hace alusión a esta capilla es por el Obispo Lope Barrientos aludiendo a su constitución por el reverendo D. Pedro Bahamonde (Vaamonde) Canónigo de esta Catedral y que fue nombrado Obispo de Mondoñedo en el año de 1446 y que dotó para su mantenimiento de la prestamera del Castillo junto con su dehesa.
    Esta capilla durante muchos años siguió perteneciendo al Cabildo, hasta que D. Luis de Guzmán muestra sus deseos de tenerla para enterramiento de sus familiares.
    Ante los grandes destrozos ocasionados en la torre del campanario por un rayo que cayó el 9 de mayo de 1597 y hallándose el Cabildo con necesidades económicas, accede a su venta el 24 de octubre de 1597 por un montante de cinco mil ducados. La escritura se hizo efectiva el día 11 de septiembre de 1598, en la sala del Cabildo de Cuenca, ante el escribano público, D. Gabriel Ruiz.
    Las rejas son de madera, del siglo XVII y posiblemente de Pedro de Arenas. La capilla posee un rico retablo renacentista de principio del siglo XVI, sobre el año de 1520 a 1525. Su autor no está definido con certeza pero por su estilo y composición bien pudiera ser de Hernando Yáñez de Almedina.
Martirio de Santa Catalina.

    El retablo está formado por una tabla central en la que se reproduce a la Santa titular de la capilla. La escena en ella representada es la del martirio de Catalina de Alejandría, también llamada Catalina del Monte Sinaí, al aparecer su cuerpo en la gruta del monte Sinaí. Está basado en la leyenda medieval que asegura que Catalina, descendiente de nobles, fue entregada a los verdugos por su tenacidad en defender y mantenerse en la doctrina de Cristo. Según la alegoría del cuadro, parece ser que fue entregada por su propio padre, personaje que aparece montado a caballo acompañado por tres sirvientes, dos de ellos vestidos de soldados romanos y que permanecen en segundo plano. Catalina aparece arrodillada delante de la rueda de cuchillos que había de servir para su martirio, y entre los esbirros que habían de ponerla en movimiento, abatidos todos ellos y alguno mal herido y ensangrentado por la lluvia de piedras que para deshacer la rueda del martirio envían los ángeles desde el cielo.
    Todos estos detalles que describo proceden de las leyendas que en el anterior artículo mencionaba cuando hablaba de la “passio”, que es una obra griega, escrita entre los siglo VI-VIII, y se cree que el redactor fue un monje del convento del Monte Sinaí, donde se cree que fue depositado el cuerpo de Catalina por los mismos ángeles. Esta narración fue considerada como una biografía histórica y contribuyó, en gran medida, a la difusión del culto de la Santa Catalina. En esta tabla se hace patente la historia del relato. 

    Hay que destacar también el grupo escultórico que existe en la tabla central del montante, con cuatro figuras en alto relieve. Representa a la Virgen María de pie con el Niño sobre su brazo izquierdo, detrás de ella y también de pie, un ángel. Delante de la Virgen un caballero de rodillas tomándole su mano derecha como señal de aceptación y benevolencia, el caballero parece sostener un báculo en su mano izquierda y está considerado como San Antonio Abad, el fundador de la vida eremítica en la prodigiosa Tebaida del siglo III.  

     A cada lado izquierdo del retablo hay una inscripción que transcribiéndola dice: “Aquí yace la señora doña Isabel de Torre viuda de García Zapata vecino de Inista, que en esta capilla fundó dos capellanías y un sacristán, con otras memorias, de que dejó por patrón al señor don Luis Guzmán, su primo y su heredero, por vía de patronazgo. Fallecido a 30 de Diciembre de 1599 R.I.P.

    En el lado derecho y bajo el escudo de armas de los Guzmanes dice: “Esta capilla de la advocación de Sta. Catalina de Monte Sinaí compró de la Fábrica de esta Sta. Iglesia y de sus bienes la dotó de capellán y memorias D. Luis de Guzmán, caballero de la Orden de Calatraba, Regidor de esta ciudad; 
fue dos veces procurador de Cortes por ella, y una diputado de los Reinos, desde el año 1592 hasta el de 1605, continuamente, en que ordenaron muchas cosas del servicio de Dios y de Su Majestad, en bien del reino y utilidad de esta ciudad y su provincia; dejó por patrón a don. Gaspar de Guzmán, su hijo, caballero de la Orden de Santiago y regidor de Cuenca, y de doña Mariana Muñoz, su mujer, y nombró sucesores por vía de mayorazgo murió de edad de 64 años, a dos de abril de 1617 años. R.I.P.”

Publicado en Cuenca, 25 de noviembre de 2020 y 25 de noviembre de 2023.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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