lunes, 29 de marzo de 2021

Bestiario del diablo. Su representación iconográfica.

La representación del diablo. Su Bestiario.

La Edad Media parece haber pensado con pasión que todo pudiera ser símbolo, pero hay que estudiar este simbolismo en sus fuentes y textos, pues existe el peligro de deformar con la mejor buena fe su verdadero significado.
Diablo Botis. Iconografía marginalista siglo XV
Catedral de Cuenca.
  A mitad de la Edad Media aparece el talento enciclopédico de san Isidro quien supo sintetizar a Cicerón, a Horacio, a Ovideo, a Marcial, a Plinio, a Juvenal y a Luciano, a los que resumió sin sacar consecuencias morales de los animales y sin dar tampoco interpretaciones alegóricas, porque sería la obra de los Physiologi o de los bestiarios (1*).

No debe olvidarse que la Edad Media rara vez ha inventado; solamente se ha limitado a beber en las fuentes antiguas, en las que a veces ya había un intento de moralización. Por tanto los primeros comentarios simbólicos se hallan en los autores antiguos, de los que se alimentarán los Padres de la Iglesia; todo se cargará de sentido, aunque sea muy poco lo que se sepa del comportamiento animal.

Tengo que decir que es difícil dar una definición breve, para este artículo, de lo que es el Physiologus, creo que la más acertada es la que dio el especialista italiano Sbordone que lo calificó de pequeño manual zoológico-simbólico.
Perro. Iconografía marginalista. siglo XV. Catedral de Cuenca

El libro original fue creciendo de contenido con los años y llegó a tener 200 descripciones no sólo de animales sino también de plantas y minerales, así que la obra se dividió en tres partes: bestiario, herbario y lapidario.

En España no paso desapercibida esta obra, pues el humanista sevillano Gonzalo Ponce de León llevó a cabo en Roma la traducción al latín, el llamado Physiologus Epiphani, en época del Papa Sixto V, al que dedicó el libro. Editado en Roma en el año 1587 y 1601, apareciendo en París y en Amberes (2*).

Tras esta breve explicación entro de lleno en el bestiario de Satanás.

Hoy en día somos muy morbosos y todo esto nos llama la atención desmesuradamente y comenzaré diciendo que son muy numerosas las encarnaciones del espíritu del mal, y los animales pueden ser reales, fabulosos y monstruosos, como lo podemos observar en la iconografía del siglo XV en la Catedral de Cuenca, pues tenemos un verdadero bestiario en nuestros arcos góticos del siglo XV.
Cerdo. Iconografía marginalista. Siglo XV. Catedral de Cuenca.

La imagen de Leviatán es la Ballena que los Salmos: 73, 14 y 103,26 describe como monstruo infernal; en su vientre estuvo Jonás cuando fue arrojado al mar. A veces el demonio de Macho Cabrío, de Cabra, de Camaleón (por su poder de transformación) o de Gato negro. Pájaro diabólico es el Murciélago, especie de vampiro que chupa la sangre de los niños dormidos. Los orientales califican el Perro de impuro, es el símbolo de los pecadores, que como el perro se alimenta de lo que ha vomitado, como recuerda San Pedro en la segunda Epístola.
Arpía masculina. Iconografía marginalista siglo XV. Catedral de Cuenca.

Son demonios los animales que se arrastran por la tierra y viven en ciénagas como el Sapo, símbolo de la avaricia, la Rana, El cocodrilo, cuya boca es comparada con la del infierno, y el Erizo, que destruye las viñas. A Satanás alude  el Leopardo, cuyo pelaje simboliza la ambigüedad del demonio: también es bivalente el León. Otro destructor de las viñas del Señor (Cantar de los Cantares 3,15) es el Zorro, símbolo de la hipocresía, como el Jabalí, que destruye con violencia. El símbolo más universal es la Serpiente, el Mono, cuyo rostro tanto recuerda al del diablo.
Dragón. Iconografía del siglo XV. Catedral de Cuenca.

El poder del demonio queda simbolizado por los cuatro animales recordando en los salmos (90,13); áspid, basilisco, león y dragón. El áspid, según Honorio de Autun, es un pequeño dragón, que huye de los encantamientos colocando una oreja pegada al suelo y tapándose la otra con la punta de la cola. El basilisco es el rey de las serpientes y lleva en la cabeza una cresta. 
El dragón es una variante de la serpiente y la Quimera es un híbrido de cabeza de león, cuerpo de cabra y cola de serpiente. Otro animal demoniaco y fabuloso es el grifo, con cuerpo de león y cabeza y alas de águila. Quizá los más frecuentes son los monstruos semihumanos, como el Sátiro, derivación demoníaca de un ser mitológico, y otro tanto hay que decir del centauro, mezcla de hombre y de caballo, de la Esfinge y de la Sirena, ésta última, sin duda, la más conocida. Aún se mencionan unos seres monstruosos como los pigmeos, los esciápodos, etc., pero carecieron de significado moral.

Publicado en Cuenca, 30 de marzo de 2020.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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-1* C.S. Lewis; La imagen del mundo, 4-8 y 113-114. Barcelona 1980.
     -2* El Fisiólogo atribuido a san Epifanio, pp. XV-XIX, Madrid, 1986.
 -Iconografía e iconología de la Catedral de Santa María. José María Rodríguez González. Diputación de Cuenca. 2013.
-Mensaje simbólico del arte medieval. Santiago Sebastián. Madrid. 2009.

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