lunes, 15 de marzo de 2021

Efemérides conquenses del día 16 de marzo.

   Tres son los sucesos interesantes que ocurrieron en esta ciudad de Cuenca un 16 de marzo; el primero fue en el año 1408, siendo promovido a la mitra de Cuenca el XVII Obispo de esta diócesis, D. Diego de Anaya Maldonado de Salamanca. El segundo suceso acaeció en el año 1604, se hundió a las cinco de la mañana, un trozo de lienzo de muralla que hacía pared con la casa del mayorazgo de D. Alonso de Mendoza en el barrio del Alcázar, este lado daba a la vertiente del río Júcar. Se derrumbó haciendo gran estruendo lo que alarmó a los vecinos de todo el casco antiguo, cuando se disipó la cantidad de polvo que provocó el hundimiento, quedaron al descubierto gran cantidad de huesos, como si aquel espacio hubiera sido aprovechado como osario.

Es de destacar la tercera efemérides que no se dio en esta ciudad pero si en uno de sus hijos como fue Alonso García Ramón que un 16 de marzo de 1607 funda en Monterrey la factoría que había de ser el fundamento de la actual ciudad de Los Ángeles. Fue un gran hombre, bueno y fiel a España, que calumniado vilmente murió pobre después de haber prestado excelentes servicios a España.

El primer motivo que nos trae hoy es el nombramiento de nuestro XVII Obispo de Cuenca, D. Diego de Anaya, era natural de Salamanca, hijo de Pedro Álvarez de Anaya y doña Aldonza Maldonado; tuvo varios obispados: el de Tuy desde el año 1383 hasta 1390; el de Orense, desde 1390 hasta 1392 y el de Salamanca hasta 1408.

Fue maestro del rey D. Enrique III y de su hermano el Infante D. Fernando rey de Aragón. Siendo obispo de Salamanca en el año de 1390 asistió a una solemne Junta en Alcalá de Henares, con asistencia del rey D. Enrique y los Prelados de ambas castillas, para quitar la obediencia a Benedicto XIII y determinar el modo de gobernar las iglesias durante el cisma. El 16 de marzo de 1408 fue promovido a la iglesia de Cuenca y en el año 1414 fue enviado al Concilio de Constanza con Martín Fernández de Córdova.

Fue uno de los nombrados en el Concilio para elegir Pontífice y acabar con tan dilatado cisma, y resultó elegido el Cardenal Oton Colona, que tomó el nombre de Martino V.

Se instituyó en su Pontificado en esta Santa Iglesia las Abadías de Santiago y del Asey. Estuvo en Cuenca hasta el año 1417, y el 7 de marzo del año de 1419, asistió como Arzobispo de Sevilla a las Cortes que celebró el Rey D. Juan II en el Alcázar de Madrid, como se expresa en la crónica de dicho Rey.

Este sabio Prelado, digno rival de D. Gil Álvarez de Albornoz se cuenta un hecho en el que viendo en el Concilio de Constanza que alternaba su socio Martín Fernández con el embajador de Borgoña sobre el asiento preferente que había tomado y no quería dejar, el Obispo de Cuenca, viendo que no solo era Prelado sino también Presidente del Consejo de Castilla, se dirigió al sitio de la polémica, asió de un brazo al embajador de Borgoña y le arrancó del asiento en cuestión, y encarándose con Martín Fernández, le dijo: Yo, como clérigo, he hecho lo que debía: Vos, como caballero, haced lo que yo no puedo, si es necesario, por el honor de Castilla.

Murió en Cantillana año de 1437; su cuerpo fue trasladado a la Iglesia Catedral de Salamanca a una capilla que había edificado, y se le puso el epitafio siguiente: Aquí yace el Reverendísimo e Ilustre, y muy magnifico Señor D. Diego de Anaya, Arzobispo de Sevilla, fundador del insigne Colegio de San Bartolomé, fallecido año de 1437: dejó por su heredero a dicho Colegio mayor de san Bartolomé de Salamanca que había fundado siendo obispo de Cuenca en el año 1410.

Publicado en Cuenca, 16 de marzo de 2020.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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