miércoles, 20 de octubre de 2021

Santa Úrsula. Festividad del 21 de octubre.

     De los tres santorales que utilizo para resumir la historia del santo del día, el que más me gusta, es el más antiguo, que data de 1846, escrito por el Padre Croiset.

La santa que celebramos en el día de hoy, se puede afirmar que su historia es algo disparatada para nuestro tiempo, algo difícil de asimilar como cierta pues tiene algo de fantástica que no deja de recordarnos la vistosidad efectista de las antiguas películas, tal vez por ello me he puesto a resumirla y compartirla con todos ustedes que entran en mi blog.
Santa Úrsula.
   El próximo mes quiero comenzar con efemérides conquenses acaecidas en Cuenca y provincia, espero que sean de su agrado en lo sucesivo.

Centrándome en lo que nos atañe hoy, diré que para evitar varios hechos fabulosos seguirme en mi narración sobre Santa Úrsula, lo descrito en un antiguo manuscrito del Vaticano, que dice lo siguiente:

Úrsula nació en el año 362 en la Inglaterra en que reinaba el fervor y el esplendor de la religión cristiana. Fue hija de Dionet, rey de Cornovaille, y de Daria, de sangre noble y virtuosa mujer. Úrsula de niña tenía un corazón noble y generoso, un espíritu vivo y dócil que a la edad de doce años era ya celebrada como una de las más hermosas princesas de Europa. Ella comprendió que lo más bello ornamento de una doncella cristiana era la modestia, despreciando los halagüeños atractivos de la corte, consagrándose como esposa de Jesucristo.

Máximo era el general de las tropas del emperador Graciano en gran Bretaña y se hizo programar emperador en el año 382. Cruzó la mar, desembarcó con todo su ejército en las costas de la Armórica, provincia de las Gaulas, se apoderó de toda Bretaña.

Canon, era uno de sus oficiales principales, bretón y cristiano. Se distinguió tanto en esta campaña por su valor y conducta que Máximo le hizo gobernador de la Armórica, llamada después la Bretaña menor y confiriéndole el título de duque. Estableció su residencia en la ciudad de Nantes y dejo en el país gran parte de las tropas, compuesta de bretones.

Llagando a los oídos  de Canon la noticia de la hermosura de que era poseedora Úrsula, envió una diputación al rey su padre, pidiéndola como esposa. Como gran parte de los señores, oficiales y soldados eran también solteros, a los enviados se les encargó que trajeran con ellos todas las doncellas que pudiesen para que fueran desposadas con ellos.
Santa Úrsula y las doncellas.
   El rey los recibió con honores y como conocían los méritos del duque, oyó con gusto la proposición, prometiéndoles dar como esposa a su hija. Úrsula recibió la noticia con disgusto pero no dio respuesta a ella. Por fin dio su consentimiento por la gran sumisión que profesaba a su padre. Antes de partir rezó a Jesús con esta fervorosa súplica: “Bien sabéis Vos, divino dueño mío, los más íntimos afectos de mi pobre corazón; jamás le han tentado las grandezas del mundo, ni le han deslumbrado sus aparentes brillanteces. Vos solo sois el dulce objeto de sus amorosas ansias. Dueño sois de todos los sucesos de la vida; fácilmente podéis desbaratar todas las ideas de los hombres por concertadas que estén. No desechéis, Señor, mis humildes súplicas: Dignaos tomar bajo vuestra protección a la menor de vuestras siervas; dirigidlo todo a mi salvación y a vuestra gloria según vuestra divina voluntad”.

Los preparativos para el embarco de la princesa se iban acelerando y ya había un gran número de doncellas nobles para acompañar a Úrsula, que estaban destinadas para desposas a los oficiales bretones. Cuando todo estuvo previsto para el embarco, pasaron a Londres a Úrsula y sus compañeras.

Apenas perdieron de vista las costas de Inglaterra, se levantó una furiosa tormenta que lleno de terror a toda la escuadra, amenazándola con un fuerte naufragio. Entonces Úrsula dijo a todas las compañeras: “Ánimo, hijas mías, nada temáis. Servimos a un Dios y tenemos un Esposo que manda en los vientos y en los mares. Sacrifiquemos nuestras vidas, y dejemos los horrores de la muerte a los que tienen la desgracia de no conocerle. Pero nosotras tengamos confianza en su gran misericordia”. Sosegó a todas sus compañeras a todos el equipo, la intrépida seguridad de la Santa. Toda la escuadra fue arrojada en el puerto de Tiel, en el ducado de Güeldres, y siguiendo después la corriente del Rhin, navegó hasta Colonia, teatro del glorioso triunfo, que el Cielo les tenía preparado.

Enterado el emperador Graciano del levantamiento de Máximo, llamó en su socorro a los hunnos, nación bárbara de la antigua Sarmacia. Eran crueles y paganos que desolaban todos los países por donde ponían el pie. Mandaba a estos bárbaros el general Gauno, por orden del emperador Graciano. Al descubrir los navíos bretones, enemigos del emperador, los atacaron y se apoderaron de ellos sin dificultad. Quedaron sorprendidos al comprobar su carga, pues sólo iban doncellas cristianas.

Quiso el General del ejército ver a la princesa Úrsula y quedó ciegamente prendado de su hermosura. Al contrariarle la Santa el encanto torno en brutal furor que arrojándose con espada en mano fue atravesando con su acero a las doncellas, a otras les lanzaron flechas y a todas ellas las degollaron. Esto sucedió en día 21 de octubre del año 383, desde entonces la Iglesia celebra la fiesta de Santa Úrsula y sus compañeras vírgenes y mártires.
Martirio de Santa Úrsula y las doncellas.
   Fueron sepultados sus cuerpos en el territorio de Colonia, desde donde se difundieron después sus reliquias por toda la cristiandad. En el año de 1537 se fundó en Italia la congregación de Santa Úrsula, por la beata Ángela de Brescia, la que aprobó Paulo III y en el año 1572 la sujetó a la clausura y votos religiosos el Papa Gregorio XIII, a solicitud de San Carlos Borroneo. El año de 1611, fundó las Ursulinas en Francia la señora de Santa Beuva, Magdalena de Huiller, siendo el primer convento de París, de donde se extendieron con gran utilidad, no solamente por Francia, sino también por Suiza.

Publicado en Cuenca, 21 de octubre de 2019.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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