domingo, 14 de julio de 2019

La Virgen del Carmen y el Escapulario.


Mañana día 16 de julio, festividad de la Virgen del Carmen

La festividad que hoy celebra la Iglesia en honor de la Virgen es muy popular en todo el orbe católico, y de modo especialmente en España. Este día, 16 de julio, quiero traer el recuerdo del glorioso triunfo del Cristianismo sobre las tropas moras en la batalla de las Navas de Tolosa. Desde ese día empezó a juntar el pueblo español dos festividades en una: la Virgen del Carmen y la instituida por Bula del Papa Gregorio XIII para conmemorar la gloriosa victoria de las Navas.


Muy antigua es la advocación de Ntra. Sra. del Carmen. Se remonta a los tiempos proféticos, pues moraban en las cuevas del monte Carmelo unos santos monjes entregados a vida contemplativa, los cuales daban culto especial a la que había de ser la Santa Madre de Dios. Eran los Hijos de los Profetas, discípulos de los santos Elías y Eliseo. Del nombre del monte que escogieron para su retiro llamándose Carmelitas y la Virgen por ellos venerada, Ntra. Sra. del Carmelo o del Carmen.

La Orden Carmelitana es considerada, y con razón, como la más antigua de la Iglesia Católica. Veneradas tradiciones reconocidas por la Iglesia y autoridades por los críticos, dicen que la fundó el mismo profeta San Elías, y que subsistió sin interrupción desde aquellos remotos tiempos, siendo primero eremítica y luego monacal. Lo cierto es que al entrar los Cruzados en Palestina, pudieron ya admirar las extraordinarias virtudes de aquellos santos anacoretas. Tan prendados quedaron de santísima vida que les instaron a pasar a Europa y fundar aquí conventos de la Orden. Así lo hicieron algunos de ellos en el siglo XIII, viniendo a Francia con el rey San Luis, y retirándose a la ermita de Aigallades, cerca de Marsella.

Merced a la protección del Santo Rey pudieron los Carmelitas fundar conventos de su Orden en diferentes regiones de Francia, y aun pasar a Inglaterra, donde hallaron al varón providencial destinado a renovar y expansionar el espíritu de la Orden que dilató por varios reinos.


Difundiéndose la Orden Carmelitana por buena parte de Europa, merced a la incansable labor de San Simón Srock. El año de 1245 fue elegido Superior General en circunstancias difíciles para la Orden. A la Sazón se perseguía con saña a los Carmelitas, tanto en Oriente como en Occidente. No por ello desmayó San Simón, antes multiplicó sus trabajos, oraciones y penitencias y se dio con mayor celo todavía a la propagación del culto de la Virgen del Carmen. San Simón suplicó a la Virgen, en sus oraciones decía: “Oh Virgen María, defended a vuestros Hijos y mostrad que sois nuestra Madre”.

Varios años estuvo la Virgen María sin atender las ardientes súplicas de su siervo. Quería sin duda probar la constancia y fidelidad de San Simón. Finalmente, fueron tantas las obras piadosas del Santo, que la Madre no quiso ya dilatar más tiempo el reconocerle la gracia solicitada.

El 16 de julio de 1251 en Santo General en Cambridge orando fervorosamente ante una imagen de María, cuando al rayar el alba se vió de pronto cercado de intensos resplandores, y oyó en los aires el dulcísimo eco de celestiales armonías. Al mismo tiempo se le apareció la  virgen rodeada de multitud de ángeles y entregándole un escapulario, le dijo estas palabras:”Recibid, hijo queridísimo, este Escapulario de tu Orden, señal de mi hermandad, privilegio para ti y para todos los Carmelitas. Quien muriere con él no padecerá el fuego eterno. Signo es de salvación y señal de paz y de alianza sempiterna”.

Pasados setenta y un años, confirmó la Virgen María estas consoladoras promesas en una aparición al Papa Juan XXII, y añadió el Privilegio llamado Sabatino a favor de los religiosos y de los cofrades Carmelita. “Yo que soy la Madre de misericordia, le dijo, bajaré al purgatorio el primer sábado después de su muerte, los libraré de las llamas y los llevaré al Monte Santo de la vida eterna”.

Verdad es que ninguna devoción supera en eficacia a la del santo Escapulario del Carmen, merced sin duda a su origen celestial. Nada extraño que el Señor haya obrado y siga obrando milagros a favor de quienes honran sus cuerpos llevando tan santo signo. El primer milagro del Escapulario del Carmen ocurrió en Winchester de Inglaterra, y precisamente el mismo día de la aparición, el 16 de julio de 1251, y con el mismo Escapulario entregado por la Virgen a San Simón Stock. Fue la conversión antes de la muerte de un moribundo impenitente llamado Waltero.

Desde esa fecha se han obrado innumerables milagros de toda clase con esta eficacísima devoción. Tendríamos que seguir escribiendo varias hojas para relatar tantos milagros obrados a través de él.

Feliz día del Carmen y felicidades a las mujeres que llevan este digno nombre.

Cuenca. 15 de julio de 2019.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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