viernes, 7 de julio de 2023

Procopio de Cesárea. (Año de su muerte 303) Festividad del 8 de julio.

    De Procopio sabemos que fue un comerciante extranjero, un católico alemán, que tenía su comercio en Novgorod.

Como testigo próximo y veraz, Eusebio de Cesárea nos cuenta lo poco que se sabe de este humilde mártir: que vivía en Scitópolis, donde era lector, exorcista y traductor de las Escrituras, y que era hombre muy espiritual y mortificado que sólo vivía de pan y agua.

Por sus sacrificios, fue distinguido con el don de la clarividencia. Un día se inclinó ante una niña de 3 años y les dijo a los presentes: “He aquí a la madre de un gran santo”. La niña fue la madre de Jerarca Esteban de Perm.

Cuenta sobre Procopio que un invierno hizo tanto frío que hasta los pájaros se helaban en vuelo, Procipio buscaba refugio y en las casa no lo recibían y se estaba congelando. Repentinamente comenzó a soplar una templada brisa celestial y un ángel rozo su rostro entrando en calor y le volvieron las fuerzas. Este milagro fue relatado por Procopio a Simón, un clérigo de la catedral; además le pidió no difundirlo antes de su muerte.

Otro de los milagros que se cuentan es que Procopio deambuló por la ciudad instando a los habitantes a arrepentirse y rezar, para que el Señor salvara a la ciudad del destino de Sodoma y Gomorra (Gn. 19), nadie le creía. De repente apareció en el cielo una nube negra que cada vez se hacía más grande hasta cubrir toda la ciudad, centenares de rayos y truenos la envolvieron. El ruido de la tormenta tapaba el clamor de los habitantes que vieron en aquello su destrucción y muerte. Acudieron a la catedral donde hallaron a Procopio rezando delante de la imagen de la Anunciación. Una fragancia lleno el templo y la mirra fluía de la imagen que era tan abundante que se llenaron todos los recipientes que había en el templo. La gente se untaba con ella y se curaba de sus males. Cuando Procopio se levantó de orar un aire fresco envolvió el templo y volvió a salir el sol.

En el año 303 falleció en las puertas del monasterio de Arjangelsk. Sobre su tumba ocurrieron muchos milagros.

Publicado en Cuenca, 8 de julio de 2020

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.




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