24 de mayo festividad de Ntra. Sra.
Auxiliadora
¿Quién no recuerda la capilla del
colegio salesiano de Cuenca presidida por la imagen de María Auxiliadora? En la
actualidad, la misma imagen, se venera en la Parroquia de la Virgen de la Paz.
Fue realizada por Marco Pérez en 1956 y estuvo en la iglesia de los Padres
Salesianos hasta 1980.
María Auxiliadora Autor: Marco Pérez. 1956 Parroquia de la Paz Cuenca |
Fue en 1886, el jesuita Don
Francisco González Herrero, tras la visita de San Juan Bosco, a la fundación
Salesiana de Barcelona, quien distribuyó centenares de boletines salesianos
difundiendo la devoción a María Auxiliadora. Pocos años después de estos
hechos, el mismo jesuita consigue una
canonjía en la Catedral de Cuenca, fundando con un grupo de unos 50 fieles, la
Archicofradía de María Auxiliadora, adquiriendo la imagen de las Escuelas
Salesianas de Barcelona-Sarriá en 1905, desde entonces se encuentra la imagen
en la Capilla Honda de la Catedral celebrándose su festividad el 24 de mayo.
Esta Archicofradía vino
celebrando una novena anual y la conmemoración mensual de la Virgen. Tras la
marcha de los salesianos de esta ciudad, la devoción fue decayendo, pero aún
con ello viene siendo venerada por sus devotos.
Haciendo un poco de historia diré
que esta festividad se remonta a tiempos de la Revolución Francesa que asentó
un duro golpe a la Iglesia Católica. Al asumir el poder Napoleón restablece el
catolicismo en Francia, anulando las leyes revolucionarias y devolviendo las
posesiones a la Iglesia. Pero como la ambición siempre se apodera del
triunfador, Napoleón exigió al Papa Pío VII algunos beneficios que el Pontífice
no podía conceder, por lo que Pío VII fue encarcelado en el castillo de
Fontainebleau durante cinco años. El tiempo de encarcelamiento lo dedicó el
Papa a orar a María Auxiliadora. Sus ruegos fueron escuchados y en 1814
Napoleón firma su abdicación. En 1815, habiendo recuperado la posición y el poder
espiritual la Iglesia, Pío VII, en agradecimiento a la Virgen instituyó la
festividad de María Auxiliadora el día 24 de mayo.
En este año celebramos 400 años
de la muerte de Miguel de Cervantes. Su figura siempre ha quedado eclipsada por
su obra el “Quijote” y este cuarto centenario pretende analizar y difundir la
extraordinaria trayectoria del genial escritor. No puedo dejar de mencionar el
episodio donde perdió la movilidad de su brazo izquierdo el genial escritor,
como fue en la Batalla de Lepanto que le valió el nombre del “manco de
Lepanto”. Hombre que se enorgullecía de haber combatido allí y que introdujo su
historia en el Quijote, a través de la narración del cautivo.
¿Qué tiene que ver Lepanto con la
advocación de María Auxiliadora? Déjenme que se lo cuente como me lo contó mi
abuelo Sabino, sabio en estos chances
.
En la mañana del 24 de mes de
mayo, la capilla Honda estaba iluminada de forma diferente, lucían seis cirios,
tres a cada lado del altar y adornos florales cubrían los pies de la imagen de
la Virgen. Pregunté a mi abuelo. ¿A qué se debe tantas flores y las velas? Es
porque hoy es la festividad de María Auxiliadora. Al salir te contaré la
historia de la Virgen, de Lepanto y de Cervantes.
Toda la Misa me la pase pensando qué
tenía que ver el creador del Quijote, con la Virgen Auxiliadora y con la
Batalla de Lepanto. Después de la Misa nos dirigimos a la plaza de Mangana y
sentándonos en el murillo y aprovechando la sombra que dispensaba un árbol se
dispuso a desvelarme el misterio.
Mira Josemari, el 7 de octubre de
1571 tuvo lugar la batalla naval en el golfo de Lepanto que enfrentó a los
turcos otomanos contra la coalición cristiana, llamada Santa Liga.
El sultán Selim II reclamaba la
isla de Chipre a Venecia y envalentonado dijo que no se contentaría tan solo
con esa reivindicación. Para evitar tal atropello se formó la Santa Liga, con
tal motivo el Papa Pio V publicó un jubileo universal.
Los turcos, provocaron a la
coalición católica, entraron en el Adriático y después de tomar el litoral de
Dalmacia, volvieron a refugiar sus navíos en el golfo de Lepanto. La escuadra
de la Santa Liga a las órdenes de Don Juan de Austria, salió de Mesina y al
cabo de dos días dió con la armada enemiga.
Mi abuelo, cogiendo su garrota
comenzó a situar los barcos, pintándolos en el suelo arenoso de la plaza, como
si fuera un tablero de ajedrez. Las fuerzas enemigas eran considerables: 207
galeras, 6 galeazas y 20 navíos armados, además algunos bergantines y fragatas,
totalizando 1.215 piezas de artillería; iban embarcados alrededor de 90.000
hombres entre soldados, gente de mar y remeros. Para Alí Bajá, que era quien
los dirigía, no tenía duda de la superioridad de sus fuerzas a la de los
cristianos que sumaban: 221 galeras, 38 galeotes y 18 fustas, pero con sólo 750
cañones y los hombres embarcados eran 83.000.
La batalla se inició con el
ataque frontal de ambas flotas desplegadas en línea y Alí Bajá intentó envolver
sólo el ala derecha cristiana, ya que el ala izquierda se extendía hasta la
costa.
Batalla de Lepanto por Pedro Veronese |
¿Qué hacía el Papa Pío V mientras
las dos fuerzas navieras se enfrentaban a más de cien leguas de él? Contesté
sin parpadear, rezar porque eso no se veía claro, los turcos le superaban en
navíos, equipamiento y soldados.
Así es Josemari, Pío V rezaba e
invitó a rezar a los asociados del Rosario a que implorasen a la Reina del
Cielo, por los cruzados de 1571, ese 7 de octubre coincidió que aquel año era
el primer domingo del mes y celebraban procesión en honor de la Santísima
Virgen.
Hacia las cinco de la tarde, el
Papa presidía una reunión de cardenales, abandonó súbitamente su asiento, abrió
la ventana en dirección a Oriente y fijando
unos momentos sus ojos al cielo el rostro se le iluminó y exclamó: “Cesen
ahora los negocios y no pensemos más que en dar gracias a Dios por el gran
triunfo que acaba de conceder a nuestra armada”.
Nadie de los presentes dió
crédito a sus palabras, intentando que no saliera de allí tal afirmación, pues
se desconocía el desarrollo del combate. Sin embargo, catorce días después, el
21 del mismo mes, a altas horas de la noche, llegó al Vaticano un mensajero
llegado de Venecia y confirmó la predicción hecha por Pio V. Contando que el
fracaso del asalto frontal del enemigo y el auxilio de la reserva cristiana a
su alejada derecha dieron la victoria a Don Juan de Austria. Sólo lograron
salvarse unos 60 barcos turcos.
Al día siguiente en todas las
basílicas e iglesias de Roma se entonó el “Te
Deum” en
medio de un entusiasmo
indescriptible. Tal victoria bien mereció un exvoto perdurable, ofreciendo a la
Santísima Virgen, en las Letanías Lauretanas la invocación de: “Auxilium christianorum, ora pro nobis”
De aquí procede el nombre de MARÍA
AUXULIADORA. Ese día aprendí que la oración es en gran medida el arma más
eficaz, pero con una particularidad que siempre expresaba mi querido abuelo: A
Dios rogando y con el mazo dando.
Por último decir que en Ucrania y Rusia se celebra la fiesta de María Auxiliadora el 1 de octubre desde el año 1030, al haber librado a la ciudad de la invasión de los bárbaros.
José María Rodríguez González.
Profesor e investigador histórico.