jueves, 30 de abril de 2020

El Sol, el astro rey y el dios Helio de los griegos.

El Sol, llamado Helios por la mitología griega.

Hoy cierro el mes con este capítulo de los planetas y la mitología griega. La mitología griega ha sido una de mis aficiones. Comenzó con Selene, la Luna protagonista del trabajo que realicé en 2008 y que en 2010 se vio culminada con una exposición en la Fundación Antonio Pérez y la edición del catalogo. “SELENE. Mitología de la luna llena en la hoz del Huécar”. Dos años de trabajo que volvería a repetir porque disfruté como nunca había disfrutado siguiendo cada mes el curso de la Luna llena, en nuestra encantadora hoz del Huécar.

Como dice el refrán, agua pasada no muele molino, y añado yo, pero da satisfacción al peregrino. Volvamos el agua a su cauce que hoy me toca hablar del Sol.

Anaxágoras (500-428 a.C.) era un filósofo de Asia menor que vivía en Atenas, pensaba que todos los astros estaban hechos de la misma materia que la Tierra, y que el Sol era una piedra al rojo vivo. Por decir que el Sol no era un dios sino “una piedra ardiente más grande que el  Peloponeso” fue expulsado de la ciudad por ateo. El Sol es una bola gigantesca de tipo gaseoso, compuesta de hidrógeno que, mediante reacciones nucleares, se convierte en helio y que brilla por la misma razón que cuando calentamos un trozo de carbón, esto se pone al rojo vivo.

Nuestra estrella, el Sol existe en la Vía Láctea, hace cuatrocientos millones, aunque para nosotros es, de todas ellas, la más grandiosa por ser nuestra fuente de vida y calor. Para tener una imagen del volumen del Sol podríamos imaginar que en su interior cabrían 1.300.000 planetas del tamaño de la Tierra. Su gravedad es 28 veces la nuestra. Si multiplicamos muestro peso por esta cifra descubrimos que no siquiera sería posible andar.

Hace unos años cuando se anunció, con ciertos días de antelación, que se iba a dar un eclipse solar total, preparé unos cristales ahumados, de los que utilizábamos para protegernos de la luz que desprende una soldadura eléctrica, para poder ver el eclipse. Ese día fue especial, estando en clase, en la nave del IES “Fernando Zóbel” salimos por la puerta trasera y nos pusimos a mirar con los cristales el efecto que se estaba produciendo y se me ocurrió decir veis la ¿CORONA SOLAR?
Corona solar.
Enseguida saltaron casi al unisonó ¿Qué es eso? Y expliqué como lo hago ahora: La corona solar es, por así decirlo, la atmosfera del Sol, un millón de veces menos brillante que el Sol y la mejor manera de verlo es en un eclipse como se dio aquel día, que se interpuso la luna entre la Tierra y el Sol. Es el halo luminoso que hay a su alrededor. Y cuando la luna tomó su posición centrada con el Sol vimos lo que por desgracia poca gente ha tenido la suerte de contemplar tan inusual fenómeno. Fue, para ser exacto, el 26 de febrero de 1998.

Otro de los fenómenos más espectaculares de Sol son las llamadas protuberancias solares que se asemejan a llamas onduladas generadas por el campo magnético del Sol y que pueden llegar a tener hasta 300.000 km de longitud. La temperatura del Sol varía mucho dependiendo de si la calculamos en su centro: 15 millones de grados centígrados o en su corona: 6.000 grados centígrados.
Aurora polar.

Otro fenómeno son las auroras polares que se producen debido a las intensas radiaciones lanzadas por el Sol y que, debido al campo magnético terrestre, entran por los polos. Cuando ocurren en el polo norte reciben el nombre de “aurora boreal”. El arco iris, fenómeno que todos hemos observado alguna vez, nos permite conocer los verdaderos colores de la luz solar. El viento polar recorre el espacio a 400 km/seg., y es, también el responsable de las espectaculares colar de los cometas en su perihelio  (momento de mayor proximidad al Sol). Por este motivo las colas apuntan siempre en dirección opuesta al Sol.
Helios

En la mitología griega vemos a Helios personificado en el Sol. Era hijo de Titán y de su hermana Teya, hermano de Selene (mi Luna) y de Eos (la Aurora). Unido a la Oceánida Perse tuvo a Cirse que fue la hechicera que vivió en la isla de Ea, donde retuvo a Ulises en su regreso a Ítaca. Eates, rey de la Cólquida, poseedor del Vellocino de Oro, que buscaban a Jasón los Argonautas y padre de Medea, Absirto y Calcíope. También se le atribuyen otros hijos como: Parsefae, Perses, Aloe, Calipso.

Helios era un dios puro y bienhechor, aunque castigó a aquellos que osaban parangonarse con él, como a Nerito, que lo convirtió en un molusco o a Argé, que lo transformó en una cierva.

Para no cansador más cierro aquí este capítulo. En otra ocasión os contaré el mito de Faetón con Helios.

Espero que hayáis disfrutado estos días con la historia de los dioses del Olimpo y los planetas de nuestro Sistema Solar.

Cuenca, 30 de abril de 2020.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

miércoles, 29 de abril de 2020

El Planeta Plutón y el dios mitológico de las tinieblas.


   Las dos primeras letras de Plutón, corresponden a las dos primeras iniciales del gran astrónomo Percival Lowell, quien ya en 1914, intuyó la existencia de este planeta y quien dedicó los últimos años de su vida a buscar el planeta perdido. A fin de encontrarlo, fundó un observatorio que él mismo financió. Lamentablemente, el planeta no fue descubierto y fotografiado hasta 15 años después de su fallecimiento. El hallazgo fue realizado por C.N. Tombaugh el día 21 de enero de 1930.

Desde Plutón y Caronte, al Sol se le ve 40 veces más pequeño que desde la Tierra, como si fuera una gran estrella pero tan alejada, que es incapaz de calentar al planeta. Plutón es le noveno y último, hasta ahora, astro de nuestro Sistema Solar. Muy poco sabemos de él, pues el Voyager, que tantos misterios nos ha desvelado, sólo tenía previsto su periplo llagar hasta Neptuno.

El planeta tiene una órbita excepcionalmente inclinada (17 grados) con respecto a la Eclíptica, además de muy excéntrica, por lo que es dificilísimo encontrarlo en el cielo. Gracias a las fotografías realizadas por el telescopio espacial Habble, los astrónomos han calculado que el diámetro de planeta es de 2.320 km. SU velocidad de escape se ha calculado en unos 1.100 m/seg., t su temperatura de unos -230 grados negativos aproximadamente, por lo que se cree que los componentes de su superficie se encontrarían helada. El día dura 6,39 días terrestres, mientras que el año es equivalente a 247,7 de nos terrestres. Debido a esta lentitud es posible observarlo en el cielo durante muchos años.

Hablando de lunas, para los lunáticos como yo, diré que sólo se le conoce un satélite llamado Caronte, descubierto en 1978 por un astrónomo americano llamado Hamilton. Caronte, en la mitología griega era el barqueo del río Styx, quien transportaba a los muertos al mundo de las tinieblas y que debían llevar en su boca una moneda como pago del viaje.

Plutón, mitológicamente hablando era hijo de Saturno y de Ops, como comenté ayer. Este dios era de aspecto sombrío y rudo, poseía una barba muy poblada y se le representaba con un cetro negro y un casco de piel de animal, obsequio de los cíclopes para que pudiera hacerse invisible. Su vida trascurría en el Tártaro, ubicado en un lugar conocido como la prisión de los condenados, era el lugar donde iban a parar los más terribles criminales a sufrir los peores tormentos.

En su reino se encontraba acompañado de cuatro caballos y el temido can Cerbero, el cual era el perro guardián de tres cabezas. En este lugar esperaban a las almas que eran transportadas por el barquero por los lagos del inframundo, para ser juzgados con severidad.

Plutón se enamoró de Proserpina, hija de Ceres y hermana de Plutón, éste se la llevó hasta sus aposentos y se desposó con ella. Ceres, el padre de Proserpina cayó en una gran depresión y pidió al padre de Plutón, Saturno que intercediera para que le fuera devuelta su hija, tan grande fue su dolor que se olvidó de bendecir la tierra y las cosechas, causando una gran hambruna en la tierra de los mortales. Ante tal hecho tuvo que intervenir Saturno al no querer Plutón devolver a su amada, hubo que arbitrar una solución intermedia, de esta manera se acordó que seis meses estuviera acompañando a su madre, en la época donde todo nace y florece como es la primavera y el verano y los otros seis meses con su amor, Plutón, que serían los meses del otoño y el invierno, de esta forma se originaron las cuatro estaciones del año terrestre.

Cuenca, 29 de abril de 2020.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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-Otros mundos. ABC. Madrid. 1997

martes, 28 de abril de 2020

Saturno, la maravilla en el cielo.

   Este planeta es el segundo en tamaño del Sistema Solar, después de Júpiter. Su diámetro es de 120.600 km, comparativamente con la Tierra es 9,5 veces mayor. Su período de rotación corresponde a 10,2 días terrestres mientras que el de traslación es de 29,46 años de los nuestros, por esta circunstancia se le ha venido llamando “El Perezoso”. Gracias a esta parsimonia en su desplazamiento, su observación nos resulta fácil pues su posición varía poco en el cielo.
Saturno

La temperatura estimada es de 180 grados negativos. De los probables 25 satélites que tiene y por orden de distancia al planeta nombraré los 19 primeros: Jano, Mimas, Encelado, Tetis, Dione, Rea, Tirán, Hiperión, Japeto, Febe, Pau, Atlas, Pandora, Prometeo, Epimeteo, Telesto, Calipso, Dione, Elena, etc. así hasta los 25.

En el año 1659, el astrónomo Chistian Huygeus descubre el misterio de Saturno, el anillo que le rodea. Unos años más tarde, otro astrónomo, descubrió una división en los anillos, conocida hoy por la división de Dassini, que es de 3.50 km. Aún hoy desconocemos la causa que los originó. Podría ser bien el resultado de algún elemento que entró en colisión y los restos quedaron atrapados en el campo gravitatorio del planeta, dando el resultado espectacular de su aspecto al observarlo.

Los brillantes anillos de Saturno tienen un diámetro de 270.000 km., y algunos cientos de metros de espesor, y al contrario de lo que nos podríamos imaginar, están compuestos de rocas, minerales, carbones, cascotes de hielo y polvo espacial, que a modo de min-mundos orbitan alrededor del Planeta; hay miles de ellos. Cuatro grupos de anillos más grandes y tres grupos más pequeños que giran a una velocidad de 20km/seg. o 72.000km/hora.

Cada anillo constituye un mundo en sí, y en ocasiones en función de la luz solar que reciba, proyectan una sombra sobre el planeta de miles de km.

En el año 2009 se pudo observar al Saturno sin anillos. ¿Por qué? Pues porque cada 14 años y medio la Tierra se sitúa en un plano desde donde la perspectiva que tenemos no nos permite verlos, eso mismo sucederá para el año 2023. Cuando esto sucede los astrónomos dicen que Saturno está soltero.

Si hablamos de Saturno en la mitología diré que es el menor de los hijos de Urano y de Tellus, el Cielo y la Tierra.
El dios Saturno
    Cuenta la mitología que Saturno era el más ambicioso de sus hermanos, siendo el mayor de ellos Titán a quien le correspondía el trono que dejaría su padre. Éste accedió dejar el trono a Saturno si cumplía su condición de matar a sus hijos varones, lo cual haría que a su muerte, el trono del Olimpo pasara de nuevo a los hijos de Titán.

Saturno se casó con Ops, con quien tuvo varios hijos. Cumpliendo con los pactado, devoró a todos sus hijos recién nacidos ávido por tener el poder. Tal vez tenga algo de parecido con nuestro gobierno actual.
Saturno devorando a su hijo

Ops logró salvar a Júpiter que fue educado en secreto, una vez adulto, hizo la guerra a su padre. Derrotándole le forzó a devolver la vida a sus hermanos, expulsándolo del cielo. De esta manera la dinastía de Saturno perduró en detrimento de la de Titán.

Saturno huyó a la región de Lacio en Italia, donde gobernó durante le edad de oro, un tiempo de paz y felicidad. En esas tierras se unió con Lacio para vivir cómodamente, sin injusticias, sin deshonor y regulada por una eterna primavera, en las que floreció la agricultura siendo las cosechas buenas y abundantes, convirtiéndose en el dios protector de las siembras.

No tardó mucho en llegar a los oídos de Júpiter la felicidad de la que disfrutaba su padre, y enfadado lo desterró a los infiernos y destruyendo la eterna primavera creó las cuatro estaciones del año.

Hubo en Roma unas fiestas que me encantan, estas eran las Saturnales, del 19 al 25 de diciembre, consistían en representar la igualdad que reinaba al principio de los tiempos entre los hombres, se rememoraba la edad de oro durante siete días. Las actividades se suspendían y se postergaban ejecuciones y operaciones militares.

Era un periodo de buena voluntad (como nuestras Navidades) se hacían banquetes y se hacían regalos. Una cosa peculiar era la libertad que se daba a los esclavos, quienes durante este tiempo ocupaban el sitio preferente en la mesa familiar y eran servidos por sus amos.

Esta fiesta era la única que los romanos dedicaban a Saturno. Una fiesta de la libertad la felicidad, una fiesta que representaba el ideal de la vida, simbolizando la edad de oro perdida.

Cuenca, 28 de abril de 2020.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

domingo, 26 de abril de 2020

Macu en el corazón.

   El Aula Poética de Cuenca homenajea a Inmaculada Rubio, miembro del Aula, fallecida por el COVID19.

HABLAR SOBRE UNA AMIGA....QUE MARCHO AL CIELO
 Miguel Romero.
   No necesitamos ser creyentes para llegar al cielo, aunque otros muchos lo seamos, porque el universo se encarga de corregir nuestros errores. Tal vez no debamos creer en el poder curativo del sufrimiento y de la tragedia: suceden porque son parte de la vida y no deberían ser afrontados como castigo, por eso recordar a una amiga que siempre demostró generosidad es deambular entre el pensamiento de que a nuestro lado estuvo y que en el recuerdo siempre estará porque gano su tiempo al tiempo.

    Hablo de dimensiones de alegría porque todos conocemos el límite del llano, porque aunque haya cruzado temprano la frontera de la desolación, nosotros mantenemos el gozo de su misma presencia, con sus décimas y su imagen, virtualizando cada canto. Se abatió la rama  y se llevó parte de la simiente de un Aula Poética, y aunque el viento quiso arrastrarla a lugares lejanos, quedó en esa melodía en la que yo abrigo mi frío para siempre.

    Macu, siempre buscó el horizonte del amigo, por eso, el amigo seguirá inmortalizando cada cosa habitando en ese horizonte sereno para el vuelo. Ella fue, sigue siendo y será luz de igual manera, perfecta vertical sin sombra alguna; y en tiempo y forma, nosotros, poetas de amistad y credo, le añoraremos en el fruto del siempre navegar en agua redentora. Sigue viva tu luz, Macu, sigue viva; y desde allí, mantén tu cámara enfocada hacia nosotros, Poetas de Cuenca.

     Miguel Romero, 23 abril 2010

    Mi pequeña contribución es la elaboración de este vídeo en su memoria.



Siempre estaremos en deuda con Macu por su gran dedicación al aula,

Su Coordinadora y Directora del Aula, Raquel Carrascosa, le hizo este poema:


MAGNETISMO
A Macu Rubio
               Raquel Carrascosa

La magia se hizo sentir en el Aula

con la velocidad de un amperio eléctrico

y apareciste como un lumen brillante

que nos fascinó cual rayo de luz.

Tu potencial transformado en versos

ejerce sobre la poesía un magnetismo plural

como un cátodo incandescente

que nos llena de emoción el corazón.

La originalidad se viste de kilohercio

y ya no deja de estar presente

en todos los encuentros poéticos

compartidos contigo.

Eres Macu, incombustible y genuina

y nos regalas cada día un pedacito de paraíso

nacido de la fuente inagotable de tu imaginación.

Ni vatios, ni voltios

podrán alejarnos del centro gravitatorio

de tu arte

subrayado por el cariño y la excelencia

que aportas con tu saber hacer

al Aula Poética de Cuenca.

Cuenca, 26 de abril de 2020.
José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.


El mensajero de los dioses, el planeta Mercurio.

  Mercurio, el dios del comercio mitológicamente hablando y el planeta más hermoso y menos explorado. Su observación resulta muy difícil, debido a su cercanía al sol, sólo puede verse durante el alba y el ocaso.

Mercurio es el planeta más interior, perdido entre el resplandor solar y es tan pequeño (4.800 km de diámetro), tan caluroso (400 grados Centígrados) y con muy poca gravedad, que es incapaz de retener atmósfera alguna. Su superficie es similar a la de nuestra luna, llena de grandes cráteres y escarpados.

Una cosa curiosa en este planeta es que para ver una salida o puesta de sol debemos esperar 176 días ya que el movimiento de rotación dura 58,6 días terrestres mientras que el de traslación, alrededor del sol, dura 87, 97 por lo que a lo largo de un día de mercurio se sucederían al menos tres estaciones terrestres, como: primavera, verano y otoño.

El cielo de Mercurio no posee nubes y debido a las altas temperaturas las rocas se derriten creando una atmósfera de polvo que colorea el planeta en tono gris-amarillo. La noche es muy larga, dura 88 días terrestres y el frío es glaciar como uno 180 grados negativos, por lo que la vida sería imposible allí.

Siempre este planeta presenta a misma cara, al igual que lo hace nuestra luna. En el sur del planeta se encuentra el cráter “Cho Meng Fu” donde se cree podría haber un lago helado por ser zona de oscuridad permanente. Existen también cientos de escarpados. El más significativo de ellos es conocido por el nombre de ·”Escarpado del Discovery”. Fallas, fisuras y crestas, harían del Cáucaso juguetes al lado de aquellas afiladas cumbres. Las fallas llevan nombres de buques de investigación oceanográfica: “Discovery”, “Astrolab”, “Vostok, mientras que las planicies llevan nombres de dioses de desaparecidas culturas: “Tir”, “Odin”, “Susei”. Los cráteres, reciben nombres de pintores, compositores y poetas del mundo entero como: Schubert, Tolstoi, Turgeñev, Balzac, Cervantes, etec.

Cada siglo Mercurio transita por delante del sol doce veces la última la hizo el 14 de noviembre de 1999, el próximo lo hará en el 2029.

Mercurio fue un dios que no formó parte del panteón romano hasta el siglo III antes de Cristo que fue cuando se inició un proceso de fusión de los dioses griegos con los romanos, siendo reconocido como el dios del comercio. Es de igual modo el protector de comerciantes, viajeros, pastores y de todo aquél que su labor tuviese que ver con el manejo de mercancías. Su nombre deriva del latín Merx que significa mercancía.
El dios Mercurio

Esta deidad era hijo de Júpiter y de una ninfa llamada Maya, fue criado por las estaciones. En Grecia se le daba el nombre de Hermes y era el mensajero de los dioses. Se le representa como un joven desnudo con alas y sandalias. Era considerado de gran astucia y agilidad y era el rey de los ladrones, debido a que fue el autor del robo de las flechas de Apolo, el tridente de Neptuno y el sable de Marte. Como vemos era un dios travieso y tenía como encargo el conducir las almas al infierno y traerlos de vuelta al mundo cuando volvían para habitar otros cuerpos.

El quince de mayo se celebraba su festividad y los comerciantes y mercaderes realizaban un ritual con la firme convicción de que obtenía de esta deidad, sabiduría para alcanzar el éxito, la prosperidad y la abundancia en los negocios. El ritual será sumergir la cabeza en la fuente sagrada de Mercurio.

Cuenca, 26 de abril de 2020.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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-Otros mundos. ABC. Madrid. 1997


sábado, 25 de abril de 2020

Neptuno. Dios del mar y el planeta azul.

   Hoy hablamos de Neptuno. Comenzamos con un poema de Antonio Machado que nos viene bien para este planeta. Dice así:

“Ojos que a la luz se abrieron un día
para después, ciegos, tornar a la tierra,
hartos de mirar sin ver”.

Centrándonos ya en nuestro tema. Neptuno, al igual que el cinturón de asteroides, fue descubierto, en 1846, con lápiz y papel. Aquí no hubo intervención de naves ni telescopios, simplemente un matemático francés, llamado Le Verrier, que sospechaba que las perturbaciones de la órbita de Urano se debían a la existencia de otro planeta. Durante tiempo, realizó cálculos metódicos, llegando a la conclusión de que dichas alteraciones se debían a la existencia de un planeta posterior. Después de llenar más de diez mil hojas de ecuaciones, escribió una carta a Galle, astrónomo que vivían en Berlín, donde le cuenta sus sospechas sobre otro posible planeta y la ubicación de éste en la esfera celeste.
Planeta Neptuno.

La misma noche que Galle recibe la carta, apunta al cielo su telescopio y descubre lo que Le Verrier, tanto tiempo, venía sospechando. ¡Ha crecido el Sistema Solar!

Así, con tan sólo una silla, una mesa, un lápiz y muchas hojas de papel, es como se descubrió Neptuno, a quien se le bautizó, poniéndole nombre del dios del mar. Este planeta, es el cuarto del Sistema Solar. 
Con los viajes espaciales, el Voyager2, llegó a Neptuno en agosto de 1989. Se descubrió que es un planeta de color azulado y de tipo gaseoso con grandes tormentas en la espesa capa de atmosfera que le cubre y con estructura similares a la “gran mancha” roja de Júpiter, sólo que en este caso es azul. Los vientos que le azotan van a velocidades superiores a los 650 km/h. “El patinete” ha sido el nombre otorgado a su gran mancha oscura. Bajo su profunda atmósfera  existe un mundo de roca aún por explorar.

Este mundo azulado tiene un tamaño cuatro veces superior a la Tierra, con un diámetro de 49.529 km y tarda 164,8 años en completar su órbita alrededor del Sol, mientras que su rotación (un día de Neptuno) corresponde a 19,1 días terrestres.
     La nave Voyager nos descubrió la existencia de tres finísimos, casi volátiles, anillos que reciben los nombres de sus descubridores: Leverries, Adans y el central y más fino Galle.

Antiguamente sólo se le conocían dos satélites. Tritón, descubierto por N. Lassel en 10 de octubre en 1946, y Nereida, descubierto por G.P. Kuiper el 1 de mayo de 1949. Para deleite de astrónomos y aficionados, el Voyager, descubrió seis satélites con diámetros entre 50 y 200 km. Éstos son Náyade, Thalasa, Despina, Galatea, Proteo y Larisa.


Del dios Neptuno hablamos ayer un poquito hoy vamos a lanzarnos en su memoria y a descubrirlo en el pensamiento de la mitología.
El dios Neptuno.

Como vimos ayer cuando los tres hermanos, Júpiter, Neptuno y Plutón se repartieron el mundo a Neptuno se le adjudicó el dominio de las aguas del océano y de los terremotos. Al igual que su homólogo griego, Poseidón, Neptuno disfrutaba de la compañía sexual de ninfas marinas, diosas y mujeres mortales, incluso anhelaba las atenciones de su hermana Ceres, que se escondió de él convirtiéndose en una yegua y Neptuno se transformó en un caballo para violarla, hasta ese punto llegaba su lujuria. El resultado de esta unión nació una hija así como una yegua negra. 
Se le adoraba también como el patrón de las carreras de caballos, era conocido con el nombre de Neptuno Equester.

Constelación de Delphinus. 
Si abogamos a la mitología nos habla que Neptuno al ir a la isla llamada Naxos en el mar Egeo, vio bailando a Salacia con sus hermanas, y desde ese momento Neptuno quedó prendado de ella, pero ella no estaba por renunciar a su vida como virgen del mar y se escondió en las montañas del Atlas. Neptuno al no volver a verla convocó a , rey de los delfines para que la encontrara y la convenciera de que se desposara con él. Así que Delphinus se embarcó en esa misión. 
Delphinus
Siendo este personaje una criatura encantadora Salacia  se sintió atraída por él y escucho las sabias explicaciones de Dalphinus: “Si te casas con Nepturo su firmeza equilibrará la naturaleza volátil de él y habrá armonía en el mar y alegría para todos”. Así que Salacia aceptó. Neptuno le recompensó  a Delphinus por haber conseguido tal hecho, inmortalizandolo con la colocación de su imagen en una constelación, situada en el cielo norte, cerca del ecuador celeste.

Neptuno y Salacia tuvieron tres hijos: Benthesicyme, la ninfa de las olas; Rodas, el homónimo de las isla, y Tritón, el infame hombre y legendario padre y líder de 3000 sirenas y 3000 tritones.

Como vemos este dios mitológico es objeto de numerosas obras de arte como estatuas y fuentes. Neptuno fue el nombre dado planeta del expuesto al principio del artículo.



Cuenca, 25 de abril de 2020.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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-Otros mundos. ABC. Madrid. 1997


viernes, 24 de abril de 2020

Júpiter, planeta y dios.

    Recorriendo la mitología y los planetas para comprender el mundo de la mitología y al mismo tiempo recorremos nuestro sistema solar.

El quinto planeta de nuestro sistema solar recibe el nombre de un dios romano, Júpiter y su equivalente en la mitología griega sería Zeus. Este dios es el principal de la mitología romana, padre de dioses y de hombres.
Júpiter y sus lunas

Si pones el ojo en el telescopio podrás percibir la misma sensación que pudo experimentar Galileo cuando por primera vez lo observó. Brilla mucho más que cualquier estrella, incluso más que Sirio. Si subes al observatorio de Museo de las Ciencias de Cuenca lo verás y observarás junto a él, cuatro puntos brillantes alineados como obedientes soldados en formación. Son sus cuatro primeros satélites, llamados Galileanos, por ser este astrónomo quien las descubrió. El nombre que recibieron cada uno de ellos fue: Ío, Europa, Ganímedes y Calixto que fueron, según la mitología griega las cuatro amantes de Zéus y naturalmente también de Júpiter como dios romano.

Para los amantes de las lunas, diré que Júpiter posee alguna de las lunas más grandes del sistema solar. Los cuatro satélites Galileanos son los más grandes, descubiertos por Galileo en 1610. A partir del siglo XIX se han ido descubriendo decenas de lunas más pequeñas que orbitan alrededor de Júpiter, recibiendo el nombre de las amantes, conquista e hijas del dios romano Júpiter y del griego Zeus.

Por los tiempos que corren y los viajes espaciales que se han realizado, es raro que hasta la fecha ninguna nave se haya posado sobre la superficie de Júpiter. Su gravedad es tal que se necesitaría, para despegar, alcanzar una velocidad de 59.500 m/s, imprescindible para poder abandonar el planeta. Hasta la fecha, cualquier ingenio espacial que lo hiciera se vería condenado a permanecer allí hasta que nuevos avances tecnológicos lo pudieran rescatar.

La nave exploradora que fue enviada a Júpiter, tardó seis años en llegar. Fue puesta en órbita por el transbordador Atlantis. En diciembre de 1995 se adentró en las nubes del coloso enviando información a la Tierra sobre su atmósfera, además de realizar numerosos estudios sobre los dieciséis satélites jovianos. El tamaño del planeta es tal que en su interior cabrían mil planetas como la Tierra. Está compuesto de una gigantesca capa de tipo gaseoso y un núcleo rocoso alrededor del cual hay un gran océano de hidrógeno metálico líquido. Las nubes que lo cubren, se desplazan a velocidades superiores a 500 km/k.

El planeta posee una serie de anillos que han sido muy difícil de ver, de hecho su descubrimiento fue en el año 1979 por la nave espacial Voyager 1. Los anillos están hechos de pequeños pedazos de polvo. El diámetro del mayor es de 7000 km.

Entremos en la mitología y sepamos algo más sobre este dios. Júpiter es hijo de Saturno y la diosa Cibeles. Su madre lo salvó al nacer debido a que su padre se comía a todos sus hijos por miedo a que le quitaran el trono, para evitarlo al nacer Júpiter, Cibeles le entregó a Saturno una piedra envuelta en pañales. Al comerse Saturno la piedra vomitó a todos los hijos que se había comido anteriormente, así Cibeles libró a Júpiter y recuperó a Plutón y Neptuno. Más tarde alcanzaron la victoria al derrocar a su padre.
Júpiter

Este dios es también conocido como el dios de la luz, tenía el deber de intervenir cuando había disputa entre dioses, él era el responsable de mantener el equilibrio, por ello el gran poder que poseía, pues dominaba las nubes, la lluvia, los cielos. Se le representa con un rayo en la mano como arma. También se le asocia con el águila al ser esta ave la que domina los cielos, al igual que Júpiter.

Como antes he mencionado Júpiter declaró la guerra a su padre Saturno, el cual tenía el apoyo de los Titanes. Esta guerra duró diez años. Tras derrotar y destronar a su padre fue coronado como el señor de los cielos y la tierra, otorgó a su hermano Neptuno el domio del mar y al otro hermano Plutón el poder del inframundo.

Júpiter se casó son su hermana gemela Juno con quien tuvo dos hijos Vulcano y Marte. De sus amores con mujeres humanas nacieron muchos hijos, uno de ellos fue Hércules, hijo de Almena, por estos amoríos Juno se vengaba de los amantes y odiaba a los hijos de su esposo.

Mañana otro planeta y otro dios de la mitología.

Cuenca, 24 de abril de 2020.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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-Otros mundos. ABC. Madrid. 1997




miércoles, 22 de abril de 2020

Marte. Dios de la guerra y la discordia.

Marte, un planeta y un dios guerrero y protector.

Otro de los planetas que siempre se ha tenido como especial es Marte. Un planeta con el que se ha especulado la posibilidad de vida en él, debido a la existencia de casquetes polares como los terrestres, así como a la presencia de unas formaciones, denominadas canales, descubiertos el siglo XIX, que parecían construcciones artificiales.

Estas “construcciones”, se pudo saber que eran en realidad cañones similares a los que hay en Estados Unidos, por la sonda “Mariner” en julio de 1965. Mariner 9 (1971) fue utilizada para la exploración de Marte años después, constituyendo una continuidad de las observaciones de este planeta de las anteriores sondas, las Mariner 6 y 7 que mostraron claras fotografías de la superficie de Marte. Este planeta tiene dos lunas, llamadas: Phobos y Deimos.

Ateniendo a la procedencia primaria de los nombres de los planetas, que están reflejados en las deidades de la mitología, éste era un dios de Roma; viene al pelo para el momento que nos ha tocado vivir. Según la mitología, Marte, era el dios de la guerra y sólo superado por Júpiter. También fue tomado de la mitología griega como veíamos a ayer cuando hablaba de Venus.

Los dioses griegos de la guerra eran Ares y Marte. Ares era más sensato, a menudo impulsivo y perturbador. A Marte se le tenía como un dios más virtuoso por los romanos, así era tenido como defensor de las fronteras y protector de Roma y se celebraban importantes festivales en su honor relacionados con la guerra. Se le tenía como el padre de Rómulo y Reno, los fundadores de Roma y por ello a los romanos les gustaba que les llamaran “los hijos de Marte”.

Marte era para los romanos un dios muy importante. Era hijo del dios Júpiter y de la diosa Juno. Si ocurrían cosas desastrosas o la pérdida de una batalla, creían que era que su dios no estaba contento con el pueblo de Roma. En cambio si ocurrían cosas buenas, como una victoria o una buena cosecha, creían que era una prueba de ayuda o aprobación de su dios Marte. Lo de la cosecha era porque también era considerado el guardián de la agricultura. Sus energías cuando no eran empleadas para regir las batallas se gobiernan para crear las condiciones más óptimas para hacer crecer el cultivo.

Con el tiempo, Marte se convirtió no solo en el protector de Roma, sino también en el guardián y vengador del emperador César…

Como cosa curiosa y que da que pensar, os contaré qué sucedió hace muchos, muchos años. Pues bien si nos remontamos a los aires que corrían hace 13.000 años, cuando aún se vivía en cavernas, una roca extraterrestre aterrizó en nuestro planeta sobre un témpano de la Antártida, conocido hoy como las colinas de Allan. Hace unos años nos enteramos de que el meteorito, que dormía tranquilo en su témpano, es de origen marciano y que además contiene vida fosilizada en su interior. Si estas afirmaciones son ciertas, eso podría significar que el cosmos contiene vida que emerge allí donde las condiciones son más idóneas, y que muy bien nosotros mismos podríamos ser marcianos, selenitas o jovianos. ¿Por qué no?

Los científicos calculan que cada año caen sobre la Tierra más de dos toneladas de detritos celestes y de la misma forma que el ámbar nos permite estudiar los fósiles, atrapados hace millones de años, podría ser el portador de los microorganismos responsables, no tan sólo de vida extraterrestre, sino también de la terrestre.

¡Ahí os dejo eso! Darle vueltas a la cabeza en las horas que no tenemos nada que hacer confinados en nuestras casas a causa de un virus llamado COVID-19.

Cuenca, 22 de abril de 2020.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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-Otros mundos. ABC. Madrid. 1997


martes, 21 de abril de 2020

Venus, diosa, planeta y un punto en el cielo.

Venus, lucero del alba.
¡Cuánto se le ha cantado poéticamente y escrito a este planeta!, Venus, que se le conoce con los nombres de “Lucero del Alba” o “Estrella vespertina”.

Hay que considerar que después de Sol y la Luna, es el objeto más grande brillante del cielo. Si miras hacia el Oeste, media hora después de la salida del sol, podrás ver claramente una estrella blanca y brillante, ese punto es el planeta Venus. Será visible hasta finales de julio, a partir de esa fecha es más difícil su visualización por su gran aproximación al Sol.

Poco podemos ver desde la Tierra de la superficie de Venus, a pesar de tenerlo tan cerca (40 millones de km.). Su superficie siempre ha sido un misterio debido a la permanente capa de nubes que configura su atmósfera. Al igual que la Luna y Mercurio, Venus también tiene fases en función de la luz solar que recibe. Galileo (1564-1642) fue el primero en observarlo en el cielo con telescopio y descubrir sus fases en 1609.

Siempre recurrimos a la mitología, base y recurso donde encontramos estos nombres que gustaron poner a los planetas, deidades del Olimpo. Ellos fueron los fundamentos en las creencias del hombre de aquella antigua época.

Venus fue la diosa del amor, la belleza y la fertilidad para los romanos. Se equiparó a Afrodita, la diosa griega, también comparada con Astarté de los fenicios o con Urán, que fue una deidad de los etruscos. La Venus venerada por los romanos, tanto su nacimiento y su vida proviene de los mitos griegos.

La primera leyenda nos habla de una gran concha acunada por las aguas del mar Mediterráneo, hasta que por azar fue a parar a las costas de la isla Citera, al chocar con las rocas la concha se abrió y de ahí surgió la diosa. Al percatarse del hecho los dioses, de inmediato fue conducida a la presencia de las deidades en el Olimpo. No exenta de la leyenda está su nacimiento, pues cuenta la mitología que Saturno mutiló los genitales de su padre y estos cayeron al mar, de ellos y la espuma del mar nació Venus. Prosigue su historia que todos los dioses competían por su amor pero Júpiter la casó con el herrero del Olimpo, Vulcano. Este casamiento forzado no gusto a Venus, pues Vulcano era cojo y Venus incurrió en múltiples infidelidades. En su lista están: El dios Marte, con el que tuvo un hijo llamado Rómulo, siendo uno de los fundadores de Roma; otro fue Adonis, el pastor; Poseidón fue otro de sus amantes; Eneas y por último Mercurio. Venus tuvo otros dos hijos, uno de ellos fue Anteros y el otro Cupido, el cual tomaría su relevo como deidad del amor.

Volviendo de nuevo a la Tierra, el 4 de marzo de 1989 y a bordo del Atlantis, la nave Magallanes fue enviada al planeta Venus por la NASA, alcanzando el planeta el 10 de Agosto de 1990.

Gracias a este ingenio espacial hoy tenemos un detallado mapa geológico de su superficie. Sabemos que en los Montes Maxwell se encuentra el cráter “Cleopatra” que es el punto más alto del planeta Venus, con 11.500 mts. de altitud y 100 kms. de diámetro.

El movimiento de rotación de Venus es muy lento además de retrógrado, lo que significa que, al contrario de los demás planetas, Venus gira en el sentido de las agujas del reloj por lo que el Sol sale por el oeste en lugar de por el este. Su movimiento es tan lento que un día dura 243 días terrestres, siendo el día más largo que año en la tierra.

Hoy quiero dejaros mi sentimiento con este poema dedicado a Venus y a los momentos que vivimos.

Al Lucero del Alba, en tiempo de coronavirus:

Acunado en mi ventana

duerme el lucero del Alba.

Mañanero se despierta,

quiere ver la aurora

luciendo en la madrugada.



El Planeta del amor

brilló como pocas mañanas,

viendo a la gente confinada

 asomada a las ventanas,

ávidas de sentimientos

que fluyen al despuntar el alba.



Lucha infernal en la clínica,

se libra en la alborada,

furor de una noche oscura

que dejó salir el alma.



¿Quién mira al cielo

cuando amanece,

si tu mundo se estremece?

Sólo un loco,

que de locura no entiende.

José María Rodríguez González. 21/04/2020



Cuenca, 21 de abril de 2020.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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-Otros mundos. ABC. Madrid. 1997


domingo, 19 de abril de 2020

Las flores, una manera distinta de decir las cosas.

lores de mi jardín. Los pensamientos.

Las flores siempre han tenido su lenguaje propio que nuestra nueva sociedad ha olvidado. Este lenguaje se remonta a la antigua Persia, hoy tal vez, podemos especular con el significado que entraña cada flor en la comunicación, es posible que en nuestros días no seamos capaces de interpretar lo que nos trasmite cada tipo de flor y el color que posee y nos hayamos quedado con lo básico y singular.

Cuando salgo al patio y veo mis pensamientos no dejo de pensar los bonitos que son y la ornamentación que proporcionan conjuntamente mezcladas con otras. Ello me ha llevado a hablar un poco sobre este tipo de planta.

Las plantas de flora de pensamiento han sido muy apreciadas en el mundo de la floricultura por la belleza de sus flores que al igual que los tulipanes, de los que vengo hablando, florecen en invierno, haciendo de la estación invernal más vistosa, dando un colorido sin igual al paisaje de cualquier jardín, patio o macetero.

Esta planta es de la familia de las violáceas, y está estrechamente relacionada con las violetas. Es una planta hibrida que se ha venido cultivando con fines ornamentales por la abundante floración que posee, pero que no hay que olvidar sus propiedades medicinales. Estas flores se pueden considerar las más atractivas de su especie.

El origen de nuestros pensamientos actuales podemos enclavarlo en el siglo XIX cuando floristas de Europa se propusieron cruzar los pensamientos silvestres con los que se conocen como viola tricolor o también llamadas Viola tricolor hortensis, es decir, con diversas clases de violetas nativas como la viola lútea y también con la viola altaica, siento esta última natural de Oriente Próximo.

Os preguntaréis ¿Para qué tanto cruce? Pues con la sola intención de hacerlas más atractivas. Los resultados no se hicieron de esperar porque para el año 1835 se habían conseguido crear más de 400 variedades, convirtiéndose en una de las plantas más populares pocos años más tarde.

El nombre de esta planta previene del vocablo francés “penses” que significa pensamiento, por lo que desde su descubrimiento se la ha relacionado con la nostalgia del amor. Vinculándola con la poesía romántica en la Edad Media.

En Inglaterra se le dio el nombre: “tres bonitas caras bajo una capucha” y ¿cómo puede ser esto? Pues debido a la similitud que tiene las flores con un rostro humano.

La flor tiende a sobresalir por encima de las hojas, son de colores brillantes y su tamaño es bastante grande comparada con el resto de la planta. Las flores están formadas por cinco pétalos que pueden llegar a medir hasta diez centímetros de diámetro. Posee una textura y aspecto aterciopelado, resultando muy suave al tacto.

Esta planta se ha visto engrandecida su popularidad, además por lo bonita que resulta, también por su uso medicinal, industrial y gastronómico.

Si se toma en infusión en té es buena como tratamiento efectivo contra diversas enfermedades como el asma, la epilepsia, la bronquitis, la tos convulsiva, la reumonitis y la cistitis. También ha sido utilizada en forma de ungüento para curar y eliminar eccemas en la piel.

Para terminar decir que esta flor se la ha catalogado como la flor de la nostalgia, debido a ello recibió el nombre de “nomeolvides”. Así que cuando alguien te regale una planta de pensamientos debes de recordar que te está pidiendo que no la olvides.

Por sus colores podemos decir que su interpretación es la siguiente: el violeta significa modestia; el blanco,  candor; el naranja, un recuerdo de los primeros encuentros amorosos y cuando se juntan tres colores distintos te están llamando al recuerdo.

Cuenca, 19 de abril de 2020.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

sábado, 18 de abril de 2020

El lenguaje de las flores.

Pon un tulipán en su vida y haz feliz a quien tienes a tu lado.

Ayer comenzamos con el significado del color de algunos tulipanes, como el de color rojo, hoy seguiremos con el lenguaje simbólico de los tulipanes, ampliándolo a los demás colores.

A este lenguaje simbólico de las flores los japoneses lo llaman Hanakotaba, asociando ciertas flores con diferentes significados. Para vuestra información diré que fue el rey Carlos II quien lo llevo el tulipán a Suecia desde Persia, en el siglo XVII.

Esta forma de expresar nuestros sentimientos a través de las flores recibe el nombre de floriografía. Esta forma de expresión fue acuñada en la época victoriana como una forma peculiar, por la que podemos enunciar lo que queremos, sin decir palabra, siempre que quien la reciba sepa interpretarlo.

A veces intuitivamente elegimos un tipo de flor dependiendo del estado de ánimo en el que nos encontremos, sin reparar qué podemos trasmitir con nuestra acción. Ciertamente podremos sorprender a la otra persona con un ramo de flores de color amarillo para animarla o podemos declarar nuestra pasión con una docenas de rosas rojas aterciopeladas.

Hoy quiero seguir con los tulipanes para cerrar este tipo de flor y explicaros que color elegir para que nos sirva en situaciones diferentes. Sea el color que escojáis para obsequiar, además del simbolismo que ellas representan en el lenguaje de las flores, con un ramo de tulipanes siempre trasmitiremos elegancia, gracia y distinción.

Comenzaré con el tulipán amarillo. Al regalar un ramo de tulipanes amarillos estamos expresando a la persona que lo reciba que tenga un maravilloso día, pues el amarillo en el color del sol, la brillantez del día y por ende la alegría, con ello le estamos demostrando lo feliz que nos hace su compañía y su amistad.

El tulipán amarillo tiene su historia como os conté el del color rojo ayer. Pues cuentan que como todo el mundo quiere alcanzar la felicidad buscaron una forma de lograrla, a modo de talismán lo hallaron en el tulipán amarillo, pero siempre que se consiguiera abrirlo sin manipularlo.

De esta manera los chamanes pensaban que era posible conseguirlo si un tulipán de color amarillo se abría para exhalar su fragancia e impregnar de su polen a la persona más cercana a él. Para que esos bonitos brotes se abrieran le dedicaban sus cantos y los chamanes le rezaban sus oraciones, pero a pesar de todo no conseguían obtener sus favores. Hasta que un día un niño de corta edad, lleno de inocencia y con una sonrisa radiante se acercó al tulipán amarillo que hablándole mágicamente se abrió ante su presencia y con ello trajo abundante felicidad a toda la gente que le rodeaba. La sonrisa de aquel niño resplandecía como el sol radiante y por ello el tulipán amarillo le respondió.

El tulipán blanco, al igual que la mayoría de las flores blancas representa la inocencia o la pureza y por ello están en la mayoría de las bodas, asociándose también al amor, ellos dan un toque de majestuosidad y elegancia.

También son empleados para pedir disculpas por alguna ofensa cometida a alguien. Es por ello que el tulipán blanco será una buena flor para regalar cuando alguien quiere pedir disculpas. Otro significado es el de esperanza y renovación.

El blanco es también un símbolo para el cielo, por esta razón se asocia con los monumentos y los entierros. Sin embargo colocados en un jardín el tulipán simboliza el saborear un trocito de cielo en la tierra, siendo su rincón favorito del jardín.

El tulipán de color rosa está asociado a la feminidad. La verdad es que el color rosa de los tulipanes está asociado y representa la honestidad y la pureza de una persona y se emplean para distinguir un apego sincero.

También es asociado con la fraternidad, por ello es un bonito detalle el regalarle los hijos a su madre. Es común en otras latitudes, que celebran la entrada de la madurez de una niña al cumplir los quince años, pues esa flor en su color rosa representa la candidez y pureza característica de las jóvenes a esa edad.

El tulipán morado alude históricamente a la realeza. Es utilizado para los ramos y decoraciones en las bodas.


En el Imperio Otomano, la prosperidad de la tierra coincidía con la época del tulipán y cuando los tulipanes fueron introducidos en los Países Baños, por el año 1600 se hicieron tan populares que no era raro que por un tulipán de estas características se llegaran a pagar 6.000 florines.

En Ucrania se encuentra unido al huevo de Pascua, conocido como PysanKy, en este país los tulipanes morados representan la primavera y el renacimiento. También se han utilizado en el arte para simbolizar el ayuno, la fe y la confianza.

El tulipán de color naranja representa una conexión mutua y la comprensión entre dos personas, en su mayoría parejas. Por ello, el enviar tulipanes rosas despierta en quien los recibe la fascinación, la energía, el entusiasmo, la felicidad, así como el deseo y la pasión. Con todas estas propiedades esta flor tiene múltiples usos al poderse enviar para subir el ánimo a las personas que se encuentran deprimidas o enfermas.

Con el color azul en los tulipanes nos encontramos dos tipos de tonalidad: el azul marino, que representa la tranquilidad, el sosiego y el sueño, y el Azul oscuro que se dice que representa la verdad. En la edad victoriana se utilizó este tipo de tulipán como el símbolo del romanticismo.

Por último veremos el tulipán negro
Muchas personas han asociado este color con las celebraciones luctuosas, pero lamentablemente no son la excepción. Estos se emplean para demostrar a los dolientes la pena que causa una pérdida y que se está con ellos para acompañarles en su dolor.

Pero hay que reconocer que también han sido la musa de muchos artistas que se han inspirados en ellas para la confección de elegantes trajes de alta costura y el maquillaje que va acorde con tanta belleza.

Hemos de saber que cualquier color que elijas, si es un tulipán, conseguirás despertar la admiración de la otra persona, porque las flores son una bendición de Dios y todas ellas nos sirven para llevar la alegría a quien se encuentra triste y endulzar el día a quien has tenido el gusto de obsequiar con un bonito ramos de tulipanes.

Cuenca, 18 de abril de 2020.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.




viernes, 17 de abril de 2020

El tulipán.

Llama de fuego que enciende el amor.

Es estos días están esplendidos los tulipanes de mi patio, lucen como nunca, tal vez por el periodo de lluvias que estamos teniendo y el que luego salga el sol, está haciendo que luzcan como ningún, o también puede ser que este año al estar confinados en casa los esté disfrutando más de lo habitual. Por una razón u otra les contaré un poco sobre esta flor espectacular y altiva que puebla los jardines de nuestras casas y patios.

En la antigüedad los tulipanes eran considerados como una llama de fuego que se producía en los pétalos de la flor. Es una planta original de Persia, muy cotizada en el mercado de la vieja Europa y que demostraba el poder adquisitivo de las familias.

Hoy diremos que el tulipán es la flor nacional de Turquía e Irán. Es el emblema floral y símbolo de Holanda, en este país fue introducido en el siglo XVI, procedente de Turquía. El tulipán es una flor de extremada belleza y delicadeza.

Los holandeses se dedicaban al cultivo del trigo hasta que empezó la fiebre del tulipán en el año 1536 y tal fue la afición que le tomaron al tulipán que se llegó a vender por 5.000 florines, cuando se vendía una tonelada de trigo por 20 florines. Las ganancias que se obtenían por la venta de los tulipanes enloqueció a la gente, razón por lo que todos querían sembrar tulipanes para hacerse ricos con ellos.

Con el tiempo entraron en juego los floristas, que dañaron el negocio de las flores, porque se dedicaron a comprar los bulbos para revenderlos y especular con su precio y no solo eso, llegaron a vender las futuras cosechas de tulipanes sin tener ninguna garantía de los resultados de éstas. Este tipo de negocio fue conocido con el nombre de “Windhandel”, lo que significa: negocio del aire, porque todo el mundo negociaba las plantaciones de tulipanes sin ver el producto de la futura cosecha.

Como todo en este mundo del comercio tiene su subida y bajada. Su descenso comenzó en febrero de 1637. Es palpable este año por lo que se cuenta: se quiso ofertar una libra de tulipanes en una taberna de Harlem, pero increíblemente no hubo pujador. A partir de entonces llegó ese triste momento y todo aquel que había invertido su dinero en los tulipanes se arruinó.

Lograron recuperar el mercado uniéndose las provincias y hoy en día, los tulipanes son el principal sustento de Holanda, siendo ellos los máximos exportadores de esta flor al mundo entero.

La flor en forma de copa tiene tres pétalos y tres sépalos que se conocen como  tépalos porque son casi idénticos. Estas seis hojas se marcan a menudo en la superficie interior cerca de las bases con los colores más oscuros. Las flores de tulipanes vienen en una amplia variedad de colores.

El tulipán es un género de planta perenne, perteneciente a la familia de las Lileaceae, y a la subfamilia lilioideae. Esta planta euroasiática y norteafricana, pertenece al orden de los liliales, y es del género tulipa.

La palabra tulipán, se mencionó por primera vez en Europa Occidental alrededor del año 1554 y posiblemente derive de las cartas turcas del diplomático Orgier Ghiselin de Busbecq. Apareciendo por primera vez en el vocabulario ingles como tulipa o tulipán, entrando en el idioma francés tulipe, aplicándose este nombre debido a su semejanza con una tulipa.

Cuenta una leyenda que en el año 1554, el embajador austriaco Busbacq, efectivamente vio a un hombre que llevaba una flor muy hermosa en su turbante y como no había visto ante una flor de semejante belleza se interesó por ella y le pidió a su traductor que le preguntara el nombre de esa flor. El dueño del turbante pensando que se refería a la prenda que llevaba en la cabeza le dijo: “turbante” y fue así como comenzó a conocerse esta flor con el nombre de turbante en vez de tulipán.

Las flores y en concreto los tulipanes se han utilizado para expresar, sin muchas palabras, lo que uno siente por una persona. Desde el nombre de la flor y sus características distintas hacen de ellas un mundo de significado y simbolismo.

El significado puede variar con relación al color que posea, así el tulipán amarillo simboliza el pensamiento alegre, los blancos transmiten perdón. Un ramo de tulipanes siempre es signo de elegancia, gracia y distinción.

El color rojo ha sido asociado siempre con el amor y la pasión y los tulipanes rojos no son una excepción ya que desde tiempo se ha intercambiado esta flor entre los amantes.

Con relación al tulipán rojo se cuenta una leyenda de amor muy bonita, o al menos me parece a mí. Se la cuento muy breve: Se dice que el príncipe, conocido con el nombre de Farhad, se enamoró de una doncella de nombre Sharim que no era de sangre real. Entre ambos surgió un amor tan grande que la envidiaron las jóvenes princesas. Una tarde cuando iba al encuentro de su amado fue asesinada por envidia, clavándole una daga en el corazón. Cuando llegó el suceso a los oídos del príncipe Farhad, no pudo soportar tanto dolor que enloqueció y decidió poner fin a su vida. Para encontrarse de nuevo con su amor, se cortó las venas y montó en el caballo con el que habían cabalgado juntos, con la esperanza de llegar cuanto antes al encuentro con su amada en la otra vida. Se dice que de cada gota de sangre que llegó al suelo brotó un bello tulipán rojo escarlata, con un corazón oscurecido por el calor de la pasión, es por ello que el significado del tulipán rojo es el amor y la pasión.

Para no hacerlo más extenso, otro día sigo contando más historias sobre el significado de los distintos colores de los tulipanes.

Cuenca, 17 de abril de 2020.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.