martes, 28 de septiembre de 2021

La fiesta de san Miguel Arcángel la celebramos hoy, 29 de septiembre.

   Celebra hoy la santa Iglesia una fiesta particular, no solo en reverencia del Arcángel san Miguel, sino en honor de todos los Santos Ángeles, y aunque solo se intitula de san Miguel, es porque este bienaventurado espíritu fue siempre reconocido por general de toda la Milicia celestial, y particular protector de la Iglesia de Jerusalén, así como lo había sido de la Sinagoga.

El nuevo santoral reúne en este día a tres santos que carecen de sustancia humana, los arcángeles. Un poco más que nosotros, más puros, más aéreos, más disponibles, pero también menos comprometidos – después de rechazar el luciferino Non Serviam!- con la tarea cotidiana de la difícil santidad en este mundo.


Miguel, caudillo de los ejércitos más santos, capitán del Cielo, es en el Apocalipsis el vencedor del Dragón, de Satanás; el arcángel guerrero que se enfrenta al amotinado Lucifer al grito ¡Quién como Dios!, que es su nombre y que dice fidelidad. Prototipo del siervo leal y poderoso que ha de sostenernos con su fuerza.

Arcángel protector –como en lo más alto del romano Castel Sant Àngelo, anunciando el fin de la peste- y defensor justiciero de los hombres en las tradiciones medievales del Juicio Final, donde se asegura de que las almas den su peso de fe, esperanza y amor en las balanzas, frente a las muecas del Maligno.

Rafael es el buen acompañante del hijo de Tobías, a quien conduce, sabio, cariñoso y firme, por entre las asechanzas del mal, hasta un feliz matrimonio y la curación del propio Tobías. Es el arcángel de los novios y casados, cómplice del amor que es una chispa del gran incendio divino que busca abrasarnos a todos en caridad.

En cuanto a Gabriel, es el conmovido mensajero de la Anunciación, y sólo podemos imaginarle tal como le pintó Fray Angélico, de rodillas, según dicen: rubio, aureolado de belleza, con alas de mariposa celeste, rindiéndose ante la doncella que acababa de decir Hágase y comunicando el gran misterio de la salvación.

Los tres nos valgan: capitán, guía y nuncio, para hacer la voluntad de Dios. En la batalla, en el camino incierto y en la oscuridad del debate interior ellos están presentes. Confiemos en ellos y pidámosles que nos protejan en este caminar incierto de este mundo traicionero.

Publicado en Cuenca, 29 de septiembre de 2020.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:

-Año Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.

-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.

-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.

domingo, 26 de septiembre de 2021

San Vicente de Paúl (1580-1660). Festividad del 27 de septiembre.

 Es el gran santo de la caridad de la Francia de Luis XIII, Monsieur Vicent, el más popular y simpático de los hombres de su tiempo.

Popular y simpático porque a simple vista su acción parece más amplia y humanitaria: mientras los demás discuten y riñen con jansenistas, protestantes y libertinos incrédulos, él tiende una mano a los necesitados, a los pobres, a los galeotes, a los más desamparados de Francia.

San Vicente de Paúl.

La fama moderna de Monsieur Vicent se debe, por ejemplo, a dos circunstancias ajenas a él: la célebre sociedad caritativa de seglares que lleva su nombre, fundada por Ozanam en el siglo XIX, y una película de los años cuarenta en la que el santo aparece en su forma más laica imaginable, entregado a los demás, pero casi sin que se mencione a Dios.

Para san Vicente la caridad se asentaba necesariamente en la verdad –la Iglesia y la doctrina de Jesucristo-, y abarcaba una doble acción, primero espiritual y luego material. Socorrer a los necesitados, pero evangelizándolos, ser compasivo con todos pero hablándoles de Dios.

Esta caridad interesada, la única concebible para el santo con su orden de prioridades –primero lo espiritual, luego todo lo demás-, informa los dos fundaciones de san Vicente y llena toda su labor de afanes de salvación que no son más que las bienaventuranzas puestas en práctica.

San Vicente será siempre un campesino gascón rústico y desmañado que se consume en la tarea de asistir al prójimo en el alma y en el cuerpo, dando pan y vida eterna con una sonrisa inmortal por la que aún le recordamos.

Publicado en Cuenca, 27 de septiembre de 2020.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:

-Año Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.

-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.

-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.

 

 

lunes, 20 de septiembre de 2021

Efemérides conquenses del 21 de septiembre. Elección del Obispo XXI de Cuenca. D. Bernal Zafón año de 1362.

 Efemérides conquenses. el 21 de septiembre, además de la toma de Cuenca por el rey Alfonso VIII en el año 1177, en el año 1362 fue electo para el obispado de Cuenca D. Bernal Zafón, que hizo el núm. XXI del Episcopado conquense.

Es de estacar que este pontífice fue figura destacada en el siglo XIV, honor de Cuenca y de toda España, fue amanta de las letras, ordenó en su testamento la fundación del Colegio de San Clemente de Bolonia, nombrado de los Españoles, y rodeado de la hermosura de sus laureles y del aroma y frutos de  sus virtudes, murió en Viterbo el 23 de agosto de 1367. Su cadáver fue depositado en San Francisco de Asís y después  trasladado a Toledo.

Portada del Colegio de San Clemente en Bolonia.

También dejó ordenador en su testamento que de las 50.000 misas 2.000 de ellas fueran celebradas por clérigos del obispado de Cuenca, según orden y distribución del venerable Padre Bernardo, Obispo de Cuenca, y de Martín Fernández, Deán del Cabildo de esta Catedral. Legó también varias alhajas y ornamentos de mucho valor y al Cabildo todas las posesiones que llaman de Dehesa de Endivo, y los molinos de harina y batanes que le pertenecían en la margen río Júcar.

Publicado en Cuenca, 21 de septiembre de 2020.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

sábado, 18 de septiembre de 2021

Plenilunio de septiembre. Luna de la Cosecha.

     Como venimos diciendo cada mes con luna llena recibe un nombre distinto, esto procede de la antigüedad y el nombre de las lunas venía a orientar cuando se debía plantar ciertos cultivos o salir de caza. La luna llena de septiembre también es conocida con el nombre de “luna del Maíz”. Esta luna es la más próxima al equinoccio otoñal, este año coincide con él.

Luna llena del 19 de septiembre de 2021 a las 5:18 horas

El plenilunio de septiembre se dará el día 22, miércoles a las 21 horas 21 minuto, según los cálculos del Observatorio Astronómico Nacional. También he de informaros que el día 21 la luna llena de la cosecha alcanzará su máximo esplendor por lo que sería interesante su observación.

Hoy se ocultó la luna a las 5:36 h


Cuenca, 19 de septiembre de 2021

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

Luna de la Cosecha. Plenilunio del mes de septiembre

     Hoy disfrutamos de la Luna llena de septiembre. Lleva por nombre Luna Llena de la Cosecha. Es la más próxima al equinoccio de otoño que tendrá lugar en torno al día 21 de septiembre, aunque los astrólogos nos lo marcan este año el día 23.

Son muchos años los que vengo observando las salida y puestas de la Luna Llena y aunque la luna retrasa cada día su salida respecto a la hora del día anterior entre 50 y 80 minutos, las lunas de la Cosecha y la del Cazador, su retaso es menor, llegándose a pensar que el retraso es inexistente como si su aparición fuera a la misma hora varios días seguidos.

Su leyenda viene provocada por el escaso retraso en su salida en el plenilunio, haciendo posible la extensión de la actividad agrícola durante la recogida de la cosecha y de la caza que da la posibilidad al cazador de acechar a sus presas a lo largo de toda la noche, de ahí su nombre.

Esta luna también es conocida con los nombres: Luna de Vino, Luna Cantarina y Luna de la llamada del Alce. En la mitología y en antiguas existían creencias, sobre todo las nórdicas, se pensaba que esta luna es la más poderosa del año y durante esta noche el dios Locki bendecía las cosechas para que fueran abundantes. Durante el día de plenilunio se agradecía a la Madre Tierra los bienes que nos otorga, siendo época de compartir los regalos que nos otorga la naturaleza, como es las cosechas y los frutos del bosque, ello nos induce a ser previsores y guardar para la época invernal.

Cuenca, 14 de septiembre de 2019.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

SECUENCIA DE LA PUESTA DE LA LUNA DE LA COSECHA. 7:10-7.25h.
5horas.



El milagro de la: “Licuación de la sangre de san Jenaro”. 19 de septiembre.

 San Jenaro. Festividad del 19 de septiembre.

San Jenaro nació hacia el año 270, según las fuentes más modernas, en Nápoles. Su padre era gobernador y hubiera querido tener por sucesor a su hijo; así se opuso al principio de su vocación eclesiástica. Fue ordenado en el año 302, y fue nombrado pronto obispo de Benevento.

Hacia el año 303 estalló la gran persecución de Diocleciano. Tan valiente como caritativo, san Jenaro visitaba a los cristianos encarcelados por la fe y los asistía con sus limosnas y exhortaciones. Al fin el Jenaro fue detenido en Pozzuoli, encarcelado y luego enviado a Nola para comparecer ante el gobernador Timoteo. Después de varios tormentos fue expuesto en el anfiteatro a las fieras, que lo respetaron.

San Jenaro

Por último, fue decapitado con seis compañeros el 19 de septiembre del año 305.

Una tradición añade que el cuerpo del Obispo fue abandonado en el lugar del martirio; una piadosa mujer recogió, en dos pequeñas ampollas, la sangre que se había derramado y con este tesoro se retiró a Antignano, pequeña aldea entre Nápoles y Pozzueli.

El cuerpo de san Jenaro, enterrado a corta distancia del lugar del martirio, estuvo allí hasta el edicto de Milán del año 313. El 19 de septiembre del 315 se hizo el solemne traslado, y en el momento en que el cortejo pasaba por Antignano, la mujer que había recogido las gotas de su sangre presentó al  obispo las dos ampollas que guardaba reverentemente. El obispo las colocó junto al cuerpo y se dice que entonces tuvo lugar por primera vez el milagro que se debía renovar a través de los siglos hasta nuestros días, secos y coagulados, se licuó súbitamente.

El milagro de san Jerónimo consta de una serie de fenómenos extraordinarios que se repiten en determinadas épocas del año, ahora en Nápoles donde están las reliquias y en Pozzuoli, donde se conserva una piedra porosa empapada con la sangre del mártir.

La licuación de la sangre se realiza el 19 de septiembre. Con relación a la piedra porosa que se conserva en Pozzuoli tiene en la cara exterior unas manchas grises y otras rosáceas. Dos veces al año las manchas grises se convierten en rojas y las tojas toman un color más vivo. En algunos años tiene lugar una especie de sudor que deja húmeda toda la piedra. Y esto sucede precisamente a la misma hora en que se verifica la licuación  la ampolla de Nápoles.

Ampolla con la sangre de san Jenaro.

En Nápoles se realizan los tres fenómenos siguientes:

1º la licuación, en determinados días del año, de la sustancia sea y coagulada que se encierra en una pequeña ampolla de cristal y que según la tradición es la sangre del obispo Jenaro, decapitado en Pozzuoli, en el año 305, en odio a Cristo.

2º El aumento de volumen de esta sustancia, encerrada herméticamente en la ampolla de cristal.

3º El tercer prodigio sería la disminución de volumen de la misma sustancia y en las mismas condiciones.

Este triple prodigio se verifica generalmente siempre que se pone la ampolla de cristal enfrente del busto argénteo donde se guarda la cabeza de san Jerónimo. En mayo, durante nueve días consecutivos, en memoria de la traslación del 315; en septiembre, del 9 al 26, aniversario y octava del martirio y en diciembre, solamente el 16, día del patrocinio de san Jenaro, proclamado solemnemente por los napolitanos en el año 1631.

Publicado en Cuenca, 19 de septiembre de 2020.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:

-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.

-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.

-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.

 

viernes, 17 de septiembre de 2021

Equinoccio de otoño

Equinoccio de otoño. 21 de septiembre.
Catedral de "Santa María" de Cuenca España

En tiempo de equinoccio, los dos hemisferios reciben prácticamente la misma cantidad de luz y marcan la transición entre dos de las estaciones más extremas, verano e invierno.
En los meses de marzo y septiembre, los rayos solares caen perpendicularmente sobre el Ecuador terrestre, dando origen al nombre de EQUINOCCIOS (del latín aequinoctĭum = noche igual)
La declinación d es el ángulo que forma el rayo solar con el plano del ecuador en cada época del año, determinando las estaciones climáticas. En el caso del hemisferio norte, las principales fechas estacionales son:
Equinoccio de otoño
21 de septiembre
Declinación d = 0º

   
En el equinoccio de otoño, en el lado derecho del crucero, los amplios vitrales crean un sinfín de luces y colores. Si el sol es más intenso, la luz se transforma en un mar de tonalidades, que hacen las delicias a cuantos visitan en esa época el templo.

En la ruta cíclica anual que sigue el sol a través de nuestros cielos, el 21 de septiembre se celebra el equinoccio de otoño.  El verano ha pasado, y los días se han ido acortando poco a poco hasta llegar a este día, en el cual la duración del día es igual a la duración de la noche.  Es el punto medio entre solsticio y solsticio, entre el día más largo del año y el día más corto del año.
En esa semana se da la luna de la cosecha, o la última luna llena antes del equinoccio de otoño.  En las sociedades antiguas esta era una semana de festividades para celebrar el fin de los trabajos agrícolas para el resto del año, y para darle la bienvenida a los tiempos de descanso, para los agricultores, y para la tierra.
También de ahí viene el festival del día de los muertos, celebrado en algunos sitios el 31 de octubre, y en otros el 2 de noviembre.  La frialdad que se posa sobre la tierra, y la aparente muerte de la vegetación es observada en estos festivales de orígenes paganos, recordándonos dentro de los ciclos de la Tierra nuestra propia mortalidad.
Publicado en Cuenca, 17 de septiembre de 2021
Por: José María Rodríguez González