viernes, 9 de septiembre de 2016

María el nombre más común entre las mujeres


Festividad del dulce nombre de María, día 12 de septiembre

Pasados cuatro día de la Natividad de Nuestra Señora, celebra la Iglesia la fiesta de su dulcísimo Nombre de María. Nada más justo y razonable tratándose de la Madre de Dios, cuyo nombre vino del cielo. Ningún otro le gana en eufonía y alto significado. Después de llevarlo Ella quedó ese nombre dignificado de manera superlativa.
Virgen de la Rosa. Copia del siglo XVII
 Capilla de los Caballeros. Catedral de Cuenca

En veinte provincias españolas el nombre María es el más común entre las mujeres. Estas provincias son: Albacete, Alicante, Almería, Baleares, Barcelona, Cáceres Jaén, Málaga, Murcia, Ávila, Cuenca, Castellón, Girona, Lleida, Tarragona, Teruel, Valencia Badajoz, Huelva y Ourense. En Cuenca el nombre de María el 35,5 % de las conquenses o está incluido en el nombre compuesto de hombres y mujeres.


La festividad del Dulce Nombre de María se instituyo a raíz de la victoria de los cristianos sobre los turcos en Viena. La batalla se libró en la montaña de Kahlenberg, en las afueras de Viena, los días 11 y 12 de septiembre del año 1683, tras dos meses de asedio por las tropas del Imperio Otomano.

El día 14 de agosto abrieron los turcos las trincheras por el lado de la puerta imperial y se alojaron en ella a pesar del vivo fuego que hacían los sitiados. Prendieron fuego al palacio de la Favorita, quemaron las casas de campo de los nobles en el arrabal de Leopolstadt y pusieron jenízaros (tropa de élite) en todos los puntos estratégicos. Incendiaron también la iglesia de los escoceses llegando las llamas al arsenal, donde se almacenaba la pólvora y municiones.

La ciudad estaba a punto de caer, cuando el mismo día de la Asunción, por una visible protección de la Virgen se paró como de repente el fuego, dando tiempo a sacar las municiones y la pólvora del polvorín, cosa que alentó y dió ánimos a los soldados y vecinos confiando en la poderosa protección de María.

El día 12 de septiembre Juan Sobierki, rey de Polonia acudió a la capilla de San Leopoldo con el principe Carlos de Lorena, donde los dos asistieron al Santísimo Sacrificio de la Misa, permaneciendo con los brazos en cruz toda la toda la ceremonia. Al término recibieron la bendición y dirigiéndose al ejército les dijo: "Ahora podemos adelantar bajo la protección de la Virgen con entera seguridad que no nos negará su asistencia". Lanzándose sobre el ejército turco, estos abandonaron todo el armamento saliendo en estampida, dejando abandonado hasta el "estandarte de Mahoma" y quedando en el suelo más de cien mil hombres muertos en la pelea.
Batalla de Kahlenberg

Informado el emperador Leopoldo Ignacio de la victoria mandó cantar el Te Deum, reconociendo que una victoria tan inesperada era efecto visible de la asistencia del cielo y de la protección de la Virgen.
Esta batalla marcó el comienzo del declive de Imperio Otomano en Europa.

El estandarte de Mahoma que siempre se enarbolaba en medio del campamento otomano y junto a la tienda del Gran Visir, era de brocado de oro, fondo encarnado y bordados de letras árabes. El asta del estandarte remataba en un pomo de cobre dorado con borlas de seda verde. Este estandarte fue enviado a Roma y ofrecido al Papa Inocencio XI, el cual persuadido de tal singular victoria, debida a la mediación de María, ordenó que la fiesta de su "Dulcísimo Nombre" se celebrase a partir de ese momento en la Iglesia universal, en la Domínica infraoctava de la Navidad. Era el 25 de noviembre de 1683. Desde el pontificado de Pío X se celebra el 12 de septiembre y con rito de doble mayor.

He de recordar como investigador, que más de siglo y medio antes de la victoria de Viena, por los años 1513, celebraba ya esta fiesta la iglesia española de Cuenca con aprobación de la Sede Apostólica, antes por consiguiente de que la Orden Seráfica de San Francisco lograse igual privilegio para el dulcísimo nombre de Jesús, por cuya devoción tanto había trabajado.

Por último decir que entre todos los nombres es el único en cuya honra ha establecido la Iglesia una fiesta especial. Pero siempre ha sido muy venerado y celebrado este santísimo nombre de María desde los tiempos apostólicos, como lo prueban las innumerables Ordenes y Congregaciones que lo llevan y templos edificados en su nombre, como el de nuestra Catedral: "Santa María" de Cuenca.

Cuenca, 12 de septiembre de 2016

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

jueves, 8 de septiembre de 2016

LA EDUCACIÓN PILAR DE LA ENSEÑANZA


LOS CENTROS EDUCATIVOS ABREN DE NUEVO SUS PUERTAS

Todos los días nos encontramos con actos de falta de educación.  Hace unos días  fui testigo de uno de ellos, dos parejas jóvenes con sus respectivos retoños esperaban la llegada del autobús. La espera se hacía larga y los adultos de pusieron a hablar entre ellos despreocupándose de los niños. Estos aburridos se pusieron a utilizar el capó de los coches como toboganes, sus padres no se les vió ni la más mínima intención de regañarles o reprimir dicha acción. Me imagino cómo se pondrían los dueños de los vehículos cuando fueron a retirarlos del aparcamiento y se encontraron con el capó rayado.

En la actualidad está mal visto por los psicólogos el disciplinar a los niños porque se podría crear en ellos un trauma con relación al correctivo y al castigo cuando el menor no cumpla con sus tareas. Muy distinto a otras épocas anteriores en los que se exigía el cumplimiento de las tareas encomendadas y eran realizadas, en ocasiones por miedo a ser castigados o reprendidos por los maestros. Me dirán que eran tiempos diferentes pero hay que reconocer que la sociedad funcionó con seres que adquirieron responsabilidades desde temprana edad y no existían los problemas sociales que estamos viviendo en estos momentos.

Todos queremos que nuestros hijos no sufran traumas, pero si eso supone liberarlos de cualquier exigencia y ceder a todos sus caprichos, el remedio resulta peor que la enfermedad como se decía hace unos años, tenemos que ser conscientes de que la superprotección los mantiene en un estado de irresponsabilidad infantil permanente que les perjudica en el desarrollo de su persona como miembro de una sociedad.

Tipos de conductas agresivas e inadecuadas es lo que vemos todos los días a nuestro alrededor, los niños mal educados campan a su capricho por parques, medios de transporte y en las calles en general, sufriendo sus excesos aquellas personas que no son de su agrado. Pobre de la persona que se atreva a indicarles su falta de educación, la indignada respuesta es avergonzosa, nadie se atreve a contrariarlos por la réplica que encontraría. Ayer mismo fui testigo de un caso semejante. Un grupo de tres jovenzuelos de menos de 16 años estaban fumando en un banco público cuando una  señora se le ocurrió decirles que eran muy jóvenes para fumar y que no quemaran la madera con el cigarro, la respuesta se la pueden imaginar la que fue por parte de los jóvenes: insultos, agravios, mofa y tacos hacia la mujer no faltaron.

De los excesos de autoridad hemos pasado al extremo contrario el de “todo vale” si no se quiere ser acusado de retrogrado. Siempre la llamada de atención y corregir fue la filosofía de nuestra educación, llegando a saber y distinguir lo que estaba bien de lo que no lo estaba. Nadie quedó traumatizado y fuimos criados con una secuencia entre los logros y los fallos, logros alcanzados por el esfuerzo y fallos que vimos en ellos el motivo de nuestra modificación personal para no volver a cometerlos y por ello no enfermamos mentalmente. Los adolescentes sin controles de conducta carecen de los más básicos conceptos de la moral social, obedeciendo sólo su propio capricho que les lleva a un continuo error de comportamiento social.

Toda esta falta de sensibilidad social se ve reflejada en el mundo de la enseñanza, no en pocos colegios e institutos, los profesores tienen que soportar pacientemente a jóvenes insolentes y agresivos. Si se les pone el correctivo que merecen  muy probablemente más de un padre o madre iría a protestar indignado y en este caso poco se defiende al profesor. Con este panorama, muchos cierran los ojos y aguantan, no sea que traumaticen al alumno.

Seamos conscientes y pongamos los pies en el suelo. Es necesario volver a repetir lo que en otros tiempos era obvio: En la enseñanza, la exigencia es lo único justo y democrático porque permite el ascenso de los que se lo ganan por su esfuerzo. Sin ella, los títulos académicos se degradan, valen para muy poco, la educación de los niños y niñas comienza en el seno de las familias, en sus casas. Ellos imitan al cien por cien los comportamientos familiares ¿Cuándo nos daremos cuenta que la enseñanza comienza en los hogares?

Es ahora el momento político para llegar a un pacto universal entre todos los partidos, que dé sentido social a la enseñanza y se cree un sistema educativo que restituya la autoridad a los profesores, que impere la filosofía de la exigencia y del esfuerzo, que les enseñe el respeto social y la convivencia pacífica y les inculque la limpieza y el respeto hacia los bienes comunitarios que tanto dinero cuesta a las arcas de los Ayuntamientos mantener.

Resultará duro corregir conductas o inculcar buenos hábitos a nuestros adolescentes y más aquellos que se desvían o se tuercen ante nuestros ojos pero peor es no hacer nada para evitarlo ya sea por el amor mal entendido por parte de sus progenitores o por miedo a las conductas agresivas que exhiben, pero tener siempre presente que el menor que no es corregido a tiempo, la sociedad, el destino o la ley lo cambiará algún día.

Cuenca, 8 de septiembre de 2016


José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

domingo, 4 de septiembre de 2016

Lugares con Historia. La cueva de "Moratilla" y Martín "Alaja"

La cueva de “Moratilla” y la fuente de Martín “Alaja” parte decisiva en la toma de la ciudad de Cuenca.

Costumbre arraigada en los conquenses era el ir a disfrutar de un día a la orilla del río Júcar para mitigar el bochorno del estío. Nos juntábamos la familia, para matar el tiempo jugaban a las cartas los mayores, mis hermanos dedicaban el día a pescar y yo a dar guerra como crío de pocos años que era. Ese día se eligió el paraje de la fuente de Martín “Alaja” porque distaba poco de la ciudad y podíamos ir andando por la carretera de la ermita de San Isidro del barrio del Castillo, por la tarde volveríamos en coche. No era habitual que se unieran al resto de la familia mis abuelos maternos pero ese día estuvieron con nosotros pasando el día.  
Cueva de Moratilla (Cuenca)

La mañana se hacía pesada y yo estaba tocando las narices continuamente así que cogiéndome de la mano mi abuelo nos alejamos del lugar. Sorprendentemente al cruzar un pequeño puente encontramos una gran cueva, quedando sorprendido. Nos acercamos a ella y aprovechando su frescor nos sentamos en unas piedras que había a modo de banco y me dijo mi abuelo: ¡Te voy a contar la historia de esta cueva y de la fuente donde refrescamos la fruta!
Y comenzó el relato:
Como has podido ver cuando bajábamos Cuenca es una ciudad inexpugnable, difícil de tomar por su situación geográfica. Las fuentes de Martín Alaja, que entonces eran varias no una como ahora, son célebres en la historia de Cuenca por haber tomado nombre de aquel pastor cristiano que contribuyó a la toma de la ciudad por las huestes de Alfonso VIII.
Cueva de Moratilla (Cuenca)

Para la consecución de la toma de Cuenca obtuvo ayuda del Rey D. Alfonso II de Aragón, de los Caballeros Templarios, de los de Santiago y Calatrava. También le acompañó D. Pedro Ruiz Azagra, hombre de armas navarro que estaba establecido en Albarracín, el Obispo de Burgos, Sigüenza, Palencia y los Arcedianos de Toledo y Talavera.

Pusieron sitio a la ciudad a principio del año 1177 y fue tomada el 21 de septiembre del mismo año.
D. Fermín Caballero, al que se ha dedicado una calle en Cuenca y que estudió filosofía en el Colegio-Seminario Conciliar de San Julián de Cuenca, copió de un códice de Montserrat de Madrid, entre otras las siguientes líneas, con las que se describe la conquista de Cuenca: “Ficieronse cuatro puestos porque non pudiesen salir los moros, e pusieron uno en el puente del río Júcar, a guarda de Martín Salcedo, con 200 ballesteros é pedreros, é otro en la loma del cerrillo con otros tantos a cargo de Hernán Martínez de Zaballos. E otro avía de 50 caballos que corrían la tierra a carfo de Alonso Pérez Chirino, e otro en el campo llano de el señor Rey avia su tienda, e lo tenía en el capitán Andrés de Cañizares. Estos la aseguraban e guardaban. Estado así vido que los moros tenían salida por lo alto…
Fuentes de Martín Alaja  (Cuenca)

Para Abuelo que la estás liando, a ti te gusta hablar en castellano antiguo, como lo haces con tu amigo el archivero, pero yo no me entero de nada. Cuéntamelo para que yo lo comprenda.

Bien Josemari, te repito  como habían observado que de la ciudad salían los moros de vez en cuando para provisionarse o para otros menesteres se montaron cuatro puestos de vigilancia y una patrulla de 50 caballos recorrían todos los accesos a la ciudad.

Se enteraron por los espías, que con frecuencia dejaban salir de la ciudad, por la puerta que da al Júcar (Aljaraz) y después de comprobar estas afirmaciones Lope de Salazar, nombró el Rey  a a Alonso de Jaraba y a su sobrino Mateo, para que ayudados por D. Pedro de Zafra y Martínez de Zaballos, se dirigiesen, acompañados de soldados, hacia la puerta, por donde los moros salían con objeto de entrar a la ciudad. En esta vigilancia nocturna, por entre los pinares que coronan la Hoz del Júcar y al descender hacia las orillas del río vieron una hoguera en la cueva de la Moratilla y hasta ella llegaron, encontrando tres pastores, en el lugar que ahora mismo estamos nosotros. Dieron muerte a dos de ellos y perdonando la vida al tercero por haber dicho gritando que era cristiano al servicio  de los moros. Este pastor se llamaba Martín “Alaja” y tenía costumbre de apacentar sus ganados por aquellos lugares en donde existen unos abundantes manantiales o fuentes.
Fuentes de Martín Alaja (Cuenca)

Abuelo ¿Quién era Martín “Alaja”? Martín era un anciano que guardaba carneros de los moros y les explicó que circulaba por una sendilla que conducía a la ciudad por la puerta de Aljaraz que estaba poco vigilada. Pensaron los soldados que siendo una noche de luna nueva sería posible confundir al guarda de la puerta y matando a los carneros y poniéndose las pieles  llamaron al postigo que estaba en la cuesta, hoy la puerta de San Juan, y como conocía la voz del pastor pues el guarda era medio ciego, abrió y mataron al guarda y a cuantos moros se  topaba con ellos. Al amanecer viendo que los cristianos estaban ya dentro de la ciudad, el gobernador moro de la ciudad para que no hubiera más muertes entregó las llaves de la ciudad al Rey.

Por este ardid de Martín “Alaja” hizo fácil lo que parecía imposible al ser Cuenca una ciudad fortificada por la propia naturaleza por su situación, por su posición topográfica y los sólidos trabajos de defensa que llevados a cabo por Hafsan Aben Amir, Said ben Alferag, Aben Canon, Alhacen y Abdala ben Felah el Thograi, la hicieron casi inexpugnable.

Desde ese día vi de otra manera la fuente de Martín “Alaja”, además de ser un lugar delicioso para pasar un día a la fresca del río, fue para mí un lugar para soñar y deleitar mi imaginación con los hechos de la leyenda más hermosa de llegó a hacer de Cuenca una ciudad cristiana.

   Cuenca, 21 de septiembre de 2016


José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

viernes, 2 de septiembre de 2016

El Nacimiento de María en el arte de la Catedral Conquense

Festividad de la Natividad de la Virgen

Son muchos los espacios que hay dedicados en la Catedral Conquense a esta festividad, comenzando por el Altar Mayor, donde según condiciones impuestas por Ventura Rodríguez, la obra de escultura debía constar de una imagen de la Natividad de Ntra. Señora y dos estatuas de cuerpo entero de San Joaquín y Sta. Ana. La obra toda se realizo en Génova por el artista italiano Bociardi, trabajada en alto relieve, todo ello ejecutado en finísimo mármol blanco de Carrara.

Hoy, 8 de septiembre, la Iglesia recuerda el nacimiento de la Virgen María. La festividad tiene su origen en Jerusalén al ser dedicada una iglesia a este hecho, convirtiéndose en la iglesia de Santa Ana en el siglo XII.
Natividad de Ntra. Sra. Capilla de la Asunción
Catedral de Cuenca

El lugar de nacimiento, cuatro ciudades se disputan el honor de haber sido la cuna de María: Jerusalén, Belén de Judea, Nazaret y Séforis de Galilea, según la tradición sus padres poseían propiedades en las citadas poblaciones. Se baraja la posibilidad más acertada, según la tradición, que sería Jerusalén a la que se le otorgaría ese privilegio.

La festividad de la Natividad es conocida en Oriente desde el siglo VI. Fue fijada en esta fecha de ocho de septiembre por ser el día en que se abre el año litúrgico bizantino, el cual se cierra con la Dormición de María en el mes de agosto.

Esta fiesta fue introducida en Occidente en el siglo VII celebrándose con una procesión-letanía que terminaba en la Basílica de Santa María La Mayor en Roma. La Festividad paso de Jerusalén a Roma apoyada por el Papa Sergio I y el Papa Pio X quitó esta celebración del grupo de las fiestas de precepto.

El nacimiento de María pasa desapercibido por el Nuevo Testamento. Hay que recurrir a los apócrifos, concretamente a los evangelios apócrifos de Santiago, para obtener el nombre de sus padres que fueron Joaquín y Ana. Dos grandes figuras presiden el Altar Mayor de la Catedral de Cuenca, ellos son las únicas estaturas que Ventura Rodríguez diseñó para que presidieran el retablo, como el principio de la redención del hombre.


San Joaquín. Capilla Mayor
Catedral de Cuenca
Todo comenzó con el matrimonio de Joaquín, galileo de Nazaret, su nombre en hebreo significa "El hombre a quien Dios levanta" y según San Epifanio "Preparación del Señor". Joaquín se desposa con Ana. Desciende de la estirpe de David. Los años pasaban y el hijo tan esperado no llegaba, llevando ya 20 años de casados.

En la cultura hebrea se consideraba la esterilidad como un aprobio castigo de los cielos. Cuenta el apócrifo de Santiago que Joaquín se retiró al desierto para con penitencia y oración rogar a Dios la ansiada paternidad.

Sus pensamientos se cruzan con la otra Ana, de la que habla el libro de los Reyes, que habiendo orado tanto al Señor, sus oraciones fueron escuchadas y así vino al mundo Samuel, quien sería el gran profeta.
Santa Ana. Capilla Mayor
Catedral de Cuenca
Con estas Joaquín se retira al desierto y obtiene de Dios su ansiada paternidad. Joaquín y Ana vieron premiada su constancia en la oración con el nacimiento de su hija María, concebida sin Pecado Original y predestinada a ser la madre de Jesús, el hijo de Dios encarnado. 
En la capilla de la Asunción, fundada en 1511 por el Deán Juan Barreda, el retablo de la Asunción de la Virgen fue realizado en el segundo cuarto del siglo XVI, donde entre otras escenas se aprecia el nacimiento de la Virgen. Se desarrolla esta escena en torno a la figura de Santa Ana que se halla a medio incorporarse del lecho; San Joaquín está al lado de la parte derecha, y hay dos mujeres de pie, que atienden a la Santa desde la parte izquierda, mientras una tercera, sentada a los pies de la cama de Santa Ana, sostiene a la Virgen recién nacida sobre su halda. 
Nacimiento de María. Capilla del Pozo
Catedral de Cuenca
Es notable la realidad con que está representada la escena y muy parecida a la que contiene la capilla del Pozo sobre el mismo tema. Esta capilla fue fundada por el canónigo Juan del Pozo en el año 1503. El retablo se atribuye a Gonzalo de Castro y se pintó a comienzos del siglo XVI. Las escenas, en óleo sobre tabla, representan la vida de la Virgen, una de las tablas expresa el nacimiento de la Virgen. La escena se desarrolla con un fondo de cortinaje formando un pabellón, del que cuelgan dos borlones, puede verse a Santa Ana, medio incorporada en su lecho, asistida por una mujer, con cofia blanca a la cabeza, ofreciéndole una taza de caldo y como conversando con ella. Por debajo, en un plano inferior, hay otras dos mujeres sentadas, con un paño extendido entre sus manos, con la Virgen Niña sobre su halda. Bajo el dintel de una puerta con arco de arquitectura renacentista, a la derecha y en pie, está San Joaquín, pensativo.

La mente humana es limitada y es difícil llegar a comprender los designios de Dios, pero hay otras cosas más cercanas a nosotros que tampoco llegamos a su comprensión, entre otras cosas la de cómo crea una ostra la perla en su interior o más común entre nosotros, cómo nace el trigo de un grano, convirtiéndose en una espiga.

Cuenca, 8 de septiembre de 2016

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.