domingo, 30 de julio de 2023

Plenilunio de agosto. Luna llena del Esturión.

     Este mes de agosto, en términos de luna es muy especial, pues tendremos dos lunas llenas. El uno de agosto. Plenilunio conocido con el nombre de Luna llena del Esturión y el día 31 tendremos otra luna llena conocida con el nombre de Luna Azul.

La primera luna llena, Luna del Esturión disfrutaremos de ella el día 1 de agosto su mayor esplendor a las 18:31 horas.

Plenilunio de agosto de 2022.

Su nombre hace referencia a un pez que solía abundar en los lagos y ríos, principalmente en América del Norte, y el mes de agosto es el mes ideal para su captura.

La luna llena de este mes también es conocida como la Luna del Maíz y Luna del Lince. Del Maíz porque este mes es el ideal para su siempre que será recolectado par el otoño.

Haciendo algo de recordatorio diré que la fase de la Luna Llena es un período que sucede cuando la cara visible de la luna se encuentra totalmente iluminada y alcanza su máximo esplendor durante la noche. Los efectos que produce sobre la tierra, en este periodo es muy relevante, la vitalidad de las plantas aumenta con la luz de la luna y poseen las fuerza para luchar contra los parásitos y enfermedades.

Plenilunio de agosto de 2022.

Con relación su efecto en los seres humanos, se ha estudiado mucho y parece que es más difícil conciliar el sueño durante estos días, entre otras cosas.

Plenilunio de agosto de 2022.

En china la luna llena de agosto coincide con el Festival de los Fantasmas Hambrientos, periodo que abren las puertas del infierno y los muertos vuelven a caminar entre los vivos. Suelen preparar ofrendas de comida y dinero para satisfacer el hambre de los fantasmas, y así hacerlos felices evitando que causen estragos entre la sociedad china.

Cuenca, 17 de julio de 2023.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico

viernes, 21 de julio de 2023

Cinco ojos para un puente.

Un puente y un Canónigo, Juan del Pozo.

El número cinco es el signo de la acción y la inquietud, es el símbolo de la libertad, la adaptación, el del espíritu aventurero; así era D. Juan del Pozo, canónigo de la Catedral de Cuenca en el siglo XVI, cuanta su cronista que era un hombre de pensamientos más elevados que el mismo puente que mandó construir. ¿Que qué puente? Pues el que cruzamos con cierta frecuencia cuando subimos hacia el casco antiguo, el que llamamos de San Pablo, aunque el de hierro se lo debemos al Obispo Wenceslao Sangüesa en el siglo XX, pero eso es otra cosa. Acaban de cambiarle las tablas y hacer un acceso para minusválidos por eso lo traigo a colación el día de hoy. 


Al que hago yo referencia es al de piedra con cinco arcos. Se inició la construcción del puente de San Pablo en el año 1534 y se concluyó en 1589, después de fallecimiento de D. Juan del Pozo. Según constaba en el archivo de los PP. Dominicos de esta ciudad, el objeto que se propusiera el Canónigo fue el facilitar el paso desde la ciudad al convento, fundado también por él. Por su construcción pagó la friolera de 63.000 ducados, un precio muy alto para el valor que entonces tenía la moneda. La altura del puente, según los planos, era de 54 pies castellanos y su longitud de más de 300 pies (1pie = 0.2957m). Se componía de 5 arcos, cuyos pilares y principalmente el que subía desde el margen del río parecía una elevadísimas torre. Un extremo se posaba en el lado en el cerro, cuya cumbre ocupa el Palacio Episcopal y la Catedral y el otro extremo en el collado del ante-atrio del convento. Fue construido con piedra labrada toscamente y su robustez fue calculada en menor proporción a la que necesitaba y por este motivo y la falta de solidez en la noche del 7 de mayo de 1786 se arruinó parte del primer machón y del segundo arco del lado de la ciudad. Hay que decir que según cuentan, desde su construcción comenzó a resentirse y quebrantarse en los arcos.

Sus constructores fueron Juan de Gutiérrez de Oceja, vecino de Solorzano en la merindad de Trasmiera, Comarca histórica de Cantabria. También intervino Juan Palacios, montañés.


Cuenta una pequeña historia de una apuesta entre dos muchachos en el año 1817, el día de San Antonio, apostaron dos reales Manuel Sainz y Saiz con otro amigo a que se ponía en pie en una piedra que sobresalía en el deteriorado machón del puente, y saltando sobre ella decía “Has perdido”, tanto saltó que cayó la piedra y él detrás colina abajo hasta cerca del río Huécar. Se creyó que había muerto, pero sanó de sus heridas y con el tiempo sólo se le advertía renquear de la pierna izquierda y el hombro del mismo lado le quedé más bajo. Se cuenta que este mismo fue cura de la parroquia de San Juan Bautista y murió en el año 1837.

Por debajo del puente san Pablo había otro puente sobre el río Huécar de piedra de sillería para el uso de los hortelanos, otro puente había al lado del molino llamado de San Martín, situado debajo de la parroquia del mismo nombre, construido a expensas del Obispo Pimentel, así mismo había otro en la llamada Puerta de Valencia de igual fábrica y el puente de Palo, que comunicaba la ciudad con las huertas de la Albufera y la bajada de Santiago.
Lápida de D. Juan del Pozo en la iglesia del Convento de San Pablo

Sobre el río Júcar estaba el puente de la puerta del Postigo y el de la Trinidad o puerta de Huete, estos fueron construidos mucho antes que el de San Pablo y todos ellos sólo tenían un ojo.
El canónigo Juan del Pozo fue enterrado en la capilla del convento de los Dominicos y una lápida de pizarra guarda en recuerdo su figura.

Fue publicado: Cuenca, 5 de marzo de 2019, y 22 de julio de 2023.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

martes, 11 de julio de 2023

Un 12 de julio pero de 1561, se consagraba la Catedral de San Basilio en Moscú.

La catedral de San Basilio de Moscú
    Tal día como hoy, un 12 de julio era consagrada la catedral de San Basilio de Moscú en el año 1561.
  La catedral en la actualidad es un templo ortodoxo en la Plaza roja de Moscú (Rusia) es mundialmente famosa por sus cúpulas en forma de bulbo. No es la sede del Patriarca Ortodoxo, ni la catedral principal de la capital rusa, esta misión la tiene la Catedral de Cristo Salvador.
    La catedral de San Basilio está incluida en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde el año 1990 junto con el conjunto del Kremlin.


    La catedral de San Basilio fue mandada construir por Iván el Terrible en 1554 por una promesa hecha: “Levantare un templo en el centro de Moscú si consigo conquistar el Kanato de Kazan”. Fue consagrada el 12 de julio de 1561, aunque con posterioridad fue ampliada en varios años posteriormente. Su interior está compuesto por nueve capillas independientes, dedicada cada una a los santos cuyas festividades Iván el Terrible según iba ganando batallas. Se unificaron las capillas al construirse la torre central que unificó todas ellas.

    Hay una leyenda sobre esta catedral que dice que Iván el Terrible quedó maravillado con su aspecto final y temiendo que pudiera ser construida otra catedral más bella, mandó dejar ciego al arquitecto jefe, Póstnik Yákavlev, para que jamás pudiese construir nada semejante. Con relación al arquitecto que la realizó hay ciertas dudas que fuera el citado.

    El nombre original de la catedral fue “Catedral del Manto de la Virgen”, al ser bendecida el uno de octubre, fecha en que se celebra esa festividad. Si nos preguntamos por el cambio del nombre hemos de acudir a otra leyenda en la que dice que Basilio era un “loco por Cristo”, paseaba desnudo y descalzo, vivía de la caridad y se creía que hacia milagros. Se dice que Basilio el Bendito, era la única persona a quien Iván el Terrible temía, y por ello el mismo Iván lo mandó enterrar en la Iglesia de Santa Trinidad. En 1588, el zar Fiodor Ivanovich trasladó sus restos a la Catedral del Manto de la Virgen y sobre su tumba construyo una nueva capilla. Por eso hoy día todo el conjunto se conoce con el nombre de este Santo.

    La Catedral que el día de hoy cumple 458 años, ha estado varias veces a punto de desaparecer. Ha sobrevivido a incendios, a las tropas Napoleónicas, que la usaron como establo, e incluso a un plan de demolición por parte de los colaboradores de Stalin, quienes opinaban que San Basilio no dejaba suficiente espacio a los desfiles.

Publicado en Cuenca, 12 de julio de 1029.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.