A mis compañeros y alumnos
Después de catorce años ininterrumpidos en la enseñanza, de nuevo me dan la oportunidad de volver a la Administración Educativa.
En estos años he ido viendo la evolución negativa de la enseñanza y la repercusión directa que ha tenido en el alumnado, creo que es hora de poner cada uno su granito de arena para mejorarla. Si me dan esa oportunidad ¿Por qué no aprovecharla?
Como dice Emilio Pascual en el libro El número de la bella: “Si destapas el tintero, no mojes en él la pluma si no es para escribir algo generoso, valioso y saludable para todos”; página 159.
Como así apunta Emilio Pascual, quiero en estas breves líneas agradecer a mis compañeros lo mucho que he aprendido de ellos al igual que de mis alumnos, cada año nuevos y válidos en sus capacidades intelectuales y personales que me han hecho esforzarme por darles los conocimientos que deberían tener con relación a su nivel pedagógico.
Enseñar a las nuevas generaciones supone un desafío como docentes y una obligación como seres humanos.
Creo que ha llegado la hora del reciclaje personal y es por ello que acepté el cargo como un desafío y una nueva experiencia después de los treinta años de docencia donde afloran mis experiencias didácticas con sus aciertos y errores pero siempre con la intención de no repetir los errores cometidos y trasmitir los logros como pequeñas puertas de salidas para aquellos que tienen más dificultades en sus aprendizajes.
Mi misión como Asesor Técnico en las Tecnologías en la Información y la Comunicación será hacer ver que enseñar ya no es embalar los contenidos del aprendizaje y ponerlos al alcance de los alumnos sino capacitarles para la experiencia del aprendizaje. Las nuevas tecnologías exigen un cambio de rol en el profesor y en el alumno. No podemos seguir ejerciendo nuestras funciones con clases magistrales como hace algunos años, hemos de utilizar los medios más próximos a ellos como son, en la actualidad, los medios informáticos de comunicación que emplean a cada instante en sus vidas. No con ello debemos eludir el esfuerzo personal, los nuevos recursos informáticos pueden contribuir al desarrollo de las capacidades cognitivas de nuestros alumnos, pero nunca debemos sustituir al esfuerzo personal ya que el individuo debe adaptársela y reconstruir sus conocimientos.
Quiero a través de estas líneas ponerme a vuestra entera disposición, dentro del margen de actuación como Asesor TIC, y que contéis conmigo para la parte lúdica que distingue nuestro Centro del resto.
Un abrazo
José María Rodríguez González
Cuenca, 28 de agosto de 2011
Después de catorce años ininterrumpidos en la enseñanza, de nuevo me dan la oportunidad de volver a la Administración Educativa.
En estos años he ido viendo la evolución negativa de la enseñanza y la repercusión directa que ha tenido en el alumnado, creo que es hora de poner cada uno su granito de arena para mejorarla. Si me dan esa oportunidad ¿Por qué no aprovecharla?
Como dice Emilio Pascual en el libro El número de la bella: “Si destapas el tintero, no mojes en él la pluma si no es para escribir algo generoso, valioso y saludable para todos”; página 159.
Como así apunta Emilio Pascual, quiero en estas breves líneas agradecer a mis compañeros lo mucho que he aprendido de ellos al igual que de mis alumnos, cada año nuevos y válidos en sus capacidades intelectuales y personales que me han hecho esforzarme por darles los conocimientos que deberían tener con relación a su nivel pedagógico.
Enseñar a las nuevas generaciones supone un desafío como docentes y una obligación como seres humanos.
Creo que ha llegado la hora del reciclaje personal y es por ello que acepté el cargo como un desafío y una nueva experiencia después de los treinta años de docencia donde afloran mis experiencias didácticas con sus aciertos y errores pero siempre con la intención de no repetir los errores cometidos y trasmitir los logros como pequeñas puertas de salidas para aquellos que tienen más dificultades en sus aprendizajes.
Mi misión como Asesor Técnico en las Tecnologías en la Información y la Comunicación será hacer ver que enseñar ya no es embalar los contenidos del aprendizaje y ponerlos al alcance de los alumnos sino capacitarles para la experiencia del aprendizaje. Las nuevas tecnologías exigen un cambio de rol en el profesor y en el alumno. No podemos seguir ejerciendo nuestras funciones con clases magistrales como hace algunos años, hemos de utilizar los medios más próximos a ellos como son, en la actualidad, los medios informáticos de comunicación que emplean a cada instante en sus vidas. No con ello debemos eludir el esfuerzo personal, los nuevos recursos informáticos pueden contribuir al desarrollo de las capacidades cognitivas de nuestros alumnos, pero nunca debemos sustituir al esfuerzo personal ya que el individuo debe adaptársela y reconstruir sus conocimientos.
Quiero a través de estas líneas ponerme a vuestra entera disposición, dentro del margen de actuación como Asesor TIC, y que contéis conmigo para la parte lúdica que distingue nuestro Centro del resto.
Un abrazo
José María Rodríguez González
Cuenca, 28 de agosto de 2011