Capilla del Espíritu Santo de la Catedral de Cuenca
“Majestad y reverencia
que sirve de joya a la Catedral...”
El año pasado saltó a la prensa
la rehabilitación de la capilla del Espíritu Santo de la Catedral de Cuenca.
Meses antes de la adjudicación de la obra tuve la suerte de visitarla. Las
obras van a gran ritmo y se pretende que para esta Semana Santa se celebre en ella
uno de los conciertos de Música Religiosa.
Retablo Capilla del Espíritu Santo Obra de Benito Sazeda |
Son muchos los recuerdos de
juventud que me fluyen al entrar en la capilla. No es una capilla más de nuestra
Catedral. Sólo se abría al público en dos ocasiones durante el año, para Pascua
y Pentecostés. En su interior podíamos encontrar el retablo con el lienzo
central, representado la venida del Espíritu Santo, placas y urnas sepulcrales,
estandartes y banderas adornando la estancia.
La capilla panteón perteneciente
a la familia Hurtado de Mendoza está vinculada con el Nuevo Mundo. D. Andrés
Hurtado de Mendoza, fue 3º Virrey de Perú entre los años 1556 y 1560. En el epitafio
de la lápida de la capilla del Espíritu Santo de la Catedral de Cuenca reza:
“Aquí yace Don Andrés Hurtado de Mendoza 2º Marqués de Cañete, Virrey,
Gobernador, y Capitan General de las
Provincias del Perú y Guardia Mayor de esta Ciudad”.
La familia Hurtado de Mendoza estuvo
muy vinculada a la historia de Cuenca. D. Juan Hurtado de Mendoza ayo (1) y mayordomo del rey Enrique
III fundó la casa y mayorarzo de Cañete
para su hijo D. Diego Hurtado de Mendoza, siendo el primer señor de Cañete y de
Olmeda de la Cuesta y guarda mayor de Cuenca. En 1490 por concesión de los
Reyes Católicos el señorío de Cañete se trocó en Marquesado, siendo D. Diego
Hurtado de Mendoza el primer marqués de Cañete (2).
Juan Hurtado de Mendoza |
Recibió la designación de Virrey,
Gobernador y Capitán General de Perú y Presidente de la Real Audiencia de Lima,
el día 10 de marzo de 1555. Los españoles que habitaban esas tierras a su
llegada eran cerca de 8.000, de los cuales 500 poseían repartimiento de indios,
1000 tenían algún oficio o negocio y el resto carecía de medios para subsistir
por lo que era necesario “desaguar” la tierra de parientes y criados. Le
acompañaron en el viaje: sus hijos Felipe y García Hurtado de Mendoza, el poeta
Alonso de Ercilla y el oidor (3)
Gregorio González de Cuenca. Partieron del puerto de Sanlúcar de Barrameda el
15 de octubre de 1555.
La capilla fue construida en el
año 1572 por D. Francisco de Mendoza como lugar de descanso de su propio
linaje. El arquitecto que lo realizó fue el milanés D. Juan Andrea Rodi. Antes
de llegar a su concesión hay varias citas. La primera es de 2 de octubre de
1561, en la que D. Francisco de Mendoza, arcediano de Toledo y de Moya, informa
al Cabildo “que quería hedificar la
capilla que su casa tenía en la claustra” (4). En 1563 todavía no se había iniciado su
construcción ya que el 27 de septiembre de ese año, el Obispo Fray Bernardo de
Fresneda pidió al cabildo que le diera su opinión sobre lo que toca al mudar la
capilla del Sr. Marqués de Cañete y alargada para que la “caustra” se hiciera más
cómodamente (5). Según el
libro de fábrica de 1573 en su folio 17 se especifica que D. Juan Andrea Rodi
había iniciado las obras de la capilla.
El contrato de obra de la capilla
del Espíritu Santo se firma por un valor de 7.000 ducados. En el año 1576, el
arquitecto Rodi firma la carta de pago y el finiquito tras haber recibido de
los marqueses de Cañete y del Capellán
D. Pedro de Marquina la cantidad de 4.500 ducados como último pago del
contrato firmado (6).
La capilla fue panteón de los
Marqueses de Cañete. Las inscripciones de las cartelas están realizadas en
mármol adherido al muro, sobre los sarcófagos del panteón de los Marqueses de
Cañete. El texto está realizado sobre mármol blanco con moldura negra, letras
grabadas y pintadas en negro, con ejecución muy cuidada.
Sarcófago de Andrés Hurtado de Mendoza |
Apareciendo los siguientes
nombres de la familia (7):
- Epitafio de Honorato de Mendoza (1498)
Inscripción de cartela en el lado de la epístola en el presbiterio. Guardián mayor de esta ciudad y su mujer Doña
Francisca de Silva, hija del conde de Cifuentes. Fallecida en vida de su padre
sin heredar el estado. Fue hijo de Juan Hurtado de Mendoza y de Doña Inés
Manrique, fallecidos en el año de 1498.
- Epitafio de Diego Hurtado de Mendoza (1452) y
Teresa de Guzmán (1443) en el lado del evangelio. 1º fundador de la Casa de
Cañete, montero mayor del rey y su Consejo, guarda mayor de Cuenca, hijo de
Juan Hurtado de Mendoza, mayordomo mayor y alférez y ayo (1) del rey Don Enrique,
descendiente de varón del ingente Don Zuria, señor de Vizcaya y de Doña María
de Castilla, su madre, hija del conde Don Tello, hermano del rey Don Enrique y “yaze”
también su mujer, Doña Teresa de Guzmán, hija de Juan Ramiro de Guzmán y Doña
Juana Palomeque.
- Epitafio de Juan Hurtado de Mendoza (1504)
Inscripción en la cartela de mármol del lado de la epístola en el presbiterio.
Consejero del rey y su montero mayor, guardián, mayor de la ciudad, 2º señor de
Cañete y su mujer Doña Inés Manrique, hija del adelantado Pedro Manrique. Fue
hijo de Diego Hurtado y Doña Teresa de Guzmán.
- Epitafio de Diego de Mendoza (1542) e Isabel de
Bovadilla (1514) en el lado del evangelio. Hijo de Honorato de Mendoza, primer
Marqués de Cañete, del Consejo de Guerra, visor rey, gobernador y capitán
general del reino de Navarra y guarda mayor “desta” ciudad y la marquesa, su
mujer, doña Isabel de Bovadilla, hija del marqués de Moya.
- Epitafio de Andrés Hurtado de Mendoza (1560) y
de María Manrique (1578) en el lado del evangelio. 2º Marqués de Cañete,
virrey, gobernador y capitán general del
“Pirú” y guarda mayor “desta” ciudad,
hijo de Don Diego Hurtado de Mendoza y de Doña María Manrique. Su mujer, hija
del conde de Osorno, Garci Fernández Manrique, presidente de órdenes y falleció
siendo aya (1) y camarera
mayor de las “Sereníssimas” Infantas de Castilla.
- Epitafio de Diego Hurtado de Mendoza (1591) Hijo
de D. Andrés Hurtado de Mendoza y de la marquesa Doña María Manrique. En el
lado del evangelio. 3º Marqués de Cañete, comendador de monasterio de la Orden
de Santiago, guarda mayor “desta” ciudad, hijo de Don Andrés Hurtado de Mendoza
y de la marquesa Doña María Manrique.
- Epitafio
de D. Fernando de Mendoza (1571). Lápida de mármol situada a la entrada
de la capilla, en la puerta de acceso por el claustro. Noble hijo de D. Diego
Hurtado de Mendoza, marqués de Cañete, archidiácono y canónigo toledano, hombre
prudente, de continencia singular, de gran espíritu y misericorde con los
pobres, está sepultado aquí. Éste luchando contra varias enfermedades mientras
vivió, por la gran actitud de sus costumbres levantaba la envidia del duro
destino, tanto que embelleciendo las ciudades de Toledo y de Cuenca con
beneficios públicos y privados, murió añorado por todos el año del Señor 1571,
en los idus de enero. Vivió 56 años, 8 meses y 26 días. D. Juan Hurtado de
Mendoza, mandó que se hiciera para su tío paterno, con todo merecimiento.
Escudo de armas y placa de Doña Inés Manrique |
- Epitafio de Inés Manrique (1580) en el lado del
evangelio. Hija del Marqués de Cañete Don Andrés Hurtado y de Doña María
Manrique. Falleció siendo dama de la reina Doña Ana.
- Epitafio de García Hurtado de Mendoza y Teresa
de Castro (Siglo XVII) 4º Marqués, hijo de D. Andrés, fue guarda mayor de esta
ciudad, Virrey, Gobernador y Capitán General del Pirú, Tierra firme y Chile,
donde descubrió, conquistó y pobló muchas ciudades. Tuvo grandes batallas de
que siempre alcanzó victoria. Pasó cuatro veces la línea equinoccial sirviendo
en muchas cosas grande importancia en estos reinos y aquellos; en los tiempos
del emperador Carlos V y del rey Don “Philippe” II acrecentó mucho la corona y “augmentó”
su casa. Yace juntamente con él la marquesa Doña Teresa de Castro, hija mayor
del conde de Lemos.
- Epitafio de fundación de los Marqueses de Cañete
(1604) epitafio del Cardenal Francisco de Mendoza. Conmemora la conversión de
la capilla del Espíritu Santo en panteón de los marqueses de Cañete en 1604 por
García Hurtado de Mendoza 4º Marqués de Cañete. La inscripción ocupa dos
líneas: “DON GARCÍA 4º MARQVES MANDO PONER ESTA I LAS DEMAS PIEDRAS I
SEPVLCHROS DE SVS ANTEPASSADOS. Q AI ENESTA CAPILLA AÑO DE 1604”.
- Epitafio de Pedro de Mendoza (1606) lapida en el
suelo, en piedra, con el texto en castellano y otra lápida en mármol blanco
incrustado en el muro. Arcediano de Huete y canónigo de esta catedral. Hijo de
Don Andrés Hurtado de Mendoza y de Doña María Manrique. Fue gran limosnero y
bienhechor de esta capilla, falleció 17 de marzo, año de 1606.
El retablo fue encargado al
tallador Benito de Sazeda por D. Pedro de Mendoza el 31 de mayo de 1569 y
trazado por Francisco de Mora.
D. Antonio Ponz (8), en el año 1777 al visitar la Catedral, dijo
de esta capilla: “Esta capilla está llena
de majestad y reverencia, que sirve de joya a la Santa Iglesia de Cuenca” (9).
José María Rodríguez González
Cuenca, 12 de marzo de 2014
(1) Ayo - aya: persona que se encarga de la educación y custodia de los niños.
(2) Gutiérrez Coronel, Diego – Historia genealógica de la casa de Mendoza. Editado por González Palencia. Págs. 479-493.
(3) Oidor. Denominación que se les daba a los jueces miembros de las Reales Audiencias o Cancillería y Tribunales. Su nombre proviene de la obligación de escuchar a las partes en un juicio durante la fase de los alegatos.
(5) Actas Capitulares 1563, folio 43.
(6) Mari Luz Rokisqui. Art. Cit. Pág 26.
(7) Corpus Epigráfico Conquense – José Manuel Cañas Reíllo.
(8) Antonio Ponz Piquer conocido por “el abate Ponz”, fue historiador ilustrado y viajero español. Recopiló en la publicación de “Viage de España” o Cartas en que se da noticias de las cosas más apreciables y dignas de saberse que hay en ella, en 17 volúmenes en forma epistolar, se empiezan a imprimir en 1772.
(9) Viaje de España, 1777, tomo 111, págs. 77-81