El entierro de la sardina
Una breve pincelada para explicar
el entierro de la sardina. Es un poco alocado enterrar una sardina antes de la Santa
Cuaresma y todo tiene sentido si se escudriña en el pasado, en esos cambios de sílabas y
letras que al paso del tiempo los términos cambias y el sentido también.
Dice la historia que en los
carnavales que se celebraban, hace unos trescientos años, un día antes del
inicio del Miércoles de Ceniza, es decir un día como hoy, la gente se alejaba
de sus hogares para hacer una comida campestre, como solemos hacer nosotros el
día de Jueves Lardero. Ese día último de Carnaval se escenificaba el entierro
de la “cerdina”, es decir se enterraba un lechón o cerdo pequeño simbolizando
el inicio del ayuno y la abstinencia.
Hay que recordar que el carnaval
fue prohibido después de la Guerra de Independencia, al instaurarse el
absolutismo de Fernando VII en 1814. Se restablece el Consejo de Castilla, se
destituye a los alcaldes, se restablece las capitanías generales, regresa la Compañía
de Jesús y se reaviva la Inquisición. Como nota de color diré, para recuerdo de
los que nos tocó hacer la mili, que fue este momento cuando se establece el
servicio militar obligatorio al constituirse el primer Código penal moderno.
Es en el siglo XX, allá por el
año 1920 se retoma el Carnaval en Cádiz, con las chirigotas y comparsas que se
mantienen hasta hoy. En el franquismo, de 1937 a 1947 también fue prohibido,
pero no por ello dejó de celebraras en algunos lugares de España. Debe ser en
este período cuando se produce el cambio de términos, el de “Cerdina” por “Sardina”.
Así por confusión lingüística se ha convertido en un día especial en los
carnavales.
Feliz día del entierro de la
sardina.
Cuenca, 28 de febrero de 2017
José María Rodríguez González.
Profesor e investigador histórico.
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