lunes, 13 de febrero de 2017

El amor por vida


el amor es lo más bonito de este mundo y hoy se celebra al Santo que lo dignifica”.


Hace tiempo que no os cuento historias de Cuenca y creo que hoy es el día perfecto. El amor forma parte de nuestras vidas. Decía mi abuelo Sabino que “la riqueza que tienes no debes de medirla por el riqueza sino por aquellas cosas que no cambiarías por dinero, así es el amor”. Dos grandes amores hay en este mundo, el amor humano y el espiritual por vocación de entrega y servicio a los demás, los dos tienen algo en común y al mismo tiempo son diferentes.

Como tantos otros domingos, éste de San Valentín no fue distinto a muchos otros, acompañando a mi abuelo Sabino a misa de doce a la Catedral vimos a una pareja haciéndose arrumacos en los arcos del Ayuntamiento. Mi abuelo no era partidario de que la gente expresara sus sentimientos amorosos en público, pero ese domingo fue diferente, dejó pasar la escena e incluso me la hizo notar diciéndome: “el amor es lo más bonito de este mundo y hoy se celebra al Santo que lo dignifica”.

Mientras cruzábamos la Plaza saludando a cuantos veía, me dice: hay muchas leyendas sobre el origen de esta fiesta pero la que más me gusta es la que afirma que Valentín fue Sacerdote en tiempos del Emperador Claudio II (Marcus Aurelius Cluidius) que prohibió por decreto el casamiento haciendo que todos los jóvenes sirvieran en el ejército romano. Valentín siguió casando en secreto hasta ser descubierto y encarcelado.

El emperador Claudio dio orden de encarcelarlo y estando en la cárcel el oficial Asterius, encargado del recinto penitenciario quiso ridiculizarlo poniendo a prueba a Valentín. Asterius tenía una hija que era ciega llamad Julia y la llevo ante él para que le devolviera la vista. Valentín en nombre de Cristo le curó de su ceguera, ante este hecho Asterius y toda su familia se convirtieron al cristianismo. Finalmente el 14 de febrero de 270 murió martirizado. Valentín dejó escrita una carta para Julia de cómo debería ser su amor como nueva cristiana firmada con la rúbrica “De su Valentín” firma que se popularizó entre aquellos amantes que se enviaban cartas. Julia, agradecida al Santo, plantó un almendro de flores rosadas en su tumba. De ahí que el almendro sea el símbolo del amor y de la amistad duradera.

Poco a poco el 14 de febrero se fue convirtiendo en una fecha en la que se intercambiaban mensajes  de amor entre las parejas y se fue popularizando hasta convertirse en el Patrón de los enamorados. En el año 496 el Papa Gelasio decidió que el día 14 de febrero fuera el día en que se honrara a San Valentín.
Al salir de misa nos dirigimos al Alcázar conquense, fortín de arte y firme por su naturaleza. Sus robustos muros, escondidos detrás de la calle de Zapaterías, serviría de base al futuro Seminario Conciliar, al Convento de la Merced y a la Parroquia de Santa María de Gracia.

Portada del Seminario Conciliar de Cuenca e Iglesia de la Merced
Dos historias de amor encierran este lugar. Aquí estuvo la Judería hasta mediados del siglo XIV. Los judíos de Cuenca, Huete y otras ciudades de Castilla gozaban de libertad para ejercer el comercio, esta Judería estaba separada del resto de la ciudad por un muro, cuyas puertas se cerraban al caer la noche, con ello se quería evitar la mezcla de la comunidad judía con la cristiana evitando así las posibles reyertas. Pero con el amor no pueden los muros; un joven cristiano se enamoró de una joven judía de este barrio, los dos se veían a escondidas. Saltando el muro por las noches, Diego iba al encuentro de Isabel. Una noche fueron sorprendidos por los judíos y él es asesinado. Al correr la noticia por la ciudad, se toma el barrio al asalto pasando a cuchillo a cuantos se cruzaban en el camino de los exaltados. Este acto llevo al traslado de la Judería a extramuros, donde hoy se conoce con el nombre del Barrio del Cristo del Amparo. La sinagoga se reconvirtió en la parroquia de Santa María de Gracia y su campanario, con el tiempo se transformó en la actual Torre de Mangana.

¿Te has enterado por qué está aquí esta torre? Si, por asunto de amores; pero cuéntame porque está aquí el Seminario.

A nuestra izquierda surge el Seminario, semillero de almas dedicadas a dar servicio y amor a los demás. Sobre el año 1400, D. Álvaro Martínez, Maestre del Rey D. Enrique III y Obispo de Cuenca, establece en este lugar las primeras escuelas de gramática para indigentes aspirantes al Sacerdocio y habilita para ello unas casas compradas a Juan de Albornoz, junto a la puerta del Postigo. En el siglo XV, estando de Obispo D. Rafael Galeote Riario (1493-1521) el colegio de Santa Catalina surge a impulso de Juan Pérez de Cabrera, arcediano de Toledo, quien dota con prebendas los cargos de rector y un maestre de latín. En el año 1584, es cuando D. Gómez Zapata decreta la fundación del Seminario Conciliar, conforme a las normas promulgadas por el Concilio de Trento y anhela adicionarle el Colegio de Santa Catalina. Ante la oposición que encuentra no ceja y establece el Seminario en una casa particular donde permanece hasta que el Obispo D. Enrique Pimentel pasa a los seminaristas a la “casa del Magistral” a espaldas de la Parroquia de San Pedro que para este objeto le había comprado la casa a D. Andrés de Pacheco. Allí se hace patria y virtud enseñando gramática, canto llano y compute eclesiástico, hasta que el Obispo D. José Flórez Osorio (1674-1759) construye de su peculio la sede. Lo deja a su muerte como heredero al Seminario, en virtud de la facultad solicitada y conseguida del Papa Clemente XII, en 1740. El capital que entrega al Seminario, entre la fábrica, el edificio y la herencia sobrepasaba el millón de ducados.

Torre de Mangana, septiembre 2017
Quedándose pequeña la sede se proyecta otro punto de ubicación dentro de la ciudad, el Alcázar y las casas del Marqués de Valverde que le vende, surgiendo el sólido espacio para construir el Seminario actual, donde estudiarían los seminaristas desde el año 1746. El Papa lo dota, en 1745 de legados y becas que ofrecen los generosos, alcanzando algunos la suma de cuatro mil ducados. Sus tres sucesores en el Episcopado conquense continuarán su obra. D. Isidro Carbajal y Lancáster, amplía el edificio. D. Sebastián Flórez Pavón y D. Felipe Antonio Solano aumentan las cátedras  y en 1775 alcanza el Seminario la agregación e incorporación a la Universidad de Alcalá con la facultad de conceder grados académicos sólo para los internos, quedando extendida esta  facultad a los externos en 1852 a raíz del Concordato con Isabel II.

Josemari, con las leyendas no aprendemos nada novedoso, pero vemos reflejadas en ellas momentos y situaciones de nuestro entorno. Así habla “Mangana” hierática y docta. Su voz se fue apagando con el tiempo pero no su historia y el amor que desprenden sus piedras nos hacen pensar y reflexionar sobre su belleza, validez de las verdades que encierra.

Que no se te olvide, si embelleces tu amor con una sonrisa, iluminaras de luz tu rostro reflejando el amor que siente tu corazón. ¡¡Feliz día de San Valentín!!  

14 de febrero de 2017

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico



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