29 de octubre festividad de Cristo
Rey
El último domingo de octubre se
celebra la festividad de Cristo Rey. Fue instituida por el Papa Pío XI,
concretamente en la encíclica Quas Primas
en el año 1926. Esto fue así ante el avance que estaba experimentando el
ateísmo, a raíz de la Primera Guerra Mundial y ante la secularización de la
sociedad, queriendo afirmar la soberana autoridad de Cristo sobre todo lo
creado.
Monumento de Cristo Rey en Polonia
El más alto del mundo (36 metros de altura)
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Se tiene noticias que la primera
vez que se celebro la exaltación de Cristo, como Rey, fue realizada por el
sacerdote catalán, José Gras Granollers, que vivió entre los años 2834 y 1918.
Fue el fundador de las “Hijas de Cristo
Rey”. Se cuenta que celebró en la parroquia de Santa María de Écija, un
triduo solemne a la “Realeza de Cristo”
por lo que se estima que sería el primer culto público en el mundo que se
realizó en honor a Cristo Rey.
Originalmente se iba a celebrar
el último domingo de octubre, antes de la fiesta de Todos los Santos, que en el año 1926 cayó el 31 de octubre. El Papa
Pablo VI revisó la festividad, dándole un nombre nuevo que es el actual, pasando
a denominarse: Solemnidad de Nuestro
Señor Jesucristo Rey del Universo y la trasladó al último domingo del año
litúrgico, es decir al quinto domingo anterior a la Natividad, que es el 25 de
diciembre; es por ello que la fiesta oscila entre el 20 y el 26 de noviembre.
Desde el Concilio Vaticano II esta festividad cierra el año litúrgico.
Fue el Papa Pío XI quien escribió
estas palabras sobre esta fiesta: “Porque
si a Cristo nuestro Señor le ha sido dado todo poder en el cielo y en la
tierra; si los hombres, por haber sido redimidos con su sangre, están sujetos
por un nuevo título a su autoridad. Sí, en fin, esta potestad abraza a toda la
naturaleza humana, claramente se ve que no hay en nosotros ninguna facultad que
se sustraiga a tan alta soberanía. Es, pues, necesario que Cristo reine en la
inteligencia del hombre, la cual, con perfecto acatamiento, ha de asistir firme
y constantemente a las verdades reveladas y a la doctrina de Cristo. Es
necesario que reine la voluntad, la cual ha de obedecer a las leyes y preceptos
divinos. Es necesario que reine en el corazón, el cual, posponiendo los efectos
naturales, ha de amar a Dios sobre las cosas, y sólo a El estar unido. Es necesario que reine en
el cuerpo y en sus miembros, que como instrumentos, o en frase del apóstol San
Pablo, como armas de justicia para Dios, deben servir para la interna santificación
del alma. Todo lo cual, si se propone a la meditación y profunda consideración
de los fieles, no hay duda que éstos se inclinarán más fácilmente a la
perfección”. (Quas Primas, 34).
Tras programación de la festividad
se erigieron en honor a Cristo Rey monumentos en todo el mundo. El más alto
está en Polonia que mide 36 metros que con los tres metros de su corona supera
a cuantos han sido erigidos hasta el momento. Se terminó su construcción el
sábado 6 de noviembre de 2010 y fue instalado sobre una colina de unos 16
metros de altura.
Cuenca, 26 de octubre de 2017
José María Rodríguez González.
Profesor e investigador histórico