miércoles, 30 de diciembre de 2020

"Simbología renacentista". Un nuevo trabajo sobre el siglo XVI de la Catedral conquense.

El arte grutesco en la rejería de la Catedral de Cuenca. Autor José María Rodríguez González. 

    Agradeceros a todos la acogida que está teniendo el libro. Si tenéis que hacer algún regalo estos días no lo dudéis, no hay mejor regalo que un libro y en especial éste, lo encontraréis en la librería Evangelio. Y si queréis que os lo dedique o se lo dedique a alguien en especial, se lo comunicáis a Fernando Evangelio y que me llame, gustosamente me pasaré a firmarlo. 

    Gracias, mil gracias y esperemos que en el nuevo año podamos reanudar las visitas de los primeros sábados de mes en la Catedral.

Disponible en la librería Evangelio.

Así es como titulamos el nuevo trabajo que ya se ha publicado y que está a la venta. Esta obra ha podido ver la luz gracias al Instituto de Estudios Conquenses para las Humanidades y el Patrimonio (IDEC) y a la  Asociación Cuenca Abstracta.


PRESENTACIÓN DE LA OBRA

    Este nuevo trabajo que presento está fundamentado en la falta de estudio del simbolismo del arte decorativo que surgió durante el siglo XV al XVII, periodo del renacimiento en la Catedral de Cuenca. Me centro en la rejería porque es la pare más espectacular que poseemos de esos siglos, sin menospreciar las demás artes que son ricas y abundantes, pero más estudiadas.

    Este nuevo arte recibió el nombre de grutesco. La técnica fue inventada en Roma para decorar los muros donde únicamente se podrían situar formas suspendidas en el aire. Hay que diferenciarlo de lo "grotesco" que adquiere un valor extravagante, deforme y ridículo.

    En la decoración grutesca, se mezclan temas mitológicos y fábulas poéticas; se intercalan escenas y personajes bíblicos, asociándose programas conceptuales, a veces complejos, que forman parte del conjunto decorativo. Tal vez sea ésta la parte menos estudiada de la decoración de los grutescos, en parte, porque pensemos que este tipo de decoración puede tener menos valor significativo que la decoración de siglos anteriores, es por todo ello que despertó interés en mí, para llegar a un descubrimiento del contenido simbólico que entraña este tipo de expresión artística, abundante en la Catedral conquense.

Cuando hablamos de iconografía, simbolismo, alegoría y otras formas de lectura de imágenes, es normal pensar en creaciones artísticas de cierta antigüedad, principalmente en el románico, sin caer en la cuenta que el simbolismo suele estar presente en cualquier creación artística, sin mediar en el tiempo de su creación. Es el artista quien da y crea el mensaje en su obra. El mensaje oculto no lo venos de forma certera, hasta que nos lo hacen ver al ser interpretados los signos que contiene la obra: El arte grutesco en la rejería de las capillas del siglo XVI de la catedral de "Santa María" de Cuenca es palpable y en estas líneas intentaré dar sentido a cada una de ellas. La mayoría de los coronamientos de las rejas encierran un programa catequético interesante, algunos con dificultades de interpretación por lo complejo del conjunto del corpus. Les invito a navegar por este nuevo libro para descubrir los significados que entrañan cada una de las rejas estudias.

José María Rodríguez González.

Mi más sincero agradecimiento a Monseñor José María Yangues, Obispo de Cuenca, por sus palabras hacia el trabajo realizado y a D. Miguel Romero Saiz, por el prólogo de la obra.


Cuenca, 30 de noviembre de 2020.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

NOTA: Como aún no se ha podido presentar a público aquellos interesados en adquirir un ejemplar pueden ponerse en contacto conmigo a través del correo: chemarogo@gmail.com.

 



domingo, 27 de diciembre de 2020

Luna Fría. Plenilunio de diciembre. Consejos para el último Plenilunio del año 2020

 El día 30 de diciembre tendremos el último plenilunio del año. La Luna llena de este mes recibe el nombre de Luna Fría, y ciertamente será al coincidir con la borrasca Bella que se nos viene encima estos días. Esta Luna marca la llegada de invierno y con él las intensas heladas que llevan consigo las temperaturas bajas. También se la conoce: la Luna de las noches largas.

Entre los animales que eran ensalzados en la mitología Celta, los que más me llaman la atención, en primer lugar es el murciélago  o Ialtag, que se asociaba al inframundo, tal vez porque sabe evitar los obstáculos y barreras por su propia naturaleza; el ciervo, llamado Fiadh, porque era considerado un mensajero y guía de los otros mundos y por último el águila o Iolair que representaba la rapidez, la fuerza, la vista aguda y el conocimiento de la magia.

El mes se acaba, y con él el año, un año lleno de penurias y calamidades. Te propongo que salgas a caminar bajo la luz de la Luna, al atardecer cuando la Luna Fría remonta los cerros de Mirabueno y del Socorro, pasea por el puente San Pablo, en compañía de las personas que amas y disfruta el ahora, el momento, ver un espectáculo así no se consigue todos los días, te aseguro que esa noche te puede ayudar a encontrar las respuestas a esas incógnitas que a veces te quitan el sueño. Recuerda siempre que tú mismo o tú misma tienes la respuesta y la sabiduría para encontrar el camino correcto. No esperes a mañana, hoy mismo puedes salir a verla, a contemplarla y a pensar junto a tu ser amado o amada y estoy seguro que hallarás todas las respuestas que buscas. Hoy está despejado…. Luego me cuestas cómo te ha ido.

Cuenca, 27 de diciembre de 2020.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTE CONSULTADA:

-SELENE. Mitología de la luna llena en la hoz del Huécar.2010 CUENCA .Rodríguez González, José María.

miércoles, 23 de diciembre de 2020

Pon un belén en tu vida

Guardemos nuestras tradiciones trasmitiéndolas a nuestros hijos y nietos


La devoción a la memoria del nacimiento de Jesús nació en los primeros siglos del cristianismo. Con el nombre de Navidad y con fecha de 25 de diciembre se viene celebrando, tanto en Oriente como en Occidente, desde el siglo IV, cuando el Papa San Julio I mandó investigar la fecha exacta del nacimiento del Mesías.

En Roma, donde se guardaban los archivos del empadronamiento ordenador por el emperador Augusto, se pudo lograr hacer luz sobre este suceso, y así, la fiesta de Navidad antes confundida con la de la Epifanía y celebrada el 6 de enero, tuvo desde entonces solemnidades distintas.

Pero la devoción al pesebre por la representación de belenes o nacimientos, empezó a popularizarse y quizá a inaugurarse, en el siglo XIII con San Francisco de Asís.


Era el año 1223 cuando San Francisco logró licencia del Sumo Pontífice para celebrar el nacimiento del Salvador en el pueblecito llamado Greccia (Italia), Allí levantó un altar en el campo, preparó un pesebre, llevó un buey y un borrico y lo dispuso todo imitando la cueva de Belén, San Francisco ofició de diácono y predicó sobre las grandezas y misericordias del Mesías.
Todos los fieles acogieron con júbilo esta piedad institución del patriarca de Asís. Santa Clara la estableció en los conventos de su Orden. Ella misma ayudaba con grande gozo a disponer el Belén y exhortaba a sus hijas por todos los medios a esta devoción.
Los hijos de San Francisco propagaron por el mundo entero ésta saludable invención, mostrando siempre singular amor al Divino Infante de Belén.
En aldeas y ciudades pueden verse hoy belenes en las fiestas navideñas que suelen prolongarse hasta pasada la solemnidad de Reyes. Todos, desde lo más rústico y pobres, hasta los más preciosos, espléndidos y artísticos, dicen la popularidad a esta devoción a este magno y trascendental Misterio.
Hoy nuestra sociedad banal y materialista quiere sustituir esta devoción por otras cosas que no son en realidad la verdad de la tradición.
provechemos estos días para visitar y realizar la ruta de los Belenes que nos ofrecen las distintas Hermandades, organizada desde el día 22 de diciembre de 2018, hasta el 6 de enero de 2019 de 18.30 a 21.00 horas y los días 24 y 31 de diciembre y 5 de enero de 12.00 a 14.00 horas. Llevemos con nosotros a nuestros hijos y nietos y trasmitamos a nuestros seres queridos esta digna y buena costumbre cristiana.
El mejor belén que podemos ofrecer, siempre será nuestro propio corazón adornado con las virtudes de humildad, pobreza y amor, virtudes que estos días nos deben adornar a todos.

Felices Pascuas de Navidad.

Cuenca, 25 de diciembre de 2018.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.


domingo, 20 de diciembre de 2020

Fríos intensos y deshielos memorables en Cuenca

Los fríos intensos hicieron plantearse al Cabildo cambios en la Catedral

    Mi felicitación al Dr. Pedro Miguel Ibáñez por la disertación de ayer tarde en la Sala Capitular de la Catedral sobre “La pequeña edad de hielo en la Catedral de Cuenca”, en la que nos contó los cambios que sufrió la Catedral para soportar las bajas temperaturas que experimentó Cuenca.

    Hoy quiero poner mi gratino de arena a tales fríos, si los del siglo XVIII fueron glaciales que hicieron plantearse el cerrar el Claustro de la Catedral y acortar la altura de la capilla Honda para hacer un lugar más agradable para las reuniones del Cabildo, los fríos del siglo XIX no fueron menos.
Encofrado bajo forjado de la capilla Honda de la Catedral de Cuenca

    Cuenta Trifón Muñoz y Soliva, que los fríos de 1829 que soportó la ciudad de Cuenca fueron fríos intensos y célebres, contándonos que se heló el Júcar y los ganados pasaban sobre él de uno al otro margen. Se tiraban piedras de cuartilla desde el puente de San Antón y no rompían el hielo. Las heladas duraban más de un mes y los lobos venían a la Cueva de Orozco y Puerta de Valencia y las perdices a la huerta de Santiago.

    Entre los años lluviosos sobresalieron el de 1799. En medio año no hubo día que no lloviera. Entre las crecidas del río Júcar está la de Nochebuena del año 1820, que al anochecer arrancó una tercera parte de la presa de San Antón. Decían los ancianos de la época que no había memoria de riada mayor que la de diciembre de 1860, cuentan que había nevado ocho o diez días seguidos y la nieve se acumulaba con abundancia en la sierra y sobreviniendo una repentina blandura por unas copiosas lluvias, derretida la nieve, el Júcar vino apocalíptico, cuentan que faltaba media vara para besar el puente de Carballido, hoy conocido como el puente de los descalzos. Esta avenida destrozó muchas presas y abatió el puente de Olivares, creo que fue la mayor crecida del Júcar.

    Los conquenses somos dados a los refranes y para terminar este escrito hago referencia a uno que alude a su topografía “No se hizo Cuenca para ciegos y Júcar y Huécar se juntan en el Remedio (convento de la Trinidad) y Cuenca en medio”.

Cuenca, 9 de abril de 2019.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico

martes, 8 de diciembre de 2020

La casa de las conversas y el secreto de la puerta azul.

Esta tarde, día de la Inmaculada Concepción, tarde desapacible en el exterior de casa, o meteorológicamente hablando, con viento y bajas temperaturas que invitaban a quedarse en el cálido hogar, todo ello me ha llevado a terminal de leer el libro que hace unas semanas comencé a leerlo y que cada día dedicaba un poquito de mi tiempo a deleitarme con sus páginas, al principio me resultó algo monótono, pero pronto le pillé la gracia y quedé enganchado de su prosa, pues son varios los libros que llevo en marcha al mismo tiempo.

He de decir que acabo de terminar de leerlo: “La casa de las conversas y el secreto de la puerta azul”, obra de Luz González, a quien felicito por tan magnífico trabajo. Es premio de novela: “Cuenca Histórica” 2014. Felicito también al jurado que le otorgó el premio.

D. Diego Ramírez de Villareal.

Me ha enganchado, tan vez porque en él se habla de uno de mis obispos favoritos del episcopado conquense, D. Diego Ramírez de Villareal. Nació en Villaescusa de Haro y le debe tanto la Catedral que ha sido lectura obligada para mis trabajos de investigación, pero no conocía la parte humana de él, su familia, su entorno, sus problemas más comunes, este libro me la ha mostrado.

D. Sebastián Ramírez de Arellana.

Durante mis trabajos de investigación llegué en cierta ocasión a confundirlo con su sobrino, D. Sebastián Ramírez de Arellana, que siguió una vida paralela y semejante a la de su tío Diego, tanto que llegó también a ser obispo de Cuenca. Sólo les separó D. Alejandro Cedarino que fue obispo tras la muerte de D. Diego Ramírez de Villareal, también conocido como Diego Ramírez de Villaescusa. Pues he de decir que a D. Diego se le debe el arco de Jamete, quien luego tuvo la suerte su sobrino, D. Sebastián, de controlar su terminación y su inauguración, así pues uno lo empezó y el otro lo terminó. También se le debe a D. Diego: la capilla Honda, la sala de Cabildo o sala Capitular, la capilla de la Asunción y gran parte del Palacio Episcopal y también se iniciaron con él las magníficas rejas de la capilla mayor y las del coro, según el escudo de armas que ostentan de este prelado.

Libro recomendado.

Cuenca, 8 de diciembre de 2020.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.