LA SEÑORA DEL CANDIL
(Virgen de la Luz)
Entre la leyenda y la
realidad de los hechos
Acercándose la festividad de la
Virgen de la Luz, y como todos los domingos me dirigí hacia la Plaza Mayor,
a casa de mis abuelos para acompañar a misa de doce en la Catedral, a mi abuelo
Sabino. Al salir del Templo mi buen acompañante me dice: “hoy Josemari nos
vamos a Mangana que
te voy a contar unas cosas. Recuérdalo porque es muy
interesante”. Dirigimos nuestros pasos hacia la plaza de la Merced y entre las
callejuelas divisamos la Torre de Mangana y señalando con la garrota la Torre
me dice: “¿Sabías que para subir a lo alto de ella hay 108 escalones y que hay
que darle cuerda cada ocho días? No abuelo. Prosiguió hablando y me dijo: ¿Ves
las agujas del reloj? Pues cada una es más alta que tu. Para que se puedan ver
desde lejos miden, el minutero 1,80 metros y la aguja de las horas 1,65 metros.
Torre de Mangana antigua |
Poco a poco llegamos a lo alto de
la Plaza de Mangana y mirando hacia el Noroeste, se divisaba todo el valle del
Júcar. Señalando el actual barrio de San Antón, me dice: “allí fue encontrado
en los años de la reconquista de Cuenca por el Rey Alfonso VIII, una imagen de
la Virgen, ¿Quieres saber cómo sucedió? Si Abuelo, ¡Cuenta, cuenta! Nos
sentamos en el murillo de la plaza y muy atento seguí su
relato. Era un día
soleado, se divisaba toda la ciudad y el río Júcar con todo su esplendor.
Cogiendo el pañuelo de su bolsillo, hizo un nudo en cada esquina y me lo colocó
en la cabeza, ¡para que no cojas calor en la cabeza, que no llevas boina como
yo! Y comenzó: El rey D. Alfonso cuando
llegó a Cuenca, acampó allí abajo – señalando con la garrota – y en su primera
noche tuvo un sueño revelador indicándole que en una oquedad junto al río había
oculta una imagen de la Virgen. Al amanecer mandó buscar por toda las oquedades
rocosas y hallaron la imagen. En memoria del hecho mandó construir una ermita,
hoy la iglesia de la Virgen de la Luz, pero no acaban aquí los hechos.
Panorámica desde la Plaza de Mangana |
¿Ves esas escaleras que suben
desde el Juego de Bolos? Si abuelo, pues esa entrada a la ciudad se llama ahora
Puerta de San Juan, en el siglo XII se llamaba Puerta del Aljaraz, por ahí
entraron los soldados del Rey. ¿Cómo fue abuelo? Mira Josemari, Cuenca de
siempre ha sido rica en rebaños de
ovejas y en aquella época más que ahora. Los
rebaños se llevaban en régimen comunal y había tres pastores que los cuidaban,
entre ellos un pastor cristiano que ocultaba sus creencias por miedo a perder
su vida, llamado Martín Alhaja.
Puerta de Aljaraz actualmente puerta de San Juan |
Virgen de la Luz en la ribera del río Júcar |
Una de las noches que volvía a la
ciudad vió una luz que se movía en las orillas por las aguas del Júcar,
llamándole la atención, al acercarse comprobó que la luz procedía del candil
que sostenía en la mano una bella señora. Quedó sorprendido y como clavado en
la tierra. La señora dirigiéndose a él le expresó que era la Virgen y que le
traía un mensaje: “tú has de ayudar a los
caballeros cristianos a conquistar la ciudad”. Martín no acertaba a dar un
paso ni a contestar, ni a pedir explicaciones. La Virgen le dio ánimos y le
indicó que ella estaría con él cuando llegara el momento. No pasaron muchos
días cuando las tropas del rey Alfonso VIII llegaron a los pies de la ciudad y
el día 20 de septiembre de 1177, cuando la patrulla de guardia cristiana divisa
unas acémilas (ganado mayor) que estaban entrando en la ciudad, salieron tras
de ellas pero llegaron tarde y desde las almenas de las murallas los
repelieron. Al retirarse divisaron un rebaño que estaba escondido entre los
arbustos y malezas de las orillas del Júcar. Cuando llegan a su altura con las
armas en lo alto para hacer frente a los pastores del rebaño descubren a
Martín de rodillas con los brazos en
cruz rezando, confesando que era cristiano y que por orden de la Virgen les
facilitaría la entrada al recinto amurallado de la ciudad. Conducido ante el Rey,
planean el modo de entrar en la ciudad. Martín afirma que por la puerta de
Aljaraz, que es por donde normalmente entra, el portero es ciego, para
percatarse del número de ovejas que entran, entreabre la puerta y tocando una a
una van pasando, si faltara alguna dará parte y seré duramente castigado.
La noche del 20 de septiembre de
1177, siendo noche cerrada, sin luna, Martín con su rebaño, como días
anteriores, recorre el camino de subida encaminándose hacia la puerta de
entrada, dando la consigna del día, el guardián de las llaves de la puerta,
abre con las precauciones de siempre. Los moros de la guardia no notan nada
extraño. Entre las ovejas se cuelan soldados cristianos cubiertos con las
pieles de las ovejas sobre sus espaldas, el ciego palpa y no encontrando nada
anormal permite el paso. Apenas pasado el control los soldados sigilosamente
pasan a cuchillo a la guardia mora y a los vigilantes de las almenas. A lo
largo de la noche se sucedieron combates por las estrechas calles de la ciudad
hasta que a las cinco de la mañana el Arráez moro (Caudillo o jefe árabe) rinde
la plaza y éste acompañado de los principales de la ciudad bajan hasta el campo
de San Francisco donde el Rey Alfonso VIII recibe las llaves de la ciudad.
Virgen de la Luz en la ribera de Júcar |
Después de unos instantes quedamos
ambos en silencio y le dije: ¿Abuelo eso es leyenda o realidad? Contestándome:
Si nosotros nos limitáramos a la historia y no creyésemos en el milagro,
terminaríamos por presentarnos ante el mundo como un pueblo aséptico, amoral
(2*)
y materialmente incapaz de sentir el triunfo que llueve del cielo. La
Virgen de la Luz, con su candilito de plata fue alumbrando el camino de los
hombres de Alfonso VIII hasta llegar a las puertas de Cuenca. Lejos está ya del
tiempo pero la mano Divina tuvo que ver para entrar en la inexpugnable ciudad
de Cuenca. La Virgen morena, por guapa y original; porque ama la fiereza del
sol que tuesta las mesetas conquenses; morena, porque ella nos recuerda en su
rostro celestial la victoria obtenida sobre los enemigos de lo limpio y puro.
Esta Virgen morena quiso iluminar el camino con un candil símbolo del hogar.
Sobre el puente nació una Luz. Esa Luz misteriosa que se viste de albores en la
noche, noche de sombras y temores, de pasiones y flaquezas. Una luz maravillosa
que arde sobre el agua, luz que se mira y se difunde con los juncos del agua y
el murmullo incesante, una Luz poderosa que mira desde el Cielo.
Imagen de la Virgen de la Luz |
Mira Josemarí, esa Virgen es
milagrosa, ¿Cuánto de milagrosa abuelo? Te contaré un milagro que hizo la
Virgen de la Luz y nos vamos que la Abuela luego nos echa la bronca porque
llegamos tarde a casa. ¡Vale abuelo, cuenta!
Rey Fernando III el Santo |
En el año 1226 llegó a Cuenca la
reina Doña Beatriz de Suabia (1*), princesa alemana, muy bella y hermosa, hija
del Emperador Federico, primera mujer del Rey Fernando III el Santo y el más
grande de las figuras del siglo XIII, el rey Alfonso X, llamado el Sabio.
Se ha investigado mucho la causa
de su venida a Cuenca. Concretamente no se ha podido averiguar, pero se
sospecha que fuera una misión diplomática para ayudar al Rey de Aragón Don
Jaime I en su guerra contra los moros de Valencia por ser Cuenca el bastión más
avanzado del Reino de Castilla. A los pocos días de su estancia en nuestra
ciudad a la Reina Doña Beatriz que se encontraba en periodo muy avanzado de
embarazo de su hijo el Infante Don Felipe, le sobrevino una fiebre muy alta. La
consternación fue general. A toda prisa fue traído el famoso Pedro de Montpellier,
físico de la Corte. El pronóstico fue pesimista. La Reina moriría.
Doña Beatriz de Suabia y Fernando III Catedral de Burgos |
Su hijo Alfonso X nos recuerda
tan amargo trance en una de sus Cantigas:
“E porque esto decían,
non era sin razón,
cadáver al seu fillo,
estaba en a sazón.
E havia tan gran fever,
que quen a via enten,
decía,
seguramente, desta non
escapara.”
Se perdió toda esperanza humana. Sólo en un milagro del cielo estaba
la salud de la Reina. Día y noche se hacían rogativas en la reciente creada
Catedral. En solemne procesión fue trasladada la Virgen, Patrona de la Ciudad a
la Cámara real. La Reina (dice la Crónica General) besó devotamente las manos y
los pies de Nuestra Señora de la Luz y… ¡Oh milagro!... comenzó a reanimarse,
remitió la fiebre y salvó su vida.
Dicha reina murió en Toro en el
año 1235. Su esposo el Rey Fernando III el Santo, premió el celo y amor
manifestado por los conquenses a favor de su Reina y el 25 de septiembre de
1229 concedió a la Ciudad de Cuenca el privilegio del sietmo (3*).
Tras la historia iniciamos ambos,
abuelo y nieto, nuestro caminar hacia la calle Alfonso VIII, en la puerta de la
casa nos esperaba, algo preocupada la abuela Florencia por nuestra tardanza. Dándoles
un beso me despedí de ellos hasta otro día. Como niño bajé saltando de gozo
pensando en todo lo que mi abuelo me había descubierto que como un pozo de
sabiduría iba sacando pozal a pozal.
José María Rodríguez GonzálezProfesor e investigador histórico
22 de mayo de 2014
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(1*)Beatriz de Suabia, fue bautizada con el nombre de Isabel
(1205-1235) Noble alemana, reina consorte de Castilla y de León entre los años
1220 y 1235, casada con Fernando III de Castilla. Fue la 4ª hija de Felipe,
duque de Suabia y rey de Romanos, y de Irene Ángelo, nacida ésta de Isaac II
Ángelo, emperador de Constantinopla.(2*) Con la palabra amoral se califica a los individuos que aún no poseen sentido de la moralidad, como en el caso de los niños.
(3*) Sietmo, referido a la séptima parte con que se quedaba el Concejo de todo pecho cobrado.
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