“Una señal de
salvación, salvaguardia en los peligros, alianza de paz y de protección
sempiterna”
De niño siempre me llamó la
atención los trocitos de tejido unidos por dos cordones que portaba la imagen de la Virgen del Carmen existente
en la capilla del Corazón de Jesús de la Catedral de Cuenca.
Escapulario Carmelitano |
Cierto día y próximo a la
festividad del Carmen mi abuelo Sabino me introdujo en su conocimiento de los
méritos que otorga el llevar el Escapulario; por él supe que se compone de dos
piezas de lana, de color marrón, unidas entre sí por dos cordones y solamente
el primer Escapulario que se impone precisa la bendición de un sacerdote,
diciendo: “Recibe este santo Escapulario como señal de la Santísima Virgen
María, Reina del Carmelo, para que, con sus méritos, lo uses siempre con
dignidad, sea tu defensa en todas las adversidades y te conduzca a la vida
eterna”. Una vez recibido sólo se precisa substituirlo por otro cuando se
deteriore.
Escapulario de la Virgen del Carmen Catedral de Cuenca |
En los albores de 16 de julio de
1251, Ntra. Sra. Con el Niño Jesús en sus brazos, se apareció al carmelita
Simón Stock entregándole el Escapulario como señal de su protección. Fue el
Santo Simón Stock quien acudió a la Virgen, pidiéndole una señal sensible, para
que le resolviera el problema que poseía su congregación que se veía avocada a
su desaparición. Al darle el Escapulario la Orden cambió su rumbo.
Son muchos los pontífices que han
mostrado su aprecio por el Escapulario como Benedicto XII que extendió la
celebración de la fiesta de Ntra. Sra. Del Carmen a toda la Iglesia,
instituyéndola el 16 de julio; seguido de él, los pontífices que lo defendieron
fueron: Clemente VII, Benedicto XIV, León XIII, San Pío X y Benedicto XV. En el
año 1951, con motivo del 700 aniversario de la entrega del escapulario por la
Virgen, el papa Pío XII expresó así su pensar sobre el Escapulario de la Orden
Carmelita: “Porque el Santo Escapulario, que puede ser llamado Hábito o Traje de maría, es un signo y prenda de
protección de la Madre de Dios”. Esto mismo fue ratificado por el papa Juan
Pablo II, cincuenta años después.
Virgen del Carmen Capilla del Corazón de Jesús Catedral de Cuenca |
Son muchos los testimonios que se
han dado, a través de los años, de la protección que otorga a quien lo lleva. Se
cuenta en la biografía de San Simón Stock que el mismo día que la Virgen le
entrego el Escapulario, fue llamado por el Sr. Pedro de Linton al ver que su
hermano estaba muriéndose. San Simón salió inmediatamente en su auxilio, al
llegar colocó el Escapulario sobre el hombre pidiendo a Ntra. Sra. que cumpliera
su promesa. Inmediatamente el hombre se arrepintió de sus pecados y murió en
gracia y amistad de Dios. Esa noche el muerto se apareció a su hermano y le
dijo: “He sido salvado por medio de la
reina más poderosa y el hábito de ese hombre como escudo”.
Desde ese momento son muchos los
casos que se han venido sucediendo. Narraré unos cuantos de los muchísimos que
hay: Un misionero Jesuita de Guatemala cuenta que una joven que viajaba en noviembre
de 1955 en un avión que trasportaba 27 pasajeros se estrelló, murieron todos excepto
la joven portadora del escapulario. Cuenta la joven que cuando vio que el avión
se venía abajo tomo el Escapulario entre sus manos pidiendo ayuda a María, tras
el accidente sufrió quemaduras y su ropa fue reducida a cenizas, pero su ni cuerpo
ni el Escapulario fue alcanzado por las llamas.
En la Segunda Guerra mundial en
la operación Market Garden (17 al 25 de septiembre de 1944) en el municipio
de Eindhoven de la provincia de Brabante
Septentrional, en el sur de los Países Bajos donde se realizó la mayor
contienda aerotransportada aliada, se cuenta que al anochecer acamparon en una finca
donde había un pozo de agua en el cual nuestro protagonista se lavó quitándose la
camisa y con ella salió el escapulario. Ya en la trinchera se dio cuenta de su falta y viendo que los demás compañeros
dormían fue a buscarlo al pozo, cuando llegó buscó incansablemente el
escapulario, viendo que un obús caía en el sitio donde estaba, temiendo por su
compañero y amigo fue de nuevo a la trinchera, comprobando el gran agujero que
había dejado dando como muerto a su amigo. Al instante el compañero se persono
delante de él diciéndole que viendo que se había marchado le siguió para darle
el Escapulario que había olvidado en el pozo mientras se lavaba, otra vez más
el Escapulario había salvado dos vidas.
Otro caso lo tenemos en la
Batalla de Iwo Jima y Okinawa, denominada
en clave “Operación Detachmente”, es el nombre que recibe uno de los combates
más sangrientos de la Segunda Guerra mundial, librada en la isla de Iwo Jima
entre los infantes de marina de los EE.UU. y las fuerzas del ejército del
Imperio de Japón de febrero a marzo de 1945 durante la Guerra del Pacífico
(1937-1945). El Sr. Sixto Mosco de North Providence de Rhode Islan, veterano de
guerra afirma: “Yo estaba en el Crucero USS Nevada de ayudante del capellán. El
barco estaba cargado de dinamita cuando un avión suicida fue a estrellarse sobre
la cubierta cerca de donde yo estaba
colocado. Únicamente yo resulté ileso y lo atribuyo a mi uso del escapulario”.
En mayo de 1957, un sacerdote
Carmelitano en Alemania publicó una historia sobre como el Escapulario había
librado un hogar del fuego. En la ciudad de Weatboden se produjo un incendio
quemando una hilera de casas, el piadoso residente de una de las casas de la
hilera al ver el fuego colgó un escapulario en la puerta principal de la
entrada. En 5 horas 22 casas fueron reducidas a cenizas excepto la casa donde
colgaba el escapulario. Los cientos de personas que vieron lo acaecido fueron
los testigos oculares de lo sucedido, gracias al poder del Escapulario y de la
intercesión de la Santísima Virgen María.
Son innumerables lo casos que se
pueden narrar por los testimonios de las personas que han sido beneficiadas por
el uso del Escapulario. Contaré el último que me ha llegado. Al hospital de San
Simón Stock de la ciudad de Nueva York, fue llevado un anciano inconsciente y moribundo.
La enfermera al ver al paciente con el Escapulario llamó a un sacerdote
mientras rezaba las oraciones por el anciano. Al venir el sacerdote, el hombre
dijo: “padre no soy católico”. Entonces ¿Por qué está usando el Escapulario
carmelitano?, preguntó el clérigo. He deseado ser católico toda mi vida pero las
circunstancias me lo han impedido, contestó el moribundo. Siendo en aquel
instante bautizado, recibiendo la Extremaunción y falleció en paz.
Año tras año se van dando casos
de la intervención de María a través del Escapulario haciendo verdad y
cumpliéndose lo que el Papa Pío XII dijo de él en 1951: “Porque el Santo Escapulario, es un signo y prenda de protección de la
Madre de Dios”.
Cuenca, 7 de julio de 2015
José María Rodríguez González.
Profesor e investigador histórico
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