San Ramón Nonato,
mercenario, redentor de cautivos.
Santo Patrón de los partos, matronas, niños, embarazadas y personas acusadas falsamente.
Un santo poco conocido es San
Ramón Nonato, representado como tantos otros, en las paredes de nuestra querida
Catedral conquense. Su festividad es celebrada por la iglesia, el 31 de agosto
y con él aprendí a descubrir los misterios de la vida, allá por los años
sesenta donde todo lo relacionado con la procreación humana era un tabú difícil
de roer. Os relato la historia tal como me sucedió, tendría por aquellos
tiempos unos ocho o nueve años.
San Ramón Nonato. Trascoro de la Catedral de Cuenca |
Esa mañana de domingo del mes de
agosto paseábamos por la Plaza aprovechando las sombras que ofrecían los
árboles que en línea recta se distribuían a lo largo de la Plaza en paralelo
con la barandilla que da a la calle del Pilar (Pilares), las sombras nos
libraban de la calima del estío veraniego, cuando María, la hija de la dueña de
la tahona, embarazada se aproximaba a nosotros. Le preguntó mi abuelo ¿Cuánto
te queda? ¡Ya he salido de cuentas, Sabino! ¿Vienes de rezarle a Ramón Nonato?
Sí, es posible que dé a luz para su festividad.
Estábamos en la década de los
sesenta y los niños no sabíamos nada sobre el tema de traer un bebe al mundo.
Todo era nuevo para mí, la información sobre la sexualidad era un tabú difícil
de roer y la inocencia de esos años se reflejaba en mí cuando le pregunté a mi
abuelo qué era dar a luz y como se podía haber metido el niño en la tripa de
esa mujer. Mira Josemari esos temas son más para que te los expliquen tus
padres antes que yo, de momento vamos a la Catedral que te voy a hablar de San
Ramón Nonato. Pregunté a mi abuelo ¿Nonato es el apellido del Santo? No,
aguarda que ahora te explico estas cosas.
Nada más entrar en la Catedral
nos dimos de bruces con el santo, está situado en la nave Sur en el trascoro. Me hizo traer un
reclinatorio con asiento y sentándose me comenzó a relatar su historia. Habla
la tradición que su nacimiento fue el 2 de febrero de año 1200, en Portelluna
población del municipio de Cardona, perteneciente a la provincia de Barcelona.
Su madre embarazada de él, iba todos los días a rezar a una ermita que estaba a
las afuera del pueblo dedicada a San Nicolás de Bari, allí frente a la Virgen
con el Niño le pedía por el niño que llevaba en su seno. Replicando yo, en la
tripa. Un día regresando de la ermita cayó al suelo muerta. Ese día el Vizconde
de Carmona, D. Ramón Folh que había salido de caza, regresaba a su castillo, al
verla tendida en el suelo, se bajó de su caballo y observo que estaba sin vida,
y poniendo su oído sobre el vientre de la mujer sintió el latido del corazón
del niño y cogiendo su daga le abrió el vientre extrayendo de su interior al
niño. A los pocos días fue bautizado poniéndole el nombre de Ramón, que era el
nombre del Vizconde, en agradecimiento a su intervención, quien lo tomó como
ahijado. Josemarí, a los no nacidos por el método tradicional, siendo extraídos
del vientre materno, se les llama NONATOS, no nacidos. ¿Cuál es el método
tradicional, abuelo? Eso se lo preguntas a tu madre, que ya sois cinco en casa,
no dándome más explicaciones.
Su festividad es el 31 de agosto,
por eso dice María que posiblemente coincida su parto con su festividad. El
Papa Gregorio IX lo nombró cardenal en el año 1239, pero no llegó a ocupar el
cargo porque murió en el camino hacia Roma, el 31 de
agosto del año 1240. Se le han atribuido muchos milagros, antes y después de su
muerte.
Es anecdótico como se designó el
lugar de su enterramiento, porque dos pueblos disputaban el tener sus restos,
así que poniendo su cuerpo al lomo de una burra y tapándole los ojos le dejaron
ir, acordando que donde se parara la mula allí sería el lugar elegido por el
santo para ser enterrado, tras una larga marcha la burra llegó a la ermita de
San Nicolás, donde su madre iba a orar por su nacimiento. Fue canonizado por el
papa Alejandro VII en 1657.
Es el Santo Patrón de los partos,
matronas, niños, embarazadas y personas acusadas falsamente.
San Ramón Nonato, fue fraile de
la Orden de los Mercenarios, donde ingresa a la edad de 20 años. La Orden se
dedicaba al rescate de cautivos, de manera que el fraile quedaba en el lugar de
reo. En 1236 es llevado a Argelia, donde había gran cantidad de cautivos, quedando
como rehén, esperando a ser rescatado cuando sus hermanos reunieran el dinero
necesario para su liberación. En este periodo se dedica a consolar a los prisioneros,
les hablaba de ese Dios que nunca nos olvida, llegando a convertir a prisiones
y guardianes. Eso hizo encolerizar a los mandos, quienes le ponen un candado en
los labios para acallar su predicación; únicamente le era retirado para
alimentarlo. No bastó eso para que él siguiera con su evangelización.
Cuenca, 31 de mayo de 2015
José María Rodríguez González.
Profesor e investigador histórico
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