La devoción a San Roque
en Cuenca
La fidelidad de los
animales. El perro de San Roque
Este lunes, día 16 del mes en
curso, se celebra la festividad de San Roque. Los devotos sacan su imagen en procesión por
las calles del casco antiguo de Cuenca desde las diez de la mañana.
Recuerdo en mis años de niñez una
pequeña anécdota que me ocurrió por
estas fechas, os la relato:
La mañana estival del 16 de agosto avanzaba subiendo a la Catedral con mi abuelo a Misa dominical. Decía mi abuelo que te quede claro, Cuenca tiene nueve meses de invierno y tres de infierno.
Culminábamos la calle de Alfonso
VIII cuando un perro se nos acercó buscando nuestra comprensión. Como niño le
hice una caricia, al llevar pantalón corto el animal me chupó la pierna en plan
de agradecimiento. Eso dió pié para que me hablase mi abuelo de San Roque. Ese
día recorrimos las capillas de la Catedral buscando al Santo. Tras la Misa en
la capilla de la Virgen del Sagrario, nos sentamos frente a la capilla del Pozo
o de San Roque, me hizo describírsela. El Santo tenía el sallo roto enseñando
la pierna.
¡Mira bien la pierna del Santo! Increpó mi abuelo. Contestándole, ¡parece
que lleva una llaga!, claro porque es el Santo protector ante la peste y toda
clase de epidemias, su intervención ha sido solicitada por los habitantes de
muchos pueblos. De las pestes que se han padecido en esta ciudad como son las
de 1196, 1492, 1508, 1509, 1652, la de la época de la Guerra de la
Independencia y las dos invasiones del cólera morbo asiática, sólo se pidió su
intervención en los años 1508 y 1509 en que se padeció la peste (1*). En las
Actas del Concejo de 1588 se refleja la celebración de la festividad en
agradecimiento a San Roque por librar de la peste a Cuenca, Albaladejito,
Cólliga y Chillarón de donde es tu abuela Florencia.
Perro de San Roque. Cuenca |
¿Quién era San Roque? Mira
Josemari, ¿te has dado cuenta que un perro acompaña al Santo? Pues claro, como
el que nos ha acompañado a nosotros hasta la puerta de la Catedral. Según Martirià Brugada, el gran historiador de la
vida de los santos, San Roque pudo nacer por el año 1.300 en la ciudad francesa
de Montpellier. Tras la muerte de sus padres vendió todos los bienes heredados
repartiéndolos entre los pobres, haciendo realidad lo que dice San Mateo: “Si
quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, luego
ven y sígueme” (Mt. 19, 21), e inicio su peregrinación hacia Roma.
Teniendo conocimientos de
medicina, al llegar a la ciudad de Acquapendente entró a trabajar en el
hospital, logrando curaciones inexplicables entre los infectados de peste. Tras
este periodo siguió su peregrinación hacia Roma. Viendo que había quedado
afectado por la peste en la ciudad de Piacenza, situada
en la llanura de Padana, en la orilla derecha del río Po, se retiró al bosque
para no infectar a los vecinos. Recibiendo cada día la visita de un perro con
un panecillo en la boca.
El amo del perro se llamaba
Gottardo Pallastrelli, hombre acomodado. Viendo la acción de su mascota, cuenta
la historia que el perro cogía del banasto de pan una pieza día tras día. Visto
lo sucedido quiso averiguar que hacía el perro con el panecillo. Lo siguió
hasta el bosque donde encontró al Santo moribundo, llevándolo a su casa donde lo alimentó y curó
las llagas de su pierna. Cuenta la historia que fue realmente el perro quien lo
curó, después de lamerle las heridas de su pierna varias veces en el mismo
bosque y que Gottardo lo alimentó hasta que se repuso, acompañando a San Roque
hasta la misma Roma.
Con posterioridad volvió a su
pueblo natal de Montpellier y a orillas del lago Maggiore unos soldados lo
arrestaron acusándolo de espía, muriendo en prisión en el año 1379, a la edad
de 32 años.
San Roque. Talla de la Capilla de los Muñoz. Catedral de Cuenca |
Desde finales del siglo XIV se
convirtió en uno de los santos más populares. El Papa Gregorio XIII lo declaró
Santo en el siglo XVI.
Hay una historia sobre el perro
del Santo en la zona de Cataluña. Cuenta el “Costumari Catalá” que hace siglos,
en la ciudad de Barcelona, el día después de la onomástica de San Roque se
llevaban velas a las iglesias que disponían de
un altar en su honor, pero con la diferencia que esos cirios serán
puestos en honor al perro. Era tan grande la devoción al perro de San Roque que
ese día se permitía la entrada de ellos al templo, esta acción era basada en la
aparición del perro por las calles ahuyentando a los canes que poseían la rabia
para que no mordieran a ninguno de sus habitantes.
Cuando salimos de la Catedral el
perro se nos acercó de nuevo y cogiendo una lata que estaba en el suelo le di
de beber agua que cogimos de la fuente de la Plaza. Mira Josemari, habría que
explicar a la gente que abandona a sus perro por la calle la historia del perro
de San Roque y hacerles ver que están haciendo una salvajada con estos animales
dóciles que derraman todo su cariño en sus amos, quienes los abandonan sin
ningún miramiento después de haber dado toda su amistad y su lealtad hacia
ellos.
______________________
(1*) Crónica de la Provincia de
Cuenca. Pedro Pruneda. 1869
Publicado en Cuenca, 15 de agosto de 2015
Por: José María Rodríguez González.
Profesor e investigador histórico
FOTOS DE LA PROCESIÓN DE SAN ROQUE 2015:
FOTOS DE LA PROCESIÓN DE SAN ROQUE 2015:
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