Dedicado al Aula Poética de Cuenca
En el año 1952 se instituyo como patrón de los poetas a San
Juan de la Cruz.
Componentes del Aula Poética de Cuenca |
Hoy quiero felicitar a este grupo
encantador de poetas como es el AULA POÉTICA DE CUENCA, que con tanto acierto
dirige Raquel Carrascosa. Siento admiración por ellos, forman un grupo muy compacto
y dedicado a dar a conocer y amar la poesía.
Su última intervención ha sido el leer poemas, con el gorro puesto de Papa Noel, junto al árbol de Navidad, que este año han puesto frente a la Catedral de Cuenca. Felicidades a todos sus integrantes que nos sigan deleitando con sus poemas.
Su última intervención ha sido el leer poemas, con el gorro puesto de Papa Noel, junto al árbol de Navidad, que este año han puesto frente a la Catedral de Cuenca. Felicidades a todos sus integrantes que nos sigan deleitando con sus poemas.
La poesía fue para San Juan de la
Cruz como la válvula de escape ante las complicaciones que se le agrupaban día
a día, principalmente cuando emprendió la reforma del Carmelo que le llevó a
estar encarcelado en una cárcel de Toledo, de donde una noche sin luna, escapó
ayudado de su carcelero.
Con la poesía expresaba sus preocupaciones, lo que le
movía a seguir trabajando por defender sus ideas y sobre todo los deseos y
ansias que manaban de su corazón.
Como poeta fue un hombre lleno de sensibilidad como lo refleja en sus versos:
San Juan de la Cruz |
Como poeta fue un hombre lleno de sensibilidad como lo refleja en sus versos:
En una noche oscura,
Con ansias en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!
Salí sin ser notada,
Estando ya mi casa sosegada.
“Noche oscura del alma”, “Cántico
espiritual” y “Llama de amor viva” estos tres poemas constituyen la obra
poética más importante de la poesía mística en los que nos muestra la ascensión
del alma hasta su unión mística con Dios.
El poema de “Llama de amor viva” comienza así:
¡Oh llama de amor viva,
que tiernamente hieres
De mi alma en el más profundo centro!
pues ya no eres esquiva,
acaba ya su quieres;
rompe tele de este dulce encuentro.
En el cántico espiritual, los versos son canciones entre el Alma y
el Esposo, refleja una explosión de amor difícil de igualar con otras palabras
que no sean los versos del más gran de poeta de la mística española del siglo
XVI.
Os escribo el primer quinteto:
Os escribo el primer quinteto:
¿Adónde te escondiste,
amado, y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste,
habiéndome herido;
salí tras ti clamando, y eras ido.
Felicidades en el día de vuestro Patrón y que las musas os inspiren
para que nos sigáis deleitando con vuestros versos.
Cuenca, 14
de diciembre de 2016.
José María
Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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