El 17 de enero es la festividad de San Antonio Abad, en Cuenca siempre se ha celebrado.
Esta festividad es conocida como
la fiesta de San Antón. El arraigo en España es bastante intenso y no hay
pueblo que no lo celebre, en mayor o menor medida. El refranero también lo ha
tenido en cuenta son popularmente conocido refranes como: “Hasta San Antón, Pascuas son” o este
otro de “Por San Antón, la gallina pon…”
y “Por San Antón, a las cinco hay sol”.
El carácter conquense siempre ha
sido poco dado a bullicios y ostentaciones por eso en vez de celebrarse esta
fiesta con desfiles de cabalgatas y brillantes atalajes, como se hace o se
hacía en la calle de Hortaleza de Madrid o en las Ramblas de Barcelona, esta
ciudad se ha centrado en la bendición de sus animales y en la entrega de la
caridad, como son los panecillos. En la actualidad además de la celebración de
la Santa Misa, después de la cual son bendecidos los panecillos y se reparten a
los asistentes, hay una procesión del Santo por el barrio que lleva su nombre
en la ciudad.
Me contaba mi abuelo Sabino, que
tanta era la multitud que acudía a la parroquia de San Antón, que el puente se
llenaba extraordinariamente de gente y que ellos, como niños que eran, subían a
repicar las campanas a la salida de la procesión, no dejando de voltearlas
hasta que se internaba de nuevo la procesión en el templo; en una ocasión la
tira de piel de vaca curtida sin sal, con la que se ataban los badajos de las
campanas, se rompió, cayendo sobre la multitud y dejo mal herida a una pobre
mujer.
Pero lo más rico eran los “melaos” como así llamaban a un amasijo
de miel y cañamones que gustaban comprar en los puestos ambulantes que se ponían
a lo largo del puente y de la calle. También era típico que para hacer más
amena la espera en el reparto de panecillos, la Banda Municipal de Música
amenizara en la “solanilla” del popular barrio con canciones.
Una de las cosas que siempre me
han llamado la atención ha sido la iconografía de los santos y en esta ocasión
el Santo se le representa con un cerdito a sus pies. Me contaba mi abuelo que
no es un cerdo común lo que San Antón lleva a sus pies, según él es un jabalí
hembra. Y ¿Por qué eso? Me contaba que en la biografía de San Antón afirma que
un día se le acercó al Santo una jabalina con sus jabatos que sufrían de
ceguera y San Antón les devolvió la vista, desde ese momento siempre la
jabalina caminaba a su lado protegiéndole ante otros animales es por ello que
al Santo siempre se le ha representado con un cerdo a sus pies que en realidad es
un jabalí.
San Antonio Abad descubrió, a
través de la observación de la naturaleza, la sabiduría divina y a su muerte el
pueblo lo invocó como patrón de los ganaderos y protector de los animales
domésticos y mascotas.
Un año más sea la celebración de
esta festividad para pasear por el barrio, acercarnos a la Parroquia de la
Virgen de la Luz y disfrutar con nuestras mascotas llevándolas para que sean
bendecidas y que San Antón las proteja de enfermedades posibles y no os
olvidéis de comer algún panecillo. Cuenta la tradición que hay que guardar un
panecillo para el año siguiente con una moneda debajo para que no falte el
dinero durante todo el año.
Cuenca, 17 de enero de 2017
José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico
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