La inconsciencia de los
chicos y chicas en los último días de instituto.
Hace unos días me encontré por la
conserjería del Instituto a una mujer toda preocupa por su hijo. Había recibido
en su móvil el aviso de la falta de su hijo a clase, sin corta ni perezosa se
personó en el centro en busca de él, se le notificó su ausencia. Sin pensar más
salió en busca del niño al parque de los Moralejos. No sé qué sucedería
después, pero es una postura valiente la de esta madre.
Estos días finales de curso cuando
se centra la docencia en la terminación de los temas de las materias y recuperaciones,
las clases son más relajadas y los chicos se ausentan sin permiso alguno de los
Institutos, los profesores pasamos listan hora tras hora y estas faltas llegan
de inmediato a los móviles de sus padres. Hoy he sido testigo de la
inconsciencia juvenil y desde lo alto de la pasarela que une el Parque de los
Moralejos con los Institutos he visto a chicos y chicas por el puente del
Sargal en bañador, deslizándose por debajo de ésta con el peligro que ello
entraña y bañándose en las aguas del Júcar, poniendo en riesgo su integración
física mientras sus padres están creídos que sus hijos están en las clases.
¿Dónde está la policía local en estos casos?
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Fotografía realizada con el móvil desde la pasarela que une el
Parque de los Moralejos y los institutos. 11.00 horas del 14-06-2017 |
Indudablemente son muchos los
chicos que a estas edades hacen novillos, esta conducta no se le da la importancia
que tiene. Si no hay una respuesta
directa de los padres y autoridades, estas faltas ocasionales se convierten en
frecuentes, llegando a ser lo habitual en algunos casos.
El absentismo obedece normalmente
a una tónica común, el chico percibe que es mayor y haciendo lo que desea se
reafirma en su capacidad de decisión.
En estos días cuando el calor se
afirma en las aulas y a veces hay que hacer grandes esfuerzos para que los
alumnos atiendan, para ellos se convierte en un aburrimiento el asistir y por
ello deciden hacer otro tipo de actividad.
Durante el curso cuando las
faltas son elevadas y el absentismo es más frecuente suelen producirse
consecuencias graves en el aprendizaje del alumno como:
- - Descenso del rendimiento académico,
convirtiéndose en bajas calificaciones.
- - Escaso desarrollo de la autonomía y
responsabilidad.
- - Caen en redes nocivas que les llevan al consumo
de sustancias nocivas y aparecen en sus vidas las malas compañías.
¿Qué conducta deben de tener los
padres ante estas ausencias a clase?
1º Cuando se falta a clase no se
debe de quitar importancia y hacer ver el valor de su asistencia.
2º Hacerle comprender que ha
hecho mal y aplicar una disciplina positiva porque el chico o la chica necesita
apreciar las necesidades de los límites a los que puede llegar.
3º Hablar con ellos, escucharles
y ayudarles a pensar para que pueden comprender que deben de cambiar de actitud
con relación a la asistencia a las clases.
4º Es importante desarrollar en
ellos la responsabilidad de sus actos, por lo que es importante empezar antes
de su incorporación al instituto.
5º Explicarles que el ser adulto
implica ser responsable de sus actos.
6º Atajar con firmeza desde un
principio las faltas, antes de que se conviertan en algo habitual en ellos.
7º Prestar atención a su desarrollo
educativo, asistiendo a las reuniones con los tutores y los profesores que les
imparten las clases.
8º Acudir a un especialista si
estas conductas se acrecientan por cualquier circunstancia.
9º Motivar el esfuerzo realizado
aunque no consiga los objetivos trazados.
10º Educar con el ejemplo. Los
padres son un espejo donde ellos se reflejan y la conducta hacia ellos y su
dedicación continua, evitan muchos quebraderos de cabeza durante el periodo de
formación.
Cuenca, 14 de junio de 2017
José María Rodríguez González.
Profesor e investigador histórico.