El gusto por los
festejos taurinos en Cuenca
Con motivo de la celebración del
XV Congreso Nacional del Toro de Cuerda nuestra ciudad se ha visto inundada de
motivos taurinos como las espléndidas exposiciones repartidas por distintas
salas de Cuenca al igual que la suelta de toros enmaromados.
“El toreo es probablemente la riqueza poética y vital de España, increíblemente
desaprovechada por los escritores y artistas, debido principalmente a una falsa educación
pedagógica que nos han dado y que hemos sido los hombres de mi generación los
primeros en rechazar. Creo que los toros es la fiesta más culta que hay en el
mundo”. Con estas palabras Federico García Lorca expresaba su sentimiento
por la tauromaquia.
Toro de Cuerda en Cuenca |
Si quisiéramos identificar
nuestra cultura nacional, indudablemente sería el símbolo del Toro, de ahí que
en nuestros días, quienes no se sienten españoles tienden a destruir sus
representaciones simbólicas. Nuestro pasado se identifica con él como pieza
fundamental. A diferencia de nuestras ideas religiosas, políticas o deportivas,
los toros es el único concepto sociológico que nos une mayoritariamente a los
españoles y que exportamos, como parte de nuestra cultura a otros países y gentes
como: los venezolanos, mejicanos, c
olombianos, peruanos, ecuatorianos, ya
nuestros vecinos los portugueses y franceses.
Otros, obra del herrero José Luis Martínez |
Sólo tenemos que echar la vista
al pasado y vemos que nuestra ciudad tiene alma taurina. No fueron vaquillas
como en la actualidad se corren en San Mateo, sino toros de casta con los que
se festejaban y divertían los conquenses. Ahora que estoy estudiando en
profundidad el siglo XVII, entre libros viejos y legajos encontré una crónica
de la estancia del rey Felipe IV en nuestra ciudad, allá por el año de 1642.
Dice la crónica que entre los festejos que la ciudad de Cuenca realizo en honor
al Monarca se celebró una corrida de toros originalísima y que describe el
cronista del siguiente modo:
“El redondel se formó sobre
gruesas vigas con fuertes tablas encima del río Júcar, enfrente de la fuente
hoy llamada del Abanico. Por la parte de las riberas la valla era muy elevada
para que los toros no pudieran saltar en tierra y herir a los concurrentes y
por la parte superior e inferior del río la valla era de unas dos varas escasas
con estribos, para que, saltando los lidiadores, si los bichos les seguían
cayeren al agua.
Toro de Cuerda en Cuenca 10/06/2018
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Por ambas partes, superior e
inferior al río, contenía varias barcas engalanadas con gallardetes, en que
había toreros que alanceaban a los toros que saltaban al agua, a la vez que
otros a nado les hacían alguna suerte de banderillas, y las riberas estaban
ocupadas con hombres adornados de lanzas largas para matarlos en el río si se
obstinaban en saltar a tierra, o para rechazarlos río adentro para que los
barqueros y nadadores los lidiasen. A los toros que no saltaban la barrera se
les hacía en el redondel las suertes de capa, banderillas, capa y espada. Los
lugares inmediatos a la ciudad se despoblaron por asistir a esta fiesta”.
Como vemos el pueblo conquense no necesitaba plaza de toros para
festejar con toros sus fiestas. Sin duda la lidia de toros se puede centrar su
origen en España, en la cultura celtíbera, es en esta cultura donde el toro
representa el poder, la fuerza y la virilidad para el guerrero.
Primer pregón de las fiestas de San Mateo en Cuenca |
En la época medieval, los reyes castellanos, eran muy dados a este
tipo de festejos, pues nuestro Rey Alfonso VIII, en su coronación en Verea
(Logrono) en el año 1133, fue celebrado con una lidia de toros. El 19 de junio
de 1144, cuando Alfonso VIII casó a su hija Doña Urraca con el Rey D. García
de Navarra. También lo celebraron con una corrida de toros. No es de extrañar
que la toma de Cuenca en 1177, se celebrara con otra corrida de toros en la
nueva ciudad conquistada.
José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico
Cuenca, 10 de junio de 2018
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