La Circuncisión de Niño Dios. |
Circuncisión judía. |
La Circuncisión de Niño Dios. |
Circuncisión judía. |
Este domingo, día 31 de diciembre la Iglesia celebra el día de la Familia. Se viene celebrando desde el siglo XVII y varias congregaciones religiosas nacieron bajo el amparo de esta advocación como la de las Hijas de la Sagrada Familia de París que data del año 1874.
Sagrada Familia de Nazaret. |
Desde París se extendió a Canadá, donde en 1863, en la ciudad de Montreal se fundó la asociación de la Sagrada Familia, siendo ese mismo año de 1863 cuando se celebró la primera fiesta bajo esta advocación. Siendo el Papa León XIII quien hace referencia a Canadá en su carta “Nemimen Fugit” en el año 1892.
La Sagrada Congregación para la Liturgia, el 26 de octubre de 1921 amplió la fiesta de la Sagrada Familia a la Iglesia Universal. Sufrió un traslado de fecha en la revisión que se hizo del calendario litúrgico en el año 1969, que es cuando fue trasladada al primer domingo después del domingo de la octava de Navidad, con una variante, si la Navidad cae en domingo la fiesta de la Sagrada Familia se celebra el día 30 de diciembre.
La Iglesia nos recuerda, en esta fiesta, y proclama la verdad y la belleza de la familia, según el plan de Dios. La familia es una comunidad íntima de vida y amor, fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, abierta al don de la vida humana, y al amor para siempre.
La Sagrada Familia de Nazaret es el modelo y guía de todas las familias cristianas.
Publicado en Cuenca, 25 de diciembre de 2020 y el 31 de diciembre de 2023.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
San Silvestre |
Aunque la festividad de Santiago se celebra en el mes de julio, hoy 30 de diciembre se conmemora el traslado del cuerpo del Apóstol Santiago, desde Jaffa (Palestina) hasta Galicia, donde recibió sepultura en el lugar que hoy se está la Catedral.
Se cuenta que el rey Herodes mandó decapitar al Apóstol Santiago, y bien es decir, que fue el primero de los Apóstoles que sufrió martirio.
Apóstol Santiago. |
Herodes prohibió enterrar su cuerpo dejándolo expuesto a las capricho de las aves, perros y alimañas. Los siete discípulos que habían estado con él en España robaron por la noche el cadáver de Santiago y lo llevaron hasta el puerto de Jaffa donde, no se sabe quien pudo dejar dispuesta una nave sin remeros ni piloto, pero con todo lo necesario para realizar un largo viaje.
El navío llegó a la costa de España, y entrando por el estrecho de Gibraltar y rodeando sus dos lados de Oriente y mediodía, finalmente aportó a Galicia, a la ciudad de Iria Flavia, que ahora se llama El Padrón.
Los discípulos descargaron el cadáver de Santiago y fueron con él tierra adentro hasta encontrar una gruta y pareciéndoles un sitio idóneo para su descanso decidieron emplearla. Así que excavaron en la piedra un sepulcro, quedando Teodoro y Atanasio custodiándolo después de haber levantado una casita o capilla, los otros cinco compañeros salieron por los campos y poblaciones cercanas a predicar el Evangelio. Teodoro y Atanasio cuando murieron fueron enterrados en el mismo sitio que Santiago.
El tiempo pasó y se olvidaron de aquel singular lugar de enterramiento. Invasiones y guerras sucedieron y el lugar se cubrió de zarzas y matorrales. Más de quinientos años fueron los que ocultaron las reliquias del Apóstol Santiago en aquel lugar. Fue en tiempo del rey Alfonso el Casto (760-785) cuando se descubrió las reliquias. Dios le reveló al rey D. Alfonso en sueños, donde estaba enterrado por medio de muchas luces.
En aquel campo de estrellas compostelano, en la segunda década del siglo IX, Teodomiro, obispo de Iria Flavia, descubre el sepulcro, y éste es el origen de la basílica actual, de la ciudad y del camino santiagués que durante siglos atrajo peregrinos de todos los confines de Europa.
Los milagros y las maravillas se producen en aquel tiempo, la protección del Apóstol es patente: muestra a los ejércitos su favor en las batallas que tuvieron contra los moros siendo visto, varias veces, armado delante de los escuadrones de los cristianos y pelear con fuerza del Cielo hasta desbaratar los ejércitos de los bárbaros y alcanzar de ellos gloriosas victorias, aplicándole el alias de “Matamoros”.
Publicado en Cuenca, 30 de diciembre de 2020 y 30 de diciembre de 2023.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES
CONSULTADAS:
-Año
Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.
-La
casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.
Vamos acabando el mes y con el él, el año. El santoral nos presenta para hoy una de las figuras más apasionadas del Antiguo Testamento. Con su nombre se resume la estirpe del Mesías al que se le llama Hijo de David. En hebrero su significado es “amado”.
El libro de Samuel en el A.T. le describe como: “fuerte y valiente, hombre de guerra”.
En su iconografía es esculpido como modelo de juventud y belleza. Todos los episodios de su vida han inspirado a los artistas desde los primeros tiempos del cristianismo, comenzando en las catacumbas. ¿Quién no recuerda al héroe triunfante y juvenil que esculpieron: Donatello, Miguel Ángel y Bernini, el pastor con su honda venciendo al gigante Goliat? Todo ello porque con él estaba Yavé.
Rey David. Catedral de Cuenca. |
Cuenta la historia que fue desterrado por celos del rey Saúl, luego elegido monarca por Judá, y más tarde reina todo Israel, conquista Jerusalén, traslada el Arca de la Alianza, ante la que baila “como un juglar” con alegría incontenible. Momento cenital de triunfo y gloria, con las grandes promesas que le hace Dios.
A lo largo de su vida, también comete bravuconadas. Ciego de Pasión hace matar a Urías para casarse con Betsabé, el profeta Natán le reprocha homicidio y adulterio. Él se arrepiente, pero le esperan el dolor y el luto en sus hijos: incesto de Tamar y Amnón, rebelión y muerte de Absalón, usurpación de Adomías.
Finalmente, el gran rey, ya muy anciano, ni siquiera puede entrar en calor, y busca por todo Israel a una joven virgen, Abisag, para que le cuide y le sirva. El músico que adormecía la tristeza de Saúl con el arpa, el inspirado cantor de los salmos, lleno de pesadumbre y de frío, recuerda su trepidante vida, y se duerme en Dios como si oyese una misteriosa música. Ahora la escena es un sombrío claroscuro de Rembrandt, con una extraña claridad que ilumina el alma.
Rey David. Catedral del Cuenca |
La memoria de rey David ha permanecido viva a lo largo de los siglos porque su espíritu y su obra se han mantenido en plena vigencia.
Publicado en Cuenca, 29 de diciembre de 2020 y el 20 de diciembre de 2023.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES
CONSULTADAS:
-Año
Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.
-La
casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.
David de Miguel Ángel. |
David de Donatello |
David de Bernini. |
Saúl y David de Rembrandt. |
Imagen de San Juan Evangelista. Desfile procesional de 2016 Foto: José María Rodríguez González |
Libro de Actas de la Hermandas de San Juan Evangelista |
Cuadro de la muerte de los Apóstoles |
Hoy, acabando el mes y el año, el santoral nos trae la figura de San Juan Apóstol.
Juan, era hijo del Zebedeo y de Salomé, había nacido en Galilea, probablemente en Betsaida, aldea pequeña de pescadores, y era, como su padre y su hermano mayor, pescadores de oficio.
San Juan. Cuenca |
Un hombre educado en la práctica fiel de la religión de Israel. Como buen Israelita sube al Templo por la fiesta de la Pascua, en Pentecostés y, por octubre. En una de estas subidas a Judea tiene noticias de la predicación del Bautista, y se hace discípulo suyo; le arrebata aquella energía de palabra y de obra de Juan el Bautista, tan parecido al viejo Elías, que él conocía por la lectura de las Escrituras.
Un día, cuando él podría tener unos veinte años, tiene la suerte de que pase junto a su lado Jesús. No lo conoce todavía, pero su maestro, el Bautista, se lo señala con el dedo: “He aquí el Cordero de Dios, que quita los pecados del mundo”. Juan entiende la señal de su maestro y, como águila hecha para las alturas, da su primer vuelo hacía la cabaña donde mora el Profeta de Nazaret. Lo que oyó y vio en aquella noche, él sólo lo sabe. A nosotros no nos dijo más que había encontrado al Mesías.
Juan, uno de los doce elegidos. Este Apóstol estuvo en dos momentos de la vida de Jesús importantísimos y que dará testimonio de ello. En la Transfiguración y en la noche de Getsemaní, al lado de Jesús; en el resplandor de la gloria y en las tinieblas de la agonía del huerto de los olivos.
Hay más momentos en los que es objeto de una predilección única: es él a quien, desde la cruz, Jesús confía a la Virgen María, personificando en Juan a toda la humanidad, y el discípulo recostado sobre el pecho del Hombre Dios en la última cena. Es “aquél a quien amaba Jesús”.
El domingo de Resurrección, apenas oye de María Magdalena que no está el cuerpo del Maestro en el sepulcro, se lanza a la carrera con todos los ímpetus de su juventud y llega antes que Pedro. No entra en el sepulcro hasta que llega Pedro; le deja a él, como mayor de edad y jerarquía, examinar primero. Luego entra él, contempla hasta el último detalle y cree en las palabras del Maestro. Ha resucitado verdaderamente.
Una mañana de los 40 días que Jesús resucitado pasa en la tierra, Juan está en el lago de Galilea con Pedro y otros discípulos. Una figura extraña a aquellas horas tempranas de la mañana los interpela desde la orilla: “Muchachos, echad la red a la derecha”, después de toda la noche faenando sin coger ni un pez, obedecen y cogen una gran pesca.
A Juan le falta tiempo para decirle a sus hermanos: Dominus est, “es el Señor”. A su palabra Simón Pedro, se lanza al agua en busca de Jesús.
La subida de Jesús a los cielos estrecha más la amistad entre Juan y Pedro. Juntos suben al templo, juntos confiesan el nombre de Jesús y ambos son encerrados en la cárcel; juntos van a Samaria para imponer las manos a los cristianos, y juntos sostienen la Iglesia de Jerusalén como las primeras columnas. Luego se separan. Pedro se va a Roma y Juan, muerta María en Jerusalén, se marcha al Asia Menor. Sobrevive a todos los Apóstoles y a finales del siglo I es saludado por todas las Iglesias como “El Presbítero”. Este título se reserva a los Apóstoles, y Juan es el único superviviente.
La mayor parte de su apostolado la ejerció en Asía, Hizo una corta escapada a Roma para dar testimonio de la fe con el martirio, sumergido en una caldera de aceite hirviendo. Salió sano y joven y fue desterrado a la isla de Patmos en tiempos de Domiciano. Allí escribió su primera obra, El Apocalipsis, y vuelto a Éfeso, bajo el reinado de Nerva, le pidieron los cristianos que escribiera sus memorias sobre Jesús, y de su corazón brotó el Evangelio, “La Flor de las Escrituras”, el cuarto Evangelio. Murió siendo emperador Trajano, en una ancianidad muy gloriosa.
Iconográficamente se le representa con un águila porque es el evangelista más espiritual y elevado. Su Evangelio es el texto de un testigo presencial de la vida de Jesús, que estuvo originalmente escrito en hebreo o arameo, pero del que sólo se conserva la traducción griega, con un estilo sencillo en la forma pero de alto carácter simbólico en el fondo.
El culto a San Juan arrancó en Éfeso, sobre su tumba. Su muerte es en sí misma un tema milagroso. Se difundió la idea de que Juan no Iba a morir y que sería trasladado en cuerpo y alma a los cielos, como la Virgen. Juan se acostaría en una tumba que había mandado cavar y desde allí sería trasladado al cielo por los ángeles. Otra de las versiones que existen sobre su muerte es que descendió sobre él una luz vivísima y fue cubierto por una lluvia de fina arena. Desde Éfeso su culto se trasladó a Roma, y de ahí se difundió por toda la cristiandad. Lo cierto es que se desconoce dónde descansan sus restos y es el único apóstol del que no se conservan sus restos. ¿Será verdad que fue ascendido al cielo en cuerpo y alma?
Publicado en Cuenca, 27 de diciembre de 2020 y 27 de diciembre de 2023.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES
CONSULTADAS:
-Año
Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.
-La
casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.
El miércoles, día 27 de diciembre a las 01:33h., podremos observar el esplendor de la Luna Fría, nombre que recibe esta luna por las bajas temperaturas que nos ofrece el mes de diciembre.
Plenilunio de diciembre 2022. |
La luna llena de este mes se conoce también con el nombre de “Luna llena de las Largas Noches”. Toma su nombre del solsticio de invierno, al darse la noche más larga del año.
Con esta luna se corona las largar noches del mes de diciembre. En el antiguo calendario Tibetano, el 1 de diciembre se celebraba el advenimiento del Nuevo Año.
Para los seguidores de Wicca, diciembre nos trae la Luna de la Fuerza Solar. Es tiempo propicio para los Esbat, que son festividades que le permiten al wiccan o al pagano, conectarse con el mes de la naturaleza. Según estos ritos, contemplar la luna su es posible. Si no, visualízala cerrando los ojos, siente sus energías inundando tu cuerpo. Siente la fresca energía de la diosa que te lava con su poder y amor.
Cuenca, 26 de diciembre de 2023.
José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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Fuente documental:
SELENE. Mitología de la luna llena en la hoz del Huécar. 2010. Fundación Antonio Pérez. Autor: José María Rodríguez González.
Este gran santo sigue a la Navidad como una brillante estela de martirio después de la gran fiesta. El Protomártir es el que señala el camino a los demás, y por si cupiera alguna duda, manifiesta en su persona lo que es la imitación de Cristo. Muy cerca del nacimiento del Salvador, a su sombra, indica así las consecuencias inmediatas y heroicas, de seguir su ejemplo.
El martirio de San Esteban de Vicente Juan Marsip |
El gran san Agustín nos ha dado la clave del amor grande que siempre ha tenido la Iglesia a san Esteban: Si Stephanus non orasset, Ecclesia Paulum non haberet. “Sin la oración de San Esteban, la Iglesia no hubiera contado a Pablo entre sus miembros”.
Poco sabemos de los orígenes y primeros años de San Esteban. El Libro de los Hechos lo pone en escena inmediatamente después de su promoción al diaconado por los Apóstoles. Desde el principio aparece como un hombre extraordinario, lleno de fe y del Espíritu Santo, amado y estimado por todos los miembros de la comunidad cristiana.
Todo hace creer que este hombre, de alma grande y generosa, era un judío de la Diáspora, un helenista, descendiente de uno de aquellos que se habían quedado entre paganos después del cautiverio de Babilonia y habían perdido el uso de la lengua hebrea y entrando de lleno en las costumbres y lengua del mundo griego.
El nombre de Esteban es desde luego griego y significa coronado. San Agustín duda si había sido discípulo del Señor o uno de los que se convirtieron el día de Pentecostés. San Epifanio se inclina en lo primero.
Se cuenta de las predicaciones de San Esteban que tenían gran aceptación y las conversiones se multiplicaban como el grano que se siembra en la tierra. Obraba grandes prodigios y milagros. La gente acudía a oírlo, dejando la sinagoga y se añadían al grupo de los que creían en Jesús. Eso le acarreo problemas con los rabinos.
Lo acusan ante el Sanedrín de que rompe las tradiciones nacionales y habla contra Moisés. El joven diácono confiesa valientemente su fe y amor a Jesús y es condenado a la muerte de los blasfemos: debe ser apedreado por todo el pueblo.
Lo sacan entre gritos y empujones fuera de las murallas, hacia la parte nordeste de la ciudad; los verdugos se quitan sus mantos; los dejan bajo el cuidado de un joven que se llama Saulo y con sus brazos fornidos se disponen a lanzar las piedras que han de sepultar el cuerpo del primer mártir cristiano.
Saulo, el que es ahora el guardián de los mantos de los verdugos de San Esteban, será muy pronto Pablo, el siervo de Cristo. La mejor corona de San Estaban. Será este joven Saulo, el que se convertirá en el Apóstol, el que ha de llevar por el mundo entero el nombre de Jesús.
Esteban se hinca de rodillas, y con los ojos hacia el Monte vecino de los Olivos, por donde hace un año o dos subió Jesús a los cielos, ruega a Él por los que le van a apedrear, y cuando siente los primeros golpes en su cuerpo y en su cabeza, exclama lleno de fe: Domine Iesu suscipe spiritum meum, “Señor Jesús, recibe mi espíritu”. Cayó el cuerpo bañado en su propia sangre y su el alma subió por aquellos mismos espacios, por donde había subido el cuerpo de Jesús el día de la Ascensión, a gozar del premio de su valor y fe.
San Esteban es el patrono de Roma, de los caballos, los mozos de cuadra, cocheros, canteros, albañiles, carpinteros, tejedores, sastres, toneleros, y protector contra la obsesión, las piedras y cálculos, la pleuresía, los dolores de cabeza y para pedir una buena muerte.
Publicado en Cuenca, 25 de diciembre de 2020 y el 26 de diciembre de 2023.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES
CONSULTADAS:
-Año
Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.
-La
casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.
La Navidad es la fiesta de los buenos sentimientos, de la exaltación de las fibras más sensibles del alma, de las ternuras hogareñas. La Natividad hace mención al nacimiento del Señor, pero la mesa bien abastecida, el muérdago en algunos lugares adornando puertas y ventanas, el champán, los regalos de Papá Noel y el árbol con luces nos quieren convencer que es Navidad gracias a Dickens y a los grandes almacenes con esas colas interminables que vemos en TV.
La Navidad, en los primeros tiempos de la Iglesia se celebraba en otros días. Hacia el siglo IV se fue fijando en este día, el 25 de diciembre, para recubrir y santificar una celebración pagana, la del Solsticio de Invierno. No se tiene datos fiables de registro, como los tenemos en la actualidad con los Registros Civiles, del nacimiento de Cristo, porque éste es un lugar en la Historia que vive por la fe y que sin ella no es nada, sólo un día más festivo en el calendario civil.
El mundo en que nos ha tocado vivir caricaturiza lo profundo de la celebración con la compra de regalos, aderezado con los buenos sentimientos. La Virgen, san José y el Niño, en sus figurillas de barro o plástico, son el alegre corazón del universo, que a pesar de todo es esperanza. En medio de tanta mascarada, Dios sonríe por encima del tiempo, y su sonrisa es la gran fiesta que celebramos.
Felices Pascuas de Navidad. Que Jesús, en su nueva venida al corazón del hombre, nos libere de todo mal de estos tiempos y volvamos a la tranquilidad de la vida cotidiana en el 2022.
FELICIDADES.
Publicado en Cuenca, 25 de diciembre de 2021 y 25 de diciembre de 2023.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES
CONSULTADAS:
-Año
Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.
-La
casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.
Este domingo, 17 de diciembre, celebramos el cuarto y último domingo de Adviento. Este domingo se encenderá la última vela de la corona de Adviento.
Hoy nos aproximamos a la víspera de Navidad, una persona especial ocupa nuestra atención en la liturgia de este día. Una mujer joven y hermosa llamada María, casi desconocida para la mayoría de los judíos, Dios la eligió para ser la madre de su Hijo, Jesucristo.
Oración final: Derrama Señor, tu gracia sobre nosotros, que por el anuncio del ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos por su pasión y su cruz a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo
Cuenca, 18 de diciembre de 2022 y el 17 de diciembre de 2024.
José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
La Natividad de Nuestro Señor Jesucristo, según la carne. Es el anuncio más solemne de todos los fastos del Martirologio. Toda la historia de la humanidad desfila ante la cuna de Jesucristo, como los planetas giran en torno al sol.
El Martirologio Romano anuncia así la fiesta del Nacimiento de Jesús: “De la creación del mundo, cuando en el principio creó Dios el cielo y la tierra, el 5199. Del diluvio, el 2957. Del nacimiento de Abrahán, el 2015. De Moisés y de la salida del pueblo de Israel de Egipto, el 1510. Desde que fue ungido David por rey, el 1032. En la semana 65 conforme a la profecía de Daniel; en la Olimpíada 194; de la fundación de Roma el año 752; en el 42 del imperio de Octaviano Augusto, estando todo el Orbe en paz, en la sexta edad del mundo, Jesucristo, eterno Dios e Hijo del eterno Padre, queriendo consagrar el mundo con su piadosísimo advenimiento, concebido por virtud del Espíritu Santo y transcurridos nueve meses desde su concepción, nace de María Virgen en Belén de Judá hecho hombre”.
¿Quién nace esta noche?, pregunta la mamá a su benjamín. Y el pequeño responde con la sonrisa en los labios y la emoción en el corazón palpitante de alegría: “El Niño Dios”. Esta es la verdad, la única explicación del alcance universal que tiene la fiesta de Navidad. Esta noche nace Dios y sólo él puede obrar el milagro que representa la Navidad en la historia del cristianismo.
En la oscuridad de la noche helada, todos los años rompen las campanas el aire frío de diciembre con repiques de gloria y anuncios de Evangelio: un gozo, una buena nueva, un Niño que ha nacido para todo el pueblo. Christum natum, venite adoremus, ·venid a adorar a Cristo que ha nacido”.
La Iglesia en la oración de la Misa de esta noche Buena dice: “Señor, que nos concedes asistir alegres al Nacimiento del Redentor, que nace manso y humilde como niño entre pañales, concédenos también al fin de la vida asistir con conciencia tranquila a su segunda venida como Juez y Remunerador entre esplendores de Majestad”.
Publicado en Cuenca, 24 de diciembre de 2020 y 24 de diciembre de 2023.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES
CONSULTADAS:
-Año
Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.
-La
casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.
Crecida del río Júcar del 21 de diciembre de 2019. |
Juan Cancio era de origen polaco, nacido cerca de Oswiecim, estudió en la Universidad de Cracovia, se ordenó de sacerdote y fue durante largos años profesor de teología en esta mista universidad. Peregrinó a pie a Tierra Santa.
San Juan Cancio |
Su biografía carece de grandes episodios que se salgan de la normalidad, fue un hombre sabio, muy piadoso y limosnero, y se santificó en su cátedra y en el ejercicio de las virtudes.
En su vida se da una anécdota curiosa que relata su biógrafo: en sus viajes fue asaltado desvalijándole de todo cuanto llevaba, le hicieron prometer que no escondía ningún dinero; cuando iban los asaltantes a cierta distancia, Juan Cancio les llamó porque rebuscando encontró una moneda en el fondo de un bolsillo, y para hacer honor a su palabra lo justo era que se la entregara a los asaltantes también.
Al contar esta anécdota de este humilde personaje, lo menos sobresaliente en la entrega de su última moneda sino que al regresar los asaltantes a su lado admirando su virtud, no solamente no le quitaron aquella moneda que les daba, sino que le restituyeron todas las que le habían hurtado, pidiéndole perdón y se marcharon muy compungidos de su pecado; lo singular es la fantástica dimensión humana que revela el hecho, mezcla de indiscutible señoría sobre la llamada cordura y de humor secreto e involuntario, como de quien sobrevuela los límites de la seriedad comúnmente admitida.
Publicado en Cuenca, 23 de diciembre de 2020 y el 23 de diciembre de 2023.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES
CONSULTADAS:
-Año
Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.
-La
casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.
Catedral de Zamora |