Al llegar estas fechas en Cuenca,
como en muchas otras ciudades españolas, se visitan los cementerios y tumbas de
nuestros antepasados.
Cementerio de Cuenca |
Este día no es sólo para
lamentaciones y recuerdos de los seres queridos que ya no están con nosotros,
también es un día de celebrar la vida. Ellos nos han precedido abriéndonos
caminos hacia el Cielo.
Tumba con flores |
Pero ¿Por qué esta celebración? A
principios del siglo IV fue instituido por la Iglesia Católica a raíz de las
persecuciones de Diocleciano. Estas persecuciones ocasionaron cientos de
mártires y la Iglesia Católica acordó el señalar un día especial para el
recuerdo de estos primeros cristianos que dieron su vida por sus creencias
religiosas, tomando el día como la festividad de “Todos los Santos”. Fue el
Papa Gregorio III (731-741) quien consagrando una capilla en la Basílica de San
Pedro, en Roma, a todos los Santos fijó el aniversario para el uno de noviembre
y luego el Papa Gregorio IV (827-844) extendió la celebración del uno de
noviembre a toda la Iglesia.
Era tradición en mi casa, dejar
encendida una vela de aceite toda la noche en recuerdo de los difuntos de la
familia para que guíen sus almas.
La celebración de “Halloween” que
está entrando en nuestra sociedad actual, es exportada de otros países, tiene
un origen pagano, asociado originalmente a las sociedades agrarias que
celebraban la llegada de las distintas estaciones, su origen es celta, proviene
de una festividad conocida por “Samhain” que deriva del irlandés antiguo que
significa “Fin del verano”. En el Samhain se celebraba el final de la temporada
de las cosechas y era considerada como el año nuevo celta, que comenzaba con la
estación oscura, el invierno. Ellos creían que la línea que une este mundo con
el otro se estrechaba con la llegada del Samhain permitiendo a los espíritus
pasar de un mundo al otro.
Buñuelos |
Como es menester en estas fechas
tenemos confituras típicas como son los huesos de santo, realizados con
mazapán, dulces que reciben el nombre por el color que poseen no por que tengas
forma de huesos. También están los buñuelos de viento, que esta elaborados con
masa parecida a los churros y rellenos de crema, nata o chocolate. Se cree que
fue el cocinero del rey Felipe II el artífice de tal dulce, al hacer referencia
a una receta del siglo XVII. Afirmaba mi
abuelo Sabino, sobre los buñuelos de vientos típicos en estas fechas, que por
cada buñuelo que te comes sacas a un alma del purgatorio. ¡Así que a comer
buñuelos!
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