La caida del Muro de Berlín. Una sociedad en continua superación
El canciller de Alemania Federal, Helmut Kohl, recibió una
llamada con un mensaje escueto: “Señor Canciller, han abierto el Muro”.
Cúpula del Reichstag |
Tuve la suerte de visitar esta
ciudad hace unos años y quedé gratamente sorprendido de la superación del
pueblo alemán. Viajando por sus transportes públicos y visitando los lugares
más emblemáticos del lugar, descubrí el contraste de un pueblo con ánimo de
superación diaria y ejemplo para el resto de Europa.
El 9 de noviembre de 1989 todos
los pueblos miraron con el rabillo del ojo hacia Berlín, estaba cayendo el muro
que separaba las dos partes de una Alemania dividida, permitiendo el libre paso
a los ciudadanos entre las dos partes de la ciudad. Un año después desaparece
la RDA que traslada su capital de Bonn a Berlín en 1990 ingresando en la Unión
Europea.
Museo Pérgamo |
Después de 25 años es una ciudad
única gracias al esfuerzo y el sacrificio diario de sus gentes. Devastada, tras
la segunda guerra mundial, ha sido reconstruida. Al pasear por sus avenidas nadie
diría que allí jamás hubo una pérdida total de la urbe, pues ha sido reconstruida
tal como era antes de la contienda. De nuevo, desde 1991 Berlín volvió a ser la
sede del Gobierno Alemán.
En mi visita me impactó la majestuosidad
de la cúpula del Reichstag, diseñada por Norman Foster. Desde aquí fuimos a
visitar la puerta de Brandeburgo (Branderburger Tor), símbolo de Berlín desde
hace más de 200 años, y volvimos de noche para impregnarnos de su grandeza, no
faltando la típica foto de grupo.
Torre de Comunicaciones - Alexander Platz |
Esta puerta, el 9 de noviembre de
2014 será el centro de la atención mundial en la celebración del 25 aniversario
de la caída del muro. La majestuosa avenida que parte de la Puerta de
Brandeburgo la recorrimos hasta la isla de los museos. El conjunto museístico
era impresionante, visitando el museo Pérgamo y disfrutando de la visión de la figura de Nefertiti en el Neues Museum, me sorprendió la amabilidad de sus
empleados, invitándonos a esperar un rato porque a partir de cierta hora su
entrada era gratuita.
Restos del Muro de Berlín |
Estábamos hospedados en un hotel
de la zona de Alexander Platz, punto de
encuentro de la Berlín oriental y desde él se podía divisar la impresionante
Torre de Telecomunicaciones que en su día fue el edificio más emblemático para
el régimen de la RDA, muy cerquita está el Ayuntamiento Rojo, así llamado por
el color de sus ladrillos.
Para ver el trozo de muro que aún
queda tuvimos que desplazarnos a la East Side Gallery donde aún queda 1,3
kilómetros de muro a la largo del río Spree en el barrio Kreuzberg. Continuando
por Zimmerstrasse llegamos al más famoso punto de control, el Checkpoint
Charlie, repleto de turistas, se respiraba un ambiente festivo y divertido
perdiéndose de momento la tragedia que supuso el muro.
Iglesia conmemorativa |
La nueva Berlín impresiona, el
Potsdamer Plazr con sus dos estandartes
de la arquitectura moderna, el Soni Center, de Helmut Jahn y el Daimler Chysler Quartier, de Renzo
Piano y Christoph Kohlbecker. Desde aquí fuimos a visitar el fabuloso Tiergarten,
que es el pulmón verde de la ciudad con su columna de la Victoria,
posteriormente pasamos a ver la iglesia conmemorativa, símbolo del Berlín
Occidental cuyo violento perfil en ruinas recuerda los terribles
acontecimientos que sufrió esta ciudad.
Columna de la Victoria |
Potdamer Plazr |
A la salida del metro nos topamos
con un gran cartel conmemorativo de la tragedia judía. Tal vez la historia no
se entendería sin la persecución de los judíos. El hecho de que dedicara parte
de mi tempo a tomar fotografías me hizo fijarme en estos detalles. Tengo que
decir que es una ciudad a la que se respira cultura. Desde la zona de la estación
de Alexander Platz, donde estábamos hospedados, pasando por los parques, zonas
culturales y el mismo muro, tuve la oportunidad de cruzarme con algunas
personas que llamaron mi atención en el trato y el comportamiento tan distinto
al de nuestra sociedad conquense. Un ejemplo de ello fue al sacar el ticket
para tomar el metro, el empleado al vernos que éramos un grupo de cinco
personas, hablándonos en alemán y entre gestos, nos incitó a sacar un bono que
nos resultaba más barato que individualmente. Realmente no tengo ni idea de
lo que nos dijo pero fue su gesto gentil de querer ayudar lo que denota la raza
de esta gente. De acuerdo que son pequeñas cosas, pero podría contar muchas más
como ésta. Todo ésto es muestra del sentido común, de ganas de compartir y de
humildad de un pueblo que habiendo vivido la represión y la libertad de
pensamiento derrochan amabilidad como forma de pedir perdón por algo que no
hicieron pero de lo que se les acusa globalmente. ¡Feliz aniversario de la
unión en la libertad!
Foto de grupo - Puerta de Brandeburgo |
José María Rodríguez González.
Profesor e investigador histórico.
Cuenca, noviembre de 2014
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