domingo, 20 de octubre de 2024

Santa Úrsula, su martirio se produjo el 21 de octubre del año 383


Festividad de Santa Úrsula y sus compañeras, vírgenes y mártires

Nació hacia el año 362 en Inglaterra. Fue hija de Diomot, rey de Cornovaille, y de Daria, en nada inferior a su marido en la nobleza de la sangre, ni en el ejercicio de la virtud. Conociendo que la cristiana educación de su hija era una de sus más esenciales obligaciones, se  dedicaron a desempeñarla. En ninguna niña se descubrió entusiasmo más brillante, ni naturaleza más feliz. Tenía un corazón noble y generoso, un espíritu vivo y dócil, con una hermosura que a la edad de doce años era ya celebrada Úrsula por una de las más hermosas princesas de Europa.


Máximo, el tirano, era general de las tropas del emperador Graciano en Bretaña. Se hizo proclamar emperador el año 382, desembarcando con todo su ejército en las costas de la Armórica, provincia de Gaulas, se apoderó de todas ellas. Conan, uno de sus oficiales generales, príncipe bretón, y cristiano de profesión, destacó tanto en aquella expedición por su valor y conducta, que Máximo le hizo gobernador de la Armórica, llamada después la Bretaña menor, confiriéndole el título de duque.
Estableció este su residencia en la ciudad de Nantes y dejó en el país una gran parte de las tropas, compuerta de bretones; y como no estaba casado determinó buscar mujer. Llegando a su oídos las bellas prendas de virtud y hermosura de que Úrsula estaba dotada, envió una diputación al rey su padre, pidiendo a la princesa Úrsula como su esposa. Casi todos los señores que le seguían, oficiales y soldados, estaban también solteros, por lo que encargó a los diputados que trajesen con la princesa todas las doncellas que pudiesen, para casarlas con ellos. El rey los recibió con honor, y como conocía el mérito del duque, oyó con gusto la proposición y prometió darle por esposa a la princesa su hija. Oyó ésta con disgusto la proposición, más no dio respuesta a ella. Su padre sabiendo lo ventajoso del acuerdo dio su autorización para obligarla. Úrsula no acepto pero fueron inútiles sus esfuerzos y sus razones y sus lágrimas. Al final dio su consentimiento por la sumisión que profesaba a sus padres, reservándose la libertad de apelar a las órdenes de Dios.

Animada con una viva confianza en la bondad del Señor, se arrojó a sus pies y le hizo esta fervorosa súplica: “Bien sabéis Vos, divino dueño mío, los más íntimos afectos de mi pobre corazón; jamás le han tentado las grandezas del mundo, ni le han deslumbrado sus aparentes brillanteces. Vos solo sois el dulce objeto de sus amorosas ansias. Dueño sois de todos los sucesos de la vida; fácilmente podéis desbaratar todas las ideas de los hombres por concertadas que sean. No desechéis, Señor, mis humildes súplicas: Dignaos tomar bajo vuestra protección a la menor de vuestras siervas: dirigidlo todo a mi salvación y a vuestra gloria según vuestra divina voluntad”.

Los preparativos para el embarco de la princesa se iban acelerando ya que había un gran número de doncellas nobles para acompañar a Úrsula, destinadas como futuras esposas de los oficiales bretones. Cuando todo estuvo preparado pasaron a Londres Úrsula y sus compañeras.


Apenas perdieron de vista las costas de Inglaterra, se levantó una furiosa tormenta que llenó de terror a toda la escuadra, amenazándola con un funesto naufragio. Entonces decía Úrsula a sus compañeras: “Animo hijas mías, y nada temáis. Servimos a un Dios, y tenemos un Esposo que manda a los vientos y los mares. Sacrifiquémosle nuestras vidas, y dejemos los horrores de la muerte a los que tienen la desgracia de no conocerle. Pero nosotras tengamos confianza en su gran misericordia”. Sosegó a todas sus compañeras y a toda la tripulación la intrépida seguridad de nuestra santa. Toda la escuadra fue arrojada en el puerto de Tiel, en el ducado de Güeldres, y siguiendo después la corriente del Rhin, navegó hasta Colonia.
Rubens. El martirio de Santa Ursula y la Once Mil Vírgenes
Museo de Arte Kimbell
Fort Worth. Texas (USA)

Llegando la notica al emperador Graciano del venteamiento de Máximo, llamo en su socorro a los Hunnos, nación bárbara de a antigua Sarmacia. Mandaba a estos bárbaros el general Gauno, por orden del emperador Graciano, contra el tirado Máximo, al descubrir este navío bretón, enemigo del emperador los atacaron y se apoderaron de ellos fácilmente por el corto número de soldados que los venían escoltando. Se quedaron sorprendidos cuando vieron que la carga eran doncellas cristianas destinadas para esposas de los oficiales y soldados bretones, sus enemigos y que la principal era la princesa, futura esposa del duque Conan, general del ejército de Máximo.

Quedó el general del ejército tan prendado de Úrsula que se valió de todos los medios posible para rendirla y tenerlas en sus brazos, pero la santa loe habló con tanta resolución y majestad, que le hizo cambiar de opinión y lleno de rabia se arrojó espada en mano sobre ellas. A unas atravesó con el acero, a otras con dardos  y a todas las degollaron, pasando a aumentar en número la corte del Cordero celestial con la duplicada palma del martirio y virginidad.

Sucedió esto el día 21 de octubre del año 383, y desde entonces celebra la Iglesia la fiesta de Santa Úrsula y sus compañeras vírgenes y mártires. Fueron sepultados sus cuerpos en el territorio de Colonia, de donde se esparcieron después sus reliquias por toda la cristiandad. El año de 1537 fundó en Italia la congregación de Santa Úrsula la beata Ángela de Brescia, la que aprobó el Papa Paulo III, y el de 1572 la sujetó a la clausura y votos religiosos el Papa Gregorio XIII, a solicitud de San Carlos Borromeo. El año de 1611, fundó ls Ursulinas en Francia la señora de Santa Beuva, Magdalena de Huiller, siendo el primer convento de París, de donde se extendieron con gran utilidad, no solamente en Francis, sino también en Suiza.

Cuenca, 21 de octubre de 2018 y el 21 de octubre de 2024.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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