Cuando un instante se
convierte en algo grandioso. El doble milagro de la luz en la catedral de
Cuenca
La luz que entra en una catedral
gótica nos trasporta a la época caracterizada por la existencia de eruditos que
creían que la geometría era un modo de establecer un vínculo entre el hombre y
Dios, siendo las matemáticas un vehículo para revelar a la humanidad los más
íntimos secretos del cielo. Así crearon una arquitectura donde la geometría era
concebida como teología aplicada y el diseño de una Catedral gótica era como imitar
al Divino Maestro en su creación.
El Sol es la luz, el calor y la vida.
De esta idea nació el poder creador, poder que derrocha infinitos beneficios a
los seres humanos. Tal cosa se convirtió en misterio para las generaciones que
veían en él un poder constante y soberano, siendo considerado por las antiguas
civilizaciones como una manifestación de la divinidad creadora. Por ello se
celebraban fiestas en los Solsticios y los Equinoccios.
El cristianismo trajo nuevas ideas y
reutilizó las existentes para engrandecer sus creencias, así surge la entrada
de los rayos del Sol a lo más profundo de las catedrales construidas entre los
siglos XIII y XIV, como sucediera en el templo Egipcio de Ramsés II, en el año
1264 a.C.
Como vemos los misterios y los cultos
antiguos estaban fundados en el ciclo solar. En astronomía el término solsticio
significa sol quieto, palabra que
proviene del latín solstitium. Esto
se refiere a los momentos del año en que el sol, en su trayectoria, se halla
sobre uno de los dos trópicos, dando lugar a la máxima desigualdad entre el día
y la noche si se trata del solsticio de verano. Este momento fue utilizado para
alinear los rayos del Sol con un óculo por donde entraran los rayos solares a
los templos, llegando su luz hasta lo más profundo. El solsticio se da entre
los días 21 y 22 de junio.
En la Catedral de Cuenca, el óculo
por donde penetraba el Sol en ese día fue modificado en el siglo XV al hacer la
doble girola, con esta reforma se modificó la entrada del sol. Hechos los
estudios necesarios por José María Rodríguez González, se apreció que la
entrada del Sol seguía dándose, pero con una antelación de 33 días al
Solsticito de Verano y volvía a darse 33 días después del mismo, en su
recorrido descendente del Sol.
Cuando en el siglo XVIII, se realiza
el proyecto de la actual capilla del Transparente, es Ventura Rodríguez quien
trae de nuevo el impresionante mundo de la luz a su lugar primitivo, realizando
un óculo que comunica la girola con el Altar Mayor, haciendo que la luz del sol
llegue a lo más profundo del templo, casando con los antiguos cánones lumínicos
del Concilio de Trento.
Este efecto lumínico se conoce como El milagro de la luz, y después de
haber disfrutado de ello los días 19 al 22 de mayo, volveremos a disfrutarlo del
26 al 28 de julio, entre las 10.00 h y 10.15 horas. Este efecto consiste en la
llegada de los rayos solares a la capilla del Transparente, centrándose la luz
en el centro del óculo que comunica con el Altar Mayor. Este momento posee una
fuerte carga simbólica y bíblica.
Invito a cuantos quieran observar el
fenómeno a personarse en la Catedral durante esos días y disfrutar del momento
que hace de nuestra Catedral única en su género al darse doblemente el Milagro
de la Luz.
Cuenca, 10 de mayo de 2020
©José María Rodríguez González
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