domingo, 18 de junio de 2023

España también era merecedora de una aparición Mariana.

 Un día como hoy 18 de junio, en una pequeña aldea de Cantabria llamada San Sebastián de Garabandal, en el año de 1961, se apareció la Virgen del Carmen, con la particularidad que el 18 de junio, tal día como hoy, se aparecía el Arcángel San Miguel para anunciar la llegada de la Virgen, como una preparación de su venida.


¿Pero a quienes se les apareció? Siempre la inocencia de las niñas es la prioritaria de la Virgen, en esta ocasión fueron tres niñas de corta edad, sus nombres: Mari Cruz González de 11 años y Conchita González, Mari Loli Mazón y Jacinta González de 12 años.

Las niñas salieron a coger manzanas  y entretenidas, sentadas en unas piedras comían los deliciosos  frutos cogidos de la huerta de su maestro sin permiso, cuando un gran ruido, como un trueno, les hizo prestan atención hacia su procedencia, en ese momento un ser de luz, se les hizo presente, dejando de verse en unos segundos. Las niñas salieron corriendo asustadas. En los días sucesivos, el Ángel volvió hacerse presente hasta que las niñas perdieron el miedo y fue el en octavo día cuando San Miguel les comunicó que el uno de julio se les aparecería la Virgen bajo la advocación del Carmen.

Las niñas comunicaron lo sucedido a sus padres quienes lo pusieron en comunicación de su párroco. El 2 de julio de 1961, fueron muchas las personas que se juntaron para presenciar el acontecimiento, entre ellos varios sacerdotes. Sobre las seis de la tarde, las se encaminaron al sitio del encuentro, donde se las había aparecido el Ángel y poco antes de llegar, la Virgen se les apareció acompañada de dos ángeles, uno a cada lado de Ella.

Reconocieron de inmediato las niñas a San Miguel y a la altura de la Virgen se percibió un ojo grande, el Ojo de Dios, que es el símbolo de la constante Misericordia de Dios sobre el género humano. Se entabló un sencillo diálogo entre la Madre de Dios y las niñas, la Virgen les enseñó a rezar el rosario para que fueran ellas quienes lo rezaran con frecuencia.

El primer mensaje de la Virgen: 

"Hay que hacer muchos sacrificios y mucha penitencia y tenemos que visitar mucho al Santísimo. Pero antes tenemos que ser muy buenos. Y si no lo hacemos nos vendrá un castigo. Ya se está llenando la copa y si no cambiamos nos vendrá un castigo muy grande". La Santísima Virgen comunicó su "segundo mensaje" cuatro años después, hacia el final de las apariciones. Nuestra Señora le dijo a Conchita el 1ro de enero, de 1965 que el Arcángel San Miguel se aparecería el 18 de junio y le daría un mensaje en su nombre, a todo el mundo. Por mediación de San Miguel, Nuestra Señora se quejó de que no se hubiere hecho caso a su primer mensaje y advirtió al mundo que éste sería el último. Dijo la Virgen:

"Como no se ha cumplido y no se ha hecho conocer al mundo mi mensaje del 18 de octubre, de 1961, os diré que éste es el último; antes la copa se estaba llenando ahora está rebosando. Los sacerdotes van muchos por el camino de la perdición, y con ellos llevan a muchas más almas. A la Eucaristía cada vez se le da menos importancia. Debéis evitar la ira de Dios sobre vosotros con vuestros esfuerzos. Si le pedís perdón con vuestras almas sinceras El os perdonará. Yo, vuestra Madre, por intercesión del Ángel San Miguel, os quiero decir que os enmendéis. Ya estáis en los últimos avisos. Os quiero mucho y no quiero vuestra condenación; pedidnos sinceramente y nosotros os lo daremos, debéis sacrificaros más; pensad en la pasión de Jesús".

"La copa se está llenando".  El pecado no está en desacatar el mensaje de Garabandal sino en rechazar el Evangelio que nos comunicó Jesucristo por no vivirlo de corazón. Sin la redención de Cristo vamos a la perdición.  Garabandal no dice, ni puede decir, nada nuevo.  Es un aviso sobre la importancia de vivir la fe que ya se nos ha dado en la Iglesia.

"Yo, vuestra Madre", la Santísima Virgen se presenta como Nuestra Madre, confirmando lo que ya Cristo en la cruz nos había legado: "mujer, ahí tienes a tu hijo" (Jn 19, 26); y nos pide e insiste que nos sacrifiquemos más y que meditemos la pasión de Su Hijo y volvamos a la Eucaristía con fervor.

Tal es la situación, que el Papa Pablo VI habló en enero, de 1976 sobre "la traición de los clérigos". También en otra ocasión dijo,"se creía que después del concilio vendría un día de sol para la historia de la Iglesia, pero por el contrario, ha venido un día de nubes, tempestad y oscuridad, porque ha intervenido el poder adverso: Satanás" (29-6-1972). "A la Eucaristía cada vez se le da menos importancia", anuncio profético que ha llevado a una perdida de la fe en la presencia real de Cristo y a una irreverencia al celebrar los Santos Sacramentos por parte de los sacerdotes.

El 1 de enero, del año 1965, Conchita tuvo una nueva aparición de la Señora quién habló del "aviso" para que el mundo se enmiende.

Conchita nos dice: "No puedo decir en qué va a consistir, pues Ella no me ha ordenado decirlo. Y ¿cuándo será?, no me lo ha dicho, así que no lo sé. Si sé que será visible para todo el mundo; será obra directa de Dios y tendrá lugar antes del milagro. Yo no sé si morirán personas. Únicamente pueden morir, al verlo, de impresión."

En una de sus cartas habla así sobre el aviso:

"Ese aviso es como un castigo, para los buenos y los malos: para los buenos, para acercarlos más a Dios y para los malos, para anunciarles que viene el fin de los tiempos y que estos son los últimos avisos."

Durante los cuatro años siguientes se siguieron dando estas apariciones, hasta el 13 de noviembre de 1965, en ocasiones varias veces al día, hasta un número superior a dos mil.

Cuenca, 18 de junio de 2023.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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