La Jara (Villanueva de
la Jara)
El 622 aniversario de
la donación de Villanueva de la Jara a Garci Ruiz de Alarcón por el Rey Enrique
III
Fue un 6 de diciembre
de 1395, hoy hace 622 años, que el Rey Enrique III, premiaba a Garci Ruiz de
Alarcón por su participación en la guerra de Portugal, en tiempo de su padre
Juan I, haciendo donación de Villanueva de la Jara.
Guardo un grato recuerdo de
Villanueva de la Jara, hace unos años tuve la suerte de visitarlo con unos
amigos que tenían familia en el pueblo y pudimos entrar en la Colegiata entre
otro lugares que fueron una delicia de ver.
Villanueva de la Jara |
Hace años tuve la suerte de
exponer mi obra “Manto de Luz” en el pueblo. Fue la Fundación Obra Social de la
Caja CCM quien se encargó de la instalación, con la mala suerte que el día de
la inauguración cayó un nevazo tremendo y me fue imposible estar presente en
tal evento.
¿Cómo surgió esta población? La
aldea de la Jara nace tras la reconquista de Cuenca por Alfonso VIII. En el año
de 1184 se reconquista las villas de Alarcón e Iniesta. Desde Alarcón se
desplazaron hacia las ricas tierras regadas por el río Valdemenbra, un grupo de
habitantes que se instalaron en el lugar fundando la aldea dependiente de
Alarcón y bajo la jurisdicción del Señorío de Villena y de la Corona de
Castilla.
Fue un 6 de diciembre de 1395,
hace 622 años, en que premiaba el Rey Enrique III a Garci Ruiz de Alarcón por
la participación que había tenido en la guerra de Portugal, en tiempo de su
padre Juan I, haciendo donación de Villanueva de la Jara.
Enrique III de Castilla |
La contienda por cuya ayuda ganó
nuestro paisano la villa de Villanueva de la Jara, fue de mucho peligro para
Castilla, pues, recién terminadas las treguas acordadas por el Rey de Portugal,
como consecuencia de la pérdida por los castellanos de la batalla de
Aljubarrota, que afirmó la independencia de la nación vecina, el monarca
lusitano, antiguo Maestre de Avis, íntimamente aliado con el Rey de Inglaterra,
se decidió a favorecer las pretensiones que el duque de Lancaster tenía a la corona
de Castilla, como marido de Doña Constanza, hija de Pedro I, cuyos pretendidos
derechos apoyaba también Inglaterra.
Aprovechando los restos del
partidismo hacia la memoria de Pedro I, que aún quedaban por Galicia, hizo
algunas correrías por aquella región, el de Lancaster, mientras el de Castilla
parte entraron sus enemigos en la primavera de 1387, hasta ser rechazados en
Benavente, después de ocho días de sitio, por las salidas que desde la plaza
hicieron los castellanos.
En la Sinopsis histórica de Ferreras
se lee que vistas por el Rey de Castilla “las prevenciones que hacían los
contrarios y la parte por donde querían entrar a hacerle la guerra, mandó
retirar todos los víveres y que los habitantes de los lugares retirasen sus
ganados y haciendas para que no tuvieran modo de subsistir sus contrarios”, en
cuyo empeño continuó cortándoles los abastecimientos durante la campaña, siendo
la carestía de víveres el motivo por el que, a espaldas de los portugueses se
acordara un tratado secreto entre Lancaster y Juan I, del que resultó el
matrimonio de una hija de aquél con el heredero de Castilla, Enrique, o en su
defecto con su hermano Fernando habiéndose celebrado con el primero de los
citados, lo que hizo desaparecer el problema de la cuestión dinástica al unirse
las dos ramas que alegaban derecho al trono castellano.
De este tratado data el titularse
los herederos de la corona Príncipes de Asturias, por haberse acordado en el
mismo se diera tal dignidad a los príncipes contrayentes.
Entre las salidas que hicieron
los de Benavente se distinguió la de las huestes de Garci Ruiz de Alarcón, que
derrotó al ejército aliado, aunque quedando su acción sin recompensa en el
reinado de Juan I; la obtuvo en el de su hijo Enrique III, que hoy hace 622
años, según unos investigadores, y el día 3 del mismo mes, según otros, le expidió
un privilegio que decía: “Yo el Rey por
facer bien y merced a vos Garci Ruiz de Alarcón e por la gran fazaña que
facistes cebe Benavente, rindiendo en campo a Enrique inglés, con gran honra vuestra
e de mis reinos, e servicios que me facedes e porque el Rey D. Juan mi señor e
padre vos crió e había talante de vos
facer merced fago vos merced e gracia e dono vos todo el derecho que yo he al
presente e pueda haber de aquí adelante en que quier manera de Villa nueva que
está cerca del río Xucar a una legua de vuestra villa de Buenache”.
A las Relaciones Tipográficas
mandadas por Felipe II, contestó Villanueva de la Jara diciendo había sido “aldea de la villa de Alarcón hasta en tanto
que en tiempo de las diferencias que hubo entre la Reina Católica Dona Isabel,
de gloriosa memoria, y su hermano, cual había de reinar en estos reinos de
Castilla, entre los pueblos que se redujeron al patrimonio y corona real fue
uno de ellos esta villa y de los primeros en el dicho fecho con la villa de
Alarcón; y el marqués deuque de Escalona tuvo grandes alteraciones y guerras,
donde fueron muertos muchos vecinos a fechos grandes robos de sus haciendas. La
católica Reina.. en premio y merced que esta villa le fizo, por un real
privilegio la fizo villa y la eximió y sacó de la jurisdicción de Alarcón”.
Cuenca, 1 de diciembre de 2016
José María Rodríguez González.
Profesor e investigador histórico
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