Después de que
los pinceles de Giotto, Cimabúe Simeone Martini y Tadeo Saddi magnificaran la
basílica del Poverello con sus geniales creaciones, viene el español Murillo a
volcar su paleta de maestro en homenaje al Santo que más simpatías ha
despertado con su sencillez entre los medios intelectuales y artísticos del
mundo entero.
Ntra. Sra. de los Ángeles de Murillo. |
La ciudad de
Asís, apellidada justamente la “perla de Umbría”, se alza sobre una graciosa
colina señoreando un plácido valle que ostenta una vegetación exuberante y una
riqueza incomparable de productos agrícolas. Casi a los pies o en la base de
este montecillo en que parece descansar, contempla la ciudad inmortalizada por
el seráfico Patriarca, el insigne Santuario de Ntra. Sra. de los Ángeles, cuna
de la ínclita Orden franciscana.
La erección de
un edificio sagrado en este lugar se pierde en la noche de los tiempos y tiene
algo de legendario. No obstante referiré algo de lo que nos dice la historia
tocante a sus orígenes y a las vicisitudes por las que el monumento ha pasado a
través de los tiempos hasta que se hizo cargo de él el “Pobrecito” de Asís.
Parece ser que
por los años 361 de nuestra era, unos piadosos romeros regresaban de Palestina
y al detenerse en la Ciudad Eterna para postrarse a los pies augustos del
Vicario de Cristo, que lo era a la sazón san Liberio, le suplicaron que les
autorizara el establecerse en la llanura de Asís. Obtenida la oportuna licencia
levantaron allí un sencillo eremitorio y construyeron al propio tiempo una
modesta capilla en la cual depositaron algunas reliquias del sepulcro de Ntra.
Señora que consigo habían traído al regresar de su peregrinación. Dicho
oratorio fue dedicado a Ntra. Sra. en el misterio de su Asunción.
Siglo y medio
más tarde o sea hacia el año 516, pasó por la región de Asís el gran Patriarca
de los monjes de Occidente san Benito, y aceptó el pequeño santuario que se le
ofrecía junto con un reducido predio
adjunto, de donde se originó, a no dudarlo, el apelativo de Porciúncula
(porción pequeña) con que fue conocido posteriormente. Posesionados ya del santuario
los Benedictinos, fue en breve un centro de piadosa atracción para las
poblaciones cristianas que acudían en devotas y numerosas romerías, tanto más
cuanto que, según parece, más de una vez bajaron del cielo las milicias angélicas
y fueron oídas entonando himnos en loor de su Reina; de ahí el nuevo título: “Santa
María de los Ángeles”.
Cuenca, 2 de agosto
de 2020.
José María
Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES
CONSULTADAS:
-Año
Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La
casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J.
Madrid. 1961.
Bendiciones!!! Excelente y brillante información. Esperamos más cómo estas
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